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Si no hubiese hierro en el pie del caballo, no habría oro en la cabeza del rey. La rosa sería soberbia, si no hubiera nacido entre espinas,

La justicia del rey es la paz de su pueblo.

(RAIMUNDO LULIO, Arbol de la ciencia. Trad. cast.) Al que has de castigar con obras, no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones. Hallen en tí más compasión las lágrimas del pobre: pero no más justicia que las informaciones del rico.

Come poco y cena más poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago.

Sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado, ni guarda secreto ni cumple palabra.

(MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA, 1547-1616.)

El que cargado cae, dificultosamente se levantará cargado.

El más puro parecer trae y acarrea el más puro entender. Los bienes inmensos de Dios no caben sino en corazón vacío y solitario. (SAN JUAN DE LA CRUZ. Avisos y sentencias espirituales, 1542 -1591). Quien para sí mismo no es justo, no lo será para cuanto toca á los otros. El pueblo, sin falta, es como mona: miren los mayores lo que hacen, que aquello ha de ser seguido, ó para la salvación de ellos, si buen ejemplo dan ó para su condenación, si malo,

(El beato JUAN DE AVILA. Cartas espirituales, 1505--1569).

III. AFORISMOS

El sueño es conveniente le tenga el enfermo según lo natural y la costumbre de cuando estaba sano.

Cualesquiera dolores que haya en el pecho y pulmones, si no se mitigan ó con el esputo ó con las sangrías ó con la dieta ó con las medicinas, se debe saber que van á supuración.

(Hipócrates, trad. por A. PIQUER, 1711-1772).

Sé delicado en todo, de palabra y de obra: que la delicadeza es, de todas las formas de respeto á los demás, la que te hará más respetable.

En otras artes, el práctico que yerra, yerra; en la médica, el práctico que yerra, mata.

Trabajar ahito arruina por orgasmo digestivo; hacerlo ayuno, perjudica por irritación de los órganos laborantes.

El vino, á la corta, apaga el hambre; á la larga, embota la facultad de sentirla.

En todo tumor reproductible la operación agrava la calidad y acorta la vida. Joven cuyos males propenden á cronicidad, viejo prematuro.

El sueño más reparador es aquél que sólo se distingue de la muerte por el pulso, el aliento y el calor naturales.

Los niños son como los pueblos: siempre se quejan con razón, aunque ignoren la razón por qué se quejan.

(Curso de Clínica general-Aforística general clínica, por JosÉ DE Letamendi,

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IV. PERIÓDICOS

A. Artículos de fondo.

MEDITEMOS

En el Parlamento y en la prensa se ha dicho repetidas veces, por algunos de nuestros amigos políticos, que el síntoma característico del ministerio que pre. side el duque de Valencia, es una debilidad profunda y crónica. De esta mis. ma opinión no hemos dejado de participar también nosotros; pero examinada la cosa más á fondo, la verdad nos obliga á reconocer que hemos andado algún tanto ligeros en nuestro juicio, que nos hemos equivocado de medio á medio, y que la complexión del Gabinete, lejos de ser enfermiza y delicada, es sana, robusta y vigorosa; no de otra suerte hubiera podido resistir las rudas embestidas de que ha sido objeto, el rigor de las desdichas que le han perseguido, los conflictos que él mismo se ha creado, los inmensos desaciertos que ha co. metido, el medio antihigiénico, la atmósfera saturada de miasmas virulentos en que constantemente, desde su concepción ministerial, vive y respira.

La existencia de este ministerio ha sido una serie no interrumpida de reveses y descalabros, una especie de ría crucis sin calvario, un dilatado martirologio, si es que mártires pueden llamarse los que padecen obstinadamente por defender el imperio del mal; y, sin embargo, este ministerio se ostenta confiado, seguro, satisfecho y au laz hasta la provocación; íbamos á decir hasta el cinismo.

Un ejemplo:

Se acerca el día señalado para que la representación nacional inaugure sus tareas, y el Gabinete pierde uno de sus más importantes y significativos miembros. ¿Amengua su fuerza este suceso? De ningún modo. Los ortopedistas de la situación poseen una habilidad maravillosa. El miembro perdido será reemplazado con otro más adecuado al organismo á que se le destina. Para las arries gadas, aunque utilísimas manipulaciones que han de ejecutarse en el laboratorio de la alquimia ministerial, ¿quién duda que tiene una aptitud privilegiada, que reune mucho más valor el Sr. Benavides que el Sr. Llorente?

