Imágenes de páginas
PDF
EPUB

cho intermedio q.e e huvo no fe supo ni entendio cosa q.e oliese a delito ni raftro del, antes bien gozando effectos Reales de Paz.

е

Que fue dicho Supt. a su carta a pedir el donativo en nombre de V. M. con los alguaziles y otros miniftros necesarios tanto para facilitar mas el fervicio quanto á la autoridad su officio de oydor todo a su costa donde efttuvo muchos dias y con ser lugares q.o le señalaron mas pobres de menos poblacion y mas montuosos y trabajosos truxo el a solas tres mil libras moneda de aquel Reyno, de manera que el solo truxo mas q.e dos otros oydores q.e havian ydo por los lugares de mas poblacion, mas ricos, llanos, y de menos trabajo. Vltimamente en la lleva q.e V. M. mando hazer en dicho Reyno a don Alonso de Cardona Virrey q. es al presente del de 400. marineros para la armada real con su real carta dada en Madrid en Julio 1633. Assiftiendo este dia y noche cerca la persona del dicho Virrey y por espacio de un mes continuo al muelle de dicha Ciudad de mañana y tarde aliftando dichos marineros y haziendo muy grandes diligencias por todo el dicho Reyno, haziendoles traer y buscar ayudando y facilitando la dicha lleva con q.o en tan breve espacio de tiempo se remitio a Cadiz la maior parte della Patrones y Gente mas diestra y luzida q.e salio jamas defte Reyno, y lo mismo ha hecho en qualesquiera otras ocasiones q.e se hayan offrecido del servicio de V. M. tanto en materia de Jufticia como de Guerra y Govierno.

Leídos y estudiados con detencion esos curiosos documentos históricos, hasta hoy inéditos, infiérese de su lectura, como de las consideraciones generales que llevamos anteriormente hechas, que no puede saberse á ciencia cierta si las familias llamadas en Mallorca de estirpe hebrea, son de tal estirpe; á lo menos de muchas podemos asegurar que no se sabe, con los documentos más fidedignos en la mano; que varias de estas familias vi

nieron con los cristianos del siglo XIII; y que algunas son, probablemente, una rama de esas otras familias nobles, de idéntico apellido. Por consiguiente la exclusion que se hace de ellas no puede ser más injusta, no solamente mirada desde el punto de vista religioso y filosófico sino áun desde el punto de partida de las preocupaciones populares.

$ 2.-Descendencia de Judíos.

Que no puede saberse á ciencia cierta ni atestigüarse histórica ni legalmente que las familias de la Calle desciendan de Hebreos, y que, al contrario, puede afirmarse que algunas de ellas no son de tal estirpe; lo prueban las razones y documentos presentados en el párrafo anterior. Esa ascendencia solo tiene á favor suyo la palabra del Padre Garau, y las tradiciones mallorquinas. Admito, sin embargo, que estas tradiciones sean eco de la verdad: admito, para poder discutir en todos los terrenos, que nosotros descendamos de Judíos. ¿Qué manda la Religion; qué manda la Iglesia á los conversos y á los Cristianos originarios?-Que se amen mutuamente, y no se haga entre ellos distincion alguna por razon de la procedencia respectiva. Nicolas V, Paulo III, y Clemente XI, con otros muchos papas, lo ordenan así. ¿Se ha cumplido eso? No se ha cumplido. Los hechos están á la vista, y hablan con aterradora elocuencia. Luego Mallorca en esta gran cuestion de la equidad cristiana, Mallorca, la Isla de la Fe, no ha obedecido al Pontífice romano.

Hablemos de Israel otra vez; se me dispensará que no hable de moros ni moriscos, porque nadie nos imputa el que seamos descendientes de éstos.

Primeramente; los palmesanos del siglo XIV ya no se

portaron con los hijos de Israel que vivían entre el Temple, Calatrava y Call, como deben portarse los ciudadanos de una misma ciudad. Los hijos de Israel, industriosos y activos se enriquecían con el comercio de Levante, y aportaban capitales inmensos á la Isla, que entónces era un emporio del comercio del Mediterráneo. De aquel gran comercio y riqueza es elocuente demostracion el que en el Puerto de Portopí, hoy cegado, anclaban á mediados del siglo XIV más de 300 naves mayores ó de gabia; y en la parroquia de Santa Cruz se albergaban 30,000 marineros. Favorecidos por la legislacion de Don Jaime I, los judíos se habían engrandecido, y, como no los admitían en los ejércitos, se multiplicaban prodigiosamente, en bien de la moral y de la economía pública. Esto excitó las iras de sus contrarios; y en 1391, desbordado el populacho arremetió contra ellos, saqueó el Call, y asesinó bárbaramente á trescientas personas indefensas é inofensivas. Los pueblos de la Isla, á últimos del siglo XIV querían con esto vengar los agravios que recibieran de algunas administraciones: y en lugar de dirigirse contra los verdaderos autores del mal, se dirigieron contra los judíos. Pasaron el Call á sangre y fuego, asolaron las casas, llevándose hasta las puertas. Las delicadas telas de Persia, las ricas joyas del Arte, los labrados jarros de alfar, los suntuosos muebles del Oriente, las cuantiosas sumas de dinero que guardaban las arcas de los banqueros judíos en clase de depósito mercantil, todo desapareció; ocasionando la ruina de los particulares y de no pocas compañías. Ya en 1315 un acto de intolerancia, ocasionado por sucesos que la Historia calla, privó á los judíos de una Sinagoga, que fué convertida en templo católico con el título de Santa Fe; los infelices perseguidos se libraron de la confiscacion total de sus bienes mediante la paga de 95,000 libras.

