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» libros de Gesta Dei per Francos, y la gran conquista de » Ultramar. Hallábanse completas las actas de la Real Academia de las ciencias de Paris, las de Lipsic, Berlin, S. Petersburg, Bolonia, Dijon y otras: el Diario de los sabios, el Tesoro de inscripciones y bellas letras, los Viages del abate » Prebost, y los nuevos y últimos descubrimientos, con otras » obras del mismo objeto; varios y escogidos diccionarios, así » históricos como técnicos, y algunas obras misceláneas de suma » erudicion. Era muy numerosa y escogida la coleccion de » obras sobre la historia natural, con primorosas estampas, en la mayor parte iluminadas, como las de Seba, Catesby y »Buffon, la descripcion de los insectos de Colonia, de las plan»tas americanas, y casi cuanto se conoce en este ramo en que » han sobresalido los extrangeros modernos, y ademas las obras » de Dioscórides, de Ulíses Aldobrando, y de otros escritores » que llamamos antiguos. Adornaban tambien la biblioteca mu>>chas obras de teología, de jurisprudencia civil y canónica, » de física, de medicina, de matemáticas, de arte militar, de » náutica, la coleccion llamada Artes y oficios, la física sacra »ó historia natural de la Biblia de Juan Jacobo Scheuzers, con » láminas; varios viages pintorescos, muchas obras de numis»mática, diferentes átlas, varios grabados, como la columna » de Trajano, las batallas de Alejandro; algunas obras de vete»rinaria, entre ellas una en frances, de magnífica impresion. » De los autores clásicos griegos y latinos no faltaba uno, y estaban completas las colecciones ad usum Delphini, las de »Hack, las de los Elzevirios, las de Lipsic y las ediciones de » Burman y Drakemborc. Habia mucho perteneciente á la his»toria general de España y de Indias, y á provincias y ciuda» des particulares, libros raros escritos en castellano y lemosin, y una grande coleccion de las mejores bibliotecas sagra» das, profanas, generales y particulares, tanto antiguas como » modernas, griegas, latinas, arábigas y de gran parte de los "pueblos y provincias de Europa; varias obras de rabinos, im»presas unas en castellano, otras en hebreo, y el Talmud. Como "el Sr. Bayer consiguió licencia del inquisidor general para "que la biblioteca pudiera adquirir y retener toda especie de "libros prohibidos, se encontraban casi todos los de los impíos » del siglo pasado y de los heresiarcas de los anteriores. Final» mente, habia como unos doscientos volúmenes impresos antes » del 1500. El mas antiguo era un Ciceron de Officiis, publi"cado en 4 de Febrero de 1466, por Juan Fust ó Fausto, "uno de los inventores del arte de la imprenta, cuya edicion » es la misma que la del año 1465, y dos ejemplares del Sa» lustio, impreso en Valencia en 13 de Julio de 1475.

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"Se conservaban las obras trabajadas por el Sr. Bayer y no »impresas, todas de letra del mismo, á saber: de Toletano nhebraeorum templo, índice y explicacion de las monedas » antiguas que poseia, un tomo en 4.° de etimologías de la » lengua castellana, una gramática hebrea, dos tomos en 4.o de » su viage á Italia en 1754, en que hablaba principalmente de » los monumentos antiguos, de los gabinetes, de los museos, » de las bibliotecas, y en el cual habia recogido cuantas noti»cias juzgó conducentes á la España y á sus varones ilustres » en santidad y doctrina; una disertacion de auctore sacra»mentarii veronensis, cinco tomos en folio de los manuscri»tos hebreos, griegos, latinos y castellanos de la biblioteca » del Escorial, la liturgia de S. Basilio, traducida al latin, con dos disertaciones, la una sobre si S. Basilio era su verdadero » autor, y la otra sobre el carácter y el tiempo en que se es»cribió el manuscrito ; un tomo en 4.° contra la legitimidad de » los monumentos descubiertos en la alcazaba de Granada en » 1754, dos tomos en 4.° del viage que hizo en 1782, el 1.° » contiene el viage desde Valencia á Andalucía, y el 2.° el de » Andalucía y Portugal. En la academia de la Historia ha de » haber una copia de este viage. Un tomo en folio intitulado: » Excerpta Escurialensia: dos en 8.0 anecdota graecia : uno en folio: urbium et populorum, item fluviorum et montium vetenris Hispaniae nomenclatura, è veteribus geographis et poe»tis tum graecis tum latinis collecta; uno en 4. de la voz » Granada, y conjeturas acerca de su etimología y del tiem»po en que empezó á llamarse así: apéndice de la obra intitula» da Marmora Taurinensia: seis tomos en folio sobre colegios » mayores, los tres contienen una representacion al rey, y los » otros tres el diario de los años 1771, 72, 73, 74, 75 76 y "77, y setenta legajos de apuntaciones, notas, observaciones y » una que otra disertacion.

