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hoy se llama de Cumaná, que comprende la provincia de este nombre, la de Maracapana y los dominios del cacique Coyaraital. Alli entraron en un puerto semejante al de Cádiz, que quizá será el de Mochima ó el de Manare 2, donde vieron un pueblo de ochenta casas, y habiendo bajado á tierra y rescatado con los naturales algunas per las que llevaban al cuello y en los brazos, supieron que muchos de los hombres desnudos que veian, eran de otro pueblo mayor, distante tres millas de aquel lugar. Aficionados á los cambios, rogaron á los españoles fuesen con la nave á su poblacion, y asi lo hicieron estos al dia siguiente. La curiosidad atrajo y reunió la gente de la comarca en número tan asombroso, que Guerra y Niño temieron desembarcar, no teniendo mas que treinta y tres hombres, y les decian por señas que viniesen á la nave á comprar ó cambiar las cosas que deseaban; y por este medio adquirieron cerca de cincuenta marcos de perlas. Asegurados del buen caracter de los indios, despues de veinte dias de permanecer en aquel puerto, ba→ jaron por fin á tierra, donde fueron recibidos con los mayores obsequios y demostraciones mas amistosas. Las casas eran de maderos hincados en tierra y cubierta la techumbre con hojas de palma. Vieron bosques altísimos y espesos: animales salvages de extraños sonidos en sus rugidos y voces, aunque no fieros, pues los naturales andaban sin temor por los bosques con solo sus arcos y flechas. Al ver ciervos, venados y conejos infirieron que era costa firme, pues esta clase de cuadrúpedos no se habia visto en las islas. No tenian bueyes, cabras ni ovejas. Para su alimento usaban el pan de raices y de panizo ó maiz, y comian las ostras de que sacaban las perlas, y algunas aves y animales salvages, como puercos, ciervos, conejos, palomas y ánades. Sus cabellos eran ne

I Asi lo dice el piloto Morales, hombre veraz y que habia navegado muchas veces por aquella costa, segun manifiesta en otra declaracion que dió sobre el primer viage de Hojeda.

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Véase el derrotero de las Antillas, pág. 288 de la primera edicion y 310 de la segunda.

gros y gruesos como los de los naturales de la Española, aunque mas crespos y largos. Para conservar blanca la dentadura llevaban de continuo en la boca y mascaban cierta yerba, enjuagándose cuando la arrojaban. Las mugeres cuidaban de la agricultura y cosas domésticas, mientras los hombres se ocupaban en la caza, en los juegos, fiestas y otros entretenimientos. Hacian algun comercio con las provincias vecinas, de las cuales llevaban algunas mercaderías y objetos de su escasa industria, cambiando unas cosas por otras en los mercados á que concurrian.

10. Por estos lugares se detuvieron Guerra y Niño tres meses, atraidos de la bondad de los naturales, de la amistad del cacique y del ventajoso empleo de las bujerías de Europa. Cualesquiera cosillas de metal, los cascos de loza vidriada les bastaban para adquirir comestibles en gran variedad y copia, maiz, cazabe, frutas, pescados, caza de todo género. Los indios eran muy diestros en el manejo del arco y flecha, y con tanta facilidad mataban el venado, el jabalí, el conejo, la tórtola, la paloma, el papagayo, como cogian los ánsares y pavos domésticos, por servir á los españoles, objeto de su admiracion y obsequio. Se mostraban igualmente francos en permutar sus adornos, si bien á veces con regateo y no sin distincion. De oro habia poco, y ese bajo comunmente, en joyeles de hoja delgada y algunas perlas, dispuestos en figura de aves, ranas y otros animalejos. Estos que llamaban guanines, como raros y estimados, se cedian con gran dificultad; pero sin ninguna las perlas, tenidas en menos porque abundaban mucho como en el lugar de su nacimiento: lugar que descubrieron Niño y Guerra, observando á los indios con los ostiones en las manos, y viéndoles pescarlos ansiosamente; porque de su carne hacian ordinario alimento, y servianse de las perlas, ya para colla

