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3. Ya indicamos arriba la proclama de la Junta provisional, publicada en Oyarzun, por la cual se declaraba todo vuelto al estado que tenía en 7 de Marzo de 1820, y por tanto, también las cosas eclesiásticas. Instalada en Madrid la nueva Regencia, prescindiendo aquí de otros puntos que no nos atañen sobre esas materias, luego por decreto del 11 de Junio aplicó expresamente aquel principio general a los regulares, declarando nulos todos los actos del Gobierno constitucional acerca de ellos, y reponiendo todos sus institutos en el ser y estado anterior a la revolución (1). Este decreto bastaba, sin duda, para que nuestros Padres reclamaran la devolución de sus iglesias, casas y demás bienes. Con todo, encontramos copia de una orden de la misma. Regencia, que parece circular a todas las autoridades de provincias, fechada justamente un mes después, el 11 de Julio, por la cual se entiende que el P. Cordón había solicitado esa devolución, y la Regencia ordenaba que se efectuase, aun de las cosas vendidas por el Gobierno anterior, como en general lo mandó con respecto a los bienes de todos los regulares y de otros (2).

Con estas disposiciones del nuevo gobierno se fueron restituyendo a la Compañía sus colegios, según que se iba haciendo el cambio de autoridades en las poblaciones donde se hallaban.

En Manresa no esperaron ni el decreto general de Madrid; sino que el mismo día de su publicación, y por tanto sin conocerlo todavia, entregó el Ayuntamiento las llaves de la iglesia del colegio a un simple coadjutor, y no más que novicio todavía, según creemos, por haberle cogido tal la supresión, el H. Ramón Tort, único jesuíta allí presente y que poco antes había vuelto de su voluntaria emigración a Francia (3).

El Colegio Imperial y el Noviciado de Madrid fueron devueltos a la Compañía el 23 de Junio, días antes, por tanto, de la orden pedida por el P. Cordón (4). La iglesia de San Isidro no lo fué hasta el 19 de Julio, disuelto otra vez el Cabildo de canónigos, y quedando solamente, como en nuestro restablecimiento

(1) Decretos del Rey, VII, 35.

(2) Véase el texto en el apéndice n. 9.

(3) Noticias tomadas de un apunte suelto, que no menciona sino las llaves de la iglesia. Quizás simbolizaban también la entrega del colegio.

(4) Para el Noviciado hallamos una orden particular de 17 de Junio, inserta y autenticada en un mandato para su ejecución a las justicias de la provincia de Cuenca por lo tocante a bienes situados en ella.

anterior, capellanes y cantores para el servicio de coro y altar. «Todo ha sido motu proprio de la Regencia, sin empeño de nuestra parte», escribía el P. Cordón (1). La vuelta de la Compañía a Loyola la empezó a negociar el Ayuntamiento de Azpeitia por medio de un comisionado, que en su nombre fué a reconocer la Junta Provisional de Oyarzun; y ya en 30 de Abril oficiaba a la Diputación Provincial solicitando su cooperación, no sólo para eso, sino también para que el seminario de Vergara se trasladase a Loyola poniéndolo bajo la dirección de la Compañía. La ausencia del P. Arévalo en su pueblo natal de Campanario, en Extremadura, sin cuya aprobación, como superior, no creyó poder proceder el P. Goitia, que vivía en la hospedería, retardó la toma de posesión, y así no se hizo hasta el 30 de Junio (2).

Poco después se nos devolvió el Noviciado de San Luis de Sevilla. Apenas ocupada la ciudad por las tropas francesas y realistas, y sabido el decreto de la Regencia de 11 de Junio, los amigos de la Compañía promovieron su restablecimiento; y el Padre Diego de la Fuente acudió al Regente de la Audiencia pidiendo el Noviciado, que le fué devuelto formalmente el 26 de Julio (3).

En Valencia no se recobró el seminario hasta el 21 de Agosto (4) y el colegio hasta el 9 de Octubre, aun cuando el P. José Ruiz había reclamado su entrega ya el 17 de Junio, sin conocimiento todavía del decreto del 11 y fundado solamente en la declaración general de la Junta de Oyarzun. El colegio tardó en dejarle libre la corta comunidad del seminario sacerdotal, que otra vez le ocupó en 1820 (5).

