Imágenes de páginas
PDF
EPUB
[merged small][graphic][subsumed]

LIBRO PRIMERO.

De los antiguos jitanos españoles.

Varia es la opinion de los escritores al dar origen á los gitanos. Quien dice que la primera vez que se vieron en Europa fué el año de 1417, reinando en Castilla don Juan el 2.o. Quien que son de Africa, y vinieron con los árabes á España. Quien que vienen de los antiguos persas, cilices, nubianos de Egipto inferior, de Suria y otras partes de Africa. El doctor Sancho de Moncada dice por cierto y seguro en 1619-«que los que andan por España no son gitanos, sino enjambres de zánganos y hombres ateos y sin ley, ni religion alguna: españoles que han introducido esta vida ó secta del gitanismo, y que admiten á ella cada dia gente ociosa y rematada. En la segunda parte de La vida de Lazarillo de Tormes escrita por un tal H. de Luna, é impresa en Paris el año de 1620, se lee: «Preguntéle (á un gitano) en el camino sí los que estaban alli eran todos gitanos nacidos en Egipto. Respondióme que maldito el que habia en España; pues que todos cran clérigos, frailes, monjas ó ladrones, que habian escapado de las cárceles ó de sus conventos; pero que entre todos, los mayores bellacos eran los que habian salido de los monasterios y mudado la vida contemplativa en activa.

Los reyes católicos por ley que hicieron en Medina del Campo el año de 1494, y que renovó el emperador Carlos V en Toledo en 1525 y en Madrid en 1528 y 1534 desterraron perpétuamente de España á los gitanos. Quedó sin efecto esta determinacion, por lo cual el rey Felipe II en 1560 les dió licencia de vivir de asiento, y con oficio y amos en lugares, prohibiéndoles que anduviesen juntos vagando por los reinos de España,-só pena que, si en ellos fueren hallados sin oficios ó sin señores, juntos, den á cada uno cien azotes por la primera vez y los destierren perpétuamente de estos reinos, y por la segunda vez que les corten las orejas y los tornen á desterrar, como dicho es, y por la tercera vez que sean cautivos de los que los tomaren por toda su vida.»

Tratóse despues de espulsar de España á los gitanos. En las córtes juntas en 1619 se dijo:-Una de las cosas mas digna de remedio que al presente se ofrece en estos reinos, es ponerle en los robos, hurtos y muertes que hacen los gitanos que andan vagando por el reino, robando el ganado de los pobres, y haciendo mil insultos, viviendo con poco temor de Dios, y sin ser cristianos mas que en el nombre. Se pone por condicion que su magestad mande salgan fuera de estos reinos dentro de seis meses desde el otorgamiento del servicio de esta escritura, y que no vuelvan á él só pena de muerte.

El rey Felipe IV por pragmática de 8 de mayo de 1633 declaró que "estos que se dicen gitanos ni lo son por origen, ni por naturaleza, sino porque han tomado esta forma de vivir para tan perjudiciales efectos como se esperimentan, y sin ningun beneficio de la república: que de aqui adelante ellos, ni otros algunos, asi hombres como mugeres, de cualquier edad que sean, no vistan ni onden con trage de gitanos, ni usen la lengua, ni se ocupen en los oficios que les estan prohibidos y suelen usar, ni anden en ferias, sino que hablen vistan como los demas vecinos de estos reinos, y se ocupen en los mismos oficios y ministerios, de modo que no haya diferencia de unos á otros: pena de doscientos azotes y seis años de galeras á los que contravinieren en los casos referidos.» Tambien dijo el mismo rey: «para estirpar de todo punto el nombre de gitanos, mandamos que no se lo llamen, ni se atreva ninguno á llamárselo, y que se tenga por injuria grave, y como tal sea castigada con demostracion; y que ni en danzas, ni en otro acto alguno, se permita accion ni representacion, trage, ni nombre de gi

tanos.

A pesar de tantas providencias, andaron los gitanos en cuadrillas y vivieron en despoblado hasta los tiempos en que reinó Cár los III.

