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Bene. hit 2018-1932

PRÓLOGO.

Entrego à la lectura del ilustrado público el presente

Diccionario; fruto de numerosas investigaciones y de no poco trabajo. Su objeto ya queda indicado suficientemente en el titulo que va puesto en la portada del mismo. Es el de dar una noticia la mas completa y exacta posible de las ciudades, villas, lugares, valles, partidos, alcaldias mayores y uniones de que se compone la provincia de Guipuzcoa. Los ramos principales á que se extiende el plan trazado para este efecto son la historia, la geografia y la mera descripcion de los lugares, edificios notables de la antigüedad, y otras cosas que llaman la atencion pública, y cuya memoria merece trasmitirse á la posteridad. Conviene, sin embargo, advertir que la materia histórica es la base de la obra, y la de mas interés en mi intencion; y así es que puede decirse que las partes geográfica y descriptiva entran en ella mas bien como complementarias. Se tratará por consiguiente con alguna mayor extension de cuanto tenga relacion con el estado civil de los pueblos y territo

rios. A este efecto se procurará poner en claro el modo de ser antiguo y moderno de ellos, su gobierno municipal, sus ordenanzas, leyes, privilegios, pleitos importantes y otras cosas dignas de saberse.

Es indudable que el conocimiento de los pueblos y territorios bajo los conceptos que quedan indicados es de una verdadera necesidad, ó á lo menos de mucha utilidad, para toda persona de ilustracion. A pesar de esto, es un hecho cierto que las antigüedades de ellos son por lo comun ignoradas ó confundidas por los mismos que los habitan. Pregúntese sino á cada uno de estos cuándo se fundó el lugar en que nació ó de que es vecino, de qué privilegios. goza, si ha tenido siempre existencia independiente, por qué leyes se ha gobernado, qué cuestiones de importancia, ha tenido, de qué hombres ilustres es patria, etc. Pocos serán seguramente los que en cada pueblo puedan dar explicaciones satisfactorias sobre todas y cada una de estas materias. Semejante falta de noticias de la antigüedad depende en mucha parte de la idea que se tiene de que su estudio es un objeto de mera curiosidad literaria, sin resultado de utilidad positiva; á lo que se agrega el ningun aliciente que ofrece tan fatigosa ocupacion, y tambien el desarreglo en que se halla la mayor parte de los archivos municipales. Pero ocurre á cada paso la necesidad de aclarar alguno de dichos puntos, sea por un motivo ó por otro. Entonces es cuando se echan de menos las noticias de los tiempos pasados, y se consulta con los ancianos y otras personas que se consideran como conocedoras de ellas. A llenar este objeto en lo posible se dirige el presente Diccionario; cuyo órden alfabético facilitará el hallazgo de los artículos que se deseen estudiar.

No han faltado antes de ahora escritores ilustrados, que hayan emprendido con mucho celo esta misma tarea. Bien conocido es el Diccionario geográfico-histórico del reino de Navarra y provincias vascongadas, publicado en el año de 1802 por la Real Academia de la Historia. Su mérito es incontestable; obra por lo tanto de mucho aprecio y grande

utilidad. Pero, permítaseme decir que en la manera en que se escribieron los artículos de los pueblos apenas podia ser un trabajo completo, ni dejar de contener muchas inexactitudes. Cualquiera conocerá, en efecto, que para que alcanzara la debida perfeccion, correspondia que los que los redactaron examinasen por sí mismos los documentos en que fundan las materias históricas; y esto es precisamente lo que no se verificó, ni en verdad podia realizarse segun el plan adoptado para los trabajos. La forma en que se procedió en este asunto fué la siguiente. La Academia pidió á la provincia en el año de 1785 las noticias de los pueblos de ella; á cuyo efecto envió un interrogatorio que contenia diversas preguntas concernientes á su objeto. La diputacion lo trasmitió á los ayuntamientos; y estas corporaciones, para evacuarlo, se valieron de los medios que les parecieron mejores, ó se hallaban á su alcance. Unas encomendaron el trabajo á sus secretarios; otras lo encargaron á diversas personas que juzgaron mas entendidas en las materias. Tales informes de los pueblos fueron la base de los articulos de dicho Diccionario; informes, cuyo mérito depende de la mayor o menor ilustracion, diligencia y celo de los encargados de su redaccion. El resultado es que los señores académicos no examinaron personalmente las cartas-pueblas, privilegios, ordenanzas y demas papeles de los archivos de los pueblos. Verdad es que en el prólogo de dicha obra se dice que D. Joaquin Antonio del Camino, hijo de este pais, examinó los mas de los articulos de ella, aumentó muchos considerablemente, y extendió algunos de nuevo. La intervencion de sugeto tan instruido vale ciertamente mucho para la perfeccion de los trabajos, y debe tenerse como una garantia del acierto. Pero, si el señor Camino no registró mas archivo que el de San Sebastian, las descripciones que hubiese revisado de otros pueblos, basadas en las contestaciones de los ayuntamientos, nunca pueden inspirar toda la seguridad de la perfeccion.

Igual observacion que con respecto al Diccionario de la Real Academia ccurre en cuanto á los publicados despues

por D. Sebastian Miñano y D. Pascual Madoz. Aunque personas muy ilustradas y competentes en la materia, estos redactaron los artículos de los pueblos de Guipuzcoa bajo el mismo plan que aquella corporacion literaria. Ni en verdad podian adoptar para sus investigaciones otro método en obras dirigidas á abrazar las noticias de todo el vasto reino de España, como lo son las suyas. Es imposible que un solo hombre, por mas laborioso y entendido que sea, pueda extender sus estudios personales à la multitud de localidades y materias de que es objeto tan grande plan; y solamente su buena coordinacion, la separacion de todo lo inútil, dudoso y fabuloso, y la conveniente y buena redaccion de lo demas, bastaria para honrar á sus autores.

Nada tiene por consiguiente de extraño que obras escritas en dicha forma no estén completas de noticias, ó que adolezcan de algunas inexactitudes. En esta consideracion, aunque la empresa es bastante dificil, mi intento ha sido el de perfeccionar las materias, continuando las descripciones hasta el tiempo presente. Mi posicion para este efecto es mas ventajosa, y el objeto abrazado, como menos vasto, no tan dificil para ser desempeñado con algun acierto. No deja de ser en verdad una circunstancia muy importante la de ser natural y habitante de esta misma provincia; circunstancia de que carecieron los autores de los citados diccionarios. Favorece tambien al intento mi destino de archivero de la provincia, y encargado del arreglo de esta dependencia; cuyos papeles todos he tenido que reconocer con este motivo minuciosamente. Estos no pocas veces suministran noticias importantes; y además hacen indicaciones, que conducen á completar las que se pueden obtener de los mismos pueblos. Por otra parte, estando limitado mi trabajo al estudio de esta sola provincia, he podido hacer respecto de cada pueblo investigaciones mas profundas que si la obra tratase de todo el reino. En medio de todo esto, es muy posible que aun yo mismo haya incurrido en algunas inexactitudes; efecto de la calidad de la obra y de mi incompetencia para su redaccion.

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