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puede hacer es dar chillidos, como M. Salgues, de rabia y desesperacion. Pero consuelese M. Salgues; pues Francia no se hizo para ser libre. Es natural al Frances ser vil y baxo. Le gusta estar siempre arrodillado, -en casa delante de su dama-,afuera delante de su Grand Monarque ó Emperador. Una cadena, ya sea de hierro ó ya de flores, no importa, con tal que tenga cadena para bailar, es todo quanto él desea. Aun el mismo Napoleon le hubiera hecho libre, pero él no quiso, porque entonces no hubiera podido bailar en cadenas: de suerte que hizo á Napoleon Emperador y Grand Monarque; y de aqui resulto que cayeron los dos á tierra. Asi lo dixo Napoleon á su perfido senado quando cayó; y seguramente que M. Salgues no tiene motivos para dudarlo. Si no fuere demasiado atrevimiento tomaríamos la libertad de informar á M. Salgues, que el Gobierno Ingles ha reconocido, por un acto recientemente decretado, el pavellon de Colombia; de suerte que M. Salgues puede continuar baylando al son de la Caramañola, ó al de Vive Henri Quatre, según él y sus amigos juzguen al presente mas conveniente.

Habiendo defendido la nota del Señor de Zea contra el ataque del Drapeau Blanc, tenemos que decir algunas quantas palabras al Journal de Debats.

Hagamos ver quales son los fundamentos sobre los que este diario se cree obligado á apelar á la Francia, y aun á toda la Europa, para que consideren como colonos y dependientes de España, á los habitantes de payses extensos y lexanos, que han ganado la libertad con sus propias espadas, y á la que estan ahora levantando un templo de legislacion.

Estos son:-Los Gobiernos Europeos no pueden tratar con Colombia, y de consiguiente no pueden reconocer su independencia; porque, 19, "Ignoran que haya habido tal revolucion en el Sud de America." 29, "Colombia no tiene mas que 8 ó 10 mil soldados." 3o, "Colombia hace emprestitos, y paga puntualmente su interes en Londres." 49, "No se sabe quales son los limites de Colombia." 50, "No hay ninguna federación entre los varios Estados que componen á Colombia."

Jamas hemos visto un argumento que tenga la mas minima pretensión á logica, que iguale lo absurdo de este. Ninguna fuerza tiene en sus partes individuales; y el modo en que las proposiciones se hallan reunidas, debilita aun mas cada parte separada. ¿Si los Gobiernos Europeos ignoran la existencia politica de Colombia, por donde han sabido el número de sus tropas, la falta de demarcacion en su territorio, ó la de una federacion entre los Estados que la componen? Si es cierto que los Gobiernos Europeos ignoran la existencia de Colombia; para que gastar mas tiempo en la materia, despues de eso no hay nada más que añadir; pues, suponiendo la primera proposición verdadera, las otras no seran mas que conjeturas -pero conjeturas tan vagas y vanas, como las de un autor que disputase sobre las formas de gobierno en la luna ó en Saturno? ¿Pero en que consiste que los Gobiernos Europeos ignoran la exîstencia de Colombia? ¿Debemos acaso tomar esta declaracion segun nos la dicta el sentido comun, ó

segun la etiqueta de los gabinetes? Si es segun aquel, entonces la antigua maxîma de que, “para la ciencia no hay camino real," se halla pervertida; y debemos ahora abandonar ese sentido por el de que "la ciencia no puede hallar el camino del trono." Nosotros creimos siempre que el odio des grandes monarques por la libertad de la imprenta, se referia unicamente á la grande nation, y á la verdad no hubieramos nunca soñado que era para la ventaja del mismo grand monarque, á no habernoslo asegurado de ello el redactor de un diario que hasta las mismas palabras estan pesadas en la balanza de la aprobacion real. Admiramos el candor de esta admision, pero dudamos de lo politico de ella. ¿Es posible que oigamos decir al Journal de Debats en terminos claros, y lo que es aun mas, avec privilege du roy, que el Rey que el Gabinete Frances ignora una Revolucion que ha durado mas que el sitio de Troya? Imposible que este sea su sentido. Es mas probable que sea este otro:-que la informacion, aunque muy cierta, aunque tan clara y fixa como la luz á las doce del dia, no ha llegado con aquella pompa y magestad, que tanto concuerdan con las antiguas nociones de legitimidad, y con los animos reales. Mucho sentimos que no haya ido acompañada de todas estas sandeces; pero aunque este siglo es uno de los mas prolíficos para los reyes y gabinetes continentales, no hemos oido que hayan dado á luz ni siquiera un solo gobierno libre. No ha habido pues otra alternativa sino poner en el portal de la legitimidad el niño exposito de los Andes-y aunque el noble habitante de este hemisferio no quiera reconocer su parentesco, no podemos concebir como podra poner en duda su existencia, ni aun negarle aquella proteccion que se da á todo ser que exîste, sin hacer publico su defecto tanto de seso como de buen corazon. Tales proposiciones no presentan ningun lado contra el que se puede establecer argumento. Hasta ahora nadie ha cortado de un tajo una nube, ni derribado una sombra. El Sor Zea puede con razon decir al diarista lo que Macbeth dixo al espectro :

Tus huesos no tienen meollo; tu sangre está helada: en esos ojos con los que amedrentas, no se ve alma alguna".