Este rey por pragmática-sancion de 19 de setiembre de 1763 declaró que los que se llamaban y decian gitanos no lo eran por origen, ni por naturaleza, mandó que «ellos y cualquiera de ellos no usen de la lengua, trage y método de vida VAGANTE. Prohibo á todos mis vasallos de cualquiera estado, clase y condicion que sean, que llamen ó nombren á los referidos con las voces de gitanos ó castellanos nuevos, bajo las penas de los que injurian à otros de palabra ó por escrito.» A todos los que abandonaren la vida gitanesca concedió las mismas preeminencias que hasta de presente habian tenido los españoles; pero dispuso que los que siguieren en la vagancia y mal vivir serian perseguidos por los corregidores, quienes formaproceso y lista de ellos y enviarian á la sala del crimen del territorio. Esta en vista de lo que resultase, mandaria inmediatamente sellar á los contraventores las espaldas con un hierro ardiente, en el cual estarian grabadas las armas de Castilla. «Verificado el sello de los llamados gitanos que fueren inobedientes se les notificará y apercibirá que en caso de reincidencia se les impondrá irremisiblemente la pena de muerte; y asi se ejecutará solo con el conocimiento del sello, y la prueba de haber vuelto á su vida anterior.>>

rian

Los gitanos guardaban inviolablemente la ley de la amistad: ninguno solicitaba la prenda de otro. Entre ellos, aunque habia muchos incestos, habia pocos adulterios: Cervantes pone en boca de un gitano y en una de sus novelas, lo que sigue: «Cuando hay adulterio en la muger propia ó alguna bellaqueria en la amiga, no vamos á la justicia á pedir castigo. Nosotros somos los jueces y los verdugos. Con la misma facilidad las matamos y las enterramos por las montañas y desiertos como si fueran animales nocivos. No hay parientes que las vengue, ni padre que nos pidan su muerte. Con este temor y miedo ellas procuran ser castas, y nosotros, como ya he dicho, vivimos seguros. Pocas cosas tenemos que no sean comunes á todos, escepto la muger ò la amiga, que queremos que cada una sea del que le cupo en suerte. Entre nosotros asi hace divorcio la vejez, como la muerte. El que quisiere puede dejar la muger vieja, como él sea mozo, y escoger otra que corresponda al gusto de sus años.>>

Vivian en aduares de cuarenta en cuarenta, ó de cincuenta

en cincuenta. Eran gobernados por uno á quien llamaban CONDE Y á quien todos respetaban y tenian por su juez: el cual, cuando mudaban los aduares antes de asentarlos, daba primero algunas prendas de plata al alcalde del pueblo, en fianza de que en él, ni en todo su término no hurtarian.

Cuando iba alguno á ser gitano, desembarazaban un rancho de los mejores del aduar, y adornábanlo de ramos y juncia. Sentábase el nuevo gitano sobre un medio alcornoque: poníanle un martillo y unas tenazas, y al son de dos guitarras le hacian dar dos cabriolas. Luego le desnudaban un brazo y con una cinta de seda nueva y un garrote le daban blandamente dos vueltas.

Cuando querian casar ó tener alguna gitana por amiga la pedian al conde, el cual tomando á ella por la mano, y puesta delante del que la pretendia, soltaba la voz á estas palabras. «Esta muchacha, que es la flor y la nata de toda la hermosura de las gitanas, te la entregamos, ya por esposa, ó ya por amiga, que en esto puedes hacer lo que mas fuere de tu gusto. Mírala bien, y mira si te agrada, ó si ves en ella alguna cosa que te descontente; y si la ves, escoje, escoje entre las doncellas que aqui están la que mas te contentare, que la que escojieres te darémos; pero has de saber que una vez escojida, no la has de dejar por otra, ni te has de empachar, ni entremeter ni con las casadas ni con las doncellas.>>

En pariendo alguna gitana, tomaba el conde la criatura, y en la mas cercana fuente la lavaba de pies á cabeza, dejándola mas limpia y pura que la misma nieve.

Cuando moria alguno, dos mozos hacian un gran hoyo ó sepultura, donde dejaban metido, aunque descubierto, el cuerpo del difunto. Luego echaban con él algunos panes y poca moneda. De dos en dos iban las gitanas á ver el cadáver, tendidos los cabellos y arañándose los rostros. La que mas ensangrentada sacaba las uñas cumplia mejor con su oficio. Despues de las gitanas, iban ellos llamando á los santos, y especialmente á san Juan Bautista, con quien tenian particular devocion, y á quien pedian á grandes voces que socorriese el muerto y consiguiese perdon para sus culpas. Cuando sucumbian á la fatiga de dar tales gritos los unos, y de clavarse las uñas las otras, cubrian con tierra el cuerpo del difunto.

es

Las escelencias de la vida gitanesca estan reasumidas en tos versos que el famosisimo Miguel de Cervantes puso en la comedia intitulada Pedro de Urdemalas.

« AnteriorContinuar »