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dor á obedecer orden tan tiránica, y siguió presentándose en las cámaras: entonces mandóse á la milicia que se apoderase de su persona, pero el sargento se negó con firmeza, y entrando los gendarmes en el santuario de las leyes, sacaron de alli á viva fuerza á Mr. Manuel, con menoscabo del cuerpo legislativo y con menosprecio de las leyes sancionadas.

Los habitantes de Barcelona celebraron el 19 de Marzo el aniversario de la promulgacion del código de Cádiz, no obstante los embravecidos vientos de la revolucion que entonces soplaban. Levantaron un templo á la gloria, al que treparon representando el cuerpo á que pertenecian los heridos de la milicia nacional, de la activa, del ejército y del batallon de emigrados italianos. El gefe político entregó á cada uno un sable de honor, y ciñó sus cabezas con coronas de laurel y encina: las músicas marciales y las descargas de artillería contribuían al realce de la ceremonia. Habia precedido á la fiesta cívica un suntuoso TeDeum en el templo; y la siguió un banquete dado á los laureados, al que asistieron todas las autoridades. Por la noche, iluminada la ciudad, entregóse al placer de las máscaras y de la danza, olvidada de los peligros que amenazaban á la patria.

1823.

Fiesta cívica de Barcelona.

El conde de La Bisbal, que era el hombre de la confianza del gobierno, habia reasumido el mando político y militar de Madrid. El mismo dia de la salida de la familia real las Cortes determinaron suspender sus sesiones desde el 22 de Marzo hasta el 23 de Abril para verificar en el intermedio su viaje á Sevilla. Partieron de la Traslacion de antigua capital de la monarquía acompañadas por el ayuntamiento de Madrid, que se despidió del congreso á corta distancia en medio de las mas

las Cortes.

tiernas demostraciones de afecto, y arrasados en lágrimas los ojos de muchos diputados. Como era publico el aborrecimiento de Fernando á la libertad, y sus ardides é incesantes esfuerzos para derrocarla, los pueblos del tránsito ocupaban á bandadas el camino, y recibiendo con frialdad y aun con desden á la familia real, aplaudian á las Cortes y daban muestras de un hervoroso entusiasmo por la Constitucion. Asi es que Fernando, tan ambicioso del mando como amante de los inciensos del vulgo, esperimentó muchas amarguras en el tránsito de Madrid á Sevilla; y los representantes de la nacion, ciegos en su propósito de que el pueblo odiaba á la tiranía, robustecieron aun mas tan funesta idea, que nos condujo al precipicio. Por fin el 10 de Abril á medio dia entraron los reyes en Serey en Sevilla. villa por la puerta de Triana, en la que el gobernador les presentó las llaves de la ciudad: las tropas tendidas por la carrera, vistosamente colgada, las salvas de artillería y el repique general de campanas, solemnizaron el acto de la entrada: las Cortes verificáronla el 11. con iguales demostraciones y pompa. El 23 prosiguió el congreso sus tareas, como tenia resuelto; y el presidente Florez Calderon pronunció un discurso pintando la marcha triunfal de la asamblea.

1833.

Entrada del

"El fuego sagrado y la tierna emocion, dijo, con que entre mil ansias y en el contraste de varios sentimientos encontrados dimos el último á Dios al heróico ayuntamiento de Madrid, á quien yo no pude, sin que mis ojos se arrasasen, recordar tantos dias de gloria como le debemos, parecían haberse difundido por todas partes, y preparado todos los corazones.

"Los gefes políticos á la cabeza de las diputaciones provinciales, los ayuntamientos constitucionales, los militares de todas armas, los magistra

dos y jueces, clero secular y regular, los establecimientos de instruccion pública, ofreciéndose muy pocas escepciones, todos á porfia nos esperan en los pueblos, y aun salen en medio de los caminos á presentar sus votos y manifestar sus deseos de contribuir á la dicha y prosperidad de nuestra patria, cimentada en su independencia y en la conservacion del código fundamental que tan de veras han jurado observar."

