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El proceso de los falsificadores granadinos, y las lucubraciones sin trascendencia de don Faustino de Borbon, habiendo puesto remate á la serie de ficciones iniciada en el siglo XVI, tambien su relato

prefacio de su traduccion inglesa de Al-Makkarí. Tengo á la vista otro manuscrito suyo, que no sé que nadie haya citado, perteneciente á la biblioteca del señor Sancho Rayon que se titula dentro de un adorno excesivamente churrigueresco: Historia de las lenguas de España primitiva. Compuesta y dedicada al Rey N. S. Don Carlos III que Dios guarde, por su mas humilde va sallo don Faustino de Borbon. Al pié de la portada dice: «Es el borrador de la obra que empecé en el año de 1765, de órden de don Juan de Santander, bibliotecario mayor de S. M. No me valió el valor ni de un maravedí. El ministro don Ricardo Wall, de órden del señor Rey don Cárlos III, en el año de 62 ó en el de 63, lo dispuso así. Hay decreto que consta del libro de Partes de la Secretaria de Estado, sobre que expongo en otra parte. El plan del señor Santander fué que escribiese por su órden las partes que siguen 1.o, historia de las lenguas de la España primitiva, de celtas, fenicios, cartagineses y romanos; 2.o, historia de la derivacion de la lengua latina en la española; 3.o, historia de las voces árabes introducidas en nuestra lengua, enriqueciéndolo todo con noticias históricas tomadas de los árabes; 4.o, el resto de historia de España hasta el año 1000. Esta primera parte, puesta en limpio, se presentó al Ministro de Gracia y Justicia don Manuel de Roda; no resolvió el Ministro á causa de lo ocurrido con don Juan de Santander sobre la reforma de los colegios mayores, sino que le envió á informe á don Francisco Perez Bayer, quien jamas informó. Siendo bibliotecario mayor ya el Sr. Bayer, me ordenó la fuera continuando como pudiese. Despues me ordenó hiciese el prospecto de poligrafía en el año de 87, y se quedó esta obra, digamoslo así, pendiente. Tenia este proyecto la biblioteca desde que fué allí bibliotecario don Gregorio Mayans, y su tratado de Vocis Ur es résulta de aquel pensamiento.» (Un tomo en

debe poner término á nuestra tarea. No ha sido ésta combatir aquellas interesadas invenciones, que eso ya lo fué de los dos siglos precedentes, sino explicarlas. Inoculadas en el organismo de nuestra

fólio, pasta del siglo pasado.) En la última página hay una nota del autor, que dice: «Este escrito solamente sirve ya para las citas. Las opiniones que contiene las más ya no me sirven, porque despues estudié otras obras, tomé otras luces, y así poco á poco me he ido imponiendo mejor; ya solo me aprovecha para tener presentes algunas citas, pues el estudio me hizo mudar el plan.»

Hase dicho que don Faustino de Borbon fué hijo natural del infante don Gabriel; suposicion que cae por su base con sólo observar que este hermano de Carlos III nació en 1752, y á don Faustino ya se le encargaba por el Gobierno de escribir una obra de gran importancia en 1763, época en que, por lo menos, tendria veinte años: áun suponiéndole tan jóven cuando tal encargo recibia, resultará que tenía nueve años cuando nació el que pretenden que sea su padre. Don Faustino era empleado de la Biblioteca Real; habiendo puesto en 1767 un anuncio en La Gaceta, invitando á las personas que tuviesen escritos ó inscripciones antiguas para que se los llevasen á descifrar, sus compañeros se divertian en componer con caractéres exóticos inscripciones de fantasía, que le enviaban por segunda mano. Él se afanaba por traducirlas y las incluia en su obra. Pasados muchos años supo la burla, y lastimado de ella, dice en un manuscrito autógrafo, encuadernado con el de la Historia de las lenguas, despues de referir este suceso, lo que sigue: «Este hecho por sí solo basta para probar la mala semilla de el concurso de orientales (los colaboradores de Casiri), que no contentos con hacer por sí mismos los embrollos que hicieron en la Biblioteca Arábigo-Hispana, se valieron de los mismos empleados numerarios para hacer burlas, Todos los empleados en la Real Biblioteca eran unos meros latinistas, que no sabian más que latin, y no entendian palabra de

