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ciendo quél no podia sustentar aquella ciudad; y el cabildo y los vecinos estantes en ella requirieron á Francisco de Villagra, que pues ella caia en los límites desta mi gobernacion, que la tomase á su cargo, y en mi nombre la proveyese de su mano para que se pudiese sustentar y perpetuar. Y viendo él que desta parte de la mar del Sur de otra no puede ser favorescida, la reduxo en nombre de V. M. bajo de mi proteccion y amparo, como, si fuere servido, podrá mandar ver por el auto judicial que sobresto se hizo, y asimismo por el traslado de la instruccion que yo envié al dicho Teniente de lo que habia de hacer y ordenar para el pró de todo, que ambas escrituras van con esta carta, y con el duplicado de las que llevó Alonso de Aguilera, en pliego para V. M., endereszado á la Real Audiencia de los Reyes, para que lo encaminen á recaudo al secretario Joan de Samano.

En el despacho, que llevó Alonso de Aguilera, decia en mis cartas que en poblando en las provincias de Arauco, despacharia al capitan Gerónimo Alderete, criado de V. M., con la descripcion de la tierra y relacion de toda ella y con el duplicado. Y como testigo de vista que es de los servicios que á V. M. he hecho así en estas provincias, como en las del Perú, sabria dar muy entera relacion; es su persona tan necesaria é importante al servicio de V. M. para en las cosas de acá, que así por esto como por esperar á poblar en el rio de Valdivia, que tengo por cierto es el riñon de la tierra y donde hay oro sobrella, hasta questo se haga, se dilata su ida por ocho ó diez meses; y á la hora será más á apropósito y llevará más claridad de lo que conviene al servicio de V. M. y yo deseo.

Asimismo hago saber á V. M. que yo traigo á la continua muy ocupado al dicho capitan Gerónimo Alderete en cosas de la guerra y lo más importante al servicio de V. M. que puede ser en estas partes. Y á esta causa, él no puede atender, como queria y es obligado, al oficio de tesorero de las Reales haciendas de que V. M. le mandó proveer y hacer merced. Y aunque yo he intentado de proveer de otro tesorero, hasta que V. M. avisado de su voluntad mande proveer en esto, por tenerle lástima viendo lo que trabaja, no lo ha querido dexar, diciendo quiere servir en él, aunque trabaje en lo demás, hasta que V. M. sea avisado dello y servido de mandar proveer á otra persona que no tenga las ocupaciones tan justas para lo dexar de servir como él tiene. Yo suplico á V. M. muy humillmente sea servido enviar á mandar proveer persona que lo use y tenga como es menester y conviene. Por muy largos tiempos guarde Nuestro Señor la sacratísima persona de V. M., con aumento de las cristiandad y monarquía del universo.-Desta ciudad de la Concepcion del Nuevo Extremo, á 25 de Septiembre de 1551 años.-S. C. C. M.-El más humill súbdito, vasallo y criado de V. M., que sus sacratísimos pies y manos besa.-Pedro de Valdivia.

RELACION DE LOS SERVICIOS DE PEDRO DE VALDIVIA EN EL PERÚ Y CHILE, DIRIGIDA AL EMPERADOR POR LA JUSTICIA Y REGIMIENTO de la ciudad de VALDIVIA. (1)

S. C. C. M.

Por cumplir con la obligacion natural que tenemos, como súbditos y leales vasallos de V. M., hacemos por esta, relacion de los muchos, grandes y calificados servicios quel gobernador Pedro de Valdivia á V. M. ha hecho, así en las provincias del Perú, como en estos reinos nuevamente por él conquistados.

