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kedive, aspiraba al poder supremo, y á fuerza de intrigas y teniendo por pretexto el mal estado económico del país, se levantó en armas el 9 de Septiembre de 1881 á la cabeza de tres regimientos y se dirigió al palacio de Kedive, pidiendo la destitución del ministerio Riaz Pachá, que en aquel entonces gobernaba, el restablecimiento de los antiguos planes de la armada, y una constitución.

El gabinete francés presidido por Gambetta, era partidario de una acción enérgica en Egipto, y resolvió proteger, de acuerdo con Inglaterra, si es que estaba ésta dispuesta á ayudarlo, ó solo en caso contrario, los intereses comerciales de sus súbditos en Alejandría y Cairo.

En Diciembre de 1881, Arabi Pachá, con objeto de quitar todo pretexto á la intervención de las potencias, publicó un manifiesto ó proclama en la que prometió al Kedive una fidelidad condicional, afirmó su respeto á los directores de hacienda francés é inglés y prometió por último, la libertad política y religiosa.

En 8 de Enero de 1882 el gabinete inglés presidido por Gladstone, y el francés por Gambetta, pasaron por conducto de sus cónsules respectivos en Egipto, una nota idéntica, en la que afirmaban la intención de los dos gobiernos de mantener al Kedive en la situación creada por el firman de 1879 y la resolución de contener por sus comunes esfuerzos, todas las complicaciones exteriores é interiores que amenazaran el régimen establecido en Egipto. Las demás potencias rehusaron aprobar la actitud asumida por estos dos gobiernos.

Por este tiempo en 29 de Enero, cayó Gambetta del poder, y el ministerio Riaz Pachá quiso establecer una administración popular dirigida por Cherif Pachá, pero éste rehusó las proposiciones de la cámara de los notables, por ser incompatibles con la administración de los directores inglés y francés.

Las potencias extranjeras que hasta entonces habían permanecido indiferentes á estos hechos, se adhirieron á fines de Febrero á la nota que hemos mencionado, después de haber acordado Inglaterra y Francia impedir toda intervención de Turquía en este asunto.

La insurrección militar tomaba incremento, y la situación política de Egipto cada día se agravaba más.

Inglaterra y Francia tomaron el acuerdo de comunicar á Turquía la resolución y así lo hicieron el 15 de Mayo de 1882, permi

tiéndoles Turquía intervenir unicamente para proteger á sus nacionales. Comprendiendo el Kedive su impotencia para reprimir la revolución militar y la utilidad que pudiera resultarle de la intervención anglo-francesa, aceptó la nota de 25 de Mayo, actitud que hizo dimitir á los ministros, porque estimaron que los derechos superiores del Sultán de Turquía se lesionaban con la intervención europea.

Los sucesos seguían desarrollándose de tal manera, que obligaron á las potencias á tomar esa determinación, En Alejandría estalló en Junio una revolución popular, en la cual fueron asesinados multitud de europeos, entre los que se contaban muchos franceses, habiendo sido heridos los cónsules de Inglaterra y Grecia, y dos funcionarios del consulado de Italia. Estos acontecimientos levantaron la opinión pública en Francia é Inglaterra, de tal modo, que Mr. de Freycinet, presidente del gabinete francés, declaró que tomaría todas las medidas necesarias para salvar la vida de los nacionales y el honor de la Francia.

136. En vista de estos acontecimientos resolvieron los representantes de las potencias reunir una conferencia con objeto de acordar la no intervención en Egipto, si no de comun acuerdo de las naciones ó en caso de fuerza mayor. La conferencia comenzó sus trabajos el 23 de Junio, y la Puerta protestaba ante los gabinetes europeos. El embajador inglés propuso que la Turquía fuese contra Arabi ayudada con las tropas francesas é inglesas y que si el gabinete otomano rehusaba, Inglaterra se encargaría de restablecer el orden en Egipto.

A esta proposición del gobierno inglés, contestó evasivamente el gabinete turco, y aquel decidió entonces dar órdenes al almirante de su escuadra para que previniese al gobernador de Alejandría que bombardearía la ciudad al menor acto de hostilidad que reali

zaran.

Los representantes de las naciones terminaron sus trabajos en la conferencia, acordando consultar á sus gabinetes respectivos. El almirante inglés que veia á las autoridades de Alejandría levantar fortificaciones para defender la plaza, intimó al gobernador para que cesaran esos trabajos. El gabinete francés rehusó tomar parte activa en estos sucesos, y el mismo día que el almirante in

glés dirigió su ultimatum al gobernador de la plaza otomana aban donó el almirante de la escuadra francesa á Alejandría. No habiendo accedido el gobernador de 'esta ciudad á las pretensiones del almirante inglés, comenzó éste á bombardear á la población el día 11 de Julio, siendo apagados, á las pocas horas, el fuego de los sitiados, y el incendio y el pillaje á que se dedicó la población, destruyó todo aquello que la escuadra inglesa no había destruido. El Kedive amenazado por los soldados de Arabi, se salvó por haberse puesto bajo la protección del almirante inglés.