(1) Al P. Asistente el 21 de Julio. D. Francisco Javier Borrull, que se hallaba entonces en Madrid, escribió más tarde que, rehusando el P. Cordón pedirlo, al fin lo habia hecho a instancias suyas. (Segunda supresión de la Compañía y segundo restablecimiento de sus casas en Valencia. Bibliot. de la Universidad, manuscritos, t. 519.) Más fe damos al P. Cordón; si no es que aun habiéndolo pedido él, dijera que la Regencia lo había hecho motu proprio, por haber asegurado Borrull a los Padres que el Gobierno deseaba se lo pidiesen. (2) Copia de carta de los comisionados del Ayuntamiento al P. Arévalo de 3 de Mayo, y acta original de posesión. Documentos Históricos, t. IV.

(3) Memorial al Regente, 24 de Junio. Copia en nuestro poder. La fecha de la posesión consta por Borrador de oficio suyo de 30 de Julio de aquel año pidiendo al Intendente ordene al Credito Público la entrega de papeles, por las Cartas anuas y otros documentos.

(4) Historia Seminarii.

(5) Copias de Representaciones del P. Ruiz y del Superior del Seminario.

Más aún tardaron los Padres de Mallorca en volver a ocupar el suyo de Montesión, por no haber sido allí abolida la constitución hasta el 6 de Noviembre de 1823. La posesión de él parece que se les dió a los pocos días, el 23 del mismo (1); pero habiendo estado instaladas en él durante aquel trienio, primero las oficinas del Gobierno civil y de la Junta de Sanidad, y después la Universidad literaria; las transformaciones hechas obligaron ahora a nuevas obras, que duraron hasta fin de año. Así, los Pa dres no pudieron entrar a habitarlo hasta el 10 de Enero del siguiente (2).

Las otras casas habitadas hasta 1820, Murcia, Cádiz, Tortosa, Villagarcía, Graus, Oñate y Trigueros, no se abrieron ahora, ni tenemos noticia positiva de que fueran devueltas a la Compañía, sino las de Cádiz y Trigueros, aquélla el 31 de Octubre y ésta el 5 de Noviembre.

Pero ni aun éstas fué posible ocuparlas, y mucho menos atender a las peticiones que de otras partes fueron luego viniendo al Provincial.

4. El restablecimiento de la Compañía en España no hubo lugar a pedirlo ahora, como en 1814, porque lo hizo el Gobierno juntamente con el de todo lo existente en 1820, deshecho por la revolución, y más de propósito con los demás institutos religio sos restablecidos por decreto de 11 de Junio. Solamente los Prelados de Valencia, Orihuela, Tarazona, Solsona y Urgel, desterrados del reino, en una exposición dirigida a Pío VII el 8 de Mayo de 1823 desde Tolosa de Francia, le decían que haría un servicio singular a España, si, empleando todo su influjo, lograse el restablecimiento de la Compañía de Jesús, y que se la diese en las universidades y en los colegios de enseñanza toda la parte que tenía antes de su primera expulsión (3). Lo que hicieron algunas corporaciones fué pedir a la Regencia especial protección para la Compañía de Jesús, como institución importantísima para evitar la reproducción de los males pasados, especialmente por la buena educación de la juventud. Ambos cabildos,

(1)

El P. Sancho, Vicerector, al P. General, 1 de Julio de 1824. Original en Cast. 1.-Furió, Vida del Beato Alonso, c. XIII, pp. 112-113.

Cartas anuas.

Historia General de la Iglesia por Henrion, t. VIII, apéndice, p. 757.

(2)

(3)

TOMO I.

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eclesiástico y secular de Burgos (1); la ciudad de Sevilla, las de Segovia, Zamora, la villa de los Arcos en Navarra y el Cabildo eclesiástico de Manresa, hicieron semejantes recomendaciones a la Regencia o al Rey, ya en libertad, llegando la de Sevilla a desear y pedir que se diera a la Compañía «la superintendencia de todas las escuelas del reino» (2). No sabemos que pidiera tal cosa ninguna otra corporación, si bien mostraban deseos en general de ver la juventud educada por la Compañía. Lo que pedían eran colegios, cada cual para si. Muchos Obispos y ciudades de España, escribía el P. Cordón ya el 15 de Enero de 1824, me apremian para que les envie jesuítas (3); y dos años después añadía que ni con seis mil tendría de sobra para atender a las peticiones y necesidad que había de ellos (4). Decía aquello en 1824, a propósito de la representación del Ayuntamiento de Santander, dirigida al Rey y por el Rey pasada al Provincial, y es la única que conocemos de las hechas hasta entonces. A los pocos días acudió también al Rey el Ayuntamiento de Alcalá, lamentando la perversión de la ciudad por las tropas allí de guarnición hacia más de veinte años, y por los profesores de la Universidad, imbuídos en las máximas de la revolución, y pidiendo para su remedio la vuelta de los jesuitas (5); algo más tarde la ciudad de Málaga, que se quejaba de la relajación de costumbres, causada allí por el concurso de toda clase de sectarios atraídos por el comercio (6); y poco después, en Agosto, la de Murcia y la villa de Graus, que echaban de menos a los pocos Padres, alli residentes los años pasados, y pedían otros, destina

