Imágenes de páginas
PDF
EPUB

crédito en Lima. Fué el que introdujo la regla que desde tiempos distantes se ha seguido de estimar en las tasaciones la vara cuadrada en proporción a la distancia de cuadras de la plaza mayor. Apreció en la primera a diez pesos vara, y rebajó un peso en cada una de las siguientes cuadras según están retiradas de dicha plaza. Este modo de valorizar las áreas lo adoptaron los maestros de obras y lo autorizó la costumbre. Suscitáronse dudas en las tasaciones para ventas y remates de solares después del terremoto de 1746; se examinó el caso en junta de inteligentes que dirigió don Luis Gaudin catedrático de prima de matemáticas; y oído el cabildo se mandó observar por decreto del Virrey el sistema que Maroto había plantificado. El año 1657 se hallaba el padre Maroto en Huancavelica desempeñando como ingeniero comisiones del gobierno en la mina principal de azogue".

También sabemos, respecto a este personaje, que era maestro mayor de fábricas reales, y que, como tal, intervino en la obra de calzamiento de la muralla del Callao. (36) Y en mensuras que originales hemos leído y que llevan fecha de aquellos remotos tiempos, vemos que el P. Maroto era de la orden de predicadores (Santo Domingo).

Por todo esto creemos que se trata del primer arancel que se hizo de áreas urbanas en la ciudad de Lima, como lo demuestra el hecho de fijarse en él 10 pesos a la plaza, conforme lo que indica Mendiburu. - Aunque seguramente Córdova o de quien él tomó el cuadro, le agregó algunas cuadras que en la época de Maroto no podían existir, al menos con los nombres del cuadro, como Perricholi y otras. De ese cuadro o arancel resulta que Lima comprendía:

[merged small][ocr errors][ocr errors][ocr errors][ocr errors][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][ocr errors][ocr errors][merged small][ocr errors][ocr errors][merged small][merged small][ocr errors][ocr errors][merged small][merged small][ocr errors][merged small][ocr errors][merged small][merged small][merged small]

(36). Memoria del virrey Conde de Castelar, pág. 279.

III

EN EL SIGLO XVIII

El segundo plano de Lima. El terremoto de 1746 y la reconstrucción de la ciudad. Censo del virrey Gil.

[ocr errors]

Lima empezó el siglo XVIII con 37,259 habitantes (37).

Con respecto a su planta, los primeros años de esa centuria sólo se distinguieron por la fundación de nuevos templos. En 1708 se fundaba la iglesia de Santa Rosa; uno o dos años después, la capilla de la Buenamuerte (38); en 1713, Jesús María (39); en 1730, el monasterio de Nazarenas (40); y en 1734 la iglesia de Mercedarias (41).

Hacia 1713, daba a luz Mr. Frezier su "Relation du voyage aux cotes de Chili et du Pérou", a la que acompañó un pequeño plano de Lima a escala de 5 milímetros por 500 toesas, el segundo que conocemos. (42).

(37). Diccionario Paz Soldán, artículo Lima.

[ocr errors]

(38). Fuentes dice que el convento de la comunidad de agonizantes se estableció en unas fincas situadas en la calle de Rufas, cedidas al efecto por don Antonio Velarde y Bustamante en 1710" (Libro LIMA, pág. 30).

164).

Mendiburu dice que este establecimiento fué en 1790 (Diccionario, tomo II, pág.

(39). — Mendiburu, tomo VIII, pág. 381.

[ocr errors]

--

(40). En un pequeño libro que existe en la biblioteca nacional, titulado "Voyage de Marseille a Lima', cuyo actor se ignora, figura página 244 un planito de Lima sin leyenda alguna, que no obstante de parecer por la fecha de libro (1720, París) representar a Lima al principio del siglo XVIII, debe ser muy antiguo, pues no figura el barrio del Cercado, y a San Lázaro lo representa con sólo tres manzanas.

(41). Mendiburu en su diccionario - tomo V pág. 23 dice que Mercedarias se fundó en la casa donada por doña Ana de Medina y valorizada en 80,000 pesos.

(42). Mendiburu dice: "Feuillée, el padre Luis, nacido en 1660 levantó un pla

no que amplió Mr. Frezier, Amadeo; ingeniero francés nacido en 1682''.

La escala del plano de Feuillée es de 0.005 500 toesas no tienen en él nombres las

calles.

El plano de Mr. Frezier, aparece publicado en la pág. 15 del folleto "Ensanche de Lima", del autor de esta monografía, don Ricardo Tizón y Bueno.

Las murallas fueron refaccionadas en tiempo del virrey Almendaris (1724-1736) construyéndose un largo parapeto "en todo el ámbito que recorre el río".

Jorge, Juan y Antonio de Ulloa que visitaron Lima poco antes de 1746 la describían así:

"Figura triangular cuya base o lado mayor mide 1920 toesas o 4471 varas castellanas, igual 23 de legua. Y su mayor ancho, de norte a sur, 1080 toesas, por 2,515 varas castellanas, igual 25 de legua.

