4668-J. Fitzmaurice-Kelly reviews Altamira's Psicología del pueblo español. The New Europe, XIII, 159—S. de Madariaga, Spain's Literary Future. (A readable article containing some interesting generalizations. He brings out the conflict between theory and practice in the case of many great Spanish writers, Cervantes, Lope, etc. "Through Spanish literary history what is strong is the fruit of genius, what is weak is the work of talent." The three founders of contemporary culture in Spain are said to be Giner, Menéndez y Pelayo, and Galdós.) The Stratford Journal, V, 1, July-G. Martínez Sierra, The Lover. Translated by J. G. Underhill. The American Catholic Quarterly, XLIV, 173, Jan.-Helen Moriarty, Spanish Literature of the Golden Age. (A broad subject to treat in a few pages.) G. D. S., Cardinal Ximénez. The Colonnade, XIII, 5-6, Sept.-(It is a pleasure to greet this publication once more after a two years' suspension occasioned by the war. Nearly every number contains something of interest to teachers of Spanish.) Clifford S. Parker, Professor Lowell. (James Russell Lowell as a teacher. Contains material on Lowell's Spanish studies.) The Judge of the Divorce Court: Translated from the Spanish entremés of Cervantes by Edith Fahnestock and Florence Donnell White. (These women have caught well the spirit of the original. They have produced a version of some literary merit, fit to be presented by amateur dramatic societies. Several indelicate passages have been omitted and allusions incomprehensible to American audiences boldly paraphrased. Perhaps there is a little too much modern slang. Attention should be called to the version of Los habladores published by the same authors in this same journal, Vol. XII, 1916.) Mercure de France, CXXXV, 510, Sept.-Q. Zéréga-Fombona, Le symbolisme français et la poésie espagnole moderne. Revue politique et littéraire, 13, July 5-Raynard Bouyer, Le vivant génie de Goya. ta. Nuova Antologia, LV, 1139, July-Cesare de Lollis, Cervantes Secentis(Treats largely of the Galatea. Cervantes depicted as a great realist unable to rid himself of many false critical standards of his age. The fact that he could not do so led him often from his true path.) La Lectura, XIX, 221, May-J. R. Lomba y Pedraja, Mariano José de Larra (Figaro), como crítico literario, ctd. 222, June-Ditto, ctd. Luis Bello, Las ideas de Costa. 223, July-Lomba y Pedraja, Ditto, ctd. M. Vidal Tolosona, El rey don Rodrigo, o un ensayo de psicología histórica. 224, Aug.-C. Lana Sarrete, Organización económica y caracteres. generales de las universidades de los Estados Unidos de Norteamérica. 225, Sept.-C. Lana Sarrete, La enseñanza en las universidades de los Estados Unidos de Norte América. J. Sanchez Rojas, Leyendo "Las Moradas." Revista Crítica Hispano-Americana, IV, 3-E. Jiménez del Rey, Comentario a un libro. (The Catalan question.) Quintiliano Saldaña, Los ensayos de M. de Unamuno. Boletín de la Biblioteca "Menéndez y Pelayo,” 4-Luisa Bavel, Il pessimismo di Espronceda e alcuni rapporti col pensiero di Leopardi. Cuba Contemporánea, XX, 79, July-Raúl de Cárdenas, La política de los Estados Unidos en el continente americano. J. M. Chacón y Calvo. Figuras de Romancero: El Conde Olinos. 80, Aug.-Raúl de Cárdenas, ditto, ctd. J. C. Zamora, Honduras y la Doctrina Monroe. XXI, 81, Sept.-Raúl de Cárdenas, ditto, ctd. G. Lara de Henríquez, La literatura cubana juzgada en los Estados Unidos. (A consideration of the passages on Cuban literature found in Mr. Coester's history.) 82, Oct.-V. Blasco Ibáñez, J. K. Huysmans. (The first of a series of critical studies which Blasco Ibáñez is to devote to novelists of other countries.) G. Lara de Henríquez, ditto, concluded. J. Clemente Zamora, Política internacional. 83, Nov.-J. de la Riva Agüero, El tratado Perú-Boliviano de 1873. Revista Bimestre Cubana, XIV, 1, Jan.-Feb.-Fernando Ortiz, La crisis política cubana. 