BELLAVISTA

Tanto para libertar al comercio de una nueva invasión del mar y creyendo hacer más positiva la defensa del puerto, el Virrey Conde de Superunda fundó el pueblo de Bellavista, para el establecimiento de particulares, comerciantes y bodegas fiscales, permitiendo solamente á los comerciantes y armadores la construcción de barracas fuera de los muros de la nueva ciudadela.

Se nombró para que fijara el sitio más á propósito para la nueva población, al profesor de Matemáticas Don Luis Godin, quien en 25 de Noviembre de 1746 expidió el siguiente informe:

<En cuanto á las Bodegas que para el comercio <se necesitan, parece moralmente imposible esta<blecerlas en paraje más seguro y cómodo y á menos costo que en las cabeceras ó puquios que for<man el Río que pasa por Piti Piti nuevo; se puede <aumentar la canal que ya está hecha y ponerle á¦la <boca un dique de poco costo que haga rebalsar el <agua hasta dos varas y media de profundidad muy <suficiente para la Navegación de Barcas y Chatas <que desde el mar transportarán los efectos con inlecible facilidad por medio de una jaula ó cordel

<como se practica en toda la Europa. Puede esta<blecerse la cabeza de la referida canal á media le«gua corta de distancia del Mar y allí mismo las <<Bodegas así de Su Magestad para el armamento de <los Navíos, como de los particulares para el pre«ciso comercio, la cual distancia parece fuera de <riesgo de sumerción, á lo menos por lo que hasta «el día de hoy se ha esperimentado. Con esta provi<dencia se cargarán los Navios y se descargarán por sus propios botes y lanchas y las chatas «del Río con el solo trabajo de trasportar del Río <al Mar ó del Mar al Río los efectos, esto en distan«cia de pocas varas, de tal suerte que con una ó <dos máquinas simples, como gruas ó cosa seme<jante establecidas en la misma boca del Río se podrá escusar el trasporte á hombros de la gente.

«En la cabecera se construiràn las Bodegas y «demás casas para el servicio de la marina; y para «que el canal no esperimente ruina alguna en sus <orillas sin el trabajo de revestirlas de obra de cal <y canto se plantarán á distancia conveniente unos «sauces que con sus raices mantendrán el terreno y <<se cortarán siempre á una cierta altura para no <impedir el tránsito del cordel que tirado desde lo «alto de la orilla y amarrado arriba de un género <de palo que para eso se planta en la proa de las <chatas, procura toda la facilidad que se requiere, <y es tan simple este método que aún no se ofrece <que añadir más sobre su ejecución y al mismo <tiempo es tan al propósito que parece imposible el «sustituirle otro mejor y de menos costo.-Luis Godin.

'A este informe siguieron otros en pro y en contra con respecto al canal, aceptando todos la posi.

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ción indicada para la formación del pueblo de Bellavista, que constituye hoy un barrio del Callao.

Entre los opositores á la formación del canal, se encontraban don Domingo Ormazabal, dueño de la hacienda de Don Juan Barboza y otras en el Valle de La Legua, que se regaban con los Puquios mencionados por Godin.

Pero lo que más pesó en el ánimo del Virrey fué el costo de la obra, que no se atrevió á sacarlo de las arcas fiscales, encontrando oposición en los comerciantes y armadores de quienes se pretendió dicho gasto. El Cabildo apoyó á estos y la idea del canal quedó abandonada.

En vista de estos antecedentes el Virrey decretó lo que sigue:

<Lima, Enero 20 de 1747. En atención á no ad<mitir el Tribunal del Consulado la fábrica del Di<que propuesta por el catedrático de matemáticas <Don Luis Godin; ni la proposición hecha por Don <Domingo Ormazabal, se señala por sitio para la fá<brica de Bodegas el de las tierras altas de la Ha«cienda de Aguilar, que están sobre el camino que <va al Callao, á la mano izquierda, en cuya virtud <se asignarán con preferencia á otra persona alguna las competentes para fabricar Bodegas, á los <que las tenían y perdieron en la asolación del <puerto del Callao y despues de estos á los que las <pidieron para fabricar Bodegas, casas y rancherías <cuya delineación ejecutarà dicho don Luis Godin <formando población con el nombre de Bellavista <y con calles, plaza é Iglesia parroquial con vivien<da para el cura, que sea todo correspondiente à di<cho sitio y á costa de los mismos bodegueros y per<sonas que en él se avecindaren á proporción de la <cantidad de tierra que cada uno comprase para

<dichas fábricas; y para que tenga efecto lo referido, sepondrán carteles para que dentro de ocho días se <presenten en este superior Gobierno, los que qui<sieren comprar tierras en los referidos sitios y que «se les asigne y señale para sus fábricas. >

El 10 de Febrero de 1747 ordenó así mismo el Virrey al ingeniero don Luís Godin, midiese un terreno de doña, Francisca Figueroa y Zavala vda. de Aguilar, de su chácara llamada la Soledad y levantase las Bodegas y pueblo de Bellavista. Este sitio fué medido con 298.859 varas cuadradas ó sean 7 1/5 fanegadas, y tenía las direcciones aproximadas siguientes: 442 varas de N. á S, arriba, separando Aguilar del terreno vendido, 472 varas de N. á S. abajo al lado de la bahia, 521 varas de E. á W. en el camino de Maranga, 480 varas de E. á W. en la carretera de Lima al Callao y 212 varas de NE. á SE. en los estremos más próximos al Callao de las líneas de la carretera y la que va al camino de Maranga.

El Virrey comisionó á D. Pedro G. Cosio con asistencia de Don Luis Godin para el reparto de sitios, entre los que se habían presentado y se presentasen después solicitándolos.

En la escritura que se otorgó á cada comprador se estipulò el pago de contado del terreno, con el recargo correspondiente al valor de las calles, plazas &. y la obligación de labrarlo, sin cuyo requisito no podia enagenarlo, perdiendo todo derecho, en caso contrario.

Las 7 1/5 fanegadas fueron tasadas en 13,160 pesos esto es 1800 pesos por cada fanegada, más 200 pesos tambien por fanegada por las raices de alfalfa en la parte sembrada.

En el siguiente documento, que no carece de importancia, se hizo la tasación respectiva: