da en la fuerza moral, que cuando ataca sin mas armas que su fuerza fisica?
Lo cierto es que la revolucion, al luchar con un poder despótico, aunque parezca fuerte, triunfa casi siempre de su contrario, y triunfa cuando menos lo esperaba. Eso sucedió en 1820.
Acaso se nos crea parciales y apasionados en la reseña que de aquella época acabamos de hacer; pero examinando friamente. como nosotros, los acontecimientos que entonces pasaron y los sucesivos trastornos á que dieron y están dando orígen todavía. se comprenderá la justicia de nuestras apreciaciones históricas y la imparcialidad, quizás severa, con que cumplimos nuestra mision de historiadores, despojándonos en lo posible de afecciones de partido y de simpatías de sistema.
La verdad, y solo la verdad histórica, guia nuestra pluma, y el sentido comun ilustra nuestro entendimiento. Quédese para historiadores mercenarios ó fanatizados la gloria de tergiversar hechos en alabanza de su partido y sus doctrinas, y de calumniar y ofender la memoria de los que no pensaron ni obraron como ellos. Nosotros escribimos esta Historia politica y parlamentaria de España sin encono y sin lisonja; sin otro objeto que el de presentar un cuadro fiel y exacto de nuestras modernas revoluciones para que sirva de escarmiento en lo presente y de enseñanza en lo futuro.