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gunas compañías de paisanos, la guarnición de Gerona y los somatenes y gente del Ampurdán. De este modo se desbarató el plan de los franceses, quienes, vencidos en un encuentro y llevándose á su general herido, regresaron al Rosellón, prendiendo fuego en su retirada á la venta nueva y al lugar de la Junquera.

Esta campaña de Le Bret tuvo las más funestas consecuencias para los franceses. Irritados los somatenes y migueletes con el incendio de la Junquera, pidieron venganza al duque de San Germán, quien se ofreció á llevarles á su vez al Rosellón así que hubiese organizado un cuerpo expedicionario. No tardó el duque en cumplir su promesa, y en 1674, ordenadas las tropas y reunidos nueve tercios por parte de la provincia, se dispuso á cumplir lo prometido.

CAPÍTULO XXXVIII.

Conspiración para entregar el Rosellón.-Inés de Llar.-Sus amores con un capitán francés.-Revela la conspiración.-Plan de la conspiración.-Tormento y muerte de los conspiradores.—Inés de Llar se retira á un convento.-Los migueletes. -Triunfos del duque de San Germán en Rosellón.-Toma de Bellagarde.—Batalla de Maurellas.— La escuadra francesa rechazada por la borrasca.-Muerte de Dárdena.—Levanta el campo el ejército francés.-Levanta el suyo el duque de San Germán. Los franceses penetran en Cataluña.-Prepa rativos contra franceses.-Se alza la bandera de Santa Eulalia.-Insubordinación del tercio barcelonés.-Sale el tercio de la ciudad.— El francés dueño del Ampurdán.-Se apodera de Báscara.-Sitio de Gerona.-Muerte del bayle de Masagoda.-Levántase el sitio de Gerona.-Valor de los migueletes.-Defensa heróica de Boneu en Massanet.-Capitulación de Bellagarde.-Sitio de Puigcerdà.-Protesta de Barcelona.

(1674 Y 1675.)

Antes, empero, de abrirse esta nueva campaña, una vasta conspiración, que desgraciadamente frac asó por causa idéntica á la que había hecho descubrir la de Tomás de Banyuls, estuvo á punto de poner el Rosellón en manos de los españoles. Pretendiendo que Felipe IV no tenía derecho para enajenar ni el Rosellón ni el Conflent, lo cual era cierto, y que el rey de Francia no mantenía los privilegios de la provincia, cosa cierta también, un gran número de personas, así del Rosellón como del Conflent, habían urdido un vasto complot para entregar aquellos países á las tropas españolas. Por una intriga de amor fué descubierta la trama y desbarado el plan de los conspiradores, en Marzo de 1674. Inés de Llar, hija de un noble caballero llamado Don Carlos de Llar, que residía en Villafranca del Conflent,

sostenía relaciones amorosas con un capitán de infantería llamado Courté, que estaba de guarnición en dicha villa. Eran principales jefes del complot el padre y el hermano de Inés, en cuya casa se tenían secretamente las reuniones. La conspiración estaba bien urdida: debía estallar en la noche del viernes al sábado de la semana de Pasión; pero las vacilaciones de D. Jerónimo Dualdo, general de artillería y gobernador de la plaza de Puigcerdá, con quien se contaba, hicieron retardar la explosión hasta el jueves siguiente, y este retardo fué causa de que fracasara el plan. Dos días antes del término fatal, los cuatro principales conjurados se hallaban reunidos en el aposento de D. Francisco de Llar, inmediato al de su hermana, la cual, al través del tabique que dividía las dos habitaciones, oyó algunas palabras que la llenaron de sorpresa. Prestó el oído; entendió que se trataba de la vida de su amante, y redoblóse su atención. Los conjurados hablaban de la guarnición de Villafranca que debía ser sorprendida por soldados españoles venidos de Puigcerdá, los cuales habían de entrar en la villa disfrazados para permanecer ocultos en las casas de los comprometidos. También se hablaba del gobernador de Villafranca, Perlán, y del capitán de infantería Courté, diciendo que había que matarles si oponían la menor resistencia cuando fuesen á apoderarse de ellos en sus casas. La joven Inés, temblando por la vida de su amante, pálida y azorada, corrió á revelar á Courté lo que pasaba, sin advertir quizá que le hacía dueño de la vida de su familia. Courté dió aviso al gobernador Perlán, y así fué como quedó descubierta la conspiración.