"Se conservaban tambien varios códices manuscritos bastan» te antiguos de la Biblia hebrea, otros de rabinos en hebreo y » en castellano con caractéres hebreos, otros árabes, y muchos » castellanos y monedas antiguas de varias clases.

"Formaban el fondo de la biblioteca de Muñoz libros de hu»manidades, filosofía é historia. Entre sus manuscritos habia una » impugnacion de la respuesta de Pozzi, muchas y recónditas no»ticias pertenecientes á Luis Vives, cuya vida pensó escribir, »varias apuntaciones relativas á la historia literaria de España, » una lógica en latin que era el primer tomo del curso de filosofía » que empezó á trabajar y lo abandonó por atender á la Historia "del Nuevo-Mundo, varias cartas latinas, una vida suya pura» mente literar ia, y otras muchas cosas que no tengo presentes.

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»Empezó á formar la biblioteca arzobispal en 1759 el dig» nísimo arzobispo D. Andres Mayoral, y la enriqueció des» pues notabilísimamente su sucesor D. Francisco Fabian y Fuero, ya por libros que compró, ya tambien por haber conse» guido una órden especial del rey para que se adjudicasen á nella los que poseian en este reino los jesuitas, á saber la que » se llamaba entónces Casa profesa, y el seminario de S. Pa»blo en esta ciudad y universidad de Gandía. Contenia, segun » relacion del último bibliotecario D. Tomas Rubio, ciento y » veinte y cinco mil volúmenes, y habia en ella biblias, santos » padres, teología dogmática, moral, escolástica, mística, ser»monarios, liturgia, historia eclesiástica y profana, derecho canónico y civil, medicina, filosofía, matemáticas, poesía, "gramática y miscelánea, muchos manuscritos pertenecientes á » la historia de esta ciudad y reino, libros prohibidos que as»cenderian á cuatro mil, globos y varias máquinas para la fi"sica experimental, monetario copioso, gabinete de historia » natural en que se contenian minerales y jaspes de España, » principalmente del reino de Valencia, varias petrificaciones de nagua, muchos de los peces que produce el Mediterráneo, cán» taros y vasos antiguos, la mano de hierro elástica de que » usaban los luchadores, varias figuras de ídolos de los indios, » un relox fabricado en esta ciudad para contar los pasos, má"quinas en pequeño para las artes y oficios, y para la construc"cion de navíos y barcos menores, un castillo portátil de hier"ro con artillería de batir, varias antigüedades encontradas » cerca de Puzol, camino de Murviedro, å saber: diversos frag"mentos de antiguas estatuas de mármol, un cuerpo al parecer » de Hércules, del cual solo quedaba la mitad de la figura ó el tronco, y otro semejante al tronco de un sátiro, y otro de » figura echada con parte de las piernas, una figura que parecia » de Baco hecha pedazos, de la cual se conservaba una mano de »buen carácter puesta sobre un pellejo, como los pies y pier"nas, dos bellas figuras hasta las rodillas, cuyo carácter era "gentil y como de mancebos, algunas cabezas antiguas, una » urna sepulcral de barro, un pedazo de pavimento mosaico, » varios idolillos, vasijas, lucernas y otras cosas pertenecientes » al tiempo de los romanos.

» Experimentaron tambien mucho descalabro en la guerra » de la independencia las bibliotecas de los regulares, que no » dejaban de tener muy buenos libros, mezclados con otros "malos. Pero los preciosísimos manuscritos que legó al monas»terio de Gerónimos de S. Miguel de los Reyes, extramuros » de esta ciudad, su fundador el duque de Calabria, se conser» varon íntegros, porque los trasladaron los monges con antici

pacion á las islas Baleares, y salieron tambien sanos y salvos » de la borrasca pasada. Su número será de doscientos setenta, »y tan apreciables que algunos que han viajado por Italia y los » han visto, afirman que ni en Roma hay una coleccion comparable con esta."

ILUSTRACION VIII., § 36, PÁG. LVIII.

Para convencer mas á nuestros lectores y persuadirles de la cautela y desconfianza con que deben leer ciertos libros extrangeros cuando hablan de nuestra nacion, apuntarémos ligeramente algunás observaciones de las muchas que ofrece la lectura de la vida de Colon, escrita en italiano por el Sr. Bossi, traducida al frances, é impresa en Paris el año 1824.