"En donde la ignorancia constituye la felicidad, es locura ser sabio". De consiguiente no es extraño que los serviles de Francia no sepan que hay tal Colombia. Aunque á la verdad ese no es el modo de dar razon de la supina ignorancia del Journal des Debats. El autor en aquella gazeta iluminada se acercó demasiado del esplendor deslumbrante del gran monarca Bourbon, y, como dice Milton,

Ofuscado con el exceso de luz,

Cerro sus ojos en sempiterna noche."

III. Esta justa demanda de la parte del Gobierno Colombiano, ha sido primeramente concedida por el Gobierno de los Estados Unidos.

El siguiente documento es el despacho que el Presidente de los Estados Unidos transmitio á la Camara de Representantes:

A la Camara de Representantes de los Estados Unidos.

Al transmitir á la Camara de Representantes los documentos que se pidieron por la resolucion de la Camara del 30 de Abril, considero que es mi deber llamar la atención del Congreso á una materia sumamente importante, y comunicar los sentimientos que abriga el Executivo sobre ella; para que, si el Congreso conviniese con ellos, haya tal cooperacion entre los dos departamentos del Gobierno, como lo exîgen sus respectivos derechos y deberes.

El movimiento revolucionario de las provincias Españolas de este hemisferio, llamaron la atencion y excitaron la simpatia, de nuestros conciudadanos desde su principio. Este sentimiento era natural y justo, por razones que no necesitan comunicarse á la asamblea. Ha sido muy grato para todos, contemplar la conformidad que han manifestado en su politica las autoridades constituidas, respecto á esta lucha. Asi que el movimiento se revistio de una forma fixa y consistente, de suerte que el suceso fuese favorable á las provincias, se les extendio el derecho, que dan las leyes de las naciones, á dos partidos que son iguales en una guerra civil. Cada partido tubo entrada libre en nuestros puertos con navios publicos ó particulares, y la permision de extraer de ellos todos los articulos que daba el comercio á las demas naciones. Nuestros ciudadanos hacian tambien el comercio con los dos partidos, en articulos de guerra no de contrabando, y el Gobierno le ha protegido. En toda esta lucha el Gobierno de los Estados Unidos ha observado la neutralidad, y ha llenado con la mayor imparcialidad todas las obligaciones que pertenecen á aquel caracter.

Esta lucha ha llegado ya á tal grado, y ha tenido un suceso tan favorable y decisivo para las provincias, qui merece la consideracion mas seria; y si en consequencia de esto no deben, en su trato con los Estados Unidos, considerarse como naciones independientes, con todas aquellas ventajas que son incidentes á la independencia. Buenos Ayres tomó ese rango por una declaracion formal en 1816, y ha gozado de él desde 1810, libre de invasion por el pays paterno. Las provincias que componen la Republica de Colombia, despues de haber declarado cada una de por si su independencia, se unieron por una ley fundamental del 17 de Diciembre de 1819. Una fuerza considerable ocupaba en aquel tiempo ciertas partes de su territorio, y hacia una guerra destructiva. Aquel exercito ha sido repetidamente derrotado, y todos sus soldados han sido muertos, hechos prisioneros ó expelidos del pays, á excepcion de algunos quantos que se hallan bloqueados en dos fuertes. Tambien las provincias del Pacifico han sido muy afortunadas. Chili declaró su independencia en 1818, y desde entonces á aca

ha gozado de ella sin inquietud; y ultimamente, con el ayuda de Chili y Buenos Ayres, la Revolucion se ha extendido hasta el Peru. De los movimientos de Mexico, nuestra informacion es menos autentica; pero sin embargo se ha dado a entender distintamente, que el nuevo Gobierno ha declarado su independencia, y que al presente no hay alli ninguna oposicion, ni ningunas tropas para hacerla. Durante los tres ultimos años el Gobierno de España no ha enviado ni un solo cuerpo de tropas á ninguno de aquellos payses, ni es probable que las envie en lo venidero. De este modo es claro, que todas aquellas provincias no solamente gozan de su plena independencia; pero, considerando el estado de la guerra, y otras circunstancias, no existe la mas minima aprehension de verse privadas de ella.

