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gran casa esperando a lo que Dios quisiese hazer, creyendo que no bastaria el agua a deriballa, y estando ellos y yo a la media noche, con harta sospecha y temor delo que acaecio, teniamos en lo alto dela casa por de dentro una ymagen de Nuestra Señora e una lanpara de azeite que la alumbraba; y como la furia del agua creciese mientras mas llovia, a la media noche quebraron todos los postes de la casa y cayo sobre nosotros y deribo la camara donde yo estaba, y quede yo con unas muletas que traya de pies en cima dela dicha camara, el agua a los muslos, y llegaron las varas de la techumbre al suelo, y quedaron los conpañeros el agua a los pechos, sin tener parte por do Resollar; plugo a Dios por quien él es que con quanto golpe la casa hizo al caer no se murio la lanpara que teniamos delante la ymagen de Nuestra Señora, y fue la causa que como la casa dio sobre el agua, y bino poco a poco sin dar golpe en el suelo no hizo fuerça para que la lampara se muriese, y como quedamos con lumbre, pudose hallar manera con que saliesemos de alli, y fue que Ronpieron con una hacha la techumbre de la casa y por allí salieron los conpañeros que conmigo se avian quedado, y a mi me sacaron en los onbros, que los otros todos el dia de antes se avian ydo con mi licencia a salvarse en los arboles y sus yndios que trayan de servicio, y desta manera me llevaron dando bozes para que los conpañeros nos pudiesen oyr y juntarnos con ellos; ya que nos juntamos, pusieronme en una manta atada con dos cordeles a dos arboles, y alli estuve hasta la mañana lloviendo lo posible, y alli estobimos dos dias hasta que el agua menguo y tornaron los Rios á sus madres; y porque si otra vez tornasen a crecer de la misma manera hezimos hazer yo y todos en los arboles con varas a manera de sobrados y tejados con Rama y hojas, de manera que teniamos fuego en ellos, a los quales sobrados otras dos vezes nos venimos huyendo. Quedó toda la tierra tan enla

mada y tan llena de arboles caydos y atravesados que los Rios truxeron, que a gran pena los compañeros podian andar sobre ella; alli se nos perdieron muchas espadas y vallestas y vestidos y muchas Rodelas, de cuya causa hize hazer muchas adargas de algodon bastado para los compañeros en lugar de las Rodelas perdidas, y tambien para los quatro de cavallo que despues de juntado con los navios saque en tierra, pues como asi mesmo el agua nos llevase los mantenimientos, fue nos forçado yr a buscar donde oviese que comer, y como nuestro fin fuese bolver a la costa dela mar que avia diez leguas hasta ella y por tierra no podiamos yr, fue forçado hazer balsas de maderos grandes y atados unos sobre otros, puesto encima nuestro fardaje, y los yndios que nos servian, fuymonos en ellas el Rio abaxo hasta llegar á la mar, que seriamos mas de quinientas animas, y de ventura como algunos conpañeros llegaron de noche arrebatolos la corriente del Rio y sacolos a la mar a media noche, metiendolos la Resaca muchas vezes debaxo del agua, y otro dia desde la costa los viamos dos leguas la mar adentro, que como la menguante de la mar los llevo, la corriente los tornaba hazia tierra. Con todo, yo mande luego que en otras balsas pequeñas saltasen onbres sueltos nadadores, y fueron alla y los truxeron, a los quales hallaron tales que ya se dexaban de ayudar; plugo á Dios por quien el es que no se perdio ninguno, y Recogidos, camine por la costa de la mar al Poniente hasta que llegue a un golfo que se llama el golfo de San Viçeynte (1), que es donde halle a Andres Niño, que acababa de llegar con los nabios adobados y la vasija del agua hecha y vistos, pen

(1) El Golfo de San Vicente es la Bahía de Caldera, en el Golfo de Nicoya. La comarca que baña llamóse la Chorotega, donde el Lic. CavaIlón fundó en 1561 la villa de los Reyes del Puerto de Landecho, según se observa en mapas antiguos.

se embarcarme en ellos y hazer el descobrimiento con los marineros, porque no tenia piernas para andar por tierra a caballo ni a pie, y dexar a un teniente mio en tierra con los hombres que yo traya; y como la gente de mi compañia lo supo, començo a sentir soledad, pensando quedar sin mi, porque, en la verdad, ya aviamos començado a topar mayores caciques, y bisto yo esto, y considerando que tenia Razon, enbie a mi teniente con Andres Niño y a otros dos pilotos juramentados para que midiesen y contasen las leguas que se andava en el dicho descubrimiento, y yo quede con mis cien onbres y quatro cavallos, prosiguiendo mi descubrimiento por tierra y por la costa al Poniente, porque aquella hera la verdad para que vuestra magestad fuese servido como lo fue, con pensamiento de pacificar los caciques que topase y hazellos vasallos de vuestra magestad por toda manera de bien, y a los que no quisiesen, hazerselo hazer por fuerça como lo hice.

