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PRECEDENTES ISLAMICOS DE LA FONÉTICA MODERNA

Conocido es el extraordinario desenvolvimiento que entre los pueblos musulmanes alcanzó el cultivo de la ciencia del lenguaje. Refiriéndose a las obras que tratan de la materia, afirma un escritor musulmán del siglo XIII 1 que son en número tan considerable, que su sola mención exigiría largas páginas. Y, a juicio del eminente orientalista Herbelot 2, no había lengua alguna entre las conocidas sobre la que tanto hubiesen trabajado los gramáticos.

Entre los varios factores que contribuyeron a impulsar en tan alto grado este linaje de estudios, hay que contar, en primer término, las aficiones poéticas que desde muy antiguo se manifestaron entre los pobladores de la península arábiga; pero, sobre todo, y principalmente, el hecho de haberse adoptado con absoluta unanimidad en todo el mundo islámico la lengua en que está redactado el Alcorán como único medio de expresión de la religión y de la cultura del pueblo musulmán.

A consecuencia de este hecho se abrió un campo inmenso a la actividad de maestros y preceptistas del idioma. Primeramente, por la necesidad de enseñar aquella lengua al sinnúmero de gentes y pueblos que hablaban idiomas distintos del árabe y que necesitaban esta lengua como instrumento indispensable de la nueva religión que abrazaban. Y después de realizada esta labor, para velar por la pureza del idioma, al que, dado su carácter de lengua santa, había que preservar con el mayor celo de toda corrupción, alteración o mudanza que en él se introdujera 3. Esta segunda parte de la tarea fué, si cabe, más ardua y laboriosa que la primera, pues fácilmente se imaginan las grandes incorrecciones de pronunciación en que habían de incurrir los extranjeros de tan diversas procedencias, al expresarse en una lengua que no era la suya propia, y los profundos cambios que su léxico había de experimentar cuando, al salir aquella lengua de rudos pastores y pequeños negociantes de los confines de la Arabia, hubo de emplearse para satisfacer las nuevas necesidades de expresión que se le crearon a consecuencia del cambio experimentado por la primitiva mentalidad de

1 Vid. M. AsíN PALACIOS, Introducción al arte de la lógica, por Abentomlús de Aleira, Madrid, 1916, pág. 5.

2 Bibliothèque orientale, Nouvelle édition, París, 1781-1783, III, 538.

3 Cfr. Dozy, Supplément aux Dictionnaires arabes. París-Leyde, 1881, I, vI.

TOMO III.

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los árabes, cuando su civilización se puso en contacto con las de otras razas y otros pueblos.

Para conseguir el fin propuesto, se hizo indispensable desde un principio estudiar a fondo el idioma, con objeto de descubrir y fijar los cánones porque se rige y divulgar después el conocimiento de dichos cánones, no sólo en los primeros tiempos y únicamente entre los musulmanes no árabes, sino en todas las épocas, hasta nuestros días; entre los mismos árabes que hablaban dialectos diferentes del empleado en el Alcorán y aun entre los que tenían a éste como lengua propia.

El estudio de los cánones de la lengua del culto y de la ciencia ha constituído en todo país musulmán la base y fundamento indispensable de toda cultura y de toda educación religiosa, y de aquí que haya de entregarse a su aprendizaje lo mismo el hombre de ciencia y el literato que aspiran a expresarse en sus escritos con la mayor propiedad, corrección y elegancia, que el creyente indocto que sólo se propone aprender a rezar sus preces conforme a las reglas de la ortodoxia.

Así se explica que se multiplicasen tan copiosamente las obras de Gramática, Lexicografía y demás ramas de la ciencia del lenguaje, por la gran difusión que alcanzó su estudio, al que, de hecho, se le ha considerado como uno de tantos ritos del culto islámico.

La parte de dicha ciencia que trata de los sonidos del lenguaje fué, por motivos especiales, objeto de una atención mayor de la que ordinariamente se le ha dedicado en la generalidad de los idiomas conocidos. Con arreglo a las doctrinas y principios establecidos por los doctores de la ley musulmana, la recitación del Alcorán ha de realizarse conforme a determinadas leyes y normas que abarcan diferentes extremos relacionados con dicha recitación. Uno de tales extremos es el relativo al modo de pronunciar los sonidos representados por los signos del alfabeto árabe con que el sagrado texto se halla escrito 1.