historia, ha de pasar todavía tiempo antes de

que

se vea completamente depurada. Lo está ya bastante la eclesiástica, merced á los esfuerzos de los que echaron el cimiento y han continuado la España Sagrada, y á haber reemplazado á nuestros inficionados santorales otros extranjeros, cuya invasion intentó contener patrióticamente don Lorenzo Villanueva, formando uno nacional, que no tuvo éxito por haber, en su severidad jansenista, dado poco lugar á la leyenda. Donde han encontrado un refugio los cronicones, del que será dificil desalojarlos, es en las historias de ciudades, debidas casi todas á su aparicion, servicio indudable y único que prestaron, porque los autores, ó ignoran su procedencia espúrea, ó toman las noticias de otros que no citan las fuentes, ó no se resuelven á sacrificar lo que, despojando de interes á su obra y reduciéndola á pequeño espacio, la haria impopular.

Achaque ha sido de todas edades y naciones revestir con formas anticuadas las ideas, las opinio

idiomas ni antigüedades : les harian los asiáticos tragar maromas como quisieran, porque si les daban una invencion, no podian conocerlo hasta que á los mismos asiáticos diese la gana de revelar la invencion.» Y en nota añade: «Por estas invenciones ú otras semejantes fué puesto en prision don Juan Amon de San Juan con don Pablo Odar; don Juan fué privado de sueldo, y don Pablo expulso de los dominios de España; esto en el año 1770, ó por allí. Al primero se le restituyó en sueldo y destino por favor de don Manuel de Roda.»

nes y noticias que se queria poner en curso ó prestarles autoridad. Tuvo Roma relaciones del tiempo de la guerra de Troya, escritas sobre hojas de palmera, que se decian halladas en antiguos sepulcros; fecundísimos generadores de apócrifos fueron el imperio bizantino y la edad media; la nuestra, que parece interesarle principalmente la historia por la anécdota, y los grandes hombres por sus debilidades, ve brotar memorias y correspondencias desconocidas de soberanos, hombres políticos y literatos1.

1 Al escribir estas líneas (Octubre de 1867), una de estas correspondencias conmueve al mundo sabio. Philarete Chasles ha encontrado, no se ha podido averiguar dónde, como un centenar de cartas de Pascal, de las que resulta fué el descubridor de la atraccion universal. La Inglatera sábia ha salido naturalmente á mantener & Newton en el pedestal de que le quiere hacer descender el profesor de la escuela politécnica parisiense, y de aquí gran debate, cuyos incidentes ocupan á la Academia de Ciencias de París en sus sesiones hebdomadarias. Chasles, que se cuenta entre sus miembros, rechaza el exámen pericial de los autógrafos, exhibe cada dia nuevos documentos en apoyo de su autenticidad, y se queja de no verse bastante sostenido en su empresa patriótica de procurar esta nueva gloria á la Francia. De las cartas aparece que Pascal corresponderia con Newton en época en que éste tendria once años de edad; que el uso del café estaria extendido en Francia en 1652, cuando consta que fué en 1669 cuando lo introdujo el embajador de Turquía cerca de Luis XIV; que la primera entrevista de este monarca con el destronado Jacobo II versó sobre Newton, etc.; pero áun es todavía mas inverosímil suponer que los conocimientos astronómicos de Pascal podian permitirle tener la más remota idea de la atraccion universal, á él,

Los siglos venideros obtendrán sin duda acerca del nuestro lo que sus aficiones y curiosidad demanden, dando no menos materia á la investigadora crítica de mis continuadores.

que no tenía por completamente demostrado el movimiento de la tierra.

FIN.

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