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autorizaba al ministro de relaciones exteriores para entablar de oficio la negociacion, siempre que hubiese probabilidad de un buen suceso (1).

El consejo de ministros, á quien se mandaba consultar un

(1) En oficio dirigido por el secretario general del Libertador al ministro de relaciones exteriores, desde el cuartel general de Quito, á 4 de abril de 1829, despues de manifestar que no se habia cumplido el convenio de Giron y que iba á continuar la guerra, trazaba un cuadro harto triste del estado lamentable en que se hallaba la América ántes española, devorada por la anarquía, las guerras civiles y todo linaje de excesos, y añadia :

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Tan espantoso cuadro como ofrecen los nuevos Estados americanos, hace prever un porvenir muy funesto, y la causa de la Independencia se ve amenazada por los mismos que debieran sostenerla. Colombia es ahora la nacion señalada por el dedo de la venganza y del resentimiento y si una mano, una nacion poderosa no media entre los Estados sud-americanos, tendremos ó que adoptar un espíritu de conquista, ó prepararnos, tal vez infructuosamente, á repeler una nueva invasion de las fuerzas combinadas. » El Libertador presidente insiste en las medidas de procurar una paz honrosa y permanente; la proclama adjunta emite francamente los designios de S. E. Mas en el actual desenfreno de pasiones, y á pesar de las revoluciones intestinas que deben sucederse en los Estados meridionales del Sur, no queda otro recurso (en el concepto de S. E.) que el que Us. hable privadamente con los ministros de los Estados Unidos y de Inglaterra, manifes-tándoles las pocas esperanzas que hay de consolidar los nuevos gobiernos americanos, y las probabilidades que hay de que se despedacen recíprocamente, si un Estado poderoso no interviene en sus diferencias ó toma á la América bajo su proteccion. Segun el resultado de esta conferencia privada, podrá Us. dirigirse oficialmente á dichos ministros, siempre que haya probabilidad de un buen suceso.

He demostrado á Us. las intenciones de S. E. el Libertador en obsequio de la paz y de la dicha de Colombia. Resta que Us. someta al consejo de ministros estas opiniones, y que de acuerdo con él, proceda Us. en las rela ciones con los agentes extranjeros sobre este importante negocio.

Ántes de concluir añadiré á Us. que al dirigirse al ministro de los Estados Unidos, debe hacerse con el objeto de la mediacion, como que es la nacion invocada en los tratados de Giron, por parte del Perú, para intervenir en las diferencias entre el Perú y Colombia, y para garantir el cumplimiento de los convenios internacionales. La proteccion es mas propia de una potencia europea.

» Vuelvo á encarecer á Us. haga fijar la consideracion del consejo en un asunto de tan vital importancia, y del cual dependen los destinos de Colombia.

» Acepte Us. el testimonio de mi distinguida consideracion y aprecio con que soy de Us. muy obediente servidor.

TOMO IV.

» Firmado José D. ESPINAR. »
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proyecto tan extraño, hijo probablemente de momentos de exaltacion y de absoluta desconfianza sobre el porvenir de las nuevas repúblicas, lo meditó con la debida circunspeccion. Él halló impracticable la abertura de semejante negociacion: primero, porque el gobierno de Colombia no tenia poderes ni instrucciones de los demas Estados americanos para someterlos á la proteccion de una potencia extranjera, y disminuir así los derechos de su soberanía; segundo, porque el gobierno de S. M. B. no querria obligarse á dar tal proteccion que lo comprometeria, especialmente con la España; y tercero, porque un paso de tamaña trascendencia radicaria y haria mas fuertes los celos y animosidad de los otros Estados americanos contra Colombia, persuadiéndoles que esta pretendia ejercer sobre ellos una supremacía indebida é intervenir en sus negocios domésticos. Ademas, era probable que el gobierno de los Estados Unidos soplára el fuego de aquella animosidad, por el influjo que en tal caso debia adquirir en estos países la Gran Bretaña, influjo que perjudicaria sobre manera á la política y á los intereses comerciales de los Americanos del norte y aun de otras potencias.

