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Su sueldo habia de ser la mitad de los provechos, no excediendo de trescientos mil maravedises anuales, y el resto para el rey. Con mas espíritu que posibilidad trataba de equipar diez navíos, pero ayudado de algunos compañeros solo pudo aprestar cuatro, que fueron: San ta María de la Antigua, su capitan García de Ocampo ó del Campo, en cuyo buque fué Alonso de Hojeda hasta que le prendieron: Sta. María de la Granada, mandada por Juan de Vergara; y las carabelas la Magdalena, al cargo de Pedro de Hojeda, sobrino de Alonso, y Santa Ana, al de D. Hernando de Guevara . Con estos buques se hizo á la vela desde Cádiz por Enero de 1502, tocó en la Gran Canaria y en la isla de la Gomera, donde dió instrucciones á los capitanes de lo que habian de hacer en el viage 2. Arribó despues al puerto de la isla de Santiago en Cabo-verde para pro

Julio de 1500; cuyas capitulaciones aprobaron SS. AA. en la misma ciudad á 8 de Junio de 1501. V. el núm. x del Apéndice.

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Para demostrar que Americo Vespucci no se halló en este segundo viage de Hojeda, ponemos la siguiente lista de los oficiales de mar y empleados en los cuatro buques, con referencia á los folios del extracto de los autos que se nos ha remitido de Simancas, en cuyo archivo existen los originales.

Anton García, piloto, fol. 12 y 85. Bartolomé Hernandez, piloto, fol. 12 y 53 vto. Juan Lopez, piloto, fol. 7 vto. y 85. Francisco Gomez, piloto, fol. 20 y 47. Diego Martin, piloto, fol. 84 vto. y 86.= Anton Vidal, maestre de la nao el Antigua, fol. 12 y 26 vto. Pedro Vergara, maestre de la nao la Granada, fol. 12. Miguel Griego, guardian de una nao. Rodrigo Vizcaino, carpintero, fol go vto. Gorvalan, tonelero, fol. 19. Diego Jimenez, herrero, fol. 47. Pedro Sardo, alguacil de una carabela, fol. 47. Diego de Conca, veedor de SS. AA. fol. 27. D. Hernando de Guevara, veedor de los Reyes de la tierra defendida de las Perlas, fol. 71. N. Rios, veedor del armada, fol 72.= Alonso de Arce, veedor de SS. AA., fol. 74. Juan de Guevara, receptor de SS. AA., fol. 55, y escribano de la armada, fol. 88. Juan Luis, escribano de la armada y receptor de SS. AA., fol. 62 y 88.= Diego de Entramas-aguas, escribano de la armada, fol. 13 vto. García Fernandez de Oco, escribano del navío la Granada, fol. 86 vto. Diego de Montesdoca, boticario de la armada, fol. 47. Fernando de Virues y Fernando Gutierrez, plateros, fol. 26 vto.

2 Declaracion de Guevara, fol. 71; de Gutierre de Liébana, fol. 19 vto., y Hojeda en la instruccion que dió á su sobrino, fol. 84 del ex

tracto.

veerse de algunos refrescos, y se detuvo ocho ó diez dias, quizá por las contestaciones serias que tuvo con el corregidor de la poblacion, reclamando en vano un ca lafate portugues que llevaba en la armada, y se habia fugado á tierra, lo que ocasionó disgustos y aun hostilidades. Desde allí atravesó el golfo con direccion á Paria, y antes de llegar avistó una isla despoblada, donde estuvo tres dias aderezando los hierros del timon de una de las carabelas. Siguió su rumbo hasta entrar en el golfo de Paria; y cuando buscaba juntamente con algunos maestres, pilotos y marineros, parage proporcionado para despalmar los navíos, halló, subiendo por unos rios arriba, el lugar que llamaron los anegados ó anegadizos de Paria. Entretanto que se limpiaban los buques rescató la gente varias perlas. Viéronse canibales que habitaban alli; y como hubiesen muerto á un cristiano 4, mandó Hojeda salir al veedor Rios con cien hombres para hacerse respetar, y reconocer el pais. Halláronse entónces dos ó tres clases de gomas de mucho color, de que se trajo alguna cantidad.

