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indios de San Joan y del Diriá, y con ellos, con toda brevedad, siguiesen al dicho teniente al embarcadero de Su Mag.: y dello doy fee, siendo testigos Alonso García, alférez, y Don Pedro de Contreras, vecinos deste pueblo [f.] Diego Pelaez Ante mí=[f.] Joan Martinez de Mendía, escribano.

En la Despensa de Su Mag., que es cerca del Desembarcadero del rey, juridicion del pueblo de Nicoya, en seis dias del dicho mes, como á prima noche que serian las ocho poco más ó ménos, Diego Pelaez, teniente de alcalde mayor, llegó á esta dicha Despensa con cien indios flecheros, y otros cincuenta invió al astillero para allegar al estero á hacer emboscada, por si acaso el enemigo viniese por él: y estando recien llegado á la dicha Despensa, le vino aviso de una de las centinelas, que estaban en el dicho estero, de que venia subiendo por el Estero del rey una vela como barco y fragata larga: y luego el dicho teniente partió con la dicha gente al dicho estero, que está como un cuarto de legua de la dicha Despensa, poniendo en emboscada á los dichos indios en las partes más cómodas para ofender al enemigo: y el dicho teniente en persona, con su caballo y conmigo el dicho escribano y cuatro indios, fué corriendo al dicho Embardero del rey, donde cerca de él encontró con una centinela, y dixo que la vela que estaba en el dicho estero era de españoles y que le avian hablado desde léjos: y llegado que fué el dicho teniente, halló en el dicho estero la dicha fragata que avia poco que acababa de llegar, y vido ser de amigos que venia del puerto de Paita con vinos, de que venia por maestre Joan Bautista de Herrera, los cuales saltaron en tierra é vinieron con el dicho teniente, á los cuales les preguntó si avian visto otras velas en la costa y tenian noticia de algun cosario, los cuales dixeron que no avian visto ninguna vela, y que, entrando en esta baya por bastimentos, les dixeron los indios de Chira, que venian en una canoa, que avia nuevas de cosarios, é por eso se entraron en el dicho Estero de Su Mag.: é luego el dicho teniente mandó volver á los dichos indios al dicho pueblo de Nicoya, que está tres leguas é media del dicho embarcadero, dexando puestas las atalayas y centinelas necesarias=[f.] Diego Pelaez=Ante mí=[f.] Joan Martinez de Mendía, escribano.

É luego el dicho dia, como á media noche, el dicho te

niente fué al astillero á donde estan fabricando los navíos, que está como cinco leguas de la dicha Despensa, y llegó de mañana donde estaban cincuenta indios flecheros con veinte españoles para la defensa de los dichos navíos y de aquel puerto: y dando órden para que los dichos indios se fuesen por aver visto que la vela que se avia visto en la baya era de amigos, allegó en este instante una centinela que estaba en el cerro de la Millpa de Su Mag., y dixo aver visto en aquel punto una vela grande que entraba por la baya, é luego vino otra espía que estaba en el dicho estero, en parte donde señoreaba la baya, y dixo que venia entrando una vela grande y otro bajel pequeño como lancha: y luego el dicho teniente invió á apercibir con dos indios á los que estaban en la Despensa del rey para que no se fuesen del dicho estero hasta que su merced otra cosa les mandase, y así apercibió á los españoles del dicho astillero, de que es caudillo Pedro de Arpide, y á los dichos indios flecheros: y estando aprestados en la boca del dicho estero en parte cómoda, entró y llegó al desembarcadero un batel de Joan Rey de Fontuoso que venia de Esparza, y dixo que las dos velas que se avian visto era el dicho batel é un barco de Alonso Martin que venia de dejar el pliego del señor presidente de Guatemala, que avia enviado para Panamá en el pueblo nuevo de la Filipina, y que no avia otras velas en la dicha baya: y con esto el dicho teniente puso las centinelas en las partes necesarias y convenientes, é mandó tornar á los dichos cincuenta indios al dicho pueblo de Nicoya: siendo testigos Pedro de Arpide, caudillo de los españoles, é maestre Pablo Francisco, é Joan Martin, é otros españoles, estantes en este astillero (f.) Diego Pelaez-Ante mí=(f.) Joan Martinez de Mendía, escribano.

