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y de su mujer doña María de Castilla, hija del Conde don Tello, señor de Vizcaya y Castañeda, fué primer señor del estado de Cañete, y el que hizo su casa y asiento en la ciudad de Cuenca, y á quien temieron las fronteras de Aragon y Navarra por su mucho valor y ejercicio en la disciplina militar, como lo mostró en servicio del Rey D. Juan II, y en las demas guerras de su tiempo, hallándose con el Infante D. Fernando sobre la toma de Antequera, donde fueron vencidos y derrotados los moros en el porfiado cerco; entró á correr las tierras de Setenil y Ronda, donde hizo hechos de Capitan famoso, mostrando en todo el valor de su persona, con el vencimiento de tantas victorias. Defendió despues la ciudad de Jaen, cuando la cercó el Rey de Granada con 6,000 caballos y 80,000 infantes, combatiéndola tres dias, como es de ver en la Crónica del Rey D. Juan II, el cual le mandó hacer guerra al Marquesado de Villena, por estar apoderado de D. Enrique Infante de Aragon, que habia tomado titulo de Duque aquel estado; pero el valor de este caballero fué tal que los pueblos y fortaleza de este estado volvieron á la obediencia de este Principe; y conociendo los grandes servicios de este esclarecido varon, le nombró por su guarda mayor de la ciudad de Cuenca, dándole titulo de su Montero mayor y de su Consejo. Casó dos veces: la primera con doña Beatriz de Albornoz, llamada la rica-hembra por su gran patrimonio, bija mayor de D. Juan de Albornoz, señor de esta casa y estado, de cuyo matrimonio tuvieron por su hijo á Luis Hurtado de Mendoza, que murió sin hijos, siendo desposado con doña Teresa de Toledo, hija mayor de D. Fernando Alvarez de Toledo, primer Conde de Alba de Tormes, y de la Condesa doña Mencia Carrillo su mujer, por cuya muerte

perdió la casa de Cañete, la herencia de la de Albornoz. Casó la segunda vez con doña Teresa de Guzman, hija de Juan Ramirez de Guzman y de doña Juana Palomeque, su segunda mujer, de cuyo matrimonio fueron hijos: primero, Juan Hurtado de Mendoza, que sucedió en la casa; segundo, D. Iñigo Lopez de Mendoza, Comendador de Huelamo; tercero, doña Beatriz de Mendoza, mujer de D. Rodrigo Manrique, primer Conde de Paredes, Maestre de Santiago; cuarto, doña Juana de Mendoza, que casó con D. Gomez Manrique, Comendador mayor de Castilla, hermano del Maestre D. Rodrigo, y quinto, doña Maria de Mendoza, que casó con Lope Vazquez de Acuña, Duque de la ciudad de Huete.

El primogénito, Juan Hurtado de Mendoza, segundo señor del estado de Cañete, Guarda mayor de la ciudad de Cuenca, y Montero mayor del Rey, fué caballero ge neroso y de grande esfuerzo y prudencia en las cosas. militares, como lo mostró en servicio del Rey D. Enrique IV en todas las ocasiones que se le ofrecieron de paz y guerra: sirvió despues á los Sermos. Principes Católicos D. Fernando y doña Isabel, de cuya mano recibió grandes favores y mercedes, y el titulo de Marqués de su villa de Cañete, año de 1490, cuya merced llegó dos dias despues de su muerte, por cuya causa pasó este titulo á su nieto Diego Hurtado de Mendoza, que fué el primero de esta casa que hallamos con titulo de Marqués. Casó con doña Inés Manrique, hija de Pedro Manrique, Adelantado mayor de Leon, y de doña Leonor de Cas tilla su mujer, progenitores de los Duques de Nájera, y fueron sus hijos: primero, Honorato de Mendoza, y segundo, D. Francisco de Mendoza, Dean de Cuenca. Casó la segunda vez con doña Elvira de Rabanal, cuyos hijos fueron: primero, Luis Hurtado de Mendoza, señor de la

frontera; segundo, doña Maria de Mendoza, mujer de D. Pedro de Barrientos, y tercero, Luis Hurtado de Mendoza, señor de la frontera, que casó con doña Inés de Barrientos su sobrina, cuya hija fué doña Maria Manrique de Mendoza, señora de la frontera, que casó con Diego Ruiz de Alarcon, señor del estado de Buenache, de quien descienden los señores de esta casa, y los señores de Campo Tejar y Jayena en Granada.