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23. Habilitados ya los cuatro navíos, salieron en II de Marzo de 1502, prolongando la costa del norte con viento levante á barlovento. El dia 12 requirió Hojeda al veedor Conca para que oyendo al piloto y otras personas, informasen si habian salido de la tierra vedada por SS. AA. Volvió á requerirle el 14, y declaró el veedor que ya habian salido, y que podia el señor gobernador saltar en tierra á rescatar . Antes de llegar á la Margarita se rezagó unas tres leguas D. Hernando Guevara con su

I Así lo dicen los testigos núm. 4 y 7, presentados por Vergara y Ocampo, fol. 28.

2 Este pueblo se llamaba Ribera Grande, como consta del interrogatorio presentado por Vergara y Ocampo, fol. 23. El escribano Entramas-aguas refiere menudamente todo lo ocurrido con los portugueses en la isla de Santiago, fol. 14 vto.

3 Los anegados de Paria: así los llama Hojeda en su interrogatorio, preg. 49, fol. 43, y los testigos en sus respuestas.

4 Declaracion de Entramas-aguas, fol. 62.

5 Estos requerimientos estan al fol. 83 y 84.

carabela sutil, en que llevaba poca gente; y en lugar de mantener su conserva, recelando Hojeda que se le hiciese tarde, largó todas las velas de los otros buques, y antes de anochecer perdieron de vista al de Guevara, Este sin embargo los siguió gran parte de la noche, hasta que viendo reventar la mar muy de cerca, y desviándose de aquel peligro surgió entre la isla de la Margarita y otra pequeña, donde permaneció aquella noche ignorando el parage en que estaba. Al amanecer reconoció Guevara todo el horizonte sin poder avistar ninguno de los otros navíos; y creyendo se habrian adelantado levó el ancla y anduvo todo aquel dia con direccion al puerto de la Codera, donde Hojeda tenia intencion de fondear. Resultando vana esta diligencia, pensó que los navíos se hubiesen rezagado, y ya de noche buscó surgidero donde esperar al abrigo de dos farallones distantes tres ó cuatro leguas de la tierra firme: rocas peladas que ningun árbol, mata ni yerba producian, aunque se albergaba en ellas multitud de aves de varias especies. Algunos mozos de la carabela para distraer á su capitan, que iba enfermo, le pidieron licencia para cazar de aquellos pájaros, y en un cuarto de hora le llevaron cerca de cuarenta muy grandes. Dió la vela Guevara al dia siguiente, y continuó buscando á Hojeda hasta que el 14 de Marzo determinó dirigirse para ello al puerto de la Codera. Navegando por la costa con tiempo bonancible, se le acercaron dos canoas con algunos indios que iban cantando con mucha algazara, y manifestaron deseos de entrar á rescatar, aunque Guevara no lo permitió. A la tarde se aproximaron tambien otras dos canoas que venian de pescar, y su gente con gran risa y alborozo echó en la carabela dos peces pequeños. En la mañana del 15 llegó al puerto de la Codera ', donde solo halló á Hojeda con su nao, por haber enviado las otras dos en busca de la de Guevara que creia perdida.

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García de Ocampo en su declaracion, fol. 68, dice que cuando saltó en la Margarita Pedro de Hojeda, se hallaba su tio Alonso cuarenta leguas de allí. Esta es la misma distancia que señalan las cartas de

24. Cerca de trece dias anduvieron buscando á este * por las inmediaciones de la Margarita y del golfo de las Perlas, sin que Vergara, capitan de la nao la Granada, bajase á tierra ni consintiese bajar á ninguno de su tripulacion. No así el capitan de la Magdalena Pedro de Hojeda, que saltó en la Margarita só pretexto de hacer aguada, y con un tal Miguel de Toro fué á una poblacion y rescató muchas perlas y guanines que luego se le secuestraron para los Reyes, por haber faltado en esto á lo prevenido en las instrucciones. Cansado ya de esperar Alonso de Hojeda salió del puerto, y siguiendo la costa, rescatando perlas y alguna ropa de algodon, llegó á una tierra de riego que los indios llamaban Curiana y él nombró Valfermoso 3. A pocos dias se le reunieron allí las dos naos que habian ido en busca de la de Guevara. La falta de víveres tenia á todos en grandes apuros; y convencidos de esta urgente necesidad por el reconocimiento de los pañoles del pan que hizo Hojeda el dia 2 de abril juntamente con Vergara y Ocampo, acordaron procurarse el remedio en el pais, tomando al mismo tiem po las hamacas, ollas, cántaros y otras cosas que necesitaban establecer su colonia en otra parte; porque prepara