Otro ejemplo:

Sobre todas y cada una de las cuestiones que habían de tocarse en el discurso de la Corona, reinaba un acuerdo perfecto entre los individuos del Gabinete, así como acerca de las soluciones que para cada una de esas cuestiones debían anunciarse al país. Mas ocurre que en una de ellas tropieza el ministerio con una voluntad más poderosa que la suya, con un criterio más sabio y elevado, con un corazón más altivo, más generoso, más hidalgo, en una palabra, más español. La crisis se declara. Todo el mundo creía que el Gabinete presidido por el señor duque de Valencia, había ido rodando hasta las profundidades del abismo de donde había salido. ¡Vana ilusión! ¡Terrible desengaño! El señor duque de Valencia, no desde el abismo, sino desde el Olimpo en que le colocara la fuerza del misterioso destico que le empuja y sostiene, contemplaba, tal vez con la plácida serenidad de los inmortales, la tempestad que se interponía entre sus pies y nuestras cabezas. Esa tempestad, que por

lo visto no fue más que un juego de fisica recreativa, pasó: el señor icque de Valencia triunfo. En la Gaceta del 4 del corriente apareció sancionada la lev que impore a 'a magnanima nación española el suplicio de al andonar a Santo Domingo... Este ministerio, pues, es un ministerio de transielos al nuevo y siniestro periodo en que er trata la politica espiño's. Sus rien'e s maswoortantes é infayentes son los más a proposito también para druer las capita.aclones y real zar la entrega sin que se turde sa concien na ni se altere ei rituo de las pulsaciones de su corazon.

Como todos los que han servido à muchos poderes y abrizidɔ spoustvaó simaita reamente distintas y conteurias cansas, tiene el raro y para el caso in estimable mérito de creer que en política la noción del bles y fs, mal, de lo justo y de lo in justo es una quimera.

Para terminar. Si de las gransinis direistantias que atravesamos hablers de resultar al cabo de las visitades y per peclas que nos amarlan ei afarza miento indestructiole del prizeipio liberal en España, y la iznos.br. Lad de que, couro hasta arora viene sucediendo, se vea com pro retidí a mla raso su exsicne a, deterans celebrar con in leeible filiio este i ti no sireni alento Jei partilo modera lo al poder, y los desatierros, in pallides y actos de reasina barbarie perpetrados.

Deberiamos teilcitarnos de ello y exnama to ne San Agustin, 200 motivo dei pecado orginal per la redenton de que fue causa: Oh Felix sul pat JUAN ALVAREZ de Lorasza§3.—Artical) prošlicula en 31 de Mayo de 1963.

B. Cronicas.

29 Septiembre. — El preves 120 e en e. Circo le Price fincten die gloria eza entrada gratis var todos Usa.mis te as escuelas pobres. Desde la 7.sta sula lando vuaitas en ferredor de as si las, pulces y praias, una miralda de fresers rosas as eri maas tema en su base forectalen is animados y Leaves Ingel cos teme les que soportan as-216s de un tempiere fursatino. Difase que a Fabio dacia hecho ina zerrsion en los cielos aprenen tiendo alli zineg mi angeles, a da onales diverta con esos pregos laternales que Estrsen trimaza y en correcen jesnaes.

Yi sa reis que di ungei es în ser romnaesto de não y na“ josa. Por eso mue en tantos ilñes. Zampie en alos more 30 28 morr...... (es voiaz!

Y. bude ver a i eveta y negocijo le aqueños zime nã machachos ya las v1, entrar en volantis, ansiosos, Enbacientes, ferrando las sillas, rumo ferma a my nero najizo len za le a ‘ada us ma las vai jorgeil o iei agua

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Talos i terad vanerse en vrimera i a – am licion 20 108 78 reveia zi niño sas ustales de tomare : — ɔerg 'ques ie a van asar telante à as niñas pre, vesticas esinervia nents. Ja eris 7 seguntes, con sus nodestas taidas ie adiana, sereia scère sus compañeros 4 inice ..pero is a debilidad. Seu adanse mas con grave continente te princesas; rinpontan con la ienicuda nanu, parseria un juguete ie mazil, os pilegnes iei raje, v agitando

la cabeza para que culebrearan en la espalda las trenzas, distribuían á su alrededor sonrisillas encantadoras.

Era que el ave de la coquetería ensayaba sus alas antes de abandonar el nido de la inocencia. ¡Es que la almohada en que la mujer reposa la cabeza al nacer está rellena con plumas arrancadas de las alas del Amor!

Con ser aquellos niños hijos de gente pobre, parecían retofios de un árbol genealógico plantado en campo de gules, á juzgar por la delicadeza y finura de sus rostros, por lo bonito y cuidado de sus trajes. El descendiente del albañil y de la lavandera no lleva girones por vestido, ni cubre sus miembros con sucios harapos. Junto á su cama vela una mano incansable, mientras aquella rizosa cabecita cae rendida en brazos del sueño y sus labios suspiran con esa tranquila serenidad que luego turban los amores.

Y cuando el Señor sonríe en el horizonte hispano y las chimeneas fuman su primer cigarrillo arrojando al cielo azules espirales de humo, aquel niño se estremece, mueve los brazos, luchando aún con el sueño, sonríe por última vez con los ojos cerrados al ángel que jugó á su lado durante la noche, y sin saber cómo, sin acabarse de despertar aún..... se encuentra vestido.

