Revista de España y del estrangero. Dir. y red. principal, F. Gonzalo Moron, Volumen9

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Página 341 - ¡ay de aquel que de un delirio en el momento, hija mía, tal vez se engaña a eá mismo! Todas las tribulaciones de este mundo fugitivo, son, señora, pasajeras; al cabo encuentran alivio. Y al Dios de bondad se sirve, y se le aplaca lo mismo en el claustro, en el desierto, de la corte en el bullicio, cuando se le entrega el alma con fe viva y pecho limpio.
Página 346 - Qué carga tan insufrible es el ambiente vital para el mezquino mortal que nace en signo terrible! ¡ Qué eternidad tan horrible la breve vida! ¡Este mundo, qué calabozo profundo para el hombre desdichado, a quien mira el cielo airado con su ceño furibundo!
Página 348 - Socórreme, mi Leonor, gala del suelo andaluz, que ya eres ángel de luz, junto al trono del Señor. Mírame desde tu altura sin nombre en extraña tierra, empeñado en una guerra, por ganar mi sepultura.
Página 31 - MAJO.- ¡Y vaya un hombre valiente! Cuando en la alameda vieja le salieron aquella noche los siete hombres más duros que tiene Sevilla, metió mano, y me los acorraló a todos contra las tapias del picadero.
Página 30 - ¿Y por qué no se presentaría ayer en la plaza? OFICIAL. Harto tenía que hacer con estarse llorando el mal fin de sus amores. MAJO. Pues qué, ¿lo ha plantado ya la hija del señor marqués?... OFICIAL. No; doña Leonor no lo ha plantado a él, pero el marqués la ha transplantado a ella. HABITANTE 2.° ¿Cómo?...
Página 35 - Mañana vería usted revolcándose en su sangre, con la tapa de los sesos levantada, al arrogante, al enamorado, al noble don Alvaro. O arrastrarle como un malhechor, atado por entre estos olivares a la cárcel de Sevilla; y allá para Navidades acaso, acaso en la horca. LEONOR.— ¡Ay. Curra!. . . El
Página 342 - LEONOR. — No es un acaloramiento, no un instante de delirio quien me sugirió la idea que a buscaros me ha traído. Desengaños de este mundo, y un año, ¡ay Dios!, de suplicios, de largas meditaciones, de continuados peligros, de atroces remordimientos, de reflexiones conmigo, mi intención han madurado y esfuerzo me han concedido para hacer voto solemne de morir en este sitio.
Página 346 - Al que tranquilo, gozoso vive entre aplausos y honores, y de inocentes amores apura el cáliz sabroso; cuando es más fuerte y brioso, la muerte sus dichas huella, sus venturas atrepella; y yo que infelice soy, yo que buscándola voy, no puedo encontrar con ella.
Página 31 - Si los señores de Sevilla son vanidad y pobreza todo en una pieza.... don Alvaro es digno de ser marido de una emperadora ¡Qué gallardo!..., ¡qué formal y qué generoso!... Hace pocos días que le dije la buenaventura (y por cierto no es buena la que le espera, si las rayas de la mano no mienten), y me dio una onza de oro como un sol de mediodía.
Página 32 - Tío PACO. Yo, nada ; digo lo que he visto ; y esta tarde ya ha pasado el negro, y hoy no lleva dos caballos, sino tres. HABITANTE 1." Lo que es atravesar el puente hacia allá a estas horas, he visto yo a don Alvaro tres tardes seguidas. MAJO. Y yo he visto ayer a la salida de Triana al negro con los caballos. HABITANTE 2.

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