"En la banda opuesta a la ciudad, en la otra parte del río, se halla un arrabal con el nombre de San Lázaro; también muy capaz, el cual se ha acrecentado de pocos años a esta parte.

"Las casas, aunque en su mayor parte bajas, tienen en lo exterior agradable vista y muy cómodas viviendas; todas están fabricadas de barareques o quinchas.

"Divídese la ciudad en 5 parroquias: Sagrario, Santa Ana, San Sebastián, San Marcelo y San Lázaro, extendiéndose la jurisdicción de ésta hasta el valle de Carabayllo".

A la obra de estos viajeros, que se imprimió en 1748, fué agregado un plano panorámico a escala omo62 igual 500 varas.

Una prolija observación nos ha llevado al convencimiento de que este plano, no obstante decir simplemente en su leyenda que representa Lima antes de arruinarse con los últimos terremotos, lo que parece indicar un origen muy próximo a 1746, no es sino una copia del de Koenig que ya hemos citado, con el solo agregado del barrio de Abajo del Puente.

Las razones en que fundamos esta opinión son las siguientes:
1.- El dibujo de los dos es en perspectiva igual a ambos;
Los edificios públicos tienen igual numeración en uno que

2.a

en otro; 3.a

[ocr errors]

La calle de San Isidro fué abierta después del plano de Koenig, pues no figura en él, pero sí en el de Frezier, que fué como sabemos posterior. Y sin embargo, no figura en el de Juan y Ulloa.

Continuando nuestra narración, diremos que sería largo describir los acontecimientos de la época luctuosa para nuestra capital del terremoto de 1746. No nos referiremos, pues, sino a los esfuerzos que se hicieron para reedificarla.

El virrey conde Superunda dice en su memoria:

"De mis instancias (se refiere a las que hizo para la reedificación) resultaron varias dudas de consideración. Las casas estaban

gravadas de censos y los suelos no valían sus principales. Contemplaban los dueños que emprender los gastos de reedificación era utilidad sólo de los censualistas y un sacrificio del propio caudal; y discurriendo cómo aliviarse de este gravamen, llegaron a pensar sería lo más conveniente mudar la ciudad al nuevo terreno y chancelar las pensiones; pero este proyecto que era espacioso a la vista y ofrecía a los vecinos ventajas, no fué posible abrazarse, porque era dejar las obras pías enteramente perdidas y las comunidades religiosas del todo arruinadas, además de lo que se había reservado sin daño conocido, iglesias y casas, era de mucho valor, y lo que se consideraba preciso para hacer nuevas cañerías y todas las demás obras públicas pedía un caudal que se había de contar por millones, y fué despreciado enteramente el pensamiento.

"Restaba otra dificultad para facilitar la reedificación, que era resolver por punto general el modo de fabricar menos expuesto, sobre que se siguieron autos; se pidieron dictamen a los peritos, y con lo que ministraron, se determinó no se fabricasen altos, y que las paredes de los bajos no excediesen de cinco varas; pero aunque esta providencia se solicitó por los mismos interesados, después que emprendieron con fervor la renovación de sus casas, se encontraron muchas familias sin terreno bastante para acomodarse por la falta de las viviendas, y se volvió la consideración a lo que el miedo no dejó por entonces advertir y era que las casas bajas de adobe que tuvieran altos aunque estos padecieron se reservaron de la ruina y que el peso era remedio para que no cediesen tan fácilmente al movimiento; pues de los claustros de las religiosas, de cal y ladrillo que es el material más sólido, se rindieron los que no tuvieron altos, aún siendo muchos nuevos y al parecer bien fabricados, y ha sido preciso disimular esta infracción de lo mandado.

[ocr errors]

El sabio Gaudin había propuesto:

1.o que las habitaciones se hicieran de quinchas con techos de tijera;

que en los templos, palacios y tribunales se disminuyera el espesor de las paredes a 110 de sus alturas;

3.o que las calles tuvieran 12 varas de ancho;

4.o que no se permitieran balcones, arcos de bóveda y torres redondas;

5.° que se cercenaran las torres y edificios altos;

6.a que se rompan las murallas.

Empezóse la reconstrucción por la catedral, para cuya reedificación fueron aprobados, entre otros planos que se presentaron, los del sabio padre Juan Rehr y el maestro mayor de obras públicas don Santiago Rosales.

Fué también entonces que se pensó "en la formación de un ca

[graphic]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors][ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors][subsumed][subsumed][ocr errors][subsumed][ocr errors][ocr errors][ocr errors]
[subsumed][ocr errors][subsumed]

Copia del Plano topográfico de la Ciudad de Lima, capital del Perú, y de su presidio y puerto del Callao. Fue ejecutado sobre la base del plano del cosmógrafo francés Frezier, y su antigüedad se remonta al año de 1712.

(Colección del historiador nacional R. P. Rubén Vargas S. J.)

UA

CE

« AnteriorContinuar »