pues partidos los dos navios a descubrir y dexados otros dos en este dicho golfo de San Viceynte, para que a los descubridores de por mar y de por tierra nos esperasen alli con 40 mill castellanos de oro que ya teniamos, yo me parti por tierra haziendo muchos caciques amigos y vasallos de vuestra magestad, y tornadose todos cristianos muy de su voluntad, y llegue a un cacique que se llama Nicoya, el cual me dio de presente 14 mill castellanos de oro, y se tornaron cristianos 6 mill y tantas personas con el y sus mugeres y principales; quedaron tan cristianos en diez dias que estube alli, que quando me parti me dixo el cacique que pues ya el no avia de hablar con sus idolos, que me los llebase, / y diome seys estatuas de oro de grandura de un palmo y me Rogo que le dexase algun cristiano que le dixese las cosas de Dios, lo qual yo no ose hazer por no aventuralle y porque llevaba muy pocos.

Como ove andado cinquenta leguas, tube nueva de un

gran cacique que se llama Nicaragua, y muchos yndios principales que comigo llevava me aconsejavan que no fuese alla, porque hera muy poderoso, y aun muchos de los conpañe ros que yban comigo me aconsejavan lo mesmo, pero la verdad es que yo iba determinado de no bolver atras hasta hallar quien me estorvase por fuerça de armas de yr adelante, y como llegue una jornada antes de su pueblo, enbiele las lenguas que llevava y seys principales otros que comigo yban, y enbiele a dezir lo que alos otros caciques solia, y es que yo hera un capitan que el gran Rey de los cristianos enbiaba por aquellas partes a dezir a todos los caciques ó señores dellas que supiesen todos que en el cielo mas arriba del sol ay un Señor que hizo todas las cosas y los onbres, y que los que esto creen y lo tienen por señor y son cristianos, que quando mueren van aRiba donde el esta, y los que no son cristianos van a un fuego que esta debaxo la tierra y que a todos los señores y caciques de atras hazia donde el sol nace lo abia dicho y todos lo creen asi y lo tienen por señor y son cristianos y quedan por vasallos del gran Rey de Castilla, y que a todos los caciques y señores de do hazia el sol se pone lo tengo de dezir, porque este mismo Dios asi lo manda/ que esten en su pueblo el y sus yndios y que no aya miedo que yo le dire otras cosas muy grandes deste mismo Dios, que avra plazer de savellas, y que si esto no quisiere hazer ni ser vasallo del gran Rey de los cristianos, que se salga al canpo de guerra, que yo sere con el otro dia/; este mismo dia en la tarde unos espingarderos que llevava provando la polvora, pusieron fuego a su posada y a la mia y quemaronse a ellos mismos, que fueron tres, que no fue poca turbacion entre los conpaneros por ser en bispera de tal dia como esperabamos; pero alli se dixo a todos lo que convenia y quedaron con harto menos escandalo, los quales dexe alli a curar y un otro onbre con ellos.

Otro dia, como yo llegue una legua de su pueblo, halle
quatro principales y los mios que me dixeron que el caci-
que me esperaba en su pueblo de paz, y llegado aposento-
me el mismo en una plaça y casas del alderredor della, y
luego me presento parte de quinze mill castellanos que en
todo me dió y yo le di una Ropa de seda y una gorra de
grana y una camisa mia y otras cosas de Castilla, muchas,
y en dos o tres dias que se le hablo en las cosas de Dios,
bino a querer ser cristianos el y todos sus yndios e muge-
res, en que se babtizaron en un dia 9.017 animas chicas y
grandes y con tanta voluntad y tanta atencion, que digo
verdad a vuestra mågestad que vi llorar algunos conpa-
ñeros de devocion, y diziendo los primeros a ellos y a ellas
a parte como Dios es testigo, que este Dios que hizo todas
las cosas no quiere que nadie se torne cristiano contra su
voluntad, y con todo esto dixeron que querian ser cristia-
nos y cristianas/; aqui estuve ocho dias y puse dos cruzes
como en los otros pueblos traya de costunbre, una muy
grande en unos montones grandes de gradas que en cada
lugar en la plaça ay, que sin duda no
mismos montones estan pidiendo las cruzes, y dexe otra
en su mezquita, que el mismo la llebo en sus manos a que
alli se pusiese, y quedo en cima de un altar atada por pie y
hecho un monumento de matas pintadas y muy devota/;
pasados los ocho dias, me parti a una provincia que esta
seys leguas adelante, donde halle seys pueblos legua y me-
dia o dos leguas uno de otro, de cada dos mill vezinos cada
uno; despues de avelles enbiado a dezir el mensaje y cosas
que a este cacique Nicaragua, e aposentadome en un pue-
blo dellos, y despues de venirme todos los señores dellos
a ver y hechome presente de oro y esclavos y comida como
es su costumbre, y como ya ellos sabian que Nicaragua y
sus yndios se avian tornado cristianos, casi sin hablar se lo
vinieron a querello ser, y cada dia se venia a babtizar un se-

parece sino que los

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