Muñoz dice que hartos dias; pero por la relacion de Pedro Mártir se infiere, que habiendo llegado el dia 1. ° de noviembre á Cauchieto, que distaba seis jornadas de Curiana, debieron permanecer alli los meses de Agosto, Setiembre y Octubre.

res y otros adornos de sus personas, ya para comerciar con las naciones vecinas, y adquirir guanines que indicaban venirles de una provincia llamada Cauchieto, que estaba al occidente á seis soles ó dias de distancia I

II. Mueven pues los nuestros para ese rumbo, › y tocando en la ensenada de Corsarios ó en el fondeadero de Chuspa, que estan entre el cabo Codera y la Guayra, llegan á Cauchieto el dia 1.° de noviembre de 1499. Al instante los naturales del pais fueron á la nave sin temor ni desconfianza alguna, con el oro propio de su pais, y algunos collares de perlas que adquirian en cambio de los de Curiana: gente sencilla y de buen natural, que todas las noches venian en sus canoas á la nave, donde entraban con la misma seguridad y confianza que en su casa propia. Por ser muy zelosos de las mugeres, las hacian ir muy humildes y modestas detras de ellos, aún para manifestarles las cosas que llevaban los españoles, y que miraban como milagrosas. En la tierra habia bosques de algodon, y fábrica de redes y de los pañetes usados generalmente para cubrir las vergüenzas: bien que algunos las cubriesen solo con hojas de árboles, ó cascos de calabazas, y las mozuelas anduviesen totalmente desnudas. Aquí pareció la deseada copia de oro, y suma franqueza en desprenderse de él; empero se hubo muy poco de lo fino. Las perlas eran rarísimas, y á ningun precio podian adquirirse. Navegan en fin los españoles mas de diez dias adelante rescatando en los puertos y ensenadas que habia en la costa, hasta que hallaron un hermoso lugar con casas y castillos, y ademas con un rio y jardines de tal belleza, que uno de los viageros asegura no haber visto jamás un parage mas delicioso. Queriendo desem

I En toda la América contaban los indios sus jornadas por soles, y aunque no dicen nuestros historiadores lo que caminaban diariamente, puede conjeturarse que eran de seis á siete leguas con las cargas que conducian. Bajo este concepto distaria Cumaná de la provincia de Cauchieto de treinta y seis á cuarenta y dos leguas.

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Solo reconociendo tan prolijamente y con tanta detencion los puertos de la costa para hacer sus rescates é informarse de las riquezas y costumbres del pais, pudieron haber tardado nuestros navegantes mas de

barcar en él se lo impiden unos dos mil indios con ma canas, arcos y flechas, negados á toda comunicacion: novedad extraña, porque en las tierras anteriormente reconocidas habian sido recibidos con singulares demostraciones de hospitalidad, benevolencia y respeto.

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12. Retroceden por tanto á Curiana y detenidos otros veinte dias hacen nuevo acopio de perlas, gran parte de las cuales eran tan hermosas como las celebradas del oriente, aunque mal horadadas por falta de hierro é instrumentos propios ; algunas eran gruesas como avellanas. Los indios, segun dice Casas, quedaron muy contentos pensando que iban engañados los cristianos que adquirieron entonces en sus rescates mas de ciento cincuenta marcos de perlas 2. El 13 de Febrero de 1500 toman la vuelta para España, y despues de sesenta y un dias de trabajosa navegacion, arriban al puerto de Bayona en Galicia, cargados de perlas, cual pudieran de paja segun la expresion de Mártir. Noventa y seis marcos se presentaron al público; y es de creer se ocultase otra gran cantidad por los principales, en fraude de los demas compañeros y de los derechos reales. Niño al menos fue acu

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diez dias en llegar al puerto de Chichirivichi ó sus inmediaciones, donde al parecer les impidieron los indios el desembarco que intentaron, por lo ocurrido con Hojeda en el mes de Agosto anterior. Para recalar á aquel puerto tuvieron que atravesar el Golfo triste, donde es travesía la brisa, lo que la hace algo peligrosa (V. el Derrotero de las Antillas, pág. 301 de la primera edicion y 324 de la segunda); y esta es otra prueba de que anduvieron de puerto en puerto rescatando, y que no reparaban en peligros, sino en adquirir guanines.