1 He aquí un texto que refleja fielmente el sentir de los musulmanes en este asunto: La cuestión relativa a la lectura correcta del Alcorán es de suma importancia. Son muchos los autores que le han dedicado obras especiales, entre ellos el Dení [Abuamrú Otsman ben Said; nació en Denia en 981 y murió en 1053] y otros. Los maestros de lectura alcoránica afirman que la "pronunciación correcta es el principal ornato de la recitación del libro sagrado. Esa corrección consiste en dar a las letras su verdadero valor y emitirlas por su orden, formándolas exactamente en el punto de articulación de cada una de ellas y en su lugar de origen, y precisando la pronunciación, de modo que se perciba claramente su sonido exacto, sin relajarlo ni forzarlo y sin exagerarlo, sino emitiéndolo con naturalidad. Esto quieren decir las palabras del Profeta «el que quiera recitar el Alcorán en su forma originaria, tal como fué revelado, que lo haga como lo hace Benmesaud, un personaje que poseía un don especial para recitar claramente el Libro de Dios.>

Es evidente que cuanto más interés ha demostrado un pueblo por entender el sentido del Alcorán y por cumplir sus preceptos, tanto mayor ha sido el cuidado que ha puesto en leer correctamente y en pronunciar las letras del modo como consta que las pronunciaron los maestros de

كتاب الاتقان في علوم القرآن esta ciencia que vivieron al lado de la Majestad profétical

Quitab el iticán fi olum el corán, Cairo, 1318, I, 102. Su autor, Chilaleddin el Soyutí, nació en El Cairo el año 1445 y murió en 1505.

Con el fin de que llegara a conocimiento de todos cuál era el verdadero valor fónico que a cada uno de tales signos corresponde, fué necesario precisar clara y fijamente la naturaleza esencial y características especiales de dichos sonidos, definiéndolos, explicándolos y describiéndolos desde distintos puntos de vista, con la mayor copia posible de pormenores y detalles. En estas páginas me propongo exponer sucintamente las líneas generales del sistema fonético de la lengua árabe, tal como en sus autores se halla desarrollado, trasladando a nuestra lengua una serie de textos que permiten apreciar cuáles fueron los hechos y fenómenos observados por los tratadistas, modo cómo éstos los interpretaron y razonaron y teorías y doctrinas que establecieron como resultado de sus observaciones.

Aunque se trata de una exposición escueta, desprovista de todo comentario histórico y estudio crítico, me decido a publicarla, por entender que, divulgando estos datos, puedo prestar un servicio a las personas aficionadas a estos estudios, que no se hallan versadas en el manejo de los textos árabes. Los materiales del presente trabajo están tomados del

کتاب کشاف اصطلاحات الفنون تالیف ... محمد اعلی بن على التهانوى

que lleva por título en inglés A Dictionary of the technical termes used in the sciences of the musulmans, publicado en Calcuta por una Comisión de escritores musulmanes, bajo la dirección de A. Sprenger, año de 1854. En los pasajes que tratan cuestiones relacionadas con la fonética, contiene una recopilación de las ideas y opiniones más corrientes y admitidas entre los tratadistas.

También he utilizado el opúsculo de Avicena titulado:

اسباب حدوث الحروف تصنيف الرئيس ابى على الحسين بن سينا

Causas de la producción de las letras, obra compuesta por el Dr. Abualí Alhosáin ben Sina, Cairo, 1332 (H). Trata de la voz humana, de los caracteres físicos del sonido articulado, descripción del aparato vocal y modo como intervienen sus diferentes órganos en la producción de los sonidos del lenguaje, características de estos sonidos, etc.

