DEL ILUSTRISSIMO, Y VENERABLE SIERVO DE DIOS DON JUAN DE PALAFOX Y MENDOZA, TRATADOS ESPIRITUALES. CON PRIVILEGIO DEL REY NUESTRO SEÑOR. EN MADRID: EN LA IMPRENTA DE DON GABRIEL RAMIREZ, CRIADO DE LA REYna Madre Año de M.DCCLXII. 1. d. 616. REYNA DE SUECIA CRISTINA. JUAN, INDIGNO OBISPO de Ofma. Defea Corona, y Gloria inmortal. SEÑORA. Randes motivos ha ofrecido mi amor á mi fervidumbre, para dedicar á V. M. este Año Efpiritual, à los quales no ha podido refiftirfe, ni fatigado de fu humildad, mi recelo. Las virtudes naturales de V. M. llaman de lejos la admiracion, y la reducen á obfequios. Reyna de las mayores del mundo, dentro de los terminos de la naturaleza; no fe fi diga la mayor de eftas edades, assistida de las luces de la gracia. No pudieron, Señora, todas las tinieblas del Septentrion ocultar las esclarecidas virtudes de V. M. ni impedir que llenassen al Oriente, al Mediodia, y Poniente de fama, y gloria inmortal. Vencieron fus rayos la distancia, y ocuparon los mas dilatados terminos del Orbe los de fu Iluftre, y esclarecida opinion. Tuvo en atencion al mundo la prudencia admirable de V. M. al gobernar, fu providencia al prevenir, fu jufticia rectifsima al refolver, fu fortaleza invicta al egecutar, fu templanza al contener, y moderar el poder dentro de lo permitido, fin tocar, ni en las primeras lineas Tom.V. a 2 de de lo prohibido. Virtudes tan excelentes, que con hallarfe fuera de la Iglefia, han fido no folo egemplo; fino egemplar de Reynas esclarecidas, y de Reyes eminentes en la ciencia del rey nar. 2 Pero eftas, Señora, fon las virtudes de la Dignidad, ¿mas quales han fido, y fon las de fu Serenifsima Perfona? ¿Qué pureza virginal para hacerla venerable? Qué agrado, y fuavidad para hacerla amable? Qué autoridad con gracia para hacerla refpetable? Què vigór de ánimo para hacerla formidable? Que fabiduría eminentifsima para hacerla à todos los figlos admirable? Raras, y maravillofas perfecciones, Reales todas; pero propuse la primera á la castidad, porque en esse casto, y soberano concepto las excede mucho à todas. Efta amada candidéz en el corazon Real de V.M. le obligó á negar antes la fucefion á fu Reyno, que no este cándido fruto à fu virginal pureza. ¿Pero cómo habia de sujetar fu noble cervíz al hombre, la que nació folo para doblarla al doblarla al yugo purifsimo del Señor? Clamaba effe ánimo inclinado á lo divino, defpreciador de lo humano, y decia: ¿Qué importa fer Reyna coronada de poderofas Provincias, fi manda un hombre á la Reyna? No conoce, ni reconoce Cristina otro yugo, fino el de fu Criador. Para él nací, no quiero rendirme á las criaturas. Doyme á quien toda me debo; y me niego con razon á quien folo tiene en mí aquello que yo le diere. ¿Qué le podré dár à Dios, fi le doy al hombre la libertad, y con ella la pureza, que quiero ofrecerle á Dios? Jufto es que le dé lo que me dió. Mas es pagar, que no dár, á quien todo fe le debe, y á quien todo nos lo dió. 3 Afsi como llegó V. M. à las Provincias de Flandes figuiendo fu altifsima vocacion, aun antes de proteftar fecretamente la Fé, me affeguran, que fe le falia el corazon por los ojos á bufcar las Efpofas del Señor, y à adorar la blancura virginal que profefaba en el alma. Ellas caminaban figuiendo virgines al Virgen Cordero, y Origen de toda virginidad, y á la Virgen Madre Santifsima de las Virgines. Y V. M. iba figuiendo entretanto con el alma, y corazon à las virgines, y con ellas al Cordero. Eftoy penfando, Señora, que effa pureza corporal, y virginal avivó la vocacion, y puso á V. M. en defeo de buscar la efpiritual. Para que que virgen prudente la hallaffe el Efpofo, quando vuelva de las bodas, con la lampara encendida, fe fue á buscar el aceyte á los vafos de San Pedro. Paloma felicifsima fue anidarfe en el Arbol foberano de la Cruz, en la Catolica Fé, y Romana Religion. Entrófe en aquella Arca del univerfal diluvio, fuera de la qual nadie fe puede falvar. 4 Finalmente la Providencia de Dios, que con fecretos fines conduce altifsimos medios, parece que hizo comprehensivo el vafo venerable de effa alma capacifsima, y la llenó de todo lo grande, y bueno en esto transitorio, y natural, para que defpues alumbraffe al mundo con lo fobrenatural. Formó el Arquitecto Divino unos cimientos profundos de virtudes en essa hermosa naturaleza, para edificar fobre ellos el edificio altifsi mo de la gracia. La eminencia rarifsima de las ciencias naturales, morales, y fagradas. La comprehenfion, y noticia de las lenguas Hebrea, Griega, Latina, Sueca, Alemana, Española, Italiana, Faancefa, y otras. La facilidad en el conocimiento de las le. tras hiftoriales, morales, y dogmaticas. El amor á la leccion de los tratados Sagrados, y de los Santos. La inclinacion natural, y propenfa á todo lo bueno, y fanto, y otras admirables perfecciones, estaban folicitando la atencion de los hombres de gran juicio, qué refpiracion habia de tener todo aquello, que no pudiendo caber (fiendo tan fuperior, y excelente) dentro del engaño, no podia llegar, fin dejarfe á sí misma, á su Reyno, y su Corona, á la luz del defengaño. 5 Veía el mundo à una Reyna coronada de esclarecidas virtudes, en profefion de grandifsimos engaños. Gemia entretanto el alma de V. M. adornada de tantos conocimientos, con el peso de errores tan fin medida. Oprimida de fus durifsimas le yes, defeaba romper fus fuertes cadenas para eterna, y gloriofa libertad. Buscaba la luz, hallandose en medio de las tinieblas ; y aquel ardiente deseo de rendirse á los rayos de la Fé iba ya penetrando, y venciendo, y ahuyentando los errores inveterados, y obfcuros de fu Nacion. ¿Qué duda hay, que un entendimien to tan claro, una voluntad tan pronta, é inclinada à lo mejor, una memoria iluftrada, é inftruida con tanta diverfidad de con сер |