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El mycetes palliatus lleva en Costa-Rica el nombre de congo. Le gusta la espesa y sombría selva y se mantiene siempre en la cima de los árboles: los indios lo comen y su carne es de buen sabor. Yo mismo presencié en el valle de Tuis el modo singular que los indios tienen para cocinarlo. Una india, acurrucada en el suelo de la oscura choza, y alumbrada por las resplandecientes llamas de un vivo fuego, toma por los piés el cuerpo del mono, ya tieso por la rigidez cadavérica, y lo vuelve de todos lados sobre las llamas hasta que los pelos de la piel quedan completamente chamuscados, á fin de evitarse el trabajo de desollarlo. Á la vista de un espectáculo, muy raro para los europeos, es tan grande la semejanza con un niño, que casi ninguno de los viajeros que han tenido ocasion de presenciarlo, la han dejado pasar desapercibida; tanto Humboldt, como Schomburgk y el príncipe Neuwied hacen mencion de "esta lamentable semejanza con un niño.”

Somos deudores al príncipe Max zu Wied de las verdaderas y primeras observaciones acerca de la manera de vida de este mono que, al contrario de sus inquietos y alegres semejantes, es de un carácter sério y triste, por lo cual no se le tiene manso en jaulas para diversion, como á los otros. Más tarde, tambien Rengger y Schomburgk nos han suministrado importantes datos, y recientemente R. Hensel (s. der Zoologische Garten, 1867, S. 363), sobre la manera de vida de las especies brasileñas M. ursinus y seniculus.

Ya Humboldt habia hecho la observacion de que los congos se alimentan principalmente con las hojas de los árboles y no de frutas, y que no son voraces como otras especies de monos.

Poco ántes de mi partida de Costa-Rica, se atrevió un congo á salir de la montaña á un prado (potrero), cosa que rara vez sucede. Asustado el ganado por tan rara aparicion, lo cercó formándole un círculo á su alrededor, y le cortó la retirada. De esta manera no fué difícil tomarlo con un lazo, segun es la costumbre del país. Encerrado en una jaula, comenzó pronto á comer y presto se acostumbró á su prision. Una semana despues, apareció, en el mismo lugar donde el macho habia sido tomado, la hembra, que se dejó capturar sin dificultad: estaba flaca, triste y parecia haber sufrido. Cuando se la encerró en la jaula con el macho, mostró enojo

y lo maltrataba, sin consentir que el macho durmiera junto á ella. Hasta despues de cuatro ó cinco semanas principió el macho á acariciar la hembra y á darle de comer, y poco despues la cubrió.

De allí en adelante la pareja se mostraba contenta en la prision; cuando se aglomeraban nubarrones, y, además, con regularidad á las cinco de la mañana ántes de la salida del sol, bramaba el macho lo mismo que cuando libre en el campo. Bebian ambos mucha agua, particularidad que tambien menciona el príncipe zu Wied (9). Finalmente se domesticaron de tal modo, que lamian las manos á sus dueños que los alimentaban, y sabian distinguir muy bien á cada una de las personas de la casa. Por desgracia, murieron los dos despues de algunos meses, á consecuencia de desórdenes digestivos y fuerte diarrea, probablemente ocasionados por la inadecuada alimentacion de frutas.

Género ATELES Geoffr.
a) ATELES Is. Geoffr.

Ateles variegatus Wag.

A. Wagner, Schreb. Saeugeth. I, 313.
Münchn. Abhandl. V, 420.

Max Schmidt, Zoolog. Garten, 1869. Nr. 3, S. 63.

Muchas pieles enviadas á Berlin fueron clasificadas por el Prof. Peters como pertenecientes al ateles variegatus Wagn. Si deba considerarse esta especie nada más que como una variedad del A. beelzebuth Geoffr., como lo acepta Giebel, ó no, es cuestion que no me atrevo á resolver, por no tener para ello á mi disposicion la cantidad necesaria de ejemplares de diferentes especies para poder comparar separadamente. Fuera de los ejemplares en que sobresale el color rojizo de herrumbre y que corresponden exactamente á la descripcion de Wagner, hay otros manchados de pardo oscuro: corresponden éstos muy bien á la descripcion que Geoffroy hace del A. hybridus [Mag. Zool. II, Tab. 1]; Giebel, sin embargo, tiene tambien éste como una variedad del A. beelzebuth Geoffr. Entre cinco cráneos que tengo á la vista para su confrontacion, unos del A. variegatus y otros

(9) Max Prinz zu Wied, Beiträge zur Naturgesch. von Brasilien, Weimar, 1826, Bd. II, S. 63.

na.

de ejemplares del color pardo, no encuentro diferencia alguComo esta especie, conocida en Costa-Rica con el nombre de mono colorado, es muy fácil de domesticar Ꭹ tiene mucha aptitud para aprender, se la encuentra en las casas, al principio sujeta con cadenas y despues en completa libertad.

Esta especie se extiende hácia el Norte, probablemente hasta México; y hacia el Sur hasta Colombia. Su existencia en Nicaragua la ha probado Sclater (Proc. Zool. Soc. London, 1862, p. 186). El Museo Zoológico de Basilea posee un ejemplar de Guatemala, perteneciente al Dr. Bernoulli, que apenas en el color se diferencia del A. variegatus costa-ricense.

Existen tambien, segun Deppe, tanto en Chiapas como en México, en Valle-Real, cerca de Alvarado, y segun A. Sallé se extienden hasta 23° de latitud, en las cercanías de San Luis Potosí, dos especies de monos, de las cuales una probablemente pertenece al A. variegatus [S. Sclater, Nat. Hist. Rev. 1861, p. 507].

