Ensayo historico-apologetico de la literatura española contra los opiniones preocupadas de algunos escritores modernos italianos, Volumen5Blas Miedes, 1783 |
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Página 107
... monte , en valle , y llano : Qualquier planta que toca con la mano ; Qualquier arbol florece : Los vientos , si sobervios van soplando , con Con su vista amansando : En la fresca ribera : vre 1. Ianya Delrio Tibre sientase , y me espera ...
... monte , en valle , y llano : Qualquier planta que toca con la mano ; Qualquier arbol florece : Los vientos , si sobervios van soplando , con Con su vista amansando : En la fresca ribera : vre 1. Ianya Delrio Tibre sientase , y me espera ...
Página 109
... Monte . ( * ) Otro Principe de la Lírica Española admirò Italia en Don Francisco de Quevedo , natural de Madrid , gloria sin- gular de la literatura Española de los siglos 16 , y 17 . Aunque este fecundisimo ingenio se distinguiò en ...
... Monte . ( * ) Otro Principe de la Lírica Española admirò Italia en Don Francisco de Quevedo , natural de Madrid , gloria sin- gular de la literatura Española de los siglos 16 , y 17 . Aunque este fecundisimo ingenio se distinguiò en ...
Página 114
... llanto en nosotros ; y entre tanto Alternareis dos Febos vuestro canto . No ya acentos Toscanos No Latinos , ni Griegos dan à Apolo Tono para templar su dulce Lyra . Solo Solo ecos Castellanos Resuenan en el monte Pindo : Solo ( 114 )
... llanto en nosotros ; y entre tanto Alternareis dos Febos vuestro canto . No ya acentos Toscanos No Latinos , ni Griegos dan à Apolo Tono para templar su dulce Lyra . Solo Solo ecos Castellanos Resuenan en el monte Pindo : Solo ( 114 )
Página 115
Saverio Lampillas. Solo ecos Castellanos Resuenan en el monte Pindo : Solo Versos en Español Castalia inspira . Por ti , Lope , se admira , Que en quantos Pueblos el Permesso baña No se hable ya otra lengua que de España . ¿ Quien me ...
Saverio Lampillas. Solo ecos Castellanos Resuenan en el monte Pindo : Solo Versos en Español Castalia inspira . Por ti , Lope , se admira , Que en quantos Pueblos el Permesso baña No se hable ya otra lengua que de España . ¿ Quien me ...
Página 117
... monte , me agradaba : Por si la verde yerba , y fresco viento , El blanco lirio , y colorada rosa , T dulce Primavera deseaba . ¡ Hay quanto me engañaba ! Hay quan diferente era , T quan de otra manera , f Lo que en tu falso pecho se ...
... monte , me agradaba : Por si la verde yerba , y fresco viento , El blanco lirio , y colorada rosa , T dulce Primavera deseaba . ¡ Hay quanto me engañaba ! Hay quan diferente era , T quan de otra manera , f Lo que en tu falso pecho se ...
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Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 91 - No las damas, amor, no gentilezas de caballeros canto enamorados; ni las muestras, regalos y ternezas de amorosos afectos y cuidados: mas el valor, los hechos, las proezas de aquellos españoles esforzados, que a la cerviz de Arauco, no domada, pusieron duro yugo por la espada.
Página 192 - El cielo en mis dolores cargó la mano tanto, que a sempiterno llanto ya triste soledad me ha condenado; y lo que siento más es verme atado a la pesada vida y enojosa, solo, desamparado, ciego sin lumbre en cárcel tenebrosa.
Página 281 - Emulación ayer de las edades, Hoy cenizas, hoy vastas soledades ; Que no os respetó el hado, no la muerte, ¡ Ay !, ni por sabia a ti, ni a ti por fuerte.
Página 111 - Dulce vecino de la verde selva, Huésped eterno del abril florido, Vital aliento de la madre Venus, Céfiro blando: Si de mis ansias el amor supiste, Tú, que las quejas de mi voz llevaste, Oye, no temas ya mi ninfa dile, Dile que muero.
Página 279 - De su invencible gente sólo quedan memorias funerales, donde erraron ya sombras de alto ejemplo; este llano fue plaza; allí fue templo: de todo apenas quedan las señales. Del gimnasio y las termas regaladas leves vuelan cenizas desdichadas; las torres que desprecio al aire fueron a su gran pesadumbre se rindieron.
Página 218 - ¡Ay! que ya presurosos suben las largas naves: ¡ay! que tienden los brazos vigorosos a los remos, y encienden las mares espumosas por do hienden.
Página 198 - Y de las verdes hojas, reducidas en estambre sutil, cual convenía para seguir el delicado estilo del oro ya tirado en rico hilo. La delicada estambre era distinta de las colores que antes le habían dado con la fineza de la varia tinta que se halla en las conchas del pescado.
Página 196 - Cerca del Tajo en soledad amena, de verdes sauces hay una espesura, toda de hiedra revestida y llena, que por el tronco va hasta el altura, y así la teje arriba y encadena, que el sol no halla paso a la verdura; el agua baña el prado con sonido alegrando la vista y el oído.
Página 195 - Mas luego a la memoria se me ofrece aquella noche tenebrosa, escura, que tanto aflige esta ánima mezquina con la memoria de mi desventura. Verte presente agora me parece en aquel duro trance de Lucina, y aquella voz divina...
Página 190 - Corrientes aguas, puras, cristalinas; árboles que os estáis mirando en ellas, verde prado de fresca sombra lleno, aves que aquí sembráis vuestras querellas, hiedra que por los árboles caminas, torciendo el paso por su verde seno ; yo me vi tan ajeno del grave mal que siento, que de puro contento con vuestra soledad me recreaba, donde con dulce sueño reposaba, o con el pensamiento discurría por donde no hallaba sino memorias llenas de alegría...