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Baronio de que no podia ser el discípulo de san Pablo obispo de Efeso, que era el que hasta entonces estaba en posesion de la dedicatoria, reconociendo que debia ser otro Timoteo, dejó sin resolver la cuestion. El ignoto Timoteo fué, pues, nuestro Eugenio, pero Higuera no sabía griego, é ignorando que tal nombre significa «el que honra á Dios», lo interpretó, en el espacio de pocas líneas, de dos maneras diferentes, y erradamente en ambas, pues una vez se lo aplica como calificativo de excelente ingenio, y otra lo traduce por «el honrado de Dios » 1.

4 Esparcida por el cronicon de Dextro la leyenda de san Marco Marcelo Eugenio y su familia, reunimos sus fragmentos, disjecta membra, para que pueda compararse con la hasta entonces recibida.

«Ann. 50. Petrus, ut Christi vicarius Hispanias adiit..... multis eum comitantibus, M. Marcello Eugenio, Apollinari Raven

nate.....

»Ann. 71. Marcellus M. Marcelli discipuli Petri cognomento Eugenii consanguineus, olim cum eodem Marcello Simonis Magi discipulus, non procul Roma patitur.

>>Ann. 91. Nereus, Achilleus, et Flavia Domitilla relegati crebris santi M. Marcelli, post Toletanorum pontificis, litteris recreati, tandem pro fide cæsi, ad martirii lauream evolant.

«Cum Aulo Cornelio Palma V. C. cive Toletano, duumviroque christiano, Toletum venit Marcus Marcellus, ibique sedem primariam totius Hispaniæ, uti in ejus meditullio, constituit; metropoles à S. Iacobo cœptas, meliùs disponit: ecclesiamque totius Hispaniæ luculenter promovet.

»Ann. 100. Per hoc tempus (ut scribunt aliqui) S. Marcellus, civis romanus, cognomento Eugenius, Neroni charissimus S. Pe

Si desdichado aparece Román de la Higuera haciendo estos acomodamientos, todavía lo está más cuando se pone á inventar. Su tiempo era ya de crítica y de reflexion, y él carecia de la elevacion de talento y del delicado sentimiento estético que sólo en tales épocas puede producir artísticamente literatura de lo pasado, y literatura, sobre todo, del género que él trataba de resucitar; así en sus leyendas no hay ni candor, ni frescura, ni áun esas encantadoras imposibilidades de las nacidas en las edades de fe sencilla; él crea como un mediano pintor de nuestros dias que se propusiera producir

tri discipulus, M. Marcelli Præfecti filius, peregrinationum S. Petri individuus comes, Romæ floret: qui à S. Clemente romano pontifice, S. Dionisio Areopagita in Gallias eunti comes datus; post longas peregrinationes in Italia, Gallia, Hispaniaque obitas legatus S. Clementis, á B, Dionisio Arelatæ episcopus factus, ad Hispaniasque missus, Toleti tandem constitit.

»S. Marcus Marcellus Eugenius, qui presbiter Paulum ad Hispanias venientem sequutus est, jam pontifex iterum Toleti prædicat.

»M. Marcellus excellens poeta et orator, ad quem Persius inscripsit quartam satiram; amicitiis Juvenalis, Persii et Senecæ, Galli, Statiique praeclarus; miraculis crebris floret.

>Toletani vehementer profecerunt doctrina S. M. Marcelli..... >>>Celebris est Toleti memoria M. Marcelli Romæ Præfecti, qui tempore Claudii, fuit in citeriori Hispania quaestor quinquennalis, et murum Carthaginis Spartariæ refecit.

>>Dionisius Areopagita dicat Eugenio Marcello, dicto propter ingenii excellentiam Timotheo, libros de Divinis nominibus.

»Q. Marcella Xantippe M. Marcelli Romæ Præfecti filia, M. Marcelli Eugenii Toletanorum pontificis soror fuit; quam S. Pau

obras en el estilo de Fiésole ó del Perugino. La más notable de las leyendas de su invencion que intrc dujo en los cronicones es la de los centuriones evan

lus visis in ejus fronte litteris aureis, ad fidem Laminii converti redeuntem ex Italia ad Hispanias: morientem S. frater Marcellu sepulturæ mandavit. Ejus mater Claudia Xantippe, civis romani et de genere spien lidissimo Atheniensium, fuit corpore supra justam statuam pro ero; in quam jocatur Martialis. >>Ann. 105. Pose ot annos ab adventu lus, rem Prima

sanctus Eugenius, Mo fert cum viris sang Philotheo..... mult

»Ann. 110. Mat charus est sicut

Sylvam, ut

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»Ann. 11.

