SEÑORES REGIDORES DE 1897:

SEÑORES REGIDORES DE 1898:

En la esfera política y administrativa será siempre una de las funciones sociales más importantes la que está encomendada á los Ayuntamientos, porque á ella se vincula más íntimamente la vida de cada uno de los miembros de la comunidad, y depende de la energía de su acción, más directa ó más visiblemente, el bienestar de cada uno de los asociados.

Por eso reviste un carácter solemne y tiene un especial interés el acto al que, en cumplimiento de uno de mis deberes, tengo la honra de asistir por segunda vez instalando el Ayuntamiento que hoy inaugura sus tareas. Arduas y difíciles han sido las emprendidas y consumadas por la Corporación que funcionó el año que ha expirado ayer, y más deben serlo las que tenga que iniciar y llevar á cabo el Ayuntamiento de 1898.

Debe ser así si se considera que el progreso, el adelanto y el crecimiento mismo de la ciudad hacen surgir necesidades que reclaman la creación de nuevos servicios y la mejora y perfeccionamiento de los que existen. El Ayuntamiento que acaba de terminar consagró

empeñosamente sus energías al servicio de los intereses de la ciudad, y de ello son prueba elocuentísima las importantes mejoras que pudo realizar en todos los ramos confiados á su administración, no obstante las muy graves dificultades de orden económico con que hubo de luchar, motivadas por la mayor depreciación de la plata en el curso del año anterior, que, agravando cada vez más los sacrificios del Municipio para cubrir el servicio de empréstito del cinco por ciento, contraído en Londres con el fin principal de concluir la magna y secular obra del Desagüe del Valle, como dijo acertadamente el nuevo Presidente Municipal; ha disminuido notablemente los fondos disponibles para las atenciones ordinarias de la ciudad. En consecuencia, si es verdad innegable que el Ayuntamiento que hoy empieza su ejercicio no tiene motivos para felicitarse por la situación económica que encuentra, también lo es que tal situación no debe ser causa de desaliento tratándose de personas que por sus aptitudes, por sus energías y por el perfecto conocimiento que poseen de los diversos ramos que forman la compleja administración municipal, tienen poderosas y buenas armas para vencer las resistencias, encontrando acertadas y convenientes soluciones.

Mermadas las rentas municipales por las obligaciones dispendiosas del empréstito, multiplicadas las atenciones del Ayuntamiento por el rápido crecimiento de la ciudad, y no siendo, por otra parte, posible ni conveniente negociar un nuevo empréstito para mejorar los servicios actuales y crear aquellos cuya necesidad se impone, es evidente que el Municipio sólo podrá afrontar la situación y atender eficazmente los ramos que le están encomendados, si procura, como único medio para obtener el mayor rendimiento posible en la inversión de sus fondos, además del orden administrativo, la re

gularidad en la recaudación del impuesto y la inteligente y discreta aplicación de las sumas recaudadas.

Respecto de la importantísima obra del saneamiento de la ciudad, ya queda indicado cómo ella ha sido objeto de las atenciones del Gobierno Federal. La ejecución rápida y empeñosamente continuada de los trabajos encaminados á conducirla á buen término, podrá hacer que se vayan palpando sus benéficos efectos sin que sea necesario esperar la total ejecución, pues por la manera con que está concebida y empezada á realizar, se obtie ne desde luego, en las zonas que va comprendiendo, el fin que tan ansiosamente se persigue.

A los esfuerzos que ya ha hecho el Ayuntamiento para la adquisición de aguas potables que aumenten el caudal de las que se tienen, con el objeto de llenar esta ingente necesidad pública, se podrán añadir otros, si las circunstancias fueren propicias para mejorar en este punto las condiciones de los habitantes de la ciudad.

Afortunadamente, Señores Regidores de 1898, por adversas que sean las circunstancias económicas que actualmente atraviesa el erario municipal, os hacéis cargo de la gestión administrativa en una época de positiva y vigorosa reconstrucción. Desaparecida la agitación demoledora que al arrancar de raíz seculares vicios conmovió hondamente nuestra existencia social haciendo imposible la coordinación de las energías individuales hacia el bien común, no es vuestra tarea la de preparar el campo removiendo y apartando los escombros que le hicieron estéril. El campo está preparado: la obra del Sr. Presidente de la República, quien con justicia goza de universal prestigio, y la de vuestros incansables y progresistas predecesores en la administración municipal, os permite ejecutar una labor amplia é inteligente en pro del adelanto de la ciudad de

México, que os ha hecho depositarios de su bienestar y de su crédito.

No estáis solos, Señores Regidores. A vuestro esfuerzo se une el del Gobierno Federal, que dejando sentir su acción eficaz y bienhechora en todos los ramos que integran y constituyen el servicio público, ha prestado, y continuará prestando, su contingente moral y pecuniario para que sea más llano el camino que habréis de recorrer; ha tenido en consideración que reducidos casi en una mitad los fondos que ingresan á las arcas municipales, resultan insuficientes para atender á todas las necesidades del servicio público, debido, entre otras causas, á la necesidad de aumentar las sumas destinadas á las obligaciones de la deuda del 5 por 100 y á la erogación de otras cantidades de bastante importancia destinadas á pagar la adquisición de aguas y á indemnizar á los propietarios para hacer diversos alineamientos de calles, siendo el más importante el que ha dado amplitud á una de las principales avenidas de la ciudad; y, en consecuencia, ha expedido hace dos días un decreto por el que se aumentarán los fondos con que cuenta la Municipalidad, y en el que se ha procurado que sea lo más leve posible y esté lo más equitativamente distribuído el gravamen que hayan de reportar los contribuyentes por virtud de ese decreto, en relación con los beneficios que obtienen del servicio público.

El aumento que necesariamente se obtendrá á consecuencia de una estricta y ordenada administración, el que produzca el nuevo impuesto establecido por el reciente decreto mencionado, y muy principalmente, la amplitud de vuestras miras, que procuraréis realizar con decidido celo y voluntad inquebrantable, hacen esperar confiadamente que la ciudad de México os será deudora de múltiples beneficios.