El cual dicho traslado, yo el dicho Grmo. Phelipe, escribano público y del cabildo de la dicha ciudad de Cartago por el rey nuestro señor, fice sacar y saqué de los originales que volví al dicho Diego Pelaez, con los cuales lo corregí é concertè, é va cierto é verdadero, á que me refiero: é del dicho pedimento é mandamiento del dicho alcalde que aquí firmó su nombre, é á este treslado interpuso su autoridad é decreto judicial cuanto puede y con derecho debe, di el presente en la dicha ciudad de Cartago, á diez de abril de mill é seiscientos é dos años: testigos el capitan Francisco Pa

von y Gaspar de Chinchilla, escribano de gobernacion= (f.) Alo Ximenez-En testimonio de verdad fice mi signo= (f.) Grmo. Phelipe, escribano público.

Los Mamíferos de Costa-Rica..

Contribucion al conocimiento de la extension geográfica

de los Mamíferos de América

POR EL

Dr. A. v. Frantzius.

Traduccion del aleman por el Dr. D. Roberto Cortéz.

Cuando en el año de 1853 me preparaba para mi viaje á Centro-América, no encontré obra alguna adecuada, si se exceptúa la de Schomburgk [Reise in Guiana], que me pudiera instruir acerca de los mamíferos del Istmo americano y de las regiones circunvecinas (1). Además, la mayor parte de los Museos Zoológicos que tuve ocasion de visitar ántes de mi partida, aunque tenian las especies brasileñas más conocidas, poseian pocas de animales centro-americanos, vacío que todavía hoy no se ha llenado en la mayor parte de las colecciones zoológicas de Alemania.

Estaba, pues, casi enteramente desprovisto de conocimientos con relacion á las especies de mamíferos centro-americanos de Costa-Rica; y no hallé otro libro para clasificar más que una traduccion al aleman del Règne Animal de Cuvier (2).

(1 La célebre obra de Burmeister (Systematische Vebersicht der Säugethiere Brasiliens, u. s. w.) salió à luz por primera vez en el año de 1854; y la muy importante de Giebel (Monographie über sämmtliche bekannte Säugethiere) apareció en

1856.

(2) H. Cuvier: Das Thierreich geordnet nach seiner Organisation, übersetzt von F. Voigt, Leipzig, 1831.

Pero las descripciones de las especies contenidas en esta obra, son, como es sabido, tan notoriamente imperfectas, que no solamente quedé ignorando los nombres de la mayor parte de los mamíferos que hallé en Costa-Rica, sino que tambien me hizo incurrir en errores que hasta más tarde pude rectificar.

No fué sino hasta que mis compañeros de viaje, el malogrado Dr. Hoffmann y el Sr. J. Carmiol, y yo mismo, enviamos algunas pieles y cráneos al Museo Zoológico de Berlin, que el Profesor Peters nos informó del verdadero nombre de algunos de aquellos para cuya clasificacion habia sido suficiente el material que habiamos remitido; sin embargo, más de la mitad quedó desconocida.

Gracias al valioso regalo de varios libros científicos con que, en 1861, me favoreció el Instituto Smithoniano de Washington, debido á la bondadosa intervencion del Profesor Spencer F. Baird., entre los cuales estaba la importante obra de este gran zoólogo [Reports of Explor. and Surv. for a railroad, &. Vol. VIII, Washington, 1857], pude clasificar algunas de las especies que aun me eran desconocidas. Despues de mi regreso á Alemania, que tuvo lugar en el año pasado, encontré que, mientras tanto, el Prof. Peters habia tambien reconocido y descrito varias otras epecies nuevas pertenecientes al material que le habiamos enviado; pero del material quedó siempre un número considerable de especies, las unas sin clasificar y las otras de dudosa identificacion.

Desde los primeros años de mi residencia en CostaRica, me propuse formar una coleccion de todos los mamíferos de aquel país que me eran conocidos, y publicar un opúsculo con las observaciones hechas por mí acerca de su modo de vida; desgraciadamente, mientras realizaba mi proyecto, tuve que luchar con dificultades mayores de lo que yo esperaba. Me faltaban principalmente las necesarias colecciones de los animales de especies semejantes que se hallan en los distritos comarcanos para hacer comparaciones; y sobre todo, como he dicho ya, los recursos literarios indispensables para un trabajo de esta clase, si ha de tener algun mérito.

Cierta cantidad de pieles y cráneos que recogí poco ántes de mi regreso, así como los que encontré en casa de mi amigo el Dr. Joos en Schaffhausen, reunidos por él mismo

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