2, March-April-José Ingenieros, Significación histórica del maximalismo. Anon., Apuntes para la historia de la Isla de Cuba. Bulletin of the Pan-American Union, May-Alcides Fuenzalida, The National Library of Chile. Antonio Pérez-Valiente, Across the Chaco. P. K. Reynold, The Cuba Cane-Sugar Industry. I. L. Grassi, The Economic Problems of South America. June-J. de Siqueria Coutinho, Coastal Towns of Brazil. B. L. Miller, Mineral Monopolies of the Americas. July-F. J. Albin, Writers of Honduras. Anon., The Second Pan-American Commercial Congress. J. de Siqueria Coutinho, Interior Cities of Brazil. W. C. Wells, Latin American Tariffs. José Vasconcellos, Intellectual Progress in Mexico. Aug.-A. C. Rivas, The Centenary of the Battle of Boyacá. Félix N. del Río, Industrial Education in Chile. Sept.-R. Tizón i Bueno, Railway Communication between Perú and the Argentine Republic. W. C. Wells, Latin American Monetary Systems. UNIVERSITY OF CHICAGO G. T. NORTH UP UNA RECTIFICACIÓN Sr. Director de HISPANIA, Stanford University, California. Le suplico que publique en HISPANIA las siguientes líneas de rectificación, que pueden ofrecer interés a los maestros de español. En el New York Evening Post se publicó recientemente un largo artículo firmado por el señor Frances Douglas, corresponsal de este periódico en Madrid, bajo el siguiente encabezamiento: "Spain's post-war literature. It is to be hoped that the morals of the readers are better than those of the characters." El autor pretende demostrar que en la literatura española de tras la guerra hay una terrible tendencia a destruir los fundamentos de la antigua moral, y que el origen de esta tendencia es nada menos que la influencia del bolchevismo ruso. "La influencia bolchevista, dice el corresponsal, haciéndose sentir en la esfera literaria como en la industrial, es responsable de este nuevo tratamiento de la antigua moral." En la nueva literatura domina "la teoría bolchevista de arrasar definitivamente todo lo que se relacione con lo pasado, incluso las antiguas ideas de moralidad." No es de este lugar una discusión sobre la cuestión de la moralidad en la literatura, ni siquiera cabe demostrar que las lecturas que tanto han escandalizado al pudibundo revistero no difieren grandemente, salvo el primer literario, de esos relatos periodísticos que, aquí como en todas partes, nos informan a diario de pecaminosas intimidades de tal o cual "estrella" de tablado y tal o cual familia del gran mundo. En cuestión de escrúpulos morales dejemos que "cada cual meta la mano en su seno." Pero lo que no debe pasarse sin protesta, y aun reprimenda, es la engañosa arbitrariedad con que el articulista ha desfigurado los hechos literarios para demostrar su peregrina teoría. Como muestras de la literatura de último hora se examinan en el artículo las siguientes obras: " "Un grito en la noche" y "Ganarás el pan ...' de Pedro Mata; “Amor catedrático" de Gregorio Martínez Sierra; "Como los pájaros de bronce" de José Francés; "Insolación" de Emilia Pardo Bazán. El mismo articulista manifiesta su sorpresa al comprobar que no sólo "Gregorio Martínez Sierra se ha entregado a la tendencia del momento" sino "hasta la Condesa de Pardo Bazán, esa escritora eminentemente respetable, tal vez cansada de que la gente española la considere ñoña (dull)." Però es el caso que, si exceptuamos "Un grito en la noche" y "Como los pájaros de bronce," que son, en efecto, obras recientes, todos los demás textos aducidos son anteriores no ya al bolchevismo sino a la declaración de la guerra europea. “Ganarás el pan ..," 1904; "Amor catedrático," 1910; "Insolación," 1890. Basta leer estas fechas para comprender que toda esa teoría de la influencia bolchevista en la literatura española es un absurdo despropósito; y es de suponer que al comprobar por ellas la falta absoluta de información o de probidad profesional de este paladín de la moralidad, los lectures no se sientan muy dispuestos a acoger sin reparo sus extravagantes deducciones sociológicas. Mucho es que al corresponsal se le haya escapado reseñar entre las novedades literarias de tras la guerra "La lozana andaluza" del clérigo Delicado. Sería una prueba definitiva de la influencia bolchevista en el clero español. Pero de "medio-letrados espantadizos," como dijo Santa Teresa, libre Dios a todos. Y a V. y a mí, señor Director de Hispania, nos conceda muchos años de amistad. FELIPE M. DE SETIÉN