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Ermita de San Bernardo.-Donde está hoy la ayuda de parroquia de esta advocación en el barrio que la crónica nombra de Ben-Ahoar, extramuros de la puerta de Jerez cuando ésta se hallaba en pié, existía una pequeña ermita á que se asegura dió san Fernando la advocación del día mismo en que ponía cerco á Sevilla. Los judíos tenían en tiempos antiguos su cementerio en este paraje, convertido hoy en deliciosos jardines.

Ermita de San Miguel: ocupada para oficinas de la Santa Iglesia Catedral. Hallábase en lo que se llama el Compás.

Ermita y capilla de Nuestra Señora de los Ángeles ó de Nuestra Señora de Gracia: cerca de donde estuvo la puerta del Osario. Fué fundada antes del año 1400, en tiempo del arzobispo don Gonzalo de Mena, para la cofradía de los negros. <Corren parejas y gansos los hermanos llevando padrinos caba>lleros maestrantes, y es capítulo de regla de la maestranza el > asistir á esta función (1).»

Capilla de San Jorge de Triana.-Fué erigida por los caballeros que asistieron á la toma del castillo de Triana, donde en 1481 se instituyó el Tribunal de la Inquisición, digno de perpetuo olvido (2). La capilla fué incorporada á la Iglesia de Santa Ana de aquel arrabal en el siglo XVI.

(1) STANDISH, obra citada, p. 254. Era la parroquia de San Roque el punto de reunión de los negros que moraban en Sevilla, y hay allí una calle llamada del Conde negro. Es fama que con ocasión de las grandes solemnidades religiosas que se hacían en la ciudad en el siglo xvi en obsequio del misterio de la Inmaculada Concepción, no pudiendo esta parroquia reunir la suma requerida para sufragar sus gastos, un negro que vivía en ella se ofreció á venderse para que el producto se destinara á dicho objeto: súpolo un acaudalado anciano, llamado don Gonzalo Núñez de Sepúlveda, y admirado de la piedad del negro, pagó por él la suma que hacía falta.

(2) Baste, respecto del Santo Oticio, consignar las épocas de sus traslaciones á los diferentes parajes que ocupó en Sevilla. Establecido en el castillo de Triana en 1481, de resultas de la gran inundación del año 1626, que puso en peligro de ruina el edificio, fué trasladado á la parroquia de San Marcos, á las casas de los Tellos Taveras. Aquí permaneció hasta el año 1639. Ya en 1566 el Inquisidor general don Fernando Valdés, arzobispo de Sevilla, había solicitado de Pío V la traslación del Santo Oficio á la Ermita de San Telmo, morada de los obispos de Marruecos. No sabemos cuándo tuvo efecto la concesión de S. S., pero consta que en 1643 se fijó en San Telmo la inscripción por la cual constaba que aquel edificio

Ermita de Nuestra Señora de Valme: fundada por san Fernando cerca del heredamiento de Cuartos en la altura de Dos Hermanas, donde, como queda dicho, tuvo su tienda, pabellón real y oratorio, durante el cerco de Sevilla.

Ermita de Santa Brígida, de fundación ignorada, pero anterior al siglo XVI, en un empinado cerro de los que median entre la llanura de la vega de Triana y la elevación del Ajarafe.

Ermita y capilla de la Cruz del campo. -- Todos los barrios de Sevilla y sus afueras abundaban durante la Edad-media en esta clase de públicos adoratorios, que llevaban á veces el nombre de humilladeros si en ellos se representaba á la devoción de los fieles transeuntes ó viajeros el santo madero simulacro de nuestra Redención. Unas veces eran simples cruces, otras. piadosas imágenes fijas en las paredes, ya cubiertas de sencillos cobertizos, ya encerradas en costosos tabernáculos: todas las cuales eran veneradas y festejadas con preces, cantos, músicas y otras formas de la pública devoción en determinados días de cada año. El oratorio de la Cruz del campo, el más famoso y antiguo entre todos los humilladeros, fué establecido en época incierta en los caños de Carmona, como lugar de recogimiento y descanso de los pasajeros. En 1482, reinando Fernando é Isabel, el corregidor don Diego de Merlo, con motivo de la reedificación de los célebres Caños, construyó la capilla que hoy existe en la Cruz del Campo, sostenida por cuatro pilares y sus correspondientes arcos apuntados, sobre los cuales corre un antepecho exornado de almenas endentadas y se alza una pequeña cúpula, que le da cierta semejanza con un marabuto africano. En su centro se eleva una columna de mármol con una cruz de jaspe.

y todo su suburbio había sido concedido á la Inquisición. Ya entonces se hallaba suprimido el obispado de Marruecos. En 1683 las rentas de San Telmo fueron aplicadas á la creación de una escuela para la marina, y entonces debió volver la Inquisición a su primitivo asiento. Permaneció en él hasta el 30 de Noviembre de 1785, en que, por una nueva inundación del Guadalquivir, con todo sigilo y misterio se mudó por la noche á su último local, que estaba preparado en la Alameda vieja, parroquia de San Lorenzo.

