Imágenes de páginas
PDF
EPUB

II.

Granada en los últimos años del siglo XVI.-Hallazgo de los libros plumbeos.Extracto de su contenido. - Fin á que se dirigian.—Sus autores.-El arzobispo Vaca de Castro. — Vicisitudes de los libros plúmbeos. Su condenacion en Roma.

UN siglo despues de la conquista, Granada conservaba todavía muy marcada su fisonomía oriental. Familias enriquecidas con los despojos de la raza vencida, caballeros comendadores, numeroso alto clero, togados é inquisidores, rodeados de consideraciones y de privilegios, constituian allí una aristocracia culta, que entretenia crecidas servidumbres de criados, pajes y esclavos africanos. Inmediatamente bajo de ella estaba el pueblo, cuya principal masa la formaba la turba colecticia, inhábil, haragana y codiciosa, que de diversas provincias habia venido á reemplazar á la poblacion morisca, laboriosa y sobria, de inteligentes agricultores é industriales. Entre una y otra clase se agitaba otra muy mezclada, compuesta de mercaderes que atraia el todavía floreciente comercio de la seda, viejos sol

dados de la guerra de las Alpujarras, estudiantes, artistas que hallaban segura ocupacion en el adorno de los nuevos templos y casas de los ricos, y curiales y litigantes que sostenia y suministraba el extenso territorio de aquella chancillería. Llevábase allí la vida muelle é indolente de las ciudades orientales, y, como en éstas, apasionaban los ánimos cuestiones religiosas. Tratábalas con autoridad una escuela de teólogos, cuyos públicos ejercicios y controversias las hacian populares. La exaltacion propia de la época se habia allí comunicado, y hecho incurrir á los granadinos en extrañas inconsecuencias. Un soldado portugues, por ejemplo, vendedor ambulante de libros, en quien las predicaciones de Juan de Ávila habian desarrollado la más ardiente caridad hasta un grado heroico, fué escarnecido miéntras vivió y tratado como loco; ahora, ya muerto, le proclamaban santo. Los descubrimientos de la torre Turpiana, tal vez globo correo, como parece lo sospechó Horozco, habian dado la medida de la credulidad pública y demostrado que en este terreno todo podia intentarse con probabilidad de éxito.

En una de las derivaciones de la montaña que al Este de Granada forma, con las enhiestas cumbres en que se asientan Alhambra y Generalife, la deliciosa cuenca del Darro, y como á dos kilómetros, restos de robusta fábrica denunciaban la antigua existencia en aquel lugar de fuertes construc

ciones; puesto avanzado, tal vez, de la ciudad sobre la via romana de Acci. De su destino y de la época en que se levantaran estaba perdida la memoria; pero debiendo ocultar tesoros, como todas las ruinas en país que habian ocupado los árabes, no faltaron á éstas exploradores. Corria Febrero de 1595 cuando unos trabajadores, que con tal intento sacaban la tierra que terraplenaba los subterráneos que en irregulares galerías se extendian por debajo de las ruinas, hallaron una plancha, ó mejor tira de plomo enrollada, en una de cuyas extremidades habia un letrero, formadas las letras á golpes de cincel ó de escoplo estrecho, imitando caractéres cuneiformes. Recorrió el plomo los intérpretes de la lengua arábiga, varias personas tenidas por inteligentes en antigüedades y los maestros de escuela, sin que ninguno acertara á descifrar una letra; al fin un jesuita leyó: corpus ustum divi mesitonis martiris pasus est sub neronis imperatoris potentaur; noticia que, con el plomo, se apresuró á llevar al arzobispo. Prosiguiéronse ya por órden y á costa de éste con gran cuidado los trabajos de investigacion en la caverna; y á los pocos dias toparon con otra plancha que decia que el año segundo del imperio de Neron, á 1. de Marzo, padeció martirio en aquel lugar ilipulitano, san Hiscio, discípulo de Santiago, con sus discípulos Turilo, Panuncio, Maronio y Centulio, quemados vivos, cuyas cenizas estaban en

las cavernas de aquel sacro monte'. Alternaba con el hallazgo de las planchas el de huesos humanos, carbones, piedras ahumadas y cenizas. Más adelante se encontró otra plancha mucho más interesante, pues declaraba que allí tambien padeció martirio san Tesifon, llamado antes que se convirtiese AbenAthar, discípulo de Santiago, que escribió en láminas de plomo el libro titulado Fundamento de la Iglesia; cuyas cenizas y libro estaban en aquellas cavernas. Gran espectativa en la ciudad, y rogativas y votos del arzobispo porque pareciese el libro, que, incluso el mismo prelado, todos se figuraban que sería como los libros de entonces. Pareció el libro, que eran cinco láminas ú hojas de plomo muy delgadas y redondas, de tamaño poco menor que el de

:

Año secundo neronis imperii marci calendis pasus fuit martirium in hoc loco illipulitano electus ad hunc efectum : sanctus hiscius apostoli jacobi discipulus: cum suis discipulis : turilo panuncio: maronio: centulio: per medium ignem in quo vivi ambusti fuerunt eternam vitam petentibus transivere ut lapides in calcem conversi fuerint quorum pulves in huis sacrimontis cavernis iacent qui ut ratio postulat in eorum memoriam veneretur.

:

2 Año secundo neronis imperii: calendis aprilis pasus est martirium : in hoc loco ilipulita us thesiphon dictus priusquam converteretur abenathar divi jacobi apostoli discipulus vir literis et sanctitate preditus plumbi tabulis escriipsit: librum illum fundamentum eclesiæ appellatum et simul pasi sunt sui discipuli: dius maximinus luparius quorum pulvis: et liber sunt cum pulveribus divorum martirum in hujus sacri mont.. cavernis in eorum memoriam venerentur: g: c: p: c: florenti illiberritan.

:

las hostias de misa, ensartadas en un hilo de plomo y escritas con delicado buril por uno y otro lado; una cubierta, tambien de plomo, las envolvia, y en ella estaba escrito: liber fundamenti eclesie salomonis characteribus scriptus. Grandes fiestas, salvas de artillería, mutuas felicitaciones, albricias á los trabajadores solemnizaron el descubrimiento. Siguióse el de otro libro, en cuya cubierta se leia que estaba escrito por san Tesifon, autor tambien de otro de Los Fundamentos de la Iglesia, que estaba en aquellas cavernas, y de una Vida de su maestro Santiago, de donde puede deducirse que en aquella fecha eran sólo estos tres libros los que habia en proyecto de dar á luz.

Unia la opinion estos descubrimientos al de la torre Turpiana: para confirmarla en esta creencia, y probablemente tambien para robustecer la ya no poco debilitada en el de la torre, vino á asociarlos ambos una cuarta lámina, en que se referia que el año segundo del imperio de Neron, á 1. de Febrero, padeció allí martirio san Cecilio, discípulo de Santiago, que comentó las profecías de san Juan, puestas, con otras reliquias, en la torre Turpiana, segun dijeron sus discípulos Setentrio y Patricio, que padecieron con él, y cuyas cenizas estaban en aquellas cavernas'. El júbilo y fervor públicos traspasaron toda

Año secundo: neronis imp: calendis februari pasus est martirium in hoc .....tano dius cecilius: sancti jacobi discipulus :

« AnteriorContinuar »