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y de todo el socorro necesario, hasta que llegaron á su pátria, por cuya causa, queriendo el pueblo de Milan mostrarse agradecido á dicho caballero, al año siguiente, renovándose las discordias de la nobleza y del pueblo, eligieron por su Capitan al sobredicho Pagano, haciéndole venir con toda su noble familia de Balsasina: fué hecho ciudadano de Milan, y tan lleno de fortuna, que dió principio á sus descendientes, que de mano en mano viniesen á gobernar la ciudad de Milan, en cuyo cargo se portó con toda justicia y rectitud, y hallándose por cabeza de este famoso pueblo, se puso con grande rigor å echar los nobles de la påtria, de donde nacieron las guerras civiles que se siguieron, las cuales muchas veces ensalzaron su casa, y otras muchas fué echada por tierra. Murió este famoso Capitan, despues de ser hecho en Milan Vicario general del Emperador Rodolfo, y fué sepultado en la Iglesia y Monasterio de Claravalle con gran pompa, autoridad y aplauso del pueblo, en un soberbio sepulcro de blanquísimos mármoles, y segun el Coiro, fué puesto en humilde lugar, con unos versos esculpidos encima que vueltos de latin en romance dicen así:

EPITAFIO.

El Capitan del pueblo magnifico y grandioso, la fuerza y defensa de la Iglesia nuestra madre, la flor de toda esta noble pátria y region, yace Pagano como sol en su ocaso de la Torre, consuelo nuestro, abreviado en este mes, murió el año de 1241, á los 6 de Enero.

Segun el Coiro, quedaron despues de la muerte de Pagano, muchos hijos que fueron: primero Hermano de la Torre, padre de Raimundo, Arcipreste de Monza, y electo Arzobispo de Milan; segundo Napo de la Torre, llamado por otro nombre Napoleon, el cual, despues de

la muerte de su tio Felipe, se apoderó del señorío y gobierno de Milan, y fué casado con hija del Conde Oton, de cuya generacion y descendencia volverémos á hacer memoria; tercero, Francisco de la Torre, primero de este nombre, que sucedió en la casa, como luego se verá; cuarto, Caverna de la Torre, que murió ahogado en la Bauro, al pasar un rio, para unirse con los Torrianos, que se habian retirado allí, é ir á Pádua, del cual escriben que tuvo cuatro hijos, que fueron; Pagano, Confederino, Gutifredo, y Juan de la Torre; quinto, Paganino, tuvo tres hijos, que fueron llamados, Paganino, Aguavera, y Cason; sesto, Raimundo de la Torre, fué Obispo de Como y Patriarca de Aquileya, á donde llevó cuando fué á tomar la posesion de aquella provincia, mucha gente noble de Milan por sus criados.

Francisco, primero de este nombre, hijo tercero de Pagano, sucedió en el gobierno y señorio de Milan; fué hombre cruel mas que su hermano, á quien el Rey Cárlos armó caballero despues de la muerte del Rey Manfredo, y de la conquista del reino de Nápoles, el cual, viniendo á batalla con los Vizcondes que habian sido vencidos siete veces de la familia de los Torrianos, fué muerto en la última refriega. Cuenta Bauro, que fué causa de que los Torrianos perdieron el señorio y gobierno de Milan, aunque despues del destierro de 25 años como refieren estos escritores, fueron restituidos los Torrianos á aquel, como antes lo habian tenido, despues de las muertes de Mosca, y de Martino, alcanzándole su hijo primogénito llamado Guidon, como luego diremos, y fueron sus hijos; primero, el ya nombrado Guidon; segundo, Cason de la Torre; tercero y cuarto, Juan de la Torre y Jacobo de la Torre, caballeros de la orden de San Juan.

El primogénito Guidon, primero de este nombre, sucedió en el señorio de Milan á Martino de la Torre, tercero de este nombre su sobrino, en cuyo tiempo vacó la Iglesia de Milan por muerte del Arzobispo Franquíno Parmesano, é hizo grande instancia, para que la tuviese su hermano Cason; pero habiendo entendido que se correspondia con los Vizcondes, le hizo estrechamente guardar, lo cual fué ocasion de haber entredicho en la ciudad de Milan. Este Guidon, ensoberbecido con su fortuna, vino con varios sucesos de guerra que tuvo con Mateo Vizconde á ser desposeido del señorío de Milan, viniendo a morir dentro de Cremona, aunque los hijos y demás familia no dejaban de intentar aquella empresa, acordándose de la sentencia de Cornelio Tácito en el tercero de los Anales, que dice: «No és tan gozosa á los vencedores la libertad, como es intolerable y pesarosa la servidumbre de vencido. » Fueron sus hijos; primero, Francisco de la Torre, segundo de este nombre, que sucedió en la casa; segundo, Simon & Simonino, que fué hombre valeroso en la disciplina militar, pero muy desgraciado, el cual fué muerto en el primer encuentro que tuvo con Galeazo, Vizconde; tercero, Nordino de la Torre; cuarto, Lamural de la Torre, primero de este nombre; quinto, Guidon de la Torre, segundo de este nombre; y sesto, Margarita de la Torre, que casó con Simon Corregio, llevando en dote ocho mil libras.

