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á la dicha ciudad de Cartagena por ser tan grande el cerco y la fortificacion della, y por el contrario seria muy difícil de hacerlo á la plaza del monte de las Salinas sino fuese con fuerzas superiores, las cuales serian mas dificiles de juntar tan á tiempo que bastasen.

Desta manera bastaria tener de ordinario en la ciudad mucha artillería y municion y vitualla para toda la gente que se pudiese ofrecer meter en ella, que aunque no se ofreciese haberla menester para la propia ciudad, no solo no dañaria á la hacienda de V. M., pero seria para todo de grandísimo servicio, pues que siendo el dicho puerto y ciudad de Cartagena en parte que puede servir de magazen á las plazas de Berbería y de las islas y de su armada, y así mismo para el pasaje de la gente que desde allí se suele enviar siempre á muchas partes, tengo por cosa muy necesaria que haya allí siempre gran provision para todo, tanto mas que pasada la ocasion que la fuerza la puede haber menester, con distribuirlo al cabo del verano á las partes y cosas que di go porque no se pudra y se pierda, se podrá todo renovar cada año sin que haga nueva costa, ó ya que se haga alguna, será tan poca que no será digna de conside

racion.

Y pues en esta provision de vitualla está entendido que demas del bizcocho y harina ha de entrar tambien algun trigo, se acuerda que será necesario no solamente proveerle de muchos molinos de á brazos, pero que tambien se habrán de mandar hacer todos los que se pudieren de viento.

Parecerá por ventura que con ser mucho mayor el rodeo de la dicha fortificacion que no es de la montaña de las Salinas, será asimismo mucho mayor la costa y

será menester mas tiempo para acabar la que no iria à la otra, y no es así, porque con ser el monte nas lejos de la ciudad y mucho mas alto, es cierto que con mas dificultad y mucha mas costa se subirán allá los materiales y todo lo necesario que á la otra parte que cae mas cerca y mas cómoda. Tras esto en el monte no hay cosa ninguna principiada ni aparejada y se habria de hacer todo desde el fundamento, la fuerza, cisternas, magazenes, habitaciones y todo lo demas necesario, y á la otra podrá ayudar alguna parte de fortificacion que está hecha, y vendrá á la mano la tierra de ella para terraplenar lo que fuere menester, y se puede hacer caudal de muchos pozos que hay en la ciudad: habitaciones las hay y podrian con esta fortificacion y ampliacion de la ciudad, concediéndoles alguna esencion y gracias, crecer mucho; y á mi parecer convendria procurarlo con gran diligencia porque cuanto mas poblada fuere, tanto menos gente se le habrá de proveer si se ofreciese la ocasion y la necesidad. Magazenes, aunque se habrán de hacer algunos, todavía vendrá mucho mas cómodo y será mucho mas fácil hacellos allí que en el monte. Mas digo que aun despues de hecha costará por ventura tambien menos el conservarla que la del monte por causa de que no habiendo allá ninguna habitacion ni pudiendo tener esperanza que los de la ciudad se pasen á habitar allí, será menester tenerle de ordinario gran presidio que en la ciudad por ser poblado se excusará, y costaria asimismo el subir allá tanta cantidad de artillería, municion y vitualla como se habria de tenerle siempre, y no costaria menos el bajarla, demas de la dilacion que causaria al despacho de las galeras y otros navíos que la

que

hubiesen de llevar á alguna parte, que aunque parece que puede importar poco la dilacion de un dia ó dos mas o menos, puédese ofrecer ocasion la de pocas horas la haga perder al armada de V. M. de hacer muy grandes y buenos efetos; y así concluyo que, á mi parecer, será de mucho mas servicio y reputacion y no de mas costa el fortificar á la ciudad que al mon. te, y no será la fuerza menos segura si se tiene cuidado de proveerla á sus tiempos como conviene, y será tambien mucho menos dificil de socorrerse, tardará mas, antes menos, en acabarse que la del monte. Todavía yo me remito al parecer de otros que lo entenderán mejor y á lo que V. M. enviare á mandar, que será lo mas acertado. Cuya Católica Persona guarde Dios. Datum en Madrid á 3 de otubre 1576.

ni se

DICTAMEN QUE JUAN ANDREA DORIA DIÓ A FELIPE II EN 11 DE AGOSTO DE 1597 SOBRE LA FORTIFICACION DE

CADIZ.

