Imágenes de páginas
PDF
EPUB

Orden de la Emperatriz ú D. Pedro de Peralta para que reciba en la fortaleza de Villalpando á seis franceses, y pleito homenaje que les tomó

(Original)

En la villa de Villalpando á veinte é dos dias del mes de otubre año del Señor de mill é quinientos é veinte é nueve años antel señor D. Pero de Peralta gobernador en la dicha villa é su tierra por el Ilustrísimo Señor el Condestable de Castilla é Duque etc., y en presencia de mí Pero de Olea escribano de sus Majestades é del número de la dicha villa é testigos de yuso escrip tos, este dicho dia por parte de los franceses prisioneros que estaban en la fortaleza de la dicha villa fué requerido el dicho señor D. Pero con dos cédulas firmadas de su Majestad de la Emperatriz nuestra Señora que hablaban sobre lo de la libertad é tratamiento que se les habia de hacer, é la otra para que recibiese en guarda juntamente con los que estaban en la dicha fortaleza á otros seis franceses que estaban en la fortaleza de la Mota de la villa de Medina del Campo, é así requerido el dicho señor D. Pero con las dichas cédulas, las tomó en sus manos é las besó é puso sobre su cabeza como á cédulas de nuestro Rey, y en cuanto al cumplimiento dellas dijo que ellas queria complir en todo é por todo segund é como en ellas se contenia, é compliéndolas luego recibió los dichos seis franceses que venieron de Medina por mandado de S. M., de los cuales é de los otros que estaban en la dicha fortaleza, los principales dellos como en la dicha cédula de S. M. se contenia, el dicho señor D. Pero de Peralta tomó é recibió juramento é pleito homenaje á fuer Despaña, en forma, que

[blocks in formation]

ternán por prision la dicha villa é fortaleza della; la fortaleza della de noche, é la villa que puedan andar por ella el dia sin guarda alguna, é por la noche que se retraerán y volverán á dormir á la dicha fortaleza, é que todo lo contenido en la dicha cédula de S. M. lo cumplirán como en ella se contiene al pie de la letra, é ansí mismo que retificaban é retificaron otro ó otros cualesquier pleito homenaje que hayan fecho sobre la dicha prision, é que no escrebirán en Francia ni recibirán cartas de Francia, ni se ausentarán sin licencia é mandado de S. M. ó de su Ilustrisima Señoría, ó del dicho señor D. Pero de Peralta en nombre de S. M. ó de su Ilustrísima Señoría. E todos é cada uno por sí dijo: sí juro, é que ansí lo complirian como caballeros, é lo firmaron de sus nombres é lo otorgaron todo ante mí el dicho escribano segun que mas largo queda y está asentado en las espaldas de las dichas cédulas de sus Majestades, é el dicho señor D. Pero lo pedió ansí por testimonio. Testigos Miguel Destepa, é Francisco de Olea, é Graviel Bermejo vecinos de la dicha villa=Va testado ó diz de Villalpando. Yo el dicho Pedro de Olea escribano é notario público susodicho que fui presente á todo lo que dicho es, é por ende fice aquí este signo atal. En testimonio de verdad-Signo-Pedro de Olea Sigue una rúbrica.

ques

=

RELACION

de lo que en las cosas de la fee se ha hecho en la Dieta de Augusta (1) en el año de 1530.

El documento que sigue, escrito con caractéres del siglo XVI, se ha copiado del archivo del Exmo. Sr. Duque de Frias.

que

Habiendo el Emperador asentado las cosas de Italia, deseando hacer otro tanto en las de Alemania, mantenerlos firmes en la fee, confirmar los que comenzaban á vacilar, y si posible fuese atraer á ella los della se habian apartado, convocó esta Dieta (2) Imperial de Augusta (3) donde sabiendo ser llegados todos los Eletores, Príncipes y Estados del Imperio, y que se predicaban allí los errores no solamente luteranos, mas otros peores quellos, y se comenzaban á dejar muchos sacramentos y cerimonias de nuestra religion cristiana, dióse priesa en el llegar á Augusta el dia de Corpus Cristi porque á despecho dellos herejes se hiciese la procesion que aquel dia en toda la cristiandad se hace, y muchos años ha en aquella cibdad se habia dejado. Como los Príncipes y Estados del Imperio supieron que venia el Emperador, con mucha pompa lo salieron á rescebir : lo mesmo hicieron los Gobernadores de la cibdad, y cuando hobo entrado, el obispo é clerecía de Augusta con su procesion y cirimonias acostumbradas lo recibieron y llevaron á la iglesia mayor, é recibida la bendicion

(1) Ausburgo.