El ministro de relaciones exteriores conforme á un acuerdo del consejo de ministros, expuso en oficio de 25 de mayo aquestas razones al secretario general del Libertador presidente. Eran tan incontestables los fundamentos aducidos para no entablar la negociacion, que jamas pensó el consejo que el Libertador insistiera en su indicacion primitiva. Sin embargo, como el ánimo de este se hallaba cada dia mas desconsolado sobre la suerte futura de las repúblicas americanas, y como en aquellos dias habia recibido noticias alarmantes de nuevos excesos, revoluciones y crímenes que hacian cada vez mas negra la historia de la América española ya independiente; en fin, como se hablaba de una fuerte expedicion marítima y terrestre que la España reunia en la isla de Cuba para invadir á Méjico, Bolívar insistió en su primera idea. Así, en oficio de su secretario general, fecha de 6 de julio, expuso con la enérgica expresion de ideas que acostumbraba el estado lamentable de la América, por la insubsistencia y mala fe de sus gobiernos, que hollaban los tratados mas solemnes y la fe pública de las naciones; por los desórdenes, ignorancia y apatía de los pueblos, que eran instrumentos ciegos del primer ambicioso que hablán

doles de libertad é igualdad, les hacía cometer los mayores crímenes; por la desmoralizacion de los ejércitos, los excesos de la demagogia y la insaciable sed de mando; en fin, por la actual amenaza de una fuerte expedicion española dirigida contra la América. Despues manifestaba la insuficiencia de los remedios adoptados hasta entonces para conjurar la tempestad y curar tan graves males, y se hacía cargo de las dificultades que se habian opuesto por el consejo de ministros para emprender la negociacion que pusiera á la América ántes española bajo la proteccion de la Gran Bretaña (1).

(1) Nos parece conveniente copiar íntegro este documento importante, que decia :

• REPÚBLICA DE COLOMBIA.

Secretaría general de S. E. el Libertador.

» Cuartel general en Buijo, á 6 de julio de 1829 - 19.

» Al H. señor ministro de Estado en el despacho de relaciones exteriores.

> Señor,

He tenido la honra de dar cuenta á S. E. el Libertador presidente de la comunicacion de Us. de 25 de mayo, contraida á manifestar los pasos que se han dado privada y oficialmente por el ministerio de Us. para excitar á los gobiernos de los Estados Unidos y del Reino Unido de la Gran Bretaña é Irlanda, por medio de sus ministros, á una mediacion entre el Perú y Colombia; y de las observaciones que ha hecho el consejo á la indicacion que de órden de S. E. trasmití á Us. sobre la conveniencia de solicitar de alguna potencia europea, tomase la América bajo su proteccion. Los primeros son conformes con los deseos de S. E. Las segundas, aunque desenvuelven los principios del derecho de gentes convencional, son mas bien aplicables á la palabra proteccion, de que me he servido en mi nota de 4 de abril, que á la idea concebida por S. E. y que no acerté á expresar.

» Desde que las diferentes secciones americanas han ensayado infructuosamente todas las formas de gobierno simples ó mixtas comprendidas entre la democracia pura y el completo absolutismo; despues que los pueblos se han familiarizado en destituir, deportar y aun ejecutar infamemente á los monarcas, directores, presidentes y demas conductores de las naciones; cuando los gobiernos nuevos hacen profesion de desconocer todo derecho de gentes, y guiados por el instinto del mal y por su propio interes, han conculcado los tratados mas solemnes y faltado á la fe pública de las sociedades; despues que ineptos para gobernarse á sí mismos son frecuentemente la presa del primer ambicioso, de un emprendedor audaz, y convertidos en instrumentos ciegos de pasiones individuales, llevan la guerra á las naciones limítrofes; desde que la desmoralizacion ha penetrado en el corazon de los ejércitos; cuando la demagogia ha arrastrado á los hombres, no solo á despedazar las entrañas de

Solamente un ánimo afectado por la mas profunda melancolía, como se hallaba entónces el de Bolívar en la hacienda de Buijo, al ver cundir por do quiera los desórdenes y la multitud

su patria y abrasarla en el fuego de la discordia civil, sino en invocar á los enemigos de aquella, abrirles las puertas y franquearse á ellos como á sus colaboradores; despues, en fin, que la sed de mando ha sugerido el medio de saciarla, vituperando á los predecesores hasta el extremo de fallar contra ellos en favor de los enemigos; y cuando la antigua metrópoli, tan lejos de perder las esperanzas de reconquista, hace preparativos para una nueva y fuerte expedicion sobre las costas y provincias australes de la América, es preciso, es inevitable deplorar anticipadamente la futura suerte del Nuevo Mundo.