y

Las matanzas de 1391 no fueron privativas de Mallorca. El historiador Cortada escribe: «Cual si la mayor >>parte de los pueblos se hubiesen puesto de acuerdo para >>exterminar á los Judíos en un solo día, la conflagracion >>fué casi general en todos los reinos de la Península y >>particularmente en las provincias que componían la co>>rona de Aragon. En una hora misma fueron atacados >>con una ferocidad increíble los barrios en que vivían >>los judíos de Toledo, Logroño, Toro, y otras ciudades de >>Castilla; y en Aragon los de Zaragoza, Huesca, Valen»>cia, Lérida, Gerona, Barcelona, y Palma de Mallorca. >>Asaltadas las casas, allanadas las Sinagogas, perdido >>todo respeto á la ley, pospuesto el temor de Dios, y so>>focados de todo punto los sentimientos de humanidad, »>se representó en esos pueblos y en otros de ménos im>>portancia la más cruenta escena de cuantas hasta en>>tónces habían inmolado á los infelices hebreos.

>>Barcelona fué el punto en donde se cometieron más >>horrores. Al saqueo y á la mortandad de aquel día (5 de >>Agosto), sucedieron otras escenas lamentables; porque >>la autoridad cogió y condenó á muerte á varios de los >>autores del motin, la noticia de que debían ser ejecu>>tados sublevó de nuevo la muchedumbre, que gritando »mueran todos y viva el Rey y el pueblo, el día 7 puso en »>libertad á los presos á despecho de la fuerza armada y >>atacó el castillo nuevo, hoy cárcel vieja, en donde se >>habían encerrado los judíos que se libraron del pasado >>degüello; y como no pudo penetrar en la fortaleza tocó »á somaten, y acudieron los campesinos de los pueblos >>inmediatos, quienes pasaron la noche cometiendo exce>>sos de toda clase. A la mañana siguiente los amotinados >>asaltaron el castillo y repitieron los pasados desmanes; »y si en aquel horrible campo de batalla no quedaron >>más de trescientos cadáveres, fué porque los judíos,

>>entre las ansias de la muerte imploraban la compasion >>de sus verdugos prometiendo bautizarse.» (1)

Ó cree ó muere-hé ahí la divisa de la intolerancia. Pero esa intolerancia es un pecado. La han condenado millones de veces los Santos Padres y los Pontífices de la Iglesia. El verdadero celo religioso obra de muy distinta manera: no obra fanáticamente. Clemente XI reprendió á los predicadores que traspasasen los límites de la caridad en sus predicaciones contra los Judíos; porque la Caridad non agit perperam, no obra en vano ni temerariamente. Y aquí viene de molde citar ese texto de San Pablo, tan mal comprendido por el Sr. Maura.

Para que se vea cómo obran la caridad y la ilustracion, citaré un caso notable de controversia, acaecido en España, en tiempo de disidencia religiosa. Me refiero á la célebre discusion teológica habida en 1413 en la ciudad de Tortosa entre los doctores cristianos de una parte, y los doctores judíos de otra. El historiador D. Víctor Gebhardt lo refiere de este modo:

<< Vinieron en aquel tiempo (á principios del siglo XV) >>las fervorosas predicaciones de San Vicente Ferrer, que >>recorriendo multitud de poblaciones, con la fe en el >>corazon y la persuasion en los labios, había logrado >>arrancar á las creencias judáicas crecido número de >>rabinos, que prestaron luégo á la causa cristiana muy »>importantes servicios. En 1407 pasó el Santo á la ciu>>dad de Toledo, y en un solo día alcanzó la conversion »de más de cuatro mil judíos, quedando desde aquel >>momento transformada en Iglesia su principal sinagoga, »y reducida á un corto número de incrédulos la judería >>que más importancia había tenido quizas en todos los »><dominios españoles. Era uno de los conversos un ra

(1) Cortada.-Lecciones de Hist. de España; pág. 225.

« AnteriorContinuar »