Obras de don Diego de Saavedra Fajardo y del licenciado Pedro Fernandez Navarrete

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M. Rivadeneyra, 1853 - 560 páginas

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Pasajes populares

Página 391 - ... instrumentos con que navegar los mares , penetrar los montes, y sacar aquella materia, que tantos cuidados, guerras y muertes causa al mundo. Están en los muladares los...
Página 3 - En la trabajosa ociosidad de mis continuos viajes por Alemania y por otras provincias pensé en esas cien Empresas que forman la Idea de un príncipe político-cristiano, escribiendo en las posadas lo que había discurrido entre mí por el camino...
Página 218 - Los franceses son corteses, afables y belicosos. Con la misma celeridad que se encienden sus primeros ímpetus, se apagan. Ni saben contenerse en su país ni mantenerse en el ajeno: impacientes y ligeros. A los ojos son amables; al trato, insufribles; no pudiéndose conformar la viveza y libertad de sus acciones con el sosiego de las demás naciones. Florecen entre ellos todas las ciencias y las artes.
Página 170 - Ama los ingenios fogosos y precipitados, y el gobierno ambicioso y turbulento. Nunca se satisface del presente, y siempre desea mudanzas en él. Imita las virtudes ó vicios de los que mandan.
Página ix - POLÍTICO-CRISTIANO escribiendo en las posadas lo que había discurrido entre mí por el camino, cuando la correspondencia ordinaria de despachos con el Rey nuestro señor y con sus ministros, y los demás negocios públicos que estaban á mi cargo, daban algún espacio de tiempo.
Página 18 - Acucioso debe el Rey ser en aprender los saberes ; ca por ellos entenderá las cosas de reyes, y sabrá mejor obrar en ellas.» Igualmente se preciaba Julio César de las armas y de las letras; y así, se hizo esculpir sobre el globo del mundo con la espada en una mano y un libro en la otra, y este mote : Ex utroque Caesar; mostrando que con la espada y las letras adquirió y conservó el imperio.
Página 466 - ...Me persuado a que si antes que éstos hubieran llegado a la desesperación que les puso en tan malos pensamientos, se hubiera buscado forma de admitirlos a alguna parte de honores, sin tenerlos en la nota y señal de infamia, fuera posible que por la puerta del honor hubieran entrado al templo de la virtud y al gremio y obediencia de la Iglesia Católica, sin que los incitara a ser malos el tenerlos en mala opinión.
Página 43 - El que muriendo substituye en la fama su vida, deja de ser, pero vive. Gran fuerza de la virtud, que á pesar de la naturaleza, hace inmortalmente glorioso lo caduco.
Página 157 - Ca asi, como dixeron los sabios antiguos, la sabiduría de los derechos es otra manera de cavalleria , con que se quebrantan los atrevimientos, é se enderezan los tuertos.
Página 3 - He procurado que sea nueva la invención, y no sé si lo habré conseguido, siendo muchos los ingenios que han pensado en este estudio, y fácil encontrarse los pensamientos, como me ha sucedido...

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