Por lo poco que alcanzo y he visto no hay plaza tan fuerte que siendo acometida y sitiada de un ejército ó armada muy poderosa no se pierda si no puede ser socorrida; y asi en las fortificaciones que se han de hacer siempre suelo mirar á que sean tales que puedan resistir á cualesquier fuerzas de mar y de tierra hasta poderlo ser; y tras esto que el hacellas cueste lo menos ques posible y quel gasto ordinario para sustentallas sea poco. Teniendo consideracion á todo lo susodicho he reconocido este Jugar de Cádiz como V. M. me tiene mandado, y habiendo llevado conmigo al corregidor D. Fernando de Añasco y al ingeniero Cristobal de Rojas he visto por mis

ojos todos los puestos que hay para fortificar, y así diré aquí lo que se me ofrece.

Y por empezar por la parte de S. Sebastian y Santa Catelina á donde el lugar queda agora abierto y sin defensa ninguna, digo que hay tres opiniones para fortificalle: la una de meter dentro toda aquella punta: la otra, sin alargar nada el sitio de la ciudad, hacelle por aquella parte los baluartes que son menester con su foso y estrada cubierta; y la tercera adelantarse y tomar tanto del sitio de aquella punta que quedase poca plaza para poder alojar un ejército formado y con trabajo pudiese desembarcar gente y quedarse allí. La primera no puedo aprobar porque seria de un gasto excesivo, y para guardalla toda seria menester mucha gente. Tampoco me contenta la segunda porque no remedia á los inconvenientes que hay; y siempre que en aquel sitio puede desembarcarse y alojar un ejército grande, no hay fortificacion que baste para defender al lugar por el buen aparejo que tiene el enemigo de hacer trincheas y henchir el foso, y hacer con la zapa y el artillería todo el daño que quisiere; de manera que la mas acertada de todas, á mi parccer, seria venir adelante con las cortinas de la ciudad hasta á donde el Fratin, que debia de tener la misma opinion, hizo hacer dos caballeros de tierra, los cuales acabándolos de perfeccionar podrian servir; y porque quedan tan apartados el uno del otro que aunque se haga otro en medio, los traveses no podrán ser guardados del arcabucería, he acordado al ingeniero Cristobal de Rojas que piensa remedialio con hacer plataformas en medio dellos, que quizá seria mejor hacer cuatro baluartes si el sitio lo permite, sin otras plataformas. Con esto y con hacer allí un fosc el mas

ancho y hondo que se pueda, con su estrada cubierta, quedaria á mi parecer fortificado el lugar por esta parte todo lo posible y se remediaria á todos los inconvenientes susodichos y para impedir tanto mayormente el desembarcar allí, seria de parecer que sobre unos escollos que estan juntos á aquella cala, se hiciese otra buena plataforma que con alguna artillería guardaria y dificultaria mucho aquel desembarcadero.

Queda agora la frente del lugar hácia tierra firme pues los lados no han menester de mayor defensa de la que tienen, confinando con la mar. En esta tanıbien hay dos trazas diferentes: el ingeniero Cristobal de Rojas querria se hiciese un castillo muy formado junto al lugar, que le hiciese frente; el corregidor D. Fernando aunque aprueba esta traza, inclina á que se podria hacer por la parte de dentro; pero yo entiendo seria mejor excusar el gasto destos castillos y sin alargar ni estrechar el lugar por esta parte, procurar de perfeccionar la fortificacion que hay. La causa porque tratan ellos de hacer el castillo es por parecerles que siendo esta ciudad de mucho trato y acudiendo á ella muchos extranjeros, es menester guardalla que no se pueda perder por él ; pero no me parece queste miedo tenga el fundamento que ellos presuponen porque pocos no pueden hacer el trato estando el enemigo tan lejos y no pudiendo venir por acá sin saberse, y muchos teniendo en el lugar sus haciendas no querrán correr riesgo de ser saqueados, de manera que cesando esta y las demas razones por las cuales parece necesario que en las ciudades que V. M. tiene en Italia y otras partes haya castillos, concluyo que lo mejor es aliorrar esta costa ; y cuando se hubiese de hacer seria de parecer que antes

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