V. M. ha ya sabido, como al tiempo que vino á las provincias de Chile, pobló en el valle de Coquimbo en el asiento más conveniente la cibdad de la Serena; es de poca gente y muy bellicosa, tiene buen puerto de mar, donde hacen escala los navios que vienen de los reinos del Perú á estos. Y como asimismo pobló en la provincia de Mapocho, questaba poblada de indios que fueron subjectos á los Ingas, señores del Perú, la cibdad de Santiago, en un valle muy fértil é abundoso, en el comedio de la tierra, doce leguas de la mar donde hay buen puerto. Y como en la conquista y pacificacion destos indios, y sustentacion destas cibdades pasó grandes y excesivos trabajos, porque á causa de las guerras continas que con ellos tuvo, y de la gran riqueza del Perú, no menos trabajo pasó en sustentarse con los españoles, que

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consigo tenia, que en resistir á los naturales, hasta tan-, to que un capitan llamado Alonso de Monroy, que envió. por socorro á los reinos del Perú, vino con él, y con la gente que traxo y parte de la que acá tenia, pobló aquella cibdad de gente noble, y traxo los naturales so eldominio de V. M.

Despues de haber poblado dichas cibdades, teniendo noticia desta tierra ser poblada, tan bien como lo ha mostrado, habiendo parte della descubierto con capitanes por mar, gastó gran suma de pesos de oro en traer gente á estos reinos para la conquista y pacificacion destas tierras, así por su persona al tiempo que fué á servir á V. M. á los reinos del Perú en la rebelion y allanamiento de la tiranía que Gonzalo Pizarro tuvo en ellos, como vuelto que fue á estos reinos, con capitanes que envió por gente para seguir su conquista adelante, para cuyo efecto fue necesario adeudarse de nuevo en encabalgar y proveer de armas y las demás cosas necesarias á la guerra á todos los soldados que consigo habia traido, comprándo-. lo todo á peso de oro, porque como los despoblados que se pasan de los reinos del Perú á estos, son tan largos y estériles, y la navegacion por la mar dificultosa, vienen muy pocos caballos acá, y los que en la tierra se han criado y crian son muy pocos y caros, porque un caballo razonable vale de mill castellanos arriba. Y á esta causa está adeudado en más de trescientos mill castellanos de oro, y cada dia se adeuda más, con celo de servir á V. M. Habiendo encabalgado esta gente y proveido las cosas necesarias para la guerra, salió de la cibdad de Santiago y vino por la tierra adelante, conquistando hácia el estrecho de Magallanes los naturales que se le resistian, hasta llegar á las provincias de Arauco, donde

halló gran resistencia en los indios, con los cuales tuvo muchos recuentros y guazabaras, habiéndolos primero requerido de paz y hecho lo que V. M. manda, procurando que se les hiciese el menor daño. Y con su buena industria los sojuzgó y conquistó y pacificó, y pobló una ciudad, que puso por nombre la Concepcion: está en muy buen asiento, puerto de mar, cincuenta leguas de la cibdad de Santiago.

Habiendo poblado esta cibdad, dexando en ella para su sustentacion el recaudo conveniente, se partió con hasta ciento cincuenta hombres de caballo, é vino conquistando y pacificando los naturales, hasta llegar donde ahora está fundada la cibdad Imperial; é habiendo conquistado la gente que halló, en el mejor sitio pobló esta cibdad. Está fundada entre dos rios, quel uno dellos es muy caudaloso y hondable, en que se hace un puerto de mar, está dos leguas della; es muy buena comarca de tierra é bien poblada. Púsosele este nombre, porque en aquella provincia y esta, en la mayor parte de las casas de los naturales, se hallaron de madera hechas águilas con dos cabezas. En esta cibdad hizo ochenta vecinos, la mayor parte dellos hijosdalgo; está de la cibdad de la Concepcion veinte y cinco ó treinta leguas.

Acabada de poblar esta cibdad, prosiguiendo su conquista comenzada, prosupuesto todo trabajo, sin descansar cosa alguna, que segun su edad y trabajos pasados le era necesario quietud, salió desta cibdad con hasta ciento y veinte hombres de caballo, viniendo prolongando la tierra, conquistando la gente que hallaba ó se le resistia, hasta que llegó á esta cibdad de Valdivia, veinte leguas poco más de la cibdad Imperial. Púsole este

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