CAPÍTULOS COMPLEMENTARIOS. Stultæ hominum differentiæ: verius honorum monopolia. BRABO. De regendi ratione; lib. 2. La polémica entablada sobre esas cuestiones de clases, es tan grave para Mallorca, que de su resolucion, buena ó mala, favorable á la equidad ó favorable á los abusos, depende la suerte de gran parte de la sociedad mallorquina. Por eso no he vacilado en llamarla nuestra cues– tion social. Todos los mallorquines están interesados en ella; unos por deber y otros por decoro, unos por religion y otros por humanidad; todos por conciencia y por patriotismo. No estará de sobra, pues, el aducir más datos, y llevar con más explicaciones la luz á las inteligencias. No estará demas, áun á riesgo de ser prolijos, el insistir sobre el asunto y ofrecer nuevos puntos de vista á la consideracion de los lectores, para que los forasteros residentes en la Isla y los españoles de la Península, puedan juzgar acertadamente é influir en la extincion de los privilegios de clases en Mallorca. Largo tiempo hace que era necesario que viniese luz sobre tan tenebroso asunto. Cuando esta luz haya pene trado como un rayo de la aurora en el fondo de nuestros valles, en nuestras apartadas aldeas, y en la mente de los mallorquines todos, las sombras del pasado huirán, avergonzadas para siempre. Se me ha objetado que con mis escritos acerca de esta cuestion, algunas almas podrían padecer escándalo. Lloraría con lágrimas eternas el que eso sucediese; y estoy pronto á borrar con mi sangre cualquier palabra, que advertida ó inadvertidamente salga de mi pluma y pueda interpretarse, siguiendo las reglas de una sana crítica, como contraria ni de cerca ni de léjos á la doctrina de la Santa Iglesia Católica y á los deberes de un buen Sacerdote. No padecerán escándalo, pues, las almas rectas, las que consideran que el hombre debe entrar en la posesion de los derechos que la mano liberal de la Providencia le ha concedido, las que, con sencillez evangélica y verdadera piedad, conocen que uno de los altísimos deberes del Sacerdote cristiano es salir á la defensa de los desgraciados, pelear por la verdad, por la razon, por la libertad verdadera, pelear y vencer, ó morir en la demanda. Los fueros de la verdad son sacratísimos; la verdad no puede estar oculta; no puede ser bastardeada con transacciones ridículas ó con mistificaciones impotentes. Cuando ha llegado la hora de decir la verdad, de combatir la injusticia legal, ó las prevenciones odiosas, no hay que retroceder porque tal ó cual tímido, tal ó cual escrupuloso se escandalicen. Esta timidez es anticristiana, este escrúpulo es mezquino, este escándalo es hipócrita. El Padre Croisset, uno de los autores de mística más. populares, en la explicacion del evangelio del tercer Miércoles de Cuaresma combate la opinion de los que creen que no se ha de decir la verdad, cuando pueda de ahí origiginarse escándalo entre personas de poco entendimiento ó de mucha malicia. «El escándalo de los flacos-dice>>es un gran mal; se debe en cuanto sea posible preve»nirlo ó quitarlo. Pero cuando por pura malignidad, ó >>por otras razones todavía más frívolas ó más injustas, >>hay quien se escandaliza de lo que no podría callarse >>sin herir la verdad, se debe pasar por cima de esta con>>sideracion; dice San Bernardo, con San Gregorio, San >>Crisóstomo y San Agustin: Melius est ut scandalum »oriatur, quam ut veritas derelinquatur.» El teólogo Brabo afirma, como se ve en la sentencia que he puesto por epígrafe de estos capítulos, que las diferencias entre los hombres constituyen un verdadero monopolio del honor. Ese monopolio debe acabar; esas necias distinciones de clases que hay en Mallorca deben desaparecer. ¡Feliz mil veces si con este libro me fuera dado aportar una sola piedra, al edificio de la igualdad católica en mi Patria! |