(1) Véase El Restaurador del 18 de Diciembre de 1823. El Ayuntamiento imprimió una Representación hecha a S. A. S. la Regencia del Reino, cuyo titulo completo puede verse en la bibliografia.

(2) La Representación de Sevilla se imprimió aparte puede verse su titulo en la bibliografia); la de Los Arcos está en El Restaurador de 6 de Noviembre de 1823; de la de Manresa trae parte el autor de la Historia de Fernando VII, III, 1. XII, p. 193. Las de Segovia y Zamora se entienden por sus respuestas al Ayuntamiento de Burgos, que les había remitido la suya y cons tan en las Actas de éste, 14 de Agosto de 1823.

(3) Mi mettono in croce, dice el original italiano.

(4) Carta del 13 de Marzo de 1826. Original en Cast. I.

(5). Representación de 22 de Enero de 1824. Copia auténtica en nuestro poder.

(6) Oficio original del Secretario del Consejo, D. Valentin Pinilla, al Padre Cordón, de 20 de Julio de 1824, en nuestro poder.

dos a la educación de la juventud (1). También el Señor Obispo de Pamplona, D. Joaquin Javier de Uriz, clamaba otra vez por el colegio, como en el cuadrienio anterior, y acudió al mismo P. General por medio del Cardenal Bardají, para mejor conseguirlo (2). De Huesca acudieron al Rey el Gobernador y el Ayuntamiento pidiendo jesuítas, y en su defecto escolapios en 1825 (3). El Señor Arzobispo de Granada, D. Blas Joaquín Alvarez de Palma, había empezado a instar, y seguía instando al P. Provincial todavía en 1826 con estas significativas expresiones: «Sí, mi P. Provincial, me tiene usted cerca de tres años en continua expectación, como los judíos, de mi Mesías, la Compañía de Jesús, aguardando por de pronto tres Padres y dos Coadjutores para dar principio aquí al restablecimiento de su casa, de su templo, de su colegio y bienes, que existen para muchos más, y socorrer a muchas casas de fuera; pero en esto usted se ha dormido y sigue aletargado» (4). En Galicia el Real Acuerdo intervino para la fundación de un colegio en aquel reino; el Se ñor Obispo de Lugo, D. José Antonio Azpeitia, pidió determinadamente el restablecimiento del de Monforte; y todo el clero de aquel Arciprestazgo apoyó la súplica, renovando la que había hecho en 1815 (5). En 1828 escribía el P. Gil, Director del Seminario de Nobles, único centro de enseñanza no abierto antes y sí ahora: «La Compañía en España es bien mirada por todos, y en lo tocante a educación, aun por los que le eran adversos. De todas las ciudades piden jesuítas; pero somos poquísimos» (6). No ha llegado a nuestra noticia otra petición de ese año que la de San Clemente (Cuenca), donde hubo colegio en lo antiguo (7). Sin duda hubo más.

(1) Murcia 19 de Agosto de 1824, original en nuestro poder. Graus 18 del mismo (Solamente la carpeta del expediente queda en el archivo de Alcalá, M. F. 2.489).

(2) Carta original de éste, de 23 de Diciembre de 1824 en Cast. I.

(3) A 13 de Julio. Original en Alcalá, M. F. 2.489.

(4) Original, de 13 de Septiembre de 1826, en nuestro poder.

(5) Original, sin fecha, del Párroco y del Arcipreste, testimoniada en 3 de Febrero de 1826, en la cual refieren lo del Obispo y del Acuerdo. En nuestro poder.

(6) Al P. General; Madrid, 14 de Enero. Original en Cast. 1.

(7) La Villa, a 3 de Octubre de 1828, diciendo que repite la instancia hecha el año anterior, por no haber tenido respuesta. (Original en Alcalá, M. E. 2.489.)

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