Inmediatamente se dictaron órdenes para prender á los conjurados. De éstos pudieron escaparse á Cataluña, D. José de Villafranca y Terreros, D. Francisco de ⚫ Llar, D. Carlos de Banyuls, José Gelcén, el Dr. José

TOMO XVI

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Fort, José Puig, Pedro Junci y otros. Entre los presos quedaron D. Carlos de Llar, D. Manuel Descatllar, D. Juan de Soler y el Dr. Francisco Puig. D. Manuel Descatllar, tío de Inés, hizo en el tormento revelaciones importantes. Por él se supo que durante la noche designada 200 españoles debían ocultarse en una gruta vecina á Villafranca, y al amanecer del día siguiente algunos migueletes, llevando ocultas sus armas entre haces de paja, habían de entrar en la villa. Llegados á la casa de uno de los cómplices, estos migueletes, armándose repentinamente, se hubieran arrojado sobre los guardias de los portales, secundados por los conspiradores, y al rumor de sus tiros, los hombres escondidos en la gruta debían caer sobre la villa. Al propio tiempo, partidas de paisanos ganados por los jefes de la conspiración habían de llegar á la villa, y un cuerpo de tropas salido de Puigcerdá y tomando su ruta por el Capsir se hubiera encontrado durante la mañana del día señalado en los alrededores de la población para hacerse dueño de ella. Estaba también acordado que por su parte el virrey de Cataluña, entrando en Vallespir por Maurellas, caería rápidamente sobre Illa, y las dos fuerzas reunidas marcharían contra Perpiñán, cuya plaza debían entregar los comprometidos en la conspiración.

D. Carlos de Llar, D. Manuel Descatllar y muchos otros conjurados perecieron, unos en el tormento, otros á manos del verdugo. Sus cabezas fueron colocadas en jaulas de hierro á las puertas de la plaza, cuya entrega habían meditado. Al pie de la cabeza del segundo cónsul de Villafranca, que formaba también parte de la conspiración, se puso este cartel:

Consul

nec regi, nec patriæ, nec sibi consulens
consulti nec revelati conspiratoris
justas justo consilio

sic liut pænas.
1674.

Perlán, que no había tenido más trabajo que transmitir al lugarteniente Le Bret las noticias que le diera Courté, fué recompensado con la donación de los bienes de uno de los principales conjurados. En cuanto á los dos autores del descubrimiento del complot, fueron uno y otro reducidos á prisión: Courté, por no haber querido poner de manifiesto las cartas que recibiera de su amada, deseoso de salvar su reputación, y la desdichada Inés por haberlas escrito. Puestos en libertad al terminarse el proceso, Courté partió á reunirse con su regimiento, y la infeliz joven, la infortunada Inés de Llar, condenada por la opinión, deshonrada públicamente, fué á sepultar en un claustro su vergüenza y los remordimientos de haber entregado al verdugo la cabeza de su padre 1.

1 Relación de lo pasado en Cataluña, por el capitán De Caissel.Henry, en su Historia y en su Guía del Rosellón.-Feliu de la Peña. El proceso original en que consta todo existe hoy en poder de M. Víctor Aragó, de Montpeller, y de él me procuró datos y copias la cariñosa amistad del Sr. D. José Martí, correspondiente de la Academia de la Historia, en Puigcerdá. Y por cierto que no puedo resistir á la tentación de copiar aquí, el acta notarial de la escena del tormento que se hizo sufrir á D. Carlos de Llar; acta horrible que no se puede leer sin extremecerse. Dice así:

"PROCÉS

de las conspiracions sobre les plases de Vilafranca, Perpinyá, Salses, Castell del bans y altres (1.000 páginas).

(Página 73.)

Divendras als quatre de maig de mil sis cents setanta y quatre.
Constituits personalment Messieurs De Prat y de Queralt, consellers

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