Ensayo historico-apologetico de la literatura española contra los opiniones preocupadas de algunos escritores modernos italianos, Volumen5Blas Miedes, 1783 |
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Página 146
... dolor dexando . Nuestra Patria nos quitan nuestros bados ; Tu , Titiro , à la sombra , al fresco viento · Seguro , alegre , y libre de cuidados , Haces que al son de tu suave acento Resuene el monte , y selva el caro nombre De tu ...
... dolor dexando . Nuestra Patria nos quitan nuestros bados ; Tu , Titiro , à la sombra , al fresco viento · Seguro , alegre , y libre de cuidados , Haces que al son de tu suave acento Resuene el monte , y selva el caro nombre De tu ...
Página 188
... dolor del dolorido . Y al Bachillèr , que llaman de la Torre , Esta esforzò la fuerza de su estilo : Tanto , que del la fama tira y corre Del Istro al Tajo , y del Tajo hasta el Nilo ; Y otro , que agora á la memoria ocorre , Que por ...
... dolor del dolorido . Y al Bachillèr , que llaman de la Torre , Esta esforzò la fuerza de su estilo : Tanto , que del la fama tira y corre Del Istro al Tajo , y del Tajo hasta el Nilo ; Y otro , que agora á la memoria ocorre , Que por ...
Página 192
... dolor , porque es contra natura , Y al deleyte , pues tanto le enflaquece , Que le dispone para mas tristura . II . Si un corazon de un verdadero amante , Y un continuo morir por contentaros , Et un estender mi alma en desearos , Et un ...
... dolor , porque es contra natura , Y al deleyte , pues tanto le enflaquece , Que le dispone para mas tristura . II . Si un corazon de un verdadero amante , Y un continuo morir por contentaros , Et un estender mi alma en desearos , Et un ...
Página 193
... dolor es mio . III . Dulce soñar , y dulce congojarme Quando estaba soñando que soñaba , Dulce gozar con lo que me engañaba , Si un poco mas duràra el engañarme . Dulce no estàr en mi , que figurarme podia quanto bien yo deseaba , Dulce ...
... dolor es mio . III . Dulce soñar , y dulce congojarme Quando estaba soñando que soñaba , Dulce gozar con lo que me engañaba , Si un poco mas duràra el engañarme . Dulce no estàr en mi , que figurarme podia quanto bien yo deseaba , Dulce ...
Página 197
... , entre las ojas escondido , Del duro Labrador , que cautamente Le despojò su caro y dulce nido De los tiernos hijuelos entretanto Que del amado ramo estaba ausente ; Y Y aquel dolor que siente Con diferiencia tanta Por la ( 197 )
... , entre las ojas escondido , Del duro Labrador , que cautamente Le despojò su caro y dulce nido De los tiernos hijuelos entretanto Que del amado ramo estaba ausente ; Y Y aquel dolor que siente Con diferiencia tanta Por la ( 197 )
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Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 91 - No las damas, amor, no gentilezas de caballeros canto enamorados; ni las muestras, regalos y ternezas de amorosos afectos y cuidados: mas el valor, los hechos, las proezas de aquellos españoles esforzados, que a la cerviz de Arauco, no domada, pusieron duro yugo por la espada.
Página 192 - El cielo en mis dolores cargó la mano tanto, que a sempiterno llanto ya triste soledad me ha condenado; y lo que siento más es verme atado a la pesada vida y enojosa, solo, desamparado, ciego sin lumbre en cárcel tenebrosa.
Página 281 - Emulación ayer de las edades, Hoy cenizas, hoy vastas soledades ; Que no os respetó el hado, no la muerte, ¡ Ay !, ni por sabia a ti, ni a ti por fuerte.
Página 111 - Dulce vecino de la verde selva, Huésped eterno del abril florido, Vital aliento de la madre Venus, Céfiro blando: Si de mis ansias el amor supiste, Tú, que las quejas de mi voz llevaste, Oye, no temas ya mi ninfa dile, Dile que muero.
Página 279 - De su invencible gente sólo quedan memorias funerales, donde erraron ya sombras de alto ejemplo; este llano fue plaza; allí fue templo: de todo apenas quedan las señales. Del gimnasio y las termas regaladas leves vuelan cenizas desdichadas; las torres que desprecio al aire fueron a su gran pesadumbre se rindieron.
Página 218 - ¡Ay! que ya presurosos suben las largas naves: ¡ay! que tienden los brazos vigorosos a los remos, y encienden las mares espumosas por do hienden.
Página 198 - Y de las verdes hojas, reducidas en estambre sutil, cual convenía para seguir el delicado estilo del oro ya tirado en rico hilo. La delicada estambre era distinta de las colores que antes le habían dado con la fineza de la varia tinta que se halla en las conchas del pescado.
Página 196 - Cerca del Tajo en soledad amena, de verdes sauces hay una espesura, toda de hiedra revestida y llena, que por el tronco va hasta el altura, y así la teje arriba y encadena, que el sol no halla paso a la verdura; el agua baña el prado con sonido alegrando la vista y el oído.
Página 195 - Mas luego a la memoria se me ofrece aquella noche tenebrosa, escura, que tanto aflige esta ánima mezquina con la memoria de mi desventura. Verte presente agora me parece en aquel duro trance de Lucina, y aquella voz divina...
Página 190 - Corrientes aguas, puras, cristalinas; árboles que os estáis mirando en ellas, verde prado de fresca sombra lleno, aves que aquí sembráis vuestras querellas, hiedra que por los árboles caminas, torciendo el paso por su verde seno ; yo me vi tan ajeno del grave mal que siento, que de puro contento con vuestra soledad me recreaba, donde con dulce sueño reposaba, o con el pensamiento discurría por donde no hallaba sino memorias llenas de alegría...