LOS ANGELES, ENERO, 1920. HISPANIA VOLUME III March, 1920 NUMBER 2 MENENDEZ Y PELAYO Y EL ESTUDIO DE LA CULTURA ESPAÑOLA EN LOS ESTADOS UNIDOS [Conferencia pronunciada ante S. M. el Rey en Santander el día 20 de Agosto de 1919, en la inauguración de cursos y conferencias que la Sociedad de Menéndez y Pelayo dará para estudiantes españoles y extranjeros.] SEÑOR, SEÑORAS Y SEÑORES: Con muy hondas emociones acepté el gran honor de asistir a la solemne inauguración de esta noble Sociedad; eran emociones de verdadero placer y de gratitud profunda en cuanto me proporcionaba esta invitación la oportunidad anhelada de traerles a ustedes saludos y felicitaciones fervorosas de allende el mar por parte de mis cohermanos en las ciencias y artes, los cuales me han rogado que les exprese a ustedes su más vivo interés y su entusiasmo por cada esfuerzo que nos dé a conocer mejor las obras imperecederas de los grandes pensadores, literatos y eruditos españoles. Pero, entre las emociones de felicidad que siempre me causa la idea de poder volver a mi querida España, sentía también cierta tristeza: porque cualquier mensaje que se confiara a mi humilde persona en estos tiempos nublados por tantas dudas y derrotas morales, no podía dejar de recordarles los muchos problemas difíciles que, en medio de estos proyectos meritorios en pro de la cultura patria, piden una solución inmediata. Esta solución, sin embargo, se puede lograr únicamente por un acuerdo, por un esprit de corps entre los ansiosos de conservar las tradiciones e ideales más sagrados de la raza, los desinteresados, indiferentes a recompensas materiales, y dedicados al trabajo por la mera dignidad que lleva en sí. Dondequiera que se reunan Sociedades como ésta para salvaguardia de las herencias del espíritu, ¡ cuán profundas deben ser las dudas que las preocupen! ¡Cuántos vínculos intelectuales, hasta los de mucha antigüedad, se han roto, y qué rumbos nuevos llevarán todas nuestras investigaciones y estudios! Vamos a continuar siendo naciones profundamente individualizadas, o habrá que hacer patente en la mayoría de nuestras indagaciones históricas y literarias un punto de vista netamente internacional? ¿Hemos de interpretar los hechos de nuestros abuelos solamente a nuestros propios hijos, o también a los extranjeros que se nos confiaren en número creciente? ¿Se nos permitirá invocar, como hasta ahora, solamente el cariño y la actitud simpática de los que han nacido de nuestra sangre, sin hacer caso del criterio de fuera, o debemos tener en cuenta también la voz de un tribunal más amplio, pero más severo, constituído, según un hermoso verso de Tennyson, de "un parlamento de todos los hombres, y la federación de la humanidad"? Problemas son éstos que desde aquí en adelante influirán no solamente en nuestros trabajos particulares, sino en todos nuestros métodos de enseñar, ora sea la historia, o la literatura, o en ramas de una aplicación más inmediata y práctica, como la economía política o la agricultura. Sin embargo, la solución se puede encontrar precisamente en el programa noble de una Sociedad como ésta, en la vida y en los trabajos ejemplares de una gran alma como nuestro glorioso maestro Menéndez y Pelayo. A pesar de no venir yo aquí como extranjero, por lo menos en el alma, no entra en mis intenciones la idea atrevida de querer interpretar las obras de este gran escritor a sus compatriotas; pero me atreveré a explicarles el punto de vista, por imperfectas que sean mis palabras, de un extranjero a quien la historia española no es desconocida, que ha sido siempre amante sincero de España y, como tal, ha tratado de ser en tierras lejanas el intérprete leal de sus pensamientos más típicos y más grandes. Con la más honda tristeza reconocemos cuán beneficiados estaríamos por la presencia aquí de un espíritu como el de Menéndez y Pelayo, si la divina providencia le hubiera concedido 20 ó 25 años más de dirección espiritual entre nosotros; porque es preciso que no nos engañemos: únicamente por el tarabajo de hombres como el inolvidable maestro, las herencias intelectuales perdurables de un pueblo se comprenden y perpetúan, sus contribuciones más distin |