Imágenes de páginas
PDF
EPUB

dad y de los cuales se hablará al tratar de Sevilla en la época del renacimiento. De la obra del buen prelado fundador solo subsiste la pequeña iglesia antigua, en la cual estuvo su sepulcro (1). Siguióse largo pleito entre la casa de los Riberas y la mitra de Sevilla sobre la propiedad del monasterio, y se sentenció que cada cual retuviese lo que había edificado. Las vastas dependencias de esta Cartuja, las espaciosas y cómodas viviendas que disfrutaban sus monjes, apropiadas á las diferentes estaciones, el gran refectorio con mesas de mármol de Génova en que se reunían, la hermosa Sala con pinturas de gran valor en que celebraban sus capítulos, la robusta cerca ó más bien muralla que baña su pié en el Guadalquivir entre deliciosos bos. ques y alamedas de cipreses, naranjos y limoneros: todo es obra de la esplendidez proverbial de la décimosexta centuria: así como es accidente peculiar de la edificación primitiva la portada morisca de la pequeña iglesia del arzobispo Mena. De esta célebre Cartuja fueron filiaciones las no menos célebres de Jerez de Cazalla de la Sierra.-Debiéramos dejar para otra ocasión el recuerdo de las insignes obras de caridad con que en el mencionado siglo XVI se ilustró la Cartuja de las Cuevas; pero por no desmenuzar la narración de las legítimas glorias de tan memorable convento, lo consignamos aquí. Tenía en dicho siglo aquella Comunidad fondos para repartir mensualmente 55 fanegas de trigo entre ciento diez viudas pobres; para mantener á todos los niños abandonados á las puertas del monasterio; para vestir á trece pobres que asistían á las vísperas todas las Navidades; para socorrer á sesenta caballeros necesitados, á quienes daba de comer el convento; para dar sopa, pan y agua á todos los mendigos que allí acudiesen, que, según Morgado, llegaban

y

(1) Hállase hoy en una de las capillas de la Catedral. Tiene sobre su tapa el bulto yacente del prelado, con cuatro ángeles en los ángulos y dos leones á los piés. La urna contiene bajo-relieves que figuran pasajes del Nuevo Testamento, y la sostienen leones agachados. La inscripción está puesta en el canto de la tapa en caracteres góticos.

á cuatrocientos ó quinientos diariamente; y por último para mantener á siete capellanes, que oficiaban en la pequeña iglesia.—Transformada la gran casa religiosa desde 1839 en fábrica de productos cerámicos, el material de las oficinas de los señores Pickman y Comp.a cubre hoy las bellezas artísticas que los ingenieros industriales han declarado incompatibles con su nuevo uso; y aun deben los amantes de las artes agradecer á la cultura de estos acaudalados fabricantes el que hayan respetado lo que estuvo en su mano destruir, esto es, dorados artesones, marmóreos pavimentos, soberbias arquerías, matizados alizares, de carácter puramente conventual.-La fábrica de la Cartuja, cuyos productos están difundidos por toda España y por las Américas, es hoy uno de los establecimientos más notables de la industria moderna. Su aislada posición al frente de Sevilla, á la margen derecha del Guadalquivir en la vega de Triana, hace que descuelle en la más pintoresca perspectiva con sus grandes construcciones, sus elevados hornos, las altas chimeneas de sus máquinas de vapor, su torre, su reloj, sus elegantes miradores y huertos; y desde ella registra el viajero un delicioso panorama con la ancha tabla del río en primer término, los ferro-carriles de Córdoba y Huelva, la Catedral con su esbelta Giralda, la Torre del Oro, los puentes de hierro, y todo el caserío de Sevilla y de Triana.

Convento de Santiago de los Caballeros.-Lo fundó en 1409 el maestre don Lorenzo Suárez de Figueroa, y hallábanse en su templo los sepulcros del fundador y del célebre Arias Montano que están actualmente en la Universidad. La primitiva iglesia se arruinó; la que se levantó en su lugar borró por completo su memoria.