El bombardeo de Alejandría produjo una sensación inmensa en Europa. La conferencia de Constantinopla acordó pasar una nota al Sultán invitándole á enviar tropas á Egipto á fin de someter, en un tiempo dado á Arabi á su obediencia, y al mismo tiempo ordenaron á éste que compareciera en Alejandría á justificarse. No sólo se negó Arabi á aceptar esas proposiciones, sino que se fortificó en Kafr-Douar, á cinco leguas de Alejandría, amenazando con cortar las canales de agua que servían para abastecer la población.

Viendo el Sultán que era inevitable la intervención europea en Egipto, quiso tomar parte en la conferencia para discutir con las naciones, sobre los intereses de Egipto, declarando Inglaterra que ella por sí sola bastaba para restablecer el orden en aquél, negándose á admitir el concurso de los turcos. Para apoyar esta declaración, dice un autor, el almirante de la escuadra inglesa ocupó militarmente el canal de Suez, lo que contistuyó una verdadera violación del derecho de gentes. Esta actitud del almirante inglés, inquietó mucho la opinión en Francia. Mr. de Lesseps partió para Egipto, y obtuvo de Arabi que respetara la libre navegación del canal y trató de impedir la ocupación militar del mismo.

Mientras Turquía discutía las condiciones de su cooperación con Inglaterra para intervenir en Egipto, las tropas inglesas desembarcaban en Port Said y ocupaban todo el canal, á pesar de las protestas de Mr. de Lesseps. Las tropas inglesas buscaron y persiguieron á Arabi, teniendo encuentros con sus soldados.

No se conformaba Turquía con que Inglaterra interviniera sola en Egipto, sin su cooperación y á todo trance quería tomar parte en ella; firmándose una convención militar que permitió á la Turquía desembarcar sus tropas en Aboukir. Siguieron los ingleses

desembarcando tropas y tuvieron un encuentro decisivo del 12 al 14 de Septiembre que dió por terminada la insurrección egipcia.

La suerte de Eigpto quedó decidida, aunque la opinión en Inglaterra estaba dividida: unos pedían la supresión del ministerio de hacienda anglo-francés y la organización de un sólido protectorado, los otros pedían la anexión, estableciéndose el protectorado y en realidad, como dice un autor, Inglaterra es la que gobierna y su tutela se ejerce allí duramente.

La intervención en Egipto, olvidando ciertos actos realizados por Inglaterra, fué necesaria y se imponía, por que era preciso, como afirma un escritor, poner fin á la anarquía que reinaba en aquel entonces, establecer un gobierno estable, y hacer respetar los intereses internacionales. (1)

(1) Véase: La questión egyptienne et le droit int. par M F. Martens. Revue de droit int. et de legislatión comparée. Año 1882. Pág. 355–E. Dicey: England and Egipt.-Nolte: op cit Pág. 239 tomo segundo.

CAPITULO VII.

LA INTERVENCIÓN EN EL SIGLO XIX.

X. Doctrina de Monroe. (1823)-137. Sus causas y declaraciones.-XI. Intervención en Río de la Plata (1833-1840).-XII, 139. Intervención en

Río de la Plata (1843-1850).—XIII. Intervención en México (1861-1867) --140. Sus causas.--141. Convención de Londres. Negativa de los Estados Unidos.-142. Negociaciones entre México é Inglaterra.— 143. Ocupación de Veracruz por los españoles.-144. Actitud de las potencias aliadas. Retirada de las tropas inglesas y españolas.—145. Ocupación por el ejército francés. Nombramiento de Maximiliano para ocupar el trono de México.-146. El gabinete de Washington.— 147. Negociaciones con Francia.-148. Notas del gobierno americano. -149. Evacuación del ejército francés. Prisión y muerte de Maximiliano.-150. Resúmen.-XIV. Intervención en la Isla de Cuba (1898) -151. Sus causas.-152. El gabinete de Washington.-103. Guerra entre los Estados Unidos y España.-154. Protocolo y tratado de paz. --155. Ocupación de la Isla por el ejército americano.

X.

DECLARACIONES DE MONROE. (1823).

137. No sería posible tratar de los casos de intervenciones ocurridos en los pueblos de América, que es de los que nos vamos á ocupar en el presente capítulo, sin que á cada paso nos salga al encuentro para explicar algunas veces, y otras para solucionar el conflicto, la célebre doctrina expuesta por el que fué presidente de los Estados Unidos de la América del Norte, Mr. James Monroe. Teniendo en cuenta esto, examinaremos, aunque muy á la ligera, esta doctrina, tratando de exponerla con claridad, á fin de que

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