¡Como el gorrión que anida un poco más arriba que él..... debajo de la misma teja, no posee más que un traje, pero para estar elegante le basta componer su plumaje con el parlero pico!

Cambiemos de escena. Aquí no hay orquesta. Reina el silencio en la elegante sala. Más que teatro parece un templo donde los paganos del arte vienen á oir las preces del genio. Esta noche se representa una comedia de Calderón: Amigo, amante y leal. El protagonista no es D. Juan Tenorio, el amante sin rivales, el atropellador de fueros y leyes: es un puntilloso espí ritu que sacrifica su amor por su lealtad de súbdito y por su nobleza de amigo. Las escenas se suceden en medio del asombro del público. Aquello es la exhumación del cadáver de un sentimiento perdido. La lógica del siglo no puede seguir la lógica de Don Félix. ¡Tener entre los brazos la mujer adorada y entregarla al príncipe porque la lealtad de vasallo así lo manda! ¡Qué inconcebible absurdo! Las damas se indignan con Aurora, y protestan con ella. «Si el amor no es la pasión más poderosa de las pasiones, ¿qué es el amor?»-se preguntan muchos. «Si el amante discurre frente á su amada, ¿qué va á ser el matrimonio?»-exclaman asustados algunos espectadores en estado de

merecer.

Es que en aquellos tiempos la sociedad se veía encerrada en un molde que no ajustaba á la forma de su cuerpo. Era una hermosa mujer embutida dentro de un jarrón japonés de estrambótica apariencia, como esos monstruos humanos que fabricaban hace un siglo los Compra-chicos de la China. Metían dentro del jarrón á la criatura humana y allí le dejaban vegetar. Cuando había crecido bastante y llenado las desigualdades de la porcelana, quebraban el vaso y salía de aquel huevo monstruoso la quimera de Horacio.

El Don Félix de Calderón es el corazón humano encerrado en el estrecho vaso del despotismo, y es preciso que el amor le haga latir desesperadamente para que quiebre su prisión.

Don Félix y Hamlet son dos espíritus que aletean en una jaula demasiado

estrecha; pero éste es más grande que aquél, porque la jaula de Don Félix es Parma y la jaula de Hamlet es el mundo.

Como la comedia termina casándose Don Félix con Aurora-esto es, venciendo el amor á la lealtad-el sentido práctico y la vanidad de las mujeres quedan satisfechos.

Dos amantes, en el período del desengaño, hablan sobre la comedia de Calderón, y la mujer dice:

-Me gustan estas obras porque acaban sin desgracia.

-¿Cómo sin desgracia?-replica el caballero indignado. -¿Qué más desgracia que el casamiento?

Pompeya ha recibido en sus solitarias calles á lo más principal de la andante curiosidad humana. El Vesubio, no ha dejado de tronar sobre el cadáver de Pompeya, como un león que acostado cerca de la gacela moribunda, no cesa de rugir sordamente en tanto que se agita el cuerpo de la tímida res. Un velo de ceniza ha cubierto el sol, mientras damas inglesas é italianas asistían á la representación de una comedia de Plauto en el coliseo pompeyano. Se había declarado de moda entre los vecinos de Pompeya el traje latino; pero los ingleses flacos han protestado en nombre de sus pantorrillas. Por telégrafo nos refieren, que una dama entró en una casa, y que al cruzar el vestíbulo, dos momias de dos porteros que había en pie sobre el escalón, se desvanecieron en volátil polvo.

-¡Se han ido!-gritó aterrada la señora.

-¡Excelentes porteros! -exclamó un inglés.-Van á avisar á sus amos. Y no se puede negar que van..... como el viento.

El mismo inglés, al cruzar por un elegante patio en que aún florecen dentro de la taza de la murmuradora fuentecilla lotos y nauphias, vió, asomada á cierta ventana, una muchacha hermosa, de cuello escultural, de brazos largos y tornátiles, de seno robusto y suavemente relevado. Rápidamente entrevió un día de amor dulcísimo y breve, como todos los amores italianos.

Preguntó quién era aquella dama, y nadie supo si formaba parte de la comitiva visitadora. Aquella era la casa de Cneo Petronio. Decidióse y entró en ella. Abrió la puerta..... y ¡qué horror! aquella linda pompeyana cayó al suelo hecha ceniza. El inglés se quedó absorto contemplando tan gráfica alegoría de la dicha, y no pudo menos de exclamar á guisa de responso: —¡Qué lástima de momia tan simpática!

Dejemos desfilar esas siluetas de turistas que se recortan sobre el cielo azul de Pompeya como las figuras blancas de los frisos sobre el fondo dorado de sus muros. Pongamos punto á esta cuartilla con una frase que Byron dirige á la ciudad enterrada:-«¡Estaba escrito! ¡A mí me había de ahogar el corazón como á tí el Vesubio!»

Se habla de política extranjera en una peluquería. Un señor, que se deja afeitar, pregunta:

-Pero ¿qué van á hacer los ingleses con el Rey Cettiwayo?

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