Convento de PP. Jerónimos de Buenavista.-Fué erigido el año 1413 en la heredad de este nombre, fuera de la puerta Macarena, pero se arruinó del todo, y Felipe II lo hizo reconstruir por su arquitecto favorito Juan de Herrera, del cual es indisputablemente el gran patio de 150 piés cuadrados, de dos cuer

[graphic][merged small][merged small]

pos, el inferior dórico y jónico el superior, único residuo importante que queda hoy en pié del famoso monasterio. Hemos alcanzado nosotros su Iglesia, espacioso templo ojival, y el antiguo retablo gótico dividido en compartimentos. En el presbiterio, á la izquierda del altar mayor, estuvo colocada la famosa estatua de san Jerónimo del Torrigiano, que hoy se conserva en el Museo provincial. No fué ésta la única obra que aquel gran escultor florentino ejecutó para el monasterio que nos ocupa; pero sí la única que subsiste; porque aunque hay quien afirma que la célebre estatua de la Virgen con Jesús niño, que fué ocasión de la trágica muerte del impetuoso artista, existía en el aula del convento (1), nadie hoy tiene noticia de ella. La majestuosa reedificación de Felipe II, que por su situación privilegiada fué el encanto de Felipe IV, era hace unos cuarenta años colegio seglar, y cuando nuestro primer viaje á Sevilla, fábrica de cristales, y luego, por efecto de la marcha descendente que hoy siguen las casas donde se albergaron y tánto florecieron los antiguos institutos religiosos, el convento de PP. Jerónimos de Buenavista ha concluido en madriguera de lagartijas!

Convento de Santo Domingo de Portaceli de la orden de Predicadores.-Se fundó en 1450 entre la huerta del rey y el acueducto de Carmona, en frente de San Benito, aprovechando el solar de una ermita dedicada á Santo Domingo. Fué el fundador Fr. Rodrigo de Valencia, confesor de Enrique III, que murió siendo prior de esta casa en 1465. Al lado de este monasterio estaba el grande y hermoso jardín del Cardenal, así llamado desde que fué. propiedad del arzobispo cardenal don Pedro González de Mendoza.

Convento de monjas dominicas de Santa Maria la Real, fundado en 1410 por religiosas del monasterio de Santo Do

(1) En el año 1840 lo escribía así el inglés Standish.-V. su obra, ya varias veces citada, pág. 260.

mingo el Real de Toledo, á petición de una virtuosa mujer de Sevilla llamada Maria la pobre.-La licencia para fundarlo fué obtenida del Patriarca don Alonso de Exea por ruego de la infanta doña María, hija del rey don Pedro, que había profesado en el referido monasterio de Toledo, de la reina doña Catalina y del infante don Fernando. Erigióse el nuevo convento en la parroquia de San Vicente y calle de la Zapatería, en las mismas casas donde moraba Maria la pobre con otras devotas que la acompañaban en sus buenas obras. Los propósitos de aquellas personas reales de dotarlo espléndidamente, no llegaron á tener efecto, quedando el convento con autoridad de real pero en condición de pobre. La insigne matrona doña Guiomar Manuel, de quien hemos ya hablado describiendo la catedral, y á quien tendremos ocasión de recordar nuevamente, hizo á la naciente comunidad considerables limosnas, estipulando de las Sorores de Santa María la Real la obligación de asistir todos los años el día de Difuntos en la Santa Iglesia á orar sobre su sepultura y la de sus padres: obligación muy al uso en aquellos tiempos en que todavía no estaban las monjas obligadas á guardar clausura. Su templo, siempre humilde, fué renovado á fines del siglo XVII.

Convento de religiosas jerónimas de Santa Paula.—Le fundó en 1475 la venerable madre Ana de Santillán, y mandó labrar su iglesia doña Isabel Henríquez, marquesa de Montemayor en Portugal, cuñada del duque de Braganza, á quien mandó matar el rey don Juan II. Esta ilustre señora y su marido el condestable don Juan yacen enterrados en su capilla mayor en sendos nichos, ilustrados con sus correspondientes epitafios. En el del condestable se expresa que este caballero murió yendo á la guerra de Granada el último día de Abril de 1484. También está enterrado en el lado de la Epístola, con estatua yacente de caballero armado de punta en blanco, un hermano de la referida marquesa. El exterior de Santa Paula, que conserva las formas primitivas, indica bien claramente la época en que se

« AnteriorContinuar »