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comun, que unos muchachos que sàlian de una academia, habian incendiado un petardo carretillo dentro de un portal de las casas inmediatas al Buen Suceso, y que el ruido se creyó que no fuese otro.

El oficial de guardia del principal habia acudido tambien, porque le dieron parte de la ocurrencia, pero de sus averiguaciones resultaba lo mismo que digeron los agentes del gobierno político. El comisario que pasó á palacio manifestó de vuelta de su comision, con referencia á un palafrenero llamado Juan Rovira, y un empleado de las caballerizas que se lo habia oido al cochero, que habian dicho que al volver S. M. de paseo, un poco despues de la aduana, le habian disparado dos tiros de un carruaje que estaba parado; pero que sin duda habia sido con pólvora sola, porque á nadie habian lastimado.

D. ESTAMISLAO MARCOS, mayor de edad, jefe de la ronda de S. P., dijo: Que en vista de las órdenes que le habia dado el señor secretario del gobierno político, pasó á la calle de Alcalá en compañía del sub-comisario Molina, y al llegar á la inmediacion de la casa de diligencias peninsulares, preguntó á dos muchachuelos de los que suelen acudir por allí de contínuo, si habian oido alguna cosa, los cuales le manifestaron que nada habían oido: llegó despues á preguntar á dos de los carabineros que están de servicio en la misma casa de diligencias, y estos le manifestaron que habian oido como una carretilla disparada en la acera de enfrente entre el café nuevo y la acera del Buen Suceso. En seguida preguntó á algunos de los mayorales ó postillones que suelen estar parados á la puerta de la citada casa, y le confirmaron lo mismo. Al llegar al sitio referido no estaba parada la berlina que habia allí al pasar S. M,, y hechas estas averiguaciones, volvió inmediatamente á dar parte al señor secretario.

D. RAMON GOMEZ, comisario de la cuarta demarcacion, mayor de edad, dijo: Que en virtud de las órdenes que recibió del señor secretario de la jefatura política, pasó al real palacio y despues á las caballerizas, en donde averiguó con referencia al palafrenero Juan Rovira y á otro empleado de la casa; con referencia al tronquista que habia ido de paseo con S. M., que al volver de este la reina y un poco despues de la aduana le habian disparado dos tiros desde un carruaje que estaba parado;

pero que sin duda habia sido con pólvora sola porque á nadie habian lastimado, y que S. M. habia salido sin escolta. En seguida dictó auto el juez mandando practicar inmediatamente un escrupuloso reconocimiento de las dos aceras de la calle de Alcalá inmediatas al lugar de la ocurrencia.

DILIGENCIA DE RECONOCIMIENTO Y SU RESULTADO. El juez de esta causa con asistencia del escribano y del alguacil se constituyó en la calle de Alcalá y sitio donde aparece tuvo lugar la ocurrencia que motiva la formacion del sumario, y habiéndose buscado faroles para poder practicar el reconocimiento acordado, se verificó este con la mayor prolijidad por el espacio de una ho ra; pero siendo ya muy avanzada la de la madrugada y no advirtiéndose cosa alguna, se suspendió la diligencia para continuarla en otra hora.

D. CARLOS SERNEN, comisario, mayor de edad, dijo: Que para hacer las investigaciones convenientes se dirigió en compañía de D. Estanislao Marcos y del subcomisario D. José Molina á la calle de Alcalá, y el declarante al principal, donde preguntó al oficial de guardia, quien le contestó que nada sabia ni habia notado; pero despues encontró á Marcos, segun babian convenido, y al subcomisario, los cuales le manifestaron que segun sus indagaciones, unos muchachos habian disparado unas carretillas, cuyo ruido habia dado lugar á la ocurrencia de que se trata.