Honorato de Mendoza, hijo primogénito de Juan Hurtado de Mendoza y de doña Inés Manrique su primera mujer, fué muy insigne varon, dotado de raras virtudes y grande esfuerzo, como lo mostró en la defensa y custodia de los Obispados de Cuenca, Murcia, Jaen y Córdoba, que los Reyes Católicos le habian encargado cuando la conquista y guerras del reino de Granada, manifestando el gran celo que tenia del servicio de Dios y de su Rey, cuando se halló con las armas en la mano peleando valerosisimamente contra los moros de aquel reino, hasta perder la vida; muerte que fué muy sentida por los Reyes Católicos, y por Juan Hurtado de Mendoza su padre, y por la cual no gozó del titulo que los Reyes habian dado á este. Fué casado con doña Francisca de Silva y Ribera, hija mayor de D. Juan de Silva, primer Conde de Cifuentes, y de la Condesa doña Inés de Ribera su segunda mujer, y tuvo por hijos: primero, á Juan Hurtado de Mendoza, que murió tambien peleando en presencia de los Reyes Católicos en la vega de Granada; segundo, D. Diego Hurtado de Mendoza, que sucedió en la casa; tercero, D. Rodrigo de Mendoza, Comendador de Zalamea en la órden de Alcántara, caballero que mostró su gran valor en las guerras del Condado de Rosellon y Salsas; cuarto, à D. Pedro Gonzalez del Mendoza, Comendador de Socuéllamos, Mayordomo de

Emperador D. Cárlos, y su Contador mayor de cuentas sin sucesion; quinto, à D. García Manrique, Gobernador de Parma y Plasencia, en Lombardia, de quien vienen los Principes de Pomblin, señores libres en Italia, y los Marqueses de Desio, en el estado de Milan, por sus muchos hijos en doña Isabel Briceño su mujer, los cuales fueron D. Pedro, D. Jorge, D. Juan, D. Francisco y otros, y á doña Maria Manrique, mujer de Pernistan de Boemia, que procreó á la Duquesa de Villahermosa, y á doña Isabel de Mendoza, que casó en Navarra siendo Virey el Marqués su tio, de cuyo matrimonio fué hijo D. Pedro Manrique, Arzobispo de Zaragoza, y doña Ana Manrique, Condesa de Puñonrostro; sesto, à D. Francisco de Mendoza, Prior de Aroche; sétimo, á doña María de Mendoza, mujer de D. Sancho de Córdoba, el de Málaga, segundo señor de Casapalma, Veedor y Comisario general de las guardas de Castilla; octavo, doña Inés de Mendoza, Vizcondesa de Chelva en Valencia, de quien descienden los señores de esta casa, y noveno, á doña Teresa de Mendoza, que casó con D. Antonio de Carvajal.

El D. Diego Hurtado de Mendoza, Marqués de Cañete, Guarda mayor de Cuenca, Montero mayor del Rey, pasó á les estados de Flandes con el Emperador D. Cárlos, donde le sirvió con tanta satisfaccion en todas las ocasiones de paz y guerra que le nombró su Virey y Capitan general de Navarra, y murió en Barcelona el año 1542, yendo al socorro de Perpiñan, habiéndole cercado el francés con grande cantidad de guipuzcoanos y navarros. Fué casado con doña Isabel de Bobadilla, hija de D. Andres de Cabrera, primer Marqués de Moya, Conde de Chinchon, Comendador de Montemolin en la órden de Santiago, de cuyo matrimonio fueron hijos: primero,

D. Andrés Hurtado de Mendoza, que sucedió en la casa; segundo, D. Francisco de Mendoza, Cardenal del titulo de San Eusebio, y Obispo de Búrgos; tercero, D. Hernando de Mendoza, Arcediano de Toledo; cuarto, don Pedro de Mendoza, Comendador de Aledo y Totana, Capitan de hombres de armas, que casó con doña Aldonza de Castilla, el cual tuvo hijos; quinto, D. Rodrigo de Mendoza, Clavero de Alcántara, y Mayordomo de la Princesa de Portugal doña Juana, Infanta de Castilla y Leon; sesto, doña Francisca de Mendoza, que casó con don Luis Laso de Castilla, de quien descienden los señores de Montalvo, el Hito, y Valdecañas, descendiente del Rey D. Pedro, por línea recta de varon, y doña Isabel de Mendoza, que casó con D. Juan Ruiz de Alarcon, señor de Valverde y otros vasallos.

El D. Andrés Hurtado de Mendoza, Marqués de Cañete, Guarda mayor de la ciudad de Cuenca, Montero mayor del Rey, sirvió al Emperador D. Cárlos en lal jornadas de Alemania, Flandes, Túnez y Argel, donde mostró el valor de su persona y clara sangre de sus mayores, por cuyos servicios le proveyó el César por Virey y Capitan general de los reinos de Perú, Tierra firme, Chile y otras islas. Murió ejercitando este cargo año de 1560, siendo casado con doña María Manrique, hija mayor de D. Garci Hernandez Manrique, Conde de Osorno, y fueron sus hijos: primero, D. Diego Hurtado de Mendoza, que sucedió en la casa; segundo, D. García Hurtado de Mendoza, en quien quedó la sucesion; tercero, D. Francisco de Mendoza, Canónigo y Tesorero de la Santa Iglesia de Cuenca; cuarto, D. Pedro de Mendoza, Canónigo y Arcediano de Huete, en la Iglesia de Cuenca; quinto, D. Rodrigo de Mendoza, que murió en la jornada de Inglaterra; sesto, D. Hernando de Mendo

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