He recogido además algunas notas y observaciones acerca de las letras, definiciones de las mismas, etc., de los Diccionarios árabes titulados:

شرح القاموس المسمى تاج العروس من جواهر القاموس للاما م محب الدین ابی الفيض السيد محمد مرتضى مصر 1302 هجرية

كتاب الف باء لابى الحجاج يوسف بن محمد البلوى

Las referencias a estas obras se hacen mediante las siguientes abreviaturas: Spg., Sprenger, A Dictionary of the technical termes used in the scien

ces of the musulmans. — Av., Avicena, Causas de la producción de las letras.-TA., iniciales de la palabra Tacholarús, título del primero de los dos Diccionarios mencionados. - ALB., iniciales de Alif Ba, nombre del segundo de los dos Diccionarios árabes.

El contenido del texto, fuera de algún caso que se advertirá oportunamente, es la reproducción de los textos árabes. Los comentarios, observaciones, aclaraciones, etc., que hago por mi cuenta, van consignados en notas al pie de las páginas.

Lista general de abreviaturas y referencias de las obras citadas:

ALB. Alif Ba de Abulhachach Jusuf ben Mohamed Elbaluí, de Málaga. Nació en 1132, después de J. C., y murió en 1207.

ALJALIL. Jalil ben Ahmed. Autor de Quitab elain. Murió el año 791.

ARRADÍ (\). Radiadín el Asterabadi, del Tabaristán (Jorasán). Murió en 1287. Autor de un comentario de Axafíia. Cfr. BROCKELMANN, Geschichte der arabischen litteratur, I, 305.

ARRAZÍ (SJ). Abulhosain Ahmed ben Faris Arrazí. Murió en Ray (Persia) en 1005.
Av. Avicena nace en 980 y muere en 1037.

AXAFÍIA (äll). Su autor BENALHACHIB. (Véase a continuación.)

BENALHACHIB (). Chemaledin Otsman Benalhachib. Autor de Axafíia. Nació en Esné (Alto Egipto) en 1175 y murió en Alejandría en 1249.

BENASID (M)\__). Natural de Badajoz. Nació en 1052 y murió en 1127.

CAXAF). Su autor, Zamajxari, natural de Jawarizm (Persia). Nació en 1074 y murió

en 1143.

COMENTARIO DEL MAUAQUIF (|||~). Su autor es Alí Ben Mohamed el Chorchaní, persa, que nació en 1377 y murió en 1413.

EDDACAIC ELMUHÁQuima (äG~ ös). Falta en Brockelmann.

ELITICÁN (~). Véase el final de la nota de la página 282.

EL NIDAMÍ. Comentario de Axafiia (l). Falta en Brockelmann el autor

de este comentario.

FIRUZABADI. Abutahir Machdedin el Firuzabadí. Autor del Camus el mohit. Nació en 1329 en una pequeña localidad de cerca de Chiraz (Persia) y murió en el Yemen en 1414.

MOHIDIN ABENARABÍ. Autor del Fotuhat. Nació en Murcia en 1165 y murió en 1240.

MUBARRAD (→). Mohamed ben Yazid el Azdí. Autor del Cámel. Nació en Basora en 826 y murió en Bagdad en 898.

MUFÁSAL (i). Su autor, Abulcásim Mahmud ben Omar el Zamahxarí nació en 1074 y murió en 1143.

SIBAUAIHI. Persa de origen. Autor de El quilab, o libro por excelencia. Muere en Chiraz (Persia) en 793 6 796.

TA. Su autor el imam Mohibedin Abulfid Sayid Mohamed Mortada, nació en Arabia en 1732 y murió en El Cairo en 1790.

القار

TAISIR EL CARI (S). Libro compuesto por Abuamrú Otsman ben Said. Nació en Denia en 981 y murió en la misma localidad en 1053.

CAUSAS DE LA PRODUCCIÓN De las letras (Av., 3.) A mi modo de ver, la causa productora de la voz humana es un movimiento rápido y violento que el aire experimenta súbitamente por cualquier causa.

No están en lo cierto quienes pretenden que, para formarse la voz, es condición precisa que antes se haya verificado un choque, pues la voz no es en todos los casos resultado de un choque, aun cuando lo sea en la mayor parte de ellos. Y, en último término, si fuera el choque la causa

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