Obras: Con la vida de Jovellanos ...

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Imprenta de d. Franciso Oliva, 1839
 

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Pasajes populares

Página 307 - Adornado de bárbaros trofeos El Capitolio, conduciendo atados Al carro de marfil reyes adustos, Entre el sonido de torcidas trompas Y el ronco aplauso de los anchos foros, La que dió leyes á la tierra, horrible Noche la cubre, pereció. Ni esperes Del antiguo valor hallar señales.
Página 61 - ... pronuncian y la mano alargan al primero que llega!'* ¡Qué de males esta maldita ceguedad no aborta! Veo apagadas las nupciales teas por la discordia con infame soplo al pie del mismo altar, y en el tumulto, . brindis y vivas de la tornaboda, una indiscreta lágrima predice guerras y oprobios a los mal unidos.
Página 24 - ... pensar en mi cruel destino. La grata soledad, la dulce sombra, el aire blando y el silencio mudo, mi desventura y mi dolor adulan.
Página 26 - Dios por medio de la santa contemplación, le goza ya en la tierra, y retirado en su tranquilo albergue observa reflexivo los milagros de la naturaleza, sin que nunca turben el susto ni el dolor su pecho.
Página 59 - Julias, más que ser malas quieren parecerlo. Hubo un tiempo en que andaba la modestia dorando los delitos: hubo un tiempo en que el recato tímido cubría la fealdad del vicio: pero huyóse el pudor a vivir en las cabanas.
Página 62 - Sobre la playa, y con afán recoges La pestilente carga, y la repartes Alegre entre tus hijos. Viles plumas, Gasas y cintas, flores y penachos Te trae en cambio de la sangre tuya; De tu sangre ¡oh baldón!
Página 22 - DESDE el oculto y venerable asilo do la virtud austera y penitente vive ignorada y, del liviano mundo huida, en santa soledad se esconde, el triste Fabio al venturoso Anfriso salud en versos flébiles envía. Salud le envía...
Página 28 - Así á tus ojos insidiosa ostenta las fantasmas del bien, que va sembrando sobre la senda del favor ; y pugna por arrancar de tu virtud los quicios. Guay ! no la atiendas , mira que robarte quiere la dicha que en tu mano tienes.
Página 25 - Con blando impulso el céfiro suave, las copas de los árboles moviendo, recrea el alma con el manso ruido, mientras al dulce soplo desprendidas las agostadas hojas, revolando, bajan en lentos círculos al suelo...
Página 61 - Cobijado el desórden, ó le sufres Salir en triunfo por las anchas plazas , La virtud y el honor escarneciendo ? Oh infamia ! oh siglo ! oh corrupcion ! Matronas Castellanas , ¿ quién pudo vuestro claro Pundonor eclipsar?

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