nuestro depósito desde cabo Codera al promedio de la Margarita, y por consiguiente el puerto de la Codera parece ser el mismo que forma el citado cabo, y en el dia se llama Puerto corsarios. Véase el derrotero del Depósito, fol. 318 de la segunda edicion.

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Guevara en su declaracion, fol

71.

En su declaracion que está al fol. 73 vto., donde expresa las perlas y guanines que rescató Pedro de Hojeda en la Margarita, y las que tomó para SS. AA. por perdidas el veedor Diego de Conca, segun declara al fol. 29.

3 El-P. Fr. Pedro Simon en su conquista de tierra firme dice, folio 667, que la ciudad de Coro está fundada en una provincia de indios Ilamada Curiana: que sus naturales eran los mas pacíficos y los mas ricos de oro y perlas (fol. 54), que la fundó el año 1527 el capitan Juan de Ampues, cerca del pueblo que los indios llamaron Curiana, en donde surgió con un navío y sesenta hombres el citado año, siendo como un promontorio ó punta que hace allí la tierra (fol. 54 y 55). Esta Curiana es distinta de la que hemos hablado en la nota 4 de la pág. 13.-Tambien en Sta. Marta y sus inmediaciones usaban los indios regar las tierras, segun dice Enciso en la Suma de geografia.

ferian adquirirlo aún violentamente de los naturales de una tierra donde estaban de paso, á descontentar á los que habitaban en las que iban á poblar y hacer asiento.

25. Con esta idea se apostaron ocultamente en varios lugares, y á una señal convenida salieron de improviso, y dando en los indios desprevenidos los maltrataron cruelmente, y aún quitaron la vida á siete ú ocho en la refriega, quemando tambien algunas de sus casas contra las expresas prevenciones que Hojeda les habia hecho '. De los cristianos murió herido de una flecha el escribano de una carabela, tal vez Juan de Guevara, de quien se hace mencion en los autos. Tomaron entónces muchas hamacas, cantidad de algodon, varios enseres y aún pren. dieron algunas indias, de las cuales unas se rescataron por guanines, otras quedaron en plena libertad, y otras reservó Vergara para sí y para su amigo Ocampo. Todo lo demas se distribuyó entre la gente, y Hojeda solo se apropió una hamaca. Los pobres indios venian despues con seguro á rescatar estas mismas prendas á precio de guanines, quejándose amargamente del mal que sin causa se les habia hecho; pero aunque por estos medios adquirieron Hojeda y sus compañeros algun oro, no lograron cubrir la necesidad de bastimentos, y para adquirirlos mandó Hojeda, con acuerdo de los demas, que Vergara pasase á Jamaica á comprar cuanto pan fuese posible, y que se le reuniese en el lago de S. Bartolomé (Maracaibo) ó en el cabo de la Vela, donde permaneceria dos meses; que si no lo encontraba, aguardase otro tanto tiempo en cada uno de ambos puntos; y si aún esta diligencia fuese inútil, volviese á buscarle con mucho cuidado costeando desde Valfermoso hasta los citados puertos. Dió Hojeda esta instruccion en 7 de Abril á Vergara, quien con fecha del 8, así como Ocampo con la del 12, otorgaron su po

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I V. el Apéndice á la Coleccion diplomática, tom. II, pág. 426. · Todos estos sucesos constan de la declaracion del escribano Entramas-aguas, fol. 16, y las que dieron los testigos presentados por Vergara y Ocampo: véanse tambien los fol. 62 y 88, y la declaracion del veedor Rios, fol. 72.

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