Y despues de haber pintado á los ancianos confundidos con los jóvenes en la milicia que cubria el tránsito, y á las esposas despidiéndose de sus maridos, prosigue: "Hasta las madres de familia, dignas por mil títulos de nuestro respeto y gratitud, y jóvenes tan virtuosas como amables, nos preparan himnos de gloria, y mezclan, en lo despoblado de los caminos donde se habian colocado dejando las comodidades de sus casas, los acentos encantadores de su voz á los rasgos del carácter decidido y patético con que los animan." Concluía el discurso manifestando el ánimo firme y constante en que estaba la asamblea de no reformar en lo mas mínimo la Constitucion dei Estado. En la misma sesion el diputado Canga-Argüelles propuso que se tratase á los franceses invasores como tropas pertenecientes á un ejército civilizado, sino como hordas que venian á saquear y hollar los derechos del pais. Y tan alto rayaba el entusiasmo del congreso, que declaró la proposicion comprendida en el artículo ciento del reglamento.

no

No debemos pasar en silencio un rasgo de Fernando en este viaje, que servirá para poner mas en claro el carácter original que le distinguia. Antes de salir de Madrid habia exagerado sus ataques de gota, y obligado con su influjo á algunos médicos á que declarasen los peligros de la marcha, como dijimos en su lugar: pues al dia siguiente de

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Otro rasgo de Fernando.

1823.

de Valencia.

la salida para manifestar que no motivaba su oposicion la falta de salud, sino de voluntad, anduvo mas de dos leguas á pie, poniendo de este modo en ridículo á los profesores de medicina que habian accedido á sus ruegos.

Conocia el rey tan á fondo el carácter religioso de los pueblos de Andalucía, que el 12 de Abril concurrió á la catedral con toda su familia á dar gracias al Autor soberano de la naturaleza por su feliz arribo. Concedió el título de duque de Sevilla al niño Enrique, que dió á luz la infanta Carlota, esposa de don Francisco.

Valencia, sublevada su huerta, fue declarada en 19 de Marzo en estado de defensa por don José Castellar, que empuñaba el baston del mando. Primer sitio El 28 sitiáron la los realistas, arrojando granadas á la ciudad por espacio de tres dias, hasta que la llegada de una columna liberal compuesta de mil hombres al mando de Bazan, amenazándoles por la espalda, les obligó á replegarse la noche del 30. Mas derrotado éste en Almenara volvieron al asedio con nuevo ahinco. En la provincia de Vigo los pueblos tocaron á arrebato, y en vez de quintar armáronse á favor del absolutismo.

Entre tanto el 3 de Abril, llegado á Bayona el duque de Angulema, y pronto el ejército á marchar, publicó en su cuartel general la siguienProclama del te orden del dia. "Soldados: la confianza del rey duque de An- me ha colocado á vuestra cabeza para llenar la gulema. mas noble mision. No ha puesto las armas en nuestras manos el espíritu de conquista; un motivo mas generoso nos anima: vamos á restituir un rey á su trono, á reconciliar al pueblo con su monarca, y á restablecer en un pais, presa de la anarquía, el orden necesario para la ventura y la seguridad de ambos estados.

"Soldados: respetad y haced respetar la reli

gion, la ley y la propiedad: asi facilitareis el cumplimiento del deber que he contraido de mantener las leyes y la mas exacta disciplina."

Habíanse reunido á la falda de los Pirineos algunos oficiales franceses y emigrados italianos con el título de ejército de los hombres libres, y enarbolado la bandera tricolor; las sociedades de los carbonarios eran el vehículo de aquella reunion. Los liberales fündaban todas sus esperanzas en los banquetes que el ministro inglés Canning daba en Londres á los duques de San Lorenzo, quienes, declarada la guerra, se habian trasladado de su embajada de París á la Corte de San James; y en la infundada creencia de que el ejército francés apenas divisaria el pendon de los tres colores correria á defenderlo, no obstante que no lo tremolaba la mano de un gefe conocido que por su posicion social, su arrojo ó pericia garantizase el éxito de la empresa. Querian los unos proclamar á Napoleon II, y los otros se inclinaban mas al gobierno republicano. Amaneció el dia de la prueba: ciento y diez hombres entre franceses é italianos mandados por Mr. Caron se colocaron en la raya á la parte española del Vidasoa antes de pasarlo los franceses, y ondearon la bandera tricolor, exhortando á los soldados á que desertasen de los reales del duque, y victoreando á la artillería que tenian delante. El mariscal de campo Vallin respondió: fuego: los artilleros, despreciando las promesas de los republicanos, obedecieron á su gefe, y habiendo caido muertos ocho de estos tuvieron los demas que encerrarse en San Sebastian, de donde salieron despues á continuar la campaña.

1823. Pasan los

El dia 7 de Abril pasaron las tropas francesas el Vidasoa, y apoderándose de Pasages y Fuen- franceses el Viterabía dieron principio al bloqueo de San Se- dasoa.

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