Prefacio del traductor, pág. 5. Tratando de la venida de Colon á España dice: » La inquisicion acababa de estable» cerse en España, y ciertamente no parecia que Madrid bajo "los auspicios de semejante institucion, debiese ser refugio del » hombre de talento." Ni Madrid era corte entónces, ni lo fué hasta mas de setenta y seis años despues, sin embargo de que lo repite el Sr. Bossi en las páginas 38 y 176; ni Colon, que. era tan devoto y religioso, como lo acreditan sus escritos, podia rezelar ni temer daño alguno de un tribunal que seis años ántes se estableció, á imitacion del que habia de antiguo en Sicilia, contra los judíos y los hereges.

Vida de Colon, pág. 14. Refiriendo las causas que hubo para ir dilatando la admision de la propuesta de Colon, dice el Sr. Bossi: Los moros, anteriormente poderosos en España, » estaban entónces reducidos al Reino de Navarra, donde to» davía se defendian contra los españoles en una lucha ya pró»xima á su fin.” Todo el mundo sabe que el reino de Navarra es un pais setentrional de España, que confina con Francia por el Pirineo, que tuvo reyes cristianos desde mitad del siglo viii; que los moros le ocuparon muy poco tiempo; que el último refugio de estos fué el reino de Granada, como fronterizo y mas próximo á la costa de Africa; y que de allí los arrojaron los Reyes-Católicos, hallándose presente Colon, en 2 de Enero de 1492. Este nuevo geógrafo, que escribiendo de cosas de España confunde el reino de Granada con el de Navarra, es el que llama pérfidos á los españoles (pág. 19), y extraviada ó mal aconsejada (égarée) á la corte de los Reyes-Católicos (pág. 32).

Pág. 16. Colon (dice el Sr. Bossi) se habia desposado nen segundas nupcias con Beatriz Enriquez de Córdoba, de » quien tuvo á D. Fernando, historiador de su vida." Hasta

ahora no se ha encontrado documento que afirme este casamiento, porque en realidad no le hubo. Los amores de Colon en Córdoba con Doña Beatriz Enriquez y sus resultas, fueron quizá nuevos empeños y motivos para su permanencia en España antes de admitirse su proyecto. D. Fernando fué hijo natural y nació en Córdoba á 15 de Agosto de 1488; y lo prueba la última cláusula del testamento y codicilo del almirante D. Cristóbal, otorgado el dia ántes de morir, en que dice: » E le mando (á su hijo D. Diego) que haya encomendada á » Beatriz Enriquez, madre de D. Fernando mi hijo, que la »provea que pueda vivir honestamente, como persona á quien "yo soy en tanto cargo. Y esto se haga por mi descargo de la "conciencia, porque esto pesa mucho para mi ánima. La ra»zon dello non es lícito de la escribir aquí. "Tal vez hubiera sido necesario escribirla si Colon presumiera que habia de tener historiadores que refiriesen sus hechos con tanta ligereza é inexactitud.

Pág. 17.Empeñado indiscretamente el Sr. Bossi en atribuir á su Italia y á sus paisanos cuantos inventos han sido útiles al género humano, dice con referencia á Colon que » se » lanzó el primero enmedio del Océano, no teniendo otra guia » que la brújula, nueva invencion salida de Italia." —En el año 1800 probamos en un discurso sobre los progresos que ha tenido en España el arte de navegar, y se imprimió poco despues, que á mediados del siglo XIII, esto es, 230 años ántes que Colon viniese á España, ya era la brújula de un uso general y muy conocido de los españoles para la navegacion. Nuestras leyes de las Partidas escritas en aquel tiempo, y el testimonio de Raimundo de Lulio 3, autor coetáneo, prueban no que fuese entonces una invencion reciente y rara, sino muy comun y usada por los marineros, pues todos los escritores la ponian por término de comparacion para ilustrar otras materias. Posteriormente el Sr. Capmany, repitiendo ámbas autoridades y añadiendo otras, ha esclarecido este asunto de manera que no deja lugar á la duda ni á la perplejidad. Pero hay escritores que, orgullosos con su maledicencia, cierran los ojos y los oidos para no ver ni oir la verdad; y por lo mismo es predicarles en desierto. Canimus surdis.

Pág. 179. Despues de citar el Sr. Bossi los dos viages que

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3 De contemplatione, cap. 129, núm. 19, y cap. 291, núm 17 y

en otras obras.

4 Cuestiones críticas, imp. en 1807, cuest. 2.3

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