El cuarto génito, Lamural, primero de este nombre, se retiró con Guidon y Nardino, sus hermanos, en el Bermasco, donde ocupando el valle de Cornelio, fueron señores de él muchos años, en cuyo valle está la montaña del Taso, que está llena de animales de este nombre, de cuya caza era muy aficionado. Lamural dió principio al simbolo y nombre de Taso, poniendo este ani

á

mal en su Escudo de Armas, debajo de la torre, y sobre el escudo timbrado una corneta de caza de color de oro, que ha dado motivo à algunas gentes, entendiendo quo los señores de esta casa traen corneta como señores de las postas, pues vemos que antes que fuesen Correos mayores la traian sobre sus armas en significacion del dominio que tenian del valle de Cornelio, y de la misma manera que el Taso por la montaña, como se ha dicho, la cual vendió Serafin de Tasis, hombre imprudente y poco cuidadoso en materia de hacienda y nada alabado y reconocido á los dones de fortuna. Muriendo Lamural fué sepultado en la iglesia de las Gracias, en el Cornelio, en cuyo sepulcro están esculpidas en mármol unas palabras latinas, que vueltas en romance dicen así:

EPITAFIO.

De la antigua y noble familia de Torrianos, Lamural, llamado Taso, de ánimo invencible á la fortuna, incansable en guerra, amador de paz, de singular vida, yace aquí esperando resucitar en el Señor.

Habiéndose despues multiplicado mucho esta familia de Tasis, se pasaron á vivir á la ciudad de Bérgamo algunos de ella, de los cuales Rugero, sobrino del dicho Francisco, llamándole al servicio del Emperador Federico III, pasó á Germanía y fué hecho Gentil-hombre de su cámara y Montero mayor, por ser muy versado y entretenerse mucho en el estudio de la caza. Vivió Rugero mucho tiempo en aquella córte imperial ocupado en muchos cargos de paz y guerra, hasta que murió, dejando por sus hijos à Simon, que fué su sucesor, y

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Francisco de Tasis, que fué el primogénito, en quien se renovó la memoria del antiguo Francisco, abuelo de Lamural, como se ha dicho, el cual dicen pasó del

principado de Milan à la montaña de Taso. Este caballero, Francisco de Tasis, quedó con los cargos de su padre en la córte del Emperador, cerca de quien no tuvo menor gracia y antoridad que su padre, y por no tener hijos, en su vejez, queriendo llevar adelante sus servicios y favores de aquella corona, llamó uno de los hijos de Simon su hermano.

Simon de Tasis, hijo segundo de Rugero de Tasis, primero de este nombre, hizo su asiento en Bérgamo, donde vivió con grande autoridad y estimacion de todos los Principes de su tiempo, y reconocido de los vecinos del valle y montaña de Tasis, el cual tuvo dos hijos, que fueron: Francisco, cuarto de este nombre, y Rugero, segundo tambien de este nombre, de quien es la sucesion.

El primogénito, Francisco de Tasis, cuarto de este nombre, que despues de la muerte de Francisco su tio se hallaba en servicio del Emperador Maximiliano, le concedió este Principe por especial privilegio, en consideracion de los servicios de sus mayores y suyos, el oficio de Correo mayor, con el dominio y cargo de todas las postas, como se verá por el privilegio de que adelante haremos memoria, que fué de tanta autoridad como por él se reconoce, por ser entonces mas necesario á su órden y estados, por abrirse camino, no solamente de postas por todo aquel estado, mas tambien para las hosterías, como se ve en muchos libros en que estaban registradas sus ordenanzas, por las cuales reconocia la autoridad de dicho oficio, privilegio que se concedió con gracia y permision de todos los reinos y señorios del Imperio, como tambien por los que de nuevo se conquistasen; el cual murió sin hijos, y por su fin dejó ordenado que viniesen de Bérgamo á Cortes

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