MANUEL MARTINEZ, mayor de edad, tronquista de S. M., que vive en caballerizas, galería principal, núm. 9, dijo: Que en la tarde de ayer, como á las ocho menos cuarto, venia con S. M. en una carretela abierta, y al pasar por la calle de Alcalá un poco mas abajo de las diligencias peninsulares, yendo el carruaje por la acera de la izquierda, aunque inmediato al arroyo, oyó un tiro que á su parecer salió de entre una porcion de gente que habia parada en la acera de la derecha yendo á la Puerta del Sol, y una berlina que estaba en el mismo punto: que al oir este tiro los caballos del carruaje se asustaron un poco, pero él los sujetó. Como medio minuto despues se oyó otro tiro en el mismo punto, por lo que el declarante volvió la cabeza por si S. M. le daba alguna órden, y no haciéndolo y mandándole seguir el caballerizo, con tinuó con el car: uaje atravesando la Puerta del Sol hasta la calle Mayor en que S. M. le mandó parar preguntando á su augusta prima la Srma. Sra. infanta Doña Josefa que iba en su compañía,

así como su padre el Srmo. Sr. infante D. Francisco de Paula, si se habia asustado, á lo que S. A. contestó que sí, y mucho, y S. M. y el caballerizo de campo le mandaron seguir y de prisa: que al bajarse S. M. en palacio manifestó que no se habia asustado nada y que habia sentido pasar la bala por delante, lo queconfirmó S. A. la señora infanta: que al llegar á palacio S. M., contó lo ocurrido al garzon de guardia, que el declarante cree que es el hijo del Sr. conde de Puñonrostro: y que como venia con el cuidado del tiro, ni concció á ninguna de las personas que habia paradas, ni vió arma alguna, ni aun vió la claridad de los tiros.

SERAFIN CORREA, casado, lacayo de S. M., que vive en caballerizas, y es de 34 años de edad, dijo: Que viniendo anoche de servicio con S. M. ea la trasera de la carretela abierta en que venia S. M. de paseo, y siendo como las ocho ú ocho y cuarto de la noche, al pasar por frente de la casa de diligencias peninsulares y un poco mas abajo, oyó como el tiro de un cachorrillo que á su parecer salió de entre la gente que habia allí parada, y como por entre la caja y el pescante de una berlina que estaba parada un poco mas allá de la casa de diligencias, viendo la claridad el declarante que se volvió inmediatamente á su compañero el mancebo que iba con él en la trasera, y le dijo «¡qué picardía!» y á este tiempo volvieron á disparar otro tiro desde dentro de esta misma berlina, segun la claridad que se percibió, aunque sin poder asegurar si era por persona que estuviese dentro del carruaje, ó de las que estuviesen á su costado y lo hiciesen por las ventanillas: que habia mucha gente hacia el sitio donde esto ocurrió, pero no vió armas ni conoció á nadie, ni las personas que habia allí corrieron, ni vió demostracion alguna, solo los caballos se asustaron al primer tiro, y conteniéndolos el cochero pasaren bien de prisa la Puerta del Sol, sin detenerse hasta la calle Mayor, en que el caballerizo hizo parar el coche, creyendo que S. M. lo llamaba; pero no siendo así, porque S. M. iba hablando de lo ocurrido, continuaron bien de prisa hasta palacio.

D. JOAQUIN JURADO, correo de S. M., de 42 años, que vive en las reales caballerizas, dijo: Que en la noche de ayer como á las ocho, volviendo de paseo con S. M., y yendo en su puesto, que es como treinta ó cuarenta varas delante del

tiro, al llegar á la Puerta del Sol, y sitio en que antes estaba la fuentecilla delante del Buen Suceso, oyó sonar detrás un tiro ó trueno regular, volvió la cara deteniéndose un poco, y entonces vió que de dentro de un coche que estaba parado delante de la casa de diligencias peninsulares, salió otro tiro por la puertezuela de la izquierda, al mismo tiempo que pasaba el carruaje de S. M.; no pudiendo asegurar si sería desde dentro ó por alguna persona que estuviese fuera, lo que podia ser muy bien, por ser un carruaje de los bajos: que se detuvo hasta que llegó el carruaje; pero viendo que este continuaba su marcha, volvió á ocupar su puesto, siguiendo basta palacio, donde al apearse S. M. en la escalera, dijo al oficial de alabarderos, que le parece es un hijo del Sr. conde de Puñonrostro, que la habian disparado dos tiros, y que la habian pasado las balas por delante.