Con frecuencia se ha observado que en los Museos Zoológicos de Europa rara vez se presenta la ocasion de ver vivos los monos de las especies americanas: parece que esto depende sobre todo de estar acostumbrados á las frutas tropicales de América y de que dificilmente se pueden acomodar á otra clase de alimentacion. Ha poco que el Dr. Max Schmidt (Ueber einige Atelesarten, im Zool. Garten, 1869, Nr. 3, S. 63) ha descrito las dos especies que hay en CostaRica, el A. variegatus y el eriodes frontatus Gray (del cual pronto nos ocuparémos): para esta descripcion se sirvió de dos ejemplares vivos, aunque desgraciadamente no se indica el país de su procedencia. Ambos murieron poco despues de su llegada á Europa.

b) ERIODES, Geoff. [Brachyteles Spix].

Eriodes frontatus Gray.

Gray, Ann. and Mag. N. H. X, 1842, p. 256 [10].
Gray, Zoolog. of the Voyage of H. M. S. Sulphur, p. 9.
Max Schmidt, Zoolog. Garten, 1869, Nr. 3, S. 63.

Con razon se han colocado como pertenecientes al géne-
(10) Sin pulgar en las manos delanteras: rojizo oscuro, de-

ro eriodes aquellas especies cuyos dientes incisivos superiores son de igual tamaño, y que se distinguen por un angosto tabique nasal [septum narium]. Á éstas pertenece tambien el E. frontatus Gray.

Este es uno de los monos que con más frecuencia se halla en Centro-América, y su existencia no esta allí en relacion alguna con los grados de temperatura; encuéntrasele lo mismo en las selvas de la cálida costa, que en las de las alturas. Hoffmann lo vió en su ascension al volcan de Barba, y yo en la del Irazú, á una altura de 6 á 7000 piés. Es sin duda la misma especie que Oersted halló allí mismo, á una altura de 9000 piés [11].

Es por esto que nada tiene de sorprendente que el E. frontatus sea entre los monos la especie que más se extiende hácia el Norte.

Lo que ántes mencioné acerca de la existencia de monos en México, se refiere principalmente á esta especie. Hasta donde se extiendan hacia el Sur, parece no estar determinado aun. Su presencia en Nicaragua, cerca de Leon, fué comprobada por el capitan Belcher y por Sclater (Proc. Zoolog. Soc. London, 1862, p. 186). En Costa-Rica los encontré, tanto en la parte occidental por el lado de San Ramon y el Monte del Aguacate, como por la parte setentrional, en Pacuare y Chirripó. En las florestas vírgenes, hállaseles generalmente en grandes manadas, y al aproximarse la gente saltan con presteza de una á otra copa de los árboles. Esta especie es más huraña y tímida que la precedente, y mucho menos inteligente. Por esta razon no se amansa frecuentemente, pero en cambio se le da caza á menudo por su carne, que, sin embargo, cuando el mono es viejo, es un tanto dura y tendinosa.

Los costa-ricenses no distinguen esta especie de la anterior, y por eso la llaman, como aquella, mico ó mono colorado, aunque el eriodes frontatus es siempre algo más pequeño que el ateles variegatus, y no aprende con tanta facilidad á andar derecho en dos piés como éste.

bajo amarillento oscuro: frente, codos, rodillas y la parte superior de los brazos y de las cuatro manos, negros.

(11) Oersted, L' Amérique Centrale, Copenhague, 1863, p. 8. "J'ai trouvé des singes jusqu'à 9000 pieds &."

Género CEBUS Erxl.

Cebus hypoleucus Geoffr.
Geoffroy, Annal. du Mus. XIX, p. 111.
Gray, Zoolog. Voy. Sulphur, p. 10.

Esta especie que, á causa de lo blanco de la cara, lleva en Costa-Rica el nombre de mono cara blanca, no es en verdad rara allí; con todo, no se la encuentra, como las especies precedentes, en las altas montañas de temperatura fria. Se la ha hallado únicamente hácia el Sur de la línea de volcanes que de Occidente á Oriente atraviesa el país; y esta cadena de montañas parece ser el límite setentrional hasta donde se extiende esta especie, puesto que en Nicaragua no ha sido encontrada (s. Sclater, Nat. Hist. Rev. 1861, p. 507). Yo la hallé en Costa-Rica, al Nordeste, entre Pacuare y Chirripó, así como en Candelaria; tambien existe en las inmediaciones de San José, en el bosque que llaman "la breña del padre Hidalgo".

Esta especie no vive largo tiempo en prision; un ejemplar que tuve la oportunidad de observar, comia, además de frutas y yerbas, tambien los ratones caseros que se le daban; bien sabido es que cuando estan en libertad, sacan de los nidos las pajarillos, ántes que puedan volar, para comérselos.

Sobre el modo de vida de los congéneres de las especies del cebus, en que se comprende tambien el C. hypoleucus, me remito á la magistral descripcion de Rengger.

Género, CHRYSOTHRIX Kaup.
Chrysothrix sciurea Wagn.

A. Wagner, Shreber Saeugeth. I, 237. Abhdl. V, 458.

El mono calaverita, llamado en Costa-Rica tití ó cuistití, se encuentra alli solamente en los cálidos bosques de la costa, hácia el Sudoeste, especialmente y con frecuencia en el valle de Térraba, y mas léjos aun hácia el Norte, en las planicies de Pirrís. El promontorio de la Herradura, cuyas escarpadas rocas, que se levantan desde el mar, no les permite pasar por la parte baja, y cuya altura tampoco pueden alcanzar por ser muy sensibles al frio, les ha puesto una barrera para su esparcimiento al Norte, pues ni en el cercano lugar de Nicoya, ni en Nicaragua, más hácia el Norte, se ha encontrado hasta ahora esta graciosa especie de monito.

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