I Así lo dicen la Relacion italiana y Pedro Mártir, y no veinte y dos dias como afirma Muñoz.

2 Casas, lib. 1, cap. 171.

3 La Relacion italiana dice que partieron de Curiana para España el dia 13; pero no expresa el mes. Mártir señala vIII idus Februarii, que es el dia 6, y que tardaron sesenta y un dias en arribar á Galicia, aunque hay un error de imprenta que parece ser sesenta y seis. De estas cuentas resulta que nuestros navegantes estuvieron en Cauchieto desde 1.o de Noviembre de 1499 hasta principios de Enero de 1500; y el resto del tiempo tardaron en navegar, en retroceder á Curiana y en descansar veinte dias hasta que salieron para España el 13 de Febrero ó el 6 segun Mártir á quien sigue Muñoz, llegando á Galicia á mediados de Abril.

TOMO III.

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sado y preso por tal sospecha: negó siempre, ni consta habérsele convencido en juicio . Libre en fin gozó la reputacion merecida de autor y conductor de la expedicion mas lucrosa que se hizo al Nuevo Mundo por aquel tiempo.

13. Entónces mismo extendió considerablemente las noticias del continente occidental la familia de los Pinzones de Palos, bajo la direccion y mando del célebre compañero del Almirante, Vicente Yañez, Este, ayudado de su sobrino Arias Perez y de otros parientes y amigos, armó cuatro carabelas y salió del puerto de Palos á principio de Diciembre de 1499, llevando consigo algunos de los que habian navegado á Paria con el

I Del libro de licencias para ir á descubrir que existia en la casa de la contratacion de Sevilla, consta al año 1500, que Cristóbal Guerra y Per Alonso Niño pagaron á S. A. del uno y cuartillo de aljofar diez y nueve marcos, cinco onzas, una ochava, tres tomines y otras porcioncitas de las que algunos trajeron escondidas y dos talegones &c., y por Real cédula expedida en 2 de Agosto de 1501 al tesorero Morales (Apend. núm. 14) se le mandó pagar á Jimeno Bribiesca nueve mil cuatrocientos ochenta y ocho maravedis, para que los repartiese y pagase á ciertas personas que vinieron en la nao de Cristóbal Guerra, á quienes les correspondian de ciertas perlas que S. A. les mandó tomar de la parte que les cabia de las que le trajeron de Indias.

2 Véase el primer viage de Colon, tomo 1, pág. 20. Despues de este primer viage capituló en Diciembre de 1495 con el Obispo Fonseca para ir á levante con dos carabelas. Véase el núm. 1 del Apénd. á esta seccion; y relativamente al mismo Pinzon y su familia los números 7, 8, 16, 23, 24, 25, 43 Y 44.

3 El piloto Juan de Umbria dice que salieron del rio de Saltes: la Relacion italiana y Pedro Mártir aseguran que de Palos, expresando aquella el 19 de Noviembre, y diciendo Mártir circiter kalendas decembris anni noni et nonagessimi à quadringentessimo supra millessimum: cuyo año se confirma por dos cédulas ó provisiones Reales, la una expedída en Granada á 5 de Diciembre de 1500 (Apénd. núm. 7), en que se dice que Vicente Yañez Pinzon con sus sobrinos Arias Perez y Diego Fernandez armaron con licencia Real, puede haber un año poco mas ó menos, cuatro carabelas con las cuales descubrieron seiscientas leguas de tierrafirme &c. La otra provision es tambien dada en Granada á 21 de Junio de 1501 donde dicen los Reyes que puede haber año y medio, poco mas 6 menos, quél (Yañez Pinzon) fué á descobrir tierra á las par tes de las Indias. (Véase el Apénd. á la Colec. Diplom. núm. 12, tom. II, pág. 406.)

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