MANUEL VELA, casado, delantero de los coches de S. M., de 27 años, que vive en las reales caballerizas, dijo: Que al volver de paseo con S. M., y al pasar por frente á las diligencias peninsulares, oyó un disparo como de un cachorrillo, por lo cual los caballos del tiro se asustaron un poco; entonces volvió la cabeza, y oyó otro segundo tiro de la misma clase que el anterior, viéndole salir junto á un carruaje que estaba parado á la puerta de la casa de diligencias; no pudiendo asegurar si sería de dentro ó de fuera del mismo carruaje que siguió con el tiro un poco mas de prisa hasta la calle Mayor, en que S. M. mandó parar un momento, segun ha oido á sus compañeros, para preguntar á S. A. si se habia asustado, continuando en seguida con mas rapidez hasta palacio: que no vió armas ni notó movimiento alguno en la gente inmediata al sitio de la ocurrencia, ni conoció á persona alguna de las que estaban por allí, y que con la precipitacion con que iban, ni él ni sus compañeros pudieron tomar señas exactas del carruaje que estaba allí parado.

BENITO GIL, casado, palafrenero de S. M., de 34 años, que vive calle de Hortaleza, núm. 43, cuarto bajo, dijo: Que venia en la trasera del carruaje de S. M. cuando volvia de paseo, en compañía del lacayo, y vieron y oyeron disparar un tiro como de pistola ó cachorrillo por entre la caja y pescante de una berlina baja que habia parada en la acera de la derecha de la calle de

Alcalá, un poco mas abajo de la puerta de las diligencias peninsulares, y entonces el compañero le dijo ¡qué picardía!» y en el mismo momento vieron disparar otro tiro por la portezuela del referido carruaje. Que la carretela de S. M. siguió su camino despues de haberse espantado un poco los caballos: que á la entrada de la calle Mayor se detuvieron para hablar S. M. con el caballerizo, y en seguida continuaron bien de prisa hasta palacio que no vió ninguna arma ni movimiento alguno en las diferentes personas que habia allí paradas, de las cuales no pudo conocer á nadie por ser de noche, y por la precipitacion con que iba el carruaje de S. M.

JUAN ROVIRA, Soltero, de 48 años, jornalero de caballerizas, que vive en las mismas, dijo: Que viniendo de paseo con el carruaje de S. M. á las ocho de la noche de ayer, iba montado detrás del mismo carruaje, cuando sintió un tiro que salió de den. tro de un carruaje que estaba parado junto à la casa de diligencias generales y peninsulares: que era una berlina, al parecer de alquiler, y es de las que tienen el pescante unido á la caja, y los caballos al parecer de poco valor: que en seguida fijó la atencion y vió disparar otro por entre la caja y el pescante del mismo carruaje: que los dos tiros parecian de pistola de piston que no notaron movimiento alguno entre la gente inmediata al citado carruaje, ni que corriese nadie, ni vieron ármas ni ninguna otra cosa notable: que el carruaje de S. M. siguió adelante á buen paso hasta la entrada de la calle Mayor que paró un poco sin saber por qué, y en seguida mandaron al cochero que siguiese adelante llegando á palacio sin novedad.

BENITO FERNANDEZ, casado, palafrenero de S. M., de 27 años, vive en las reales caballerizas, dijo: Que iba el dia 4 de palafrenero del caballerizo de S. M., y al pasar por delante de la casa de las diligencias peninsulares, oyó un tiro, viendo salir un fogonazo por entre el pescante y la caja de una berlina bajita que habia parada un poco mas abajo de dicha casa de diligencias; que los caballos del tiro se asustaron un poco, y en seguida salió otro tiro de dentro del mismo carruaje, no viendo que hubiese gente dentro, ni tampoco llamase la atencion á la que habia allí parada: que no vió arma de ninguna especie, aunque los tiros parecian de cachorrillos ó pistolas: que el carruaje de S. M. siguió adelante hasta la calle Mayor, donde paró Томо 1.

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