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ficaciones en París en el término de dos meses.-Por Austria, Metternich. Por Francia, Chateaubriand.-Por Prusia, Berestorff-Por Rusia, Nesselrode.-Dado en Verona á 22 de Noviembre de 1822."

86. Inglaterra en vista de la actitud tomada por las poten cias, quiso impedir la guerra, y su gobierno escribió inmediatamente al Duque de Wellington, que se hallaba entonces en París, para decirle que ofreciese la mediación de Inglaterra al gobierno francés en la diferencia que existía entre él y España. El ministro de negocios extranjeros de Francia rehusó aquella oferta diciendo que S. M. Cristianísima apreciaba los buenos sentimientos del rey de Inglaterra en favor de la paz, pero que la situación de Francia respecto de España no era de tal naturaleza que requiriese una mediación entre las dos cortes, y que agradeciendo la oferta, tenía el sentimiento de no poder aceptarla. Apesar de esta contestación, el gabinete británico insistió comisionando á Lord Fitzroy Somerset, teniendo esta tentativa la misma suerte que la anterior, porque el gobierno francés estaba firmemente decidido á proseguir sus intentos. El gabinete británico envió entonces sus despachos á su embajador en París para que los comunicase á M. Chateaubriand, ministro de negocios extranjeros de Francia, los cuales despachos terminaban así en lo que respecta á España: “S. M. el rey de Francia habiendo dado á conocer que sus miras no pueden dar lugar á ningún temor de engrandecimiento al territorio ó establecimiento que pueda exponer á la Corona de España, Usencia hará presente á M. Chateaubriand que estamos resueltos á mantener la más rigurosa neutralidad, en cuanto nos lo permitan el honor y nuestros intereses."

87. Por lo que hemos dicho se comprenderá fácilmente que las potencias de la Santa Alianza habían tomado su resolución, y con arreglo al tratado secreto que hemos transcrito, pasaron sus respectivas notas. La que dirigió M. Chateaubriand á su Ministro en Madrid, Conde de Lagarde, dice así:

«Señor Conde.-Pudiendo variar vuestra situación política á consecuencia de las resoluciones tomadas en Verona, es propio de la lealtad francesa encargaros que hagais saber al gobierno de S. M. C. las disposiciones del gobierno de S. M. Cristianísima,

«Desde la revolución acaecida en España desde el mes de Abril de 1820, la Francia á pesar de los peligros que era para ella esta revolución, ha puesto el mayor esmero en estrechar los lazos que unen á los dos reyes y en mantener las relaciones que existen entre los dos pueblos.

«Pero la influencia bajo la cual se habían efectuado las mudanzas acendidas en la monarquía española, se ha hecho más poderosa por los mismos resultados de estas mudanzas, como hubiera sido fácil proveer.

«Una insurrección militar sujetó al rey Fernando á una constitución que no había reconocido ni aceptado al volver á subir al trono.

«Las consecuencias naturales de este hecho ha sido que cada español descontento se ha creido autorizado para buscar por el mismo medio el establecimiento de un orden de cosas más análogas á sus opiniones y principios.

«El uso de la fuerza ha creado el derecho de la fuerza.

«De aquí los movimientos de la guardia en Madrid, y la oposición de Cuerpos armados en diversos puntos de España. Las provincias limítrofes de la Francia han sido principalmente el teatro de la guerra civil. A consecuencia de este estado de turbación en la Península, se ha visto la Francia en la necesidad de adoptar las precauciones convenientes, y los sucesos que han ocurrido después del establecimiento de un ejército de observación en la frontera de los Pirineos, han justificado la previsión del gobierno de S. M.

"Entre tanto el Congreso, indicado ya desde el año anterior para resolver lo conveniente sobre los negocios de Italia, se reunió en Verona.

"La Francia, parte integrante de este Congreso, ha debido explicarse acerca de los armamentos á que se había visto precisada á recurrir, y sobre el uso eventual que podría hacer de ellos. Las precauciones de la Francia han parecido justas á los aliados, y las potencias continentales han tomado la resolución de unirse á ella para ayudarla (si alguna vez fuere necesario) á sostener su dignidad y su reposo.

"La Francia se hubiera contentado con una resolución tan benévola y tan honrosa al mismo tiempo para ella, pero el Aus

tria, la Rusia y la Prusia han juzgado necesario añadir al acta particular de la Alianza una manifestación de sus sentimientos.

"Estas tres potencias han dirigido al efecto notas diplomáticas á sus respectivos ministros en Madrid; éstos las comunicarán al gobierno español, y observarán en su conducta ulterior las órdenes que hayan recibido de sus cortes.

"En cuanto á vos Sr. Conde, al comunicar estas explicaciones al gabinete de Madrid, le diréis que el gobierno del rey está íntimamente unido con sus aliados, en la firme voluntad de rechazar por todos los medios los principios y los movimientos revolucionarios; que se une igualmente á los aliados en los votos que estos forman, para que la noble nación española encuentre asimismo un resultado á sus males, que son de naturaleza propia para inquietar á los gobiernos de Europa, y para precisarlos á tomar precauciones siempre repugnantes.

"Tendreis sobre todo, cuidado en manifestar que los pueblos de la Península restituídos á la tranquilidad, hallarán en sus vecinos amigos leales y sinceros. En consecuencia daréis al gobierno de Madrid la seguridad de que se le ofrecerán siempre cuantos socorros de todas clases pueda disponer la Francia en favor de España, para asegurar la felicidad y aumentar la prosperidad; pero le declararéis al mismo tiempo que la Francia no suspenderá ninguna de las medidas de precaución que ha adoptado, mientras que la España continúe siendo destrozada por las facciones.