Quando el resultado de tal altercacion está perfectamente establecido, los nuevos gobiernos tienen el derecho de ser reconocidos, por otros poderes, lo que no se les debe negar. Las guerras civiles excitan freqüentemente sentimientos que es imposible someter. La opinion de otros poderes sobre el resultado, puede calmar á veces aquellos sentimientos, y promover un acomodo entre las partes adversas, que sea util y honroso para las dos. La dilacion que los Estados Unidos ha observado antes de decidir esta importante materia, es de presumir debe haber sido una prueba nada equivoca para España, como tambien para los otros poderes, del inviolable respeto con que estos la han tratado, y de la determinacion de no intervenir en sus derechos. Las provincias que pertenecen á este hemisferio son vecinas nuestras, y han urgido sucesivamente, á medida que cada una adquiría su independencia, la necesidad de su reconocimiento, apelando á hechos incontestables, y los que creian les daban un justo titulo á él. Este Gobierno ha desechado invariablemente toda pretension á motivos de interes, estando resuelto á no tomar ninguna parte en la altercacion, ú otras medidas, que no mereciesen la sancion del mundo civilizado. Respecto á otras pretensiones se ha mostrado una debida sensibilidad, y reconocido con franqueza; pero estos, de si solos, no podian ser una causa que moviese á obrar. Era el deber de este Gobierno exâminar cada hecho, y cada circunstancia importante, sobre la que se pudiese formar una opinion sana; lo que ha sido hecho. Quando de consiguiente contemplamos el largo tiempo que se ha gastado en esta guerra, el completo suceso que ha tenido en favor de las provincias, la condicion presente de los partidos, y la entera incapacidad de España para operar un cambio, nos vemos obligados á concluir, que su destino está establecido; y que las provincias que han declarado su independencia, y que gozan de ella, deben ser reconocidas.

De las miras del Gobierno Español sobre esta materia, nó se ha recibido recientemente ninguna informacion particular. Es de presumir que los progresos favorables de la Revolucion por una sucesion tan larga de años, ganando fuerza, y extendiendose anualmente en todas sus direcciones, y abrazando, por los ultimos acontecimientos importantes, con corta excepcion, todos los dominios de España al sud de los Estados Unidos en este Continente, de este modo poniendo entre las manos del pueblo todo el Continente, hara ver á la metropoli la necesidad de una reconciliacion,

baxo una base de entera independencia. Ni tampoco se ha recibido una informacion reciente de la disposicion de otros poderes respecto á ella. Se ha mantenido un deseo sincero de obrar de concierto con ellos en el propuesto reconocimiento, del que varios de ellos fueron debidamente informados hace algun tiempo; pero se dio á entender que no estaban aun preparados para ello. El espacio inmenso entre aquellos poderes, aun los que confinan con el Atlantico, y estas provincias, hace que su Revolucion no sea para ellos tan interesante como lo es para nosotros. De consiguiente es probable, que no hayan seguido su marcha tan atentamente como nosotros. Sin embargo es de presumir, que los ultimos sucesos desharan quantas dudas exîstan sobre el resultado.

Al proponer esta medida, no tenemos en contemplacion hacer el mas ligero cambio en nuestras relaciones amistosas con ninguno de los dos partidos, observando en todos los respectos, como hasta ahora, la mas perfecta neutralidad, si la guerra continuase entre ellos. De esta disposicion amistosa, se dará al Gobierno Español una garantia, que, es de presumir, será satisfactoria. Se propone esta medida baxo la intima conviccion de que está en perfecta harmonia con la ley de las Naciones; que es justa respecto á las partes que se hallan concernidas; y que los Estados Unidos deben adoptarla por el caracter y situacion de que gozan en el mundo, como tambien por sus intereses los mas esenciales. Si el Congreso concurriese en la medida que aqui se presenta, no hay duda que sentiran la necesidad de hacer aquellas gestiones requeridas para llevarla á efecto.

Washington, el 8 de Marzo de 1822.

JAMES MONROE.

La siguiente nota iba incluida al mismo tiempo con el despacho del Presidente de los Estados Unidos.

Departamento de Estado.

Washington, el 7 de Marzo.-El Secretario de Estado, al que se ha referido la resolucion de la Camara de Representantes del 30 de enero ultimo, requerida por el Presidente de los Estados Unidos, tocante á los Gobiernos que estan al sud de los Estados Unidos, y que han declarado su independencia, como tambien las comunicaciones de los agentes de dichos gobiernos en los Estados Unidos dirigidas al Secretario de Estado, como tendiendo á mostrar la condicion politica de sus Gobiernos, y el estado de la guerra entre ellos y España, siendo quiza necesario para los intereses publicos comunicarlos, tiene el honor de poner á la disposicion del Presidente los papeles requeridos en aquella resolucion.

Las comunicaciones de los agentes de los Estados Unidos son las que se han recibido mas recientemente, y presentan sus observaciones sobre la condicion actual de los varios Gobiernos Revolucionarios del Sud de America.

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