(2) Las mas veces se lee en el manuscrito Diestra por Dieta. (3) Casi siempre dice el original Agusta por Augusta.

la

del Legado que con él venia, y con sabiduría del cual todo lo que allí se hizo, fué tratado en Augusta, S. M. se retrajo en su palacio y dijo á los Príncipes quel dia siguiente queria que se hiciese la procesion con el Sacramento, y él acompañarla por la ciudad. Otro dia por mañana se hizo la procesion, y el Emperador con el Rey de Hungría su hermano, y los Eletores, Principes y Estados del Imperio, escebto el Duque Juan de Sajonia, el Marques Jorge de Brandanburg, el Duque Exnesto de Lunemburg, el Langravio de Asia (1), el Príncipe de Navault (2), como fautores de los errores de Luterɔ, con mucha devocion acompañaron por las calles acostumbradas de la cibdad. Despues desto el Emperador por evitar que los herejes no predicasen, mandó pregonar que ninguno sin su licencia fuese osado de predicar en aquella cibdad, é ansí fue enteramente guardado. Y comenzado á entender en los negocios para que era venido, acompañado de todos los Eletores, Príncipes y Estados del Imperio, vino á la iglesia mayor, y en ella el cardenal arzobispo de Maguncia, Principe Eletor, dijo una misa del Espíritu Santo, y el Pampinelo, arzobispo de Rosano, hizo al Emperador y Estados del Imperio una muy excelente oracion. Despues desto el Duque Federico, Conde de Palatino, habló en nombre del Emperador y en su presencia á los Estados del Imperio, diciéndoles como S. M. dejados sus reinos de España y la Emperatriz su muger é hijos, habia venido primero en Italia é de allí en Alemaña con intencion de pacificar allí las guerras y recibir

(1) Debió decir: de Hesse.

(2) Quizá; de Hanhalt.

sus Imperiales coronas, y aquí asentar los ánimos de los que con estos nuevos errores andaban desasosegados; y pues con ayuda de Dios nuestro Señor lo de Italia se habia hecho conforme al deseo de S. M., les encargaba que cada uno por su parte en lo que aquí se habia de hacer ayudase su buena y santa intencion. Desde á cuatro dias los Príncipes luteranos que arriba nombramos, y con ellos las cibdades de Nuremberga y Reuteling (1), estando el Emperador con los Estados del Imperio en las casas de la cibdad, quisieron presentarles dos escrip turas de un mesmo tenor, la una en latin y la otra en aleman, con que se leyesen públicamente por ganar con este arte el favor del vulgo. El Emperador que conosció la cabsa porque ellos lo pedian, en ninguna manera quiso conceder que la escritura allí se leyese (2); pero por mostrar cuan beninamente se habia con ellos, permitió quel dia siguiente la leyesen en el palacio de S. M.; y porque en ella declaraban sus opiniones en las cosas de la fee, algunas de las cuales eran católicas, y otras muy contrarias á nuestra religion cristiana, con parescer del Legado por una parte y por otra de los Eletores y Príncipes y Estados del Imperio, mandó á ciertas personas de diversas naciones de buena vida y dotrina, que viesen aquella escriptura y aprobasen lo bueno é reprobasen lo malo: lo cual por ellos hecho, y por el Legado, Príncipes y Estados del Imperio aprobado, el Emperador lo mandó leer públicamente en el lugar donde la escriptura de los luteranos se habia leido, los cuales pedieron treslado; pero S. M. por no estar con ellos en disputa de cosas ya por concilios é

(1) Reuttlingen.

(2) El manuscrito dice: liese.

« AnteriorContinuar »