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"He observado," dice Lavaysse, "una costumbre muy extraña entre las mugeres de Cumana: No gastan velos ni guantes. De esta suerte, con talles y facciones las mas agradables y expresivas, tienen un color de cobre. Mientras que me hallaba en Cumana, ofrecí varios pares de guantes á una señora y á sus hijas, á quienes debia varios favores. Los acepto, pero me dixo que ni ella ni sus hijas les podian gastar, pues no era la moda en Cumana; que si una señorita aparecia en publico con un velo y guantes, juzgarian que era una coqueta fantastica, con quien ninguno se casaria; y que tales zarandajas no eran propias sino para los petimetres, y señoritas melindrosas, de Caracas!"

Los habitantes de Cumana son muy corteses; casi se puede decir que lo son demasiado. No hay entre ellos tanto luxo como entre los de Caracas; sin embargo, sus casas estan bien amobladas. Son muy abstemios. Aquellas fiestas y comidas, que forman los encantos de la sociedad en Europa, y que en las colonias Inglesas y Francesas se repiten casi todos los dias desde el primero de Enero hasta el ultimo dia de Diciembre, no se conocen en Cumana, y en las otras provincias de Caracas.

Los Creollos de esta ciudad, que entran en la carrera de las letras, se distinguen por su penetracion, juicio, y aplicacion. Alli no se ve la misma vivacidad de espiritu que se percibe entre los Creollos de Maracaibo, pero los de Cumana se hallan compensados por mayor porcion de buen sentido y de solidez.

"Las primeras semanas de nuestra residencia en Cumana," dice Humboldt, "se pasaron en verificar nuestros instrumentos, en herbolizar en los campos vecinos, y en exâminar las huellas de los terremotos del 14 de Diciembre de 1797. Admirados al contemplar el gran numero de objetos que á la vez se presentaban á nuestra vista, nos vimos embarazados al principio en la distribucion y plan regular de nuestros estudios y observaciones. Si todo lo que nos rodeaba era digno de inspirarnos el mas vivo interes, nuestros instrumentos fisicos y astronomicos eran tales que en su turno excitaban fuertemente la curiosidad de los habitantes. Nos veiamos á cada paso distraidos por visitas; y, para no descontentar á una gente que se ale

graba tanto al ver las manchas de la luna por el telescopio de Dollond, la absorvencia de dos gases en un tubo eudiometrico, ó los efectos del galvanismo sobre los movimientos de una rana, teniamos que responder á preguntas, á veces muy obscuras, y repetir por varias horas los mismos experimentos.

"Estas escenas se renovaron por espacio de cinco años, todas las veces que tomabamos nuestra residencia en los parages donde llegaban á saber que poseiamos microscopios, telescopios, y aparatos electricos. Era tanto mas fatigante quanto las personas que nos visitaban no tenian mas que ideas confusas de astronomia y de fisica; dos ciencias que en las colonias Españolas se hallan designadas por el nombre singular de "nueva filosofia." Los medio-sabios nos miraban con una especie de desprecio, quando oian que no habiamos traido, entre nuestros libros, el Espectaculo de la Naturaleza por el Abate Pluche, el Curso de Fisica de Sigaud la Fond, ó el Diccionario de Valmont de Bomare. Estas tres obras, y el tratado de Economia Politica del Baron Bienfeld, son los libros extranjeros mas conocidos y estimados en la America Española, desde Caracas y Chili a Guatimala y al norte de Mexico. Ninguno puede pretender al nombre de sabio á menos que no pueda citar sus traducciones; y no es sino en las grandes capitales, en Lima, en Sta. Fé de Bogota, y en Mexico, que los nombres de Haller, Cavendish, y Lavoisier, empiezan á reemplazar á los que han gozado de una celebridad popular durante los ultimos cincuenta años.

La curiosidad que excitan los fenomenos celestes, y los varios objetos de las ciencias naturales, toma un caracter muy diferente entre las naciones ya civilizadas, y entre las que no han hecho muchos progresos en el desenrrollo de sus facultades intelectuales. En los dos estados se hallan gentes que pertenecen á la clase alta á quienes toda ciencia es desconocida; pero en las colonias, y entre un pueblo nuevo, la curiosidad, lexos de ser transiente y ociosa, nace de un ardiente deseo de instruirse, y se descubre tan ingenuamente, que en la Europa no se ve esto mas que en la juventud.