» ¿Qué medios pueden excogitarse para salvarnos por nuestros propios esfuerzos del estremecimiento casi universal que ha derrocado los imperios, que ha sepultado las repúblicas, que ha hecho desaparecer las naciones enteras? ¿Cómo librar á la América de la anarquía que la devora y de la colonizacion europea que la amenaza? - Se reunió un congreso anfictiónico, y sus tareas fueron desdeñadas por las naciones mas interesadas en sus convenios. Se propuso una federacion parcial de tres Estados soberanos, y la maledicencia y el escándalo se elevaron hasta los cielos. En fin, la América necesita de un regulador, y con tal que su mediacion, proteccion ó influencia emanen de una nacion poderosa del antiguo continente, y con tal que ejerza un poder bastante para que en caso de ser desatendida é insuficiente su política, emplee la fuerza y haga oir la voz del deber, lo demas es cuestion de nombre.

» S. E. está al cabo de las dificultades que hay para que Colombia implore el favor de la Europa ó de una nacion cualquiera para sí y los demas Estados americanos. Lo está tambien de los celos que excitaria entre las potencias europeas la influencia que una de ellas (que no fuese la España) ejerciese sobre la América; pero debiendo esta á la Inglaterra doscientos millones de pesos, es sin duda la nacion á quien mas interesa impedir la destruccion y la esclavitud de la América. Pero este interes aislado ó falto de aplicacion y ejercicio no pondrá á la América á cubierto de ser colonizada nuevamente por la España ú otra nacion continental; y hé aquí el término de la revolucion y el fruto de veinte años de sacrificios.

» S. E. no tiene en este negociado el mas remoto interes personal, fuera del de Colombia, fuera del de la América. No se adhiere á la palabra; busca la cosa. Llámese como se quiera, con tal que el resultado corresponda á sus deseos, de que la América se ponga bajo la custodia ó salvaguardia, mediacion ó influencia de uno ó mas Estados poderosos que la preserven de la destruccion á que la conduce la anarquía erigida en sistema, y del régimen colonial de que está amenazada. Inglaterra; no ofreció espontáneamente su mediacion entre el Brasil y el Rio de la Plata? No intervino á mano armada entre la Turquía y la Grecia? Busquemos, pues, señor ministro, una tabla de que asirnos, ó resignémonos á naufragar en el diluvio de males que inundan á la desgraciada América.

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Sea Us. servido de someter nuevamente al consejo esta explicacion de los

de crímenes hijos de la revolucion, entre los cuales no olvidaba el 25 de setiembre, y que todos sus trabajos y fatigas en diez y nueve años, no habian hecho la felicidad de los pueblos, podia insistir en su primera indicacion. El gobierno de Colombia no debia iniciar sin poderes ni instrucciones una negociacion con el fin de poner bajo la proteccion, es decir, dependencia de una ó mas naciones europeas á los nuevos Estados americanos. En primer lugar, estos habrian rechazado con indignacion cualesquiera estipulaciones acordadas sin su consentimiento; y en segundo, ninguna de las potencias europeas habria querido encargarse por sí sola de una empresa tan vasta y difícil como sujetar por su política y por sus armas los Estados erigidos en la América ántes española, á fin de que marcháran por la senda del deber, y se estimaba casi imposible la combinacion de dos ó mas naciones. Ademas, era un presentimiento demasiado melancólico pensar que la débil España pudiera someter segunda vez y colonizar las nuevas repúblicas. Si estas, sin tener al principio hombres de Estado, sin armas y sin experiencia habian triunfado hasta entónces del poder é influjo de la madre patria, despues de una guerra sangrienta no habia peligro alguno de que sucumbieran en la lucha, cuando eran mas fuertes, aguerridas y experimentadas que al principio, y cuando generalizada la opinion de los pueblos, estaban mas decididos por la Independencia. El Libertador, que durante su vida pública habia dado tan relevantes pruebas de una constancia y valor incontrastables, era el que ménos podia temer otra subyugacion. Nos parece, pues, que su exaltada sensibilidad y una enfermedad grave que habia debilitado su parte moral, ó acaso una mala redaccion de las ideas que expresára, por falta de su secretario, fueron las causas que le hicieron decir cosas que no pensaba sériamente.

Antes que el ministro de relaciones exteriores Vergara recibiera dicha comunicacion para someterla al consejo, habia tenido várias conferencias con el señor Bresson. Este expuso los objetos de su mision, que eran: manifestar al gobierno de Co

votos del Libertador por la felicidad de las naciones, en cuya existencia le ha cabido no pequeña parte.

Soy de Us. con perfecto respeto muy obediente servidor.
José D. ESPINAR. »

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