"El gobierno de S. M. titubeará en mandaros salir de Madrid, y en buscar sus garantías en disposiciones más eficaces, si continúan comprometidos sus intereses esenciales, y si puede la esperanza de una mejora que espera con satisfacción de los sentimientos que por tanto tiempo han unido á los españoles y franceses, en el amor de sus reyes y en una libertad juiciosa.

"Tales son Sr. Conde, las instrucciones que el rey me ha mandado enviaros en el momento que se van á entregar al gabinete de Madrid las notas de los de Viena, Berlin y San Petersburgo. Estas instrucciones os servirán para dar á conocer las disposiciones y la determinación del gobierno francés en esta grave ocurrencia. "Estáis autorizado para comunicar este despacho, y entregar una copia de él si se os pidiere.

"París 25 de Diciembre de 1822."

Esta nota, y las dirigidas por los gobiernos de Prusia, Rusia y Austria, fueron entregadas al ministro de Estado español, D. Evaristo San Miguel, en los días 5 y 6 de Enero de 1823, publicándose en el periódico oficial francés El Monitor la que hemos transcrito.

88. Reunido el Consejo de ministros español acordó las contestaciones que habían de dárseles á las potencias, y redactadas éstas se entregaron á cada uno de los cuatro ministros extranjeros, en la mañana del día 9 de Enero. (1)

Como se hallasen abiertas las cortes, se le dió cuenta de las notas y sus contestaciones, presentándose el Ministro de Estado en la sesión del mismo día, en la que, después de dar lectura á las que había recibido de las potencias aliadas, dió á conocer la que él había enviado en contestación. La nota pasada al gobierno de Francia decía así:

«Al Ministro plenipotenciario de S. M. en París, digo con esta fecha de R. O. lo que sigue:

«El gobierno de S. M. Católica acaba de recibir comunicación de una nota pasada por el de S. M. Cristianísima á su ministro plenipotenciario en esta Corte, de cuyo documento se dirige á V. E. copia oficial para su debida inteligencia.

«Pocas observaciones tendrá que hacer el gobierno de S. M. Católica á dicha nota; más para que V. E. no se vea tal vez embarazado acerca de la conducta que debe observar en dichas circunstancias, es de su deber manifestarle francamente sus sentimientos y sus resoluciones.

«No ignoró el gobierno nunca, que instituciones adoptadas libre y expontáneamente por la España, causaría recelos á muchos de los gabinetes de Europa, y serían objeto de las deliberaciones

(1) En la Historia general de España por M. Lafuente, edición de Montaner y Simón, se lee en el tomo 19, pág. 31, la siguiente nota: "Habiendo dicho el Marqués de Miraflores en sus apuntes históricos-críticos, que San Miguel llevó á la Sociedad del Grande Oriente las notas en la misma noche que las recibió y que allí mismo se improvisó la respuesta, San Miguel desmintió este aserto (Vida de Argüelles, tomo I', pág. 460) asegurando que fué obra exclusiva del Consejo de ministros, y que sólo después de extendidas las leyó á cinco amigos suyos y del gobierno, todos diputados, en cuyo seno recibieron dos ó tres correcciones puramente de estilo, sin tocar en nada á la sustancia,"

tria, la Rusia y la Prusia han juzgado necesario añadir al acta particular de la Alianza una manifestación de sus sentimientos.

"Estas tres potencias han dirigido al efecto notas diplomáticas á sus respectivos ministros en Madrid; éstos las comunicarán al gobierno español, y observarán en su conducta ulterior las órdenes que hayan recibido de sus cortes.

"En cuanto á vos Sr. Conde, al comunicar estas explicaciones al gabinete de Madrid, le diréis que el gobierno del rey está íntimamente unido con sus aliados, en la firme voluntad de rechazar por todos los medios los principios y los movimientos revolucionarios; que se une igualmente á los aliados en los votos que estos forman, para que la noble nación española encuentre asimismo un resultado á sus males, que son de naturaleza propia para inquietar á los gobiernos de Europa, y para precisarlos á tomar precauciones siempre repugnantes.

"Tendreis sobre todo, cuidado en manifestar que los pueblos de la Península restituídos á la tranquilidad, hallarán en sus vecinos amigos leales y sinceros. En consecuencia daréis al gobierno de Madrid la seguridad de que se le ofrecerán siempre cuantos socorros de todas clases pueda disponer la Francia en favor de España, para asegurar la felicidad y aumentar la prosperidad; pero le declararéis al mismo tiempo que la Francia no suspenderá ninguna de las medidas de precaución que ha adoptado, mientras que la España continúe siendo destrozada por las facciones.

"El gobierno de S. M. titubeará en mandaros salir de Madrid, y en buscar sus garantías en disposiciones más eficaces, si continúan comprometidos sus intereses esenciales, y si puede la esperanza de una mejora que espera con satisfacción de los sentimientos que por tanto tiempo han unido á los españoles y franceses, en el amor de sus reyes y en una libertad juiciosa.

"Tales son Sr. Conde, las instrucciones que el rey me ha mandado enviaros en el momento que se van á entregar al gabinete de Madrid las notas de los de Viena, Berlin y San Petersburgo. Estas instrucciones os servirán para dar á conocer las disposiciones y la determinación del gobierno francés en esta grave ocurrencia. "Estáis autorizado para comunicar este despacho, y entregar una copia de él si se os pidiere.

"París 25 de Diciembre de 1822."

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