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in Hispanias,

spaniæ conariis, Epitecto cesaraugustano, et etaniæ et aliunde episcopis coactis. is fratris S. M. Marcelli filius, vir pius, runs imperatori Hadriano: cui quondam mo Papinius Statius dedicavit.

arcellus Eugenius Toleti concilium ex episcopis carpetanis, et aliis habet de rebus fidei, ac morum. »Jonas discipulus Dionisii Areopagitæ, invisit S. M. Marcellum Eugenium, Dionisii magistri sui condiscipulum.

>>>Ann. 130., S. M. Marcellus Eugenius Toletanorum episcopus, S. Clementis legatus; ad Gallias profectus, causa commu-l éandorum cum Dionisio gravium negotiorum, Tolosæ prædici et ejus urbis episcopus creditur, post necem S. Saturnini ejus urbis episcopi, et martiris. Inde profectus sciens martirium S. Dionisii condiscipuli sui, id ille celebrat elegantissimo carmine: et prope Lutetiam à satellitibus Trajani Hadriani, cui ipse charus fuit, pro fidei patrocinio jugulatur.

>>Ann. 220. Extat quædam epistola, quae circumfertur ad M. Marcellum Toletanum præsulem, quem vocat filium, et Timotheum, id est, Deo honoratum. Nam alter Timotheus, cum epistola hæc est scripta, jam in vivis esse desierat.»

Julian Perez reproduce muchas de estas noticias, y enriquece con nuevos pormenores la historia de la familia Marcelo Eugenio.

gélicos, y decimos la más notable porque es en la que más se separa de su sistema, que generalmente Consiste en autorizar, ampliar ó conciliar hechos coocidos. Hé aquí cómo resulta esta leyenda, coordiados le confusos, truncados y dispersos fragmentos ue la forman. De tres centuriones trata la historia vangélica: el de Cafarnaum, cuyo siervo curó Jesus; el del Calvario; y el llamado Corneli que mandaba la coh e de voluntarios, Veamos lo ng

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tro: de Cayo Cornelio, certu cabemos por ahora más sino ཐྭ4 laga, y que le bautizó allí Santiago yo Oppio, el centurion del Calv España, contó los prodigios que acompañaron la muerte del Redentor, siendo escuchado de la gente con asombro, se ejercitó en hospedar los peregrinos, luego asó á Italia, donde san Bernabé le bautizó é hizo o spo de Milán; fué muy querido del emperador Adriano. Tuvo este Oppio dos hijos antes de obispar, segun creen piadosamente los intérpretes de Dextro, uno llamado tambien Cayo Oppio y otro Demetrio; el primero es el Cayo á quien está dirigida la tercera epístola de san Juan, y el segundo el Demetrio que en la misma es elogiado; Cayo vivió en Corinto, donde fué bautizado por san Pablo, á quien hospedó cuando venía á España, visitó á san Juan despues de su destierro y le acompañó á

nuestro país, y hasta Roma á san Ignacio, de donde fué á Milán, y siendo allí obispo murió en el Señor. Del centurion Cornelio de Cesarea, como tiene leyenda propia, no creyó deber decir más sino que era español. Todo este andamiaje no tenía más apoyo y resguardo en la mente del inventor que llamarse Cayo ó Gayo y Demetrio dos de los primitivos cristianos de que se habla en las epístolas de san Pablo, de san Juan y de san Ignacio, y cuya hospitalidad en ellas se alaba; ser tambien Cayo el tercero que se cuenta de los obispos de Milán, y designarse con el nombre de Itálica la cohorte del centurion Cornelio. Que Oppio hubiera de ser más que contenario para ser amigo de Adriano, no era cosa que detenia á Román de la Higuera, siempre para con sus personajes pródigo de inconmensurables longevidades. Este soldado que vuelto á España refiere ante un auditorio estupefacto los prodigios de que ha sido testigo, era tipo muy comun en nuestro país, donde no habia nadie que no conociera al soldado venido de extrañas y remotas tierras, en torno al cual se agrupaba la gente para oirle relatar sucesos y describir cosas extraordinarias y sobrenaturales. Mas, á pesar de la satisfaccion que debió producir en el pueblo español el hallazgo de estos nuevos é ilustres compatriotas, y la peregrina noticia que envolvia de la venida del apóstol san Juan, la leyenda de los centuriones solo hizo fortuna con algun que otro histo

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