CAPÍTULO XXVII

Construcciones de vario carácter del mismo periodo. El Alcázar

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ERÍA prolija tarea la de enumerar todos los establecimientos piadosos, institutos benéficos, colegios y demás fundaciones útiles que existían en Sevilla en el período que vamos recorriendo. Sábese que anejo á cada parroquia había un hospital, y que solo en la parroquia de Omnium Sanctorum se contaban ocho de estos piadosos asilos. Mencionaremos los principales.-Hospital del Rey. Fué fundado por san Fernando, ó por el rey Sabio, para los militares.-Hospital de san Bernardo. Gozaba fama de ser de muy remota antigüedad y se hallaba contiguo á la parroquia de San Martín, pasada la plazuela de san Juan de la Palma.-Hospital del Amor de Dios. Lo fundó don Alonso el Sabio en 1284 para los enfermos de calenturas, cerca de la Alameda, en la parroquia de san Andrés (1).-Hospital de san

(1) A este y al del Espiritu Santo se incorporaron en 1587 todos los pequeños hospitales que había en la ciudad.

Lázaro. Era el hospital general más antiguo de Sevilla: su fundador el rey don Alonso X confió su cuidado á los monjes de san Lázaro, de quienes tomó el nombre, destinándolo en los estatutos que para esto les dió, á los ciegos, heridos y enfermos. Este mismo rey, por una carta fechada en Sevilla en 1322, lo recomendó muy particularmente á su hijo don Sancho. Fué costumbre por mucho tiempo que los religiosos de san Lázaro saliesen diariamente de cuatro en cuatro á pedir limosna para su establecimiento, montados en sendas mulas, y duró también largos años el privilegio del rey fundador de que pudiese el hospital emplear hasta 100 hombres en hacer cuestaciones para el mismo por todo el distrito, gozando de ciertas franquicias y libertades. - Hospital Ermita de santa Bárbara. El repartimiento de Sevilla lo llama Hospitalillo de Rocamador. En una de sus paredes estaba pintada en tiempo de don Alonso X la bellísima imagen de esta advocación que hoy se venera en la parroquia de san Lorenzo.-Hospital y Ermita de san Roque, llamado después de la Estrella. Supónese que databa también desde la época del citado rey Sabio. Hallábase en la propia parroquia del anterior.-Hospital de san Cosme y san Damián. Fué establecido á mediados del siglo XIV para curación de los atacados de la terrible plaga de tumores ó bubones, que tánto afligió á España en aquella centuria. Créese que su primer establecimiento fué en la parroquia de san Salvador. En el año 1500 quedó incorporado al hospital de las Siete Llagas.Hospital de santa Marta. Estuvo inmediato á los Venerables, y lo fundó en 1395 Fernando Martínez de Écija, uno de los principales instigadores del pueblo sevillano contra los judíos. El venerable Contreras vivió y enseñó teología en esta santa casa.-Hospital de san Antonio abad. Se fundó en la parroquia de san Miguel, frente al paraje donde vino á establecerse en el siglo XIV el Colegio de los Ingleses, dando para ello permiso don Enrique de Trastamara en 1366, mientras ocupaba temporalmente á Sevilla contra el partido de su hermano el rey don

Pedro.-Hospital de Dementes, en la parroquia de san Marcos. Debía ser anterior al año 1436, supuesto que en esta fecha fué incorporado al de san Cosme y san Damián, al cual concedieron los reyes católicos don Fernando y doña Isabel muchos privilegios. En 1670 don Carlos Ramírez de Arellano, gobernador de Sevilla, reedificó la antigua casa de los lunáticos, abriendo al efecto en la ciudad una suscrición.-Hospital de niños de la Doctrina, ó de niños expósitos. Lo fundaron los condes de Bailén en 1450 en la propia parroquia de san Marcos. Manteníase y educábase en él á los niños hasta la edad de siete años, y se los disponía para el comercio ó la industria.-Hospital de san Her menegildo, ó del Cardenal, fundación del cardenal arzobispo don Juan de Cervantes en 1453, año de su muerte. Dió á este establecimiento una casa principal, herencia de sus antepasados, en la parroquia de Santiago (1), aplicándole ciertas rentas y nombrando sus patronos perpetuos á un prebendado de la Santa Iglesia y á los priores de san Jerónimo y de la Cartuja de las Cuevas.-Hospital de la Misericordia, que estuvo en la parroquia de san Andrés, frente al solar que ocupó en el siglo xvii el del Santo Cristo de los Dolores. Lo fundó en 1476 Antonio Ruíz, inspirándole san Isidoro, según es fama, que instituyese una hermandad para casar doncellas pobres y huérfanas.-Hospital de las ánimas, que existía á fines del siglo xv en la parro quia de Omnium Sanctorum, cerca de la Feria, y que fué suprimido en el siglo XVI. Solo se conservó de él una capillita cuya campana sonaba á la hora de las ánimas.

Si la piedad de los antiguos sevillanos atendía al alivio de los males corporales, no por esto desatendía la pública instrucción. La primera casa de pública enseñanza que conoció Sevilla en la Edad-media, fué el Colegio de san Isidoro, erigido en el convento del mismo nombre, en Santiponce, bajo el protectora

(1) Creemos que se equivocó Zúñiga al situarlo en la parroquia de San Ildefonso.

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