En CARTAGENA, los Creollos poseen toda la propiedad territorial, y tienen grandes haciendas en la provincia. Los Mu

latos, y los descendientes de los Negros, Indios y Blancos, forman las clases jornaleras.

Los Negros no gastan otro vestido mas que una tela de algodon al rededor de la cintura. El vestido de los blancos es semejante al que se gasta en España, solamente de materiales mas ligeros. Las otras clases afectan el mismo estilo de vestido.

Los habitantes de la clase mas alta hacen generalmente dos comidas al dia, y una cena ligera. Su almuerzo consiste, por lo comun, en carnes fritas, en pasta hecha del arina de maiz, y en chocolate. La comida es mas substanciosa, consiste en carnes, aves, &c. todo ello sumamente sazonado con pimiento: los postres son frutas y vinos. Por la noche, la cena consiste en dulce y chocolate.-El beber aguardiente y tomar chocolate, el fumar, y el comer dulces, son los placeres que prevalecen entre ellos, juntos con el baile.

Los hombres son celebres por su agudeza, y por la precocidad de sus facultades. Su facilidad en adquirir las artes mecanicas es muy grande.

Las mugeres opulentas pasan sus dias bamboleandose en hamacas de algodon; y las mugeres de todas las castas son notables por su caridad hácia los extrangeros que padecen, y son de una disposicion suave y amable.

En QUITO, los blancos componen cosa de la sexta parte de la poblacion; los Mestizos una tercera parte; los Indios de los arrabales otra tercera parte; y la clase mixta de Negros, Indios, &c. la sexta parte restante. Los blancos Europeos son, excepto los nobles y comerciantes, por lo general muy pobres. Los Mestizos siguen los oficios de artesanos, y excelen en algunos ramos de las artes; parece que poseen un talento considerable, y una imaginacion viva. Los Indios se ocupan tambien en varios oficios, y son notables por la facilidad con que aprenden.

Los vestidos de la gente rica Española son magnificos, el oro y las alajas brillan en ellos. Los de un rango medio se visten comunmente con mucha decencia, y se cubren con capas. Los Indios gastan calzoncillos blancos de algodon, y una chaqueta ó camisa negra de algodón.

Las señoritas de Quito son, por lo general, hermosas, y estan bien educadas; y los hombres de gentil denuedo, y bien parecidos. La instruccion que dan á la juventud de la clase alta consiste, por lo comun, en el conocimiento de las bellas artes, y de la filosofia y teologia. El lenguage de los blancos, y de la mayor parte de sus descendientes, es el Español; pero el Quichua, y otros dialectos de origen Indiano, no son menos co

munes.

Los vicios mas prevalecientes son el ocio, la embriaguez, y el juego. Los Indios y el populacho son adictos al robo, y á licores fuertes. El mate, una yerba que crece en el Paraguay, se usa aquí como una especie de té, y es una de las bebidas mas favoritas de todas las clases.

CAPITULO IV.

POBLACION INDIANA

SECCION I.

DE SU DESCRIPCION GENERAL, &C.

UNAS quantas facciones fisicas y morales bastan para describir todas las tribus Indianas á la vez.

Lo que poseen en comun con respecto á su fisico es una cabeza grande, frente estrecha, cabello negro, flaco y largo, ojos medianos, nariz aguda, boca grande, labios gruesos, y cara ancha. Su color, generalmente, es como el de cobre, varia segun el temperamento del pays en que viven; y su estatura, comunmente de quatro pies y medio á cinco, lo es en algunas tribus de cinco á seis. Tienen muy poco pelo en las partes del cuerpo donde nace naturalmente; pero no son del todo barbilampiños.

Sus miembros, grandes y musculosos, tienen la apariencia de mucha fuerza; pero esa apariencia es engañosa, pues con dificultad pueden soportar mucho trabaxo. La pereza, la taciturnidad, la inconsideracion, la estupidez, la mentira, forman en general su caracteristico. Se observa que los que viven en el interior del pays no son tan crueles como los que habitan la costa. Pocos de los primeros son antropofagos, mientras que la mayor parte de los ultimos lo son.

En el Nuevo Mundo, en el tiempo de la conquista, los naturales no estaban reunidos en grandes comunidades mas que en las cimas de las Cordilleras, y en las costas en frente del Asia. Las llanuras, cubiertas de bosques, y atravesadas por rios,-los inmensos llanos que se extienden al este, y que sir

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