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conocer que ha de recibir premio ni castigo, sinó que pasan caballeros sobre una ballena la isla de la Mocha à ser felices y comer sin trabajo papas negras. Echan en el sepulcro cosas de comer y beber, que llaman á esta provisión echol, añadiéndole al varón sus armas y caballos y á la mujer el huso, lana y ollas.

Es tan general su superstición que no ven cosa de que no formen agüeros. Si suena el fuego13 es señal de venir huéspedes. Si se acerca à su casa un remolino, creen los han de asaltar los enemigos. El zumbarles los oidos, que los están murmurando. El caérseles el bocado al llevarlo à la boca, que se acuerda de ellos la persona que bien los quiere. Finalmente, el pasar un pájaro grande sobre la vivienda, que los viene á flechar un brujo, pues ellos nunca creen en su muerte natural, sinó de daño de los brujos. 14

11. El P. Olivares.

12. De pasar una zorra, de volar sobre ellos el chonchón, forman anuncios; pero qué mucho si otros gentiles más politicos, como los romanos, le formaban en aves y serpientes?

13. El P. Miguel de Olivares.

14. D. Francisco Bascuñán en su Cauliverio feliz, dis. II, cap. XIX, con quien consuena el P. Olivares.

CAPÍTULO ONCE

Del gobierno militar de los indios en Chile.

Nammuntun linco llaman los indios su ejército de infanteria, y como de caballeria no le tuvieron, no tiene nombre en su idioma; mas ahora todos van à la facción á caballo y echan pié á tierra para formarse los de infanteria. Todas son milicias urbanas, pues no hay entre ellos ejército en pié; pero se juntan con prontitud al acometer ó ser acometidos. Para estos casos tiene cada provincia sus toquis, nombre deducido del verbo toquin, que dice mandar; mas, nada pueden mandar en tiempo de paz, pues toda su jurisdicción es militar para la guerra. La insignia de su jurisdicción es una hacha de piedra llamada toqui, la que también es como armas solares de Chile, pues le oyó decir don Francisco Bascuñán al cacique Putapichún, 2 «son nuestros toquis insignias antiguas de nuestra amada patria». Estos empleos son hereditarios; pero conociendo los indios ser un error (como dice el P. Miguel de Olivares)3 darse estos empleos à la persona y nó al mérito, eligen en las graves urgencias un general, como en el levantamiento de 1553 nombraron al cacique Queupolican, y en el de 1723 á Vilumilla, indio de mediana esfera. 4 Al toqui corresponde convocar para la guerra con un huerquen, que es decir mensagero, el cual lleva de insignia5 una flecha, que llaman pulqui,

1. El P. Miguel de Olivares, lib. 1, cap. 17. Molina, lib. 2, cap. 3, p. 62.

2. D. Francisco Bascuñán, disc. 1, cap. 10.

3. El P. Miguel de Olivares, lib. 2, cap. 17.

4. El P. Miguel de Olivares, lib. 1, cap. 17.

5. Como lo era la segur, insignia del magistrado romano,

y si la guerra es contra los españoles envian (de uno que le quitan la vida para este fin) un pedacito del corazón ó un dedo ú otra pieza, cuyo pedazo llaman también pulqui, 6 y juntamente llevan un cordón y en él anudados los dias que han de tardar para hallarse en el cuartel general, cuyos nudos nombran pron-it, y si son colorados amenazan á sangre y fuego, y si reciben la flecha quedan obligados 7 á la guerra. Pocos se nicgan al thaulun, que es alistarse; porque ella es gente que por altiva sufre de mala gana el yugo de la sugección, por pobre aspira à enriquecerse con los pillajes, y por belicosa vive entre los afanes de la guerra. Conoceráse bien en que, siendo en ellos la pasión al otro sexo grande, le dijo el cacique Quilalebo á don Francisco Bascuñán, que no extrañase lo que había visto de que se hubiera separado de sus mujeres aquel soldado convocado para la guerra, pues es costumbre entre nosotros, le dijo, 8 que desde que se convoca para la guerra, para ir más robustos, no duerman con sus mujeres los soldados.

Los empleos de sus tropas, después del toqui, que hace de capitán general son 9 maestros de campo, sargentos mayores y capitanes de compañias particulares. Es cierto no tiene su milicia sobre los soldados aquella jurisdicción que tiene en la nuestra. Pero no necesitan castigarlos para que no desamparen las banderas, ni se empeñen en las batallas, 10 pucs todos, por el afecto que tienen á salir vencedores, concurren con ánimo. y corazón constante y atropellan animosos é infatigables por riesgos y trabajos."

ΙΟ

Es su principal divisa y gala el plumaje que llaman perquin, acreditando con él su valor, según el refrán castellano que el que las trae promete de su ánimo y'corazón que se mataria con uno, esperaria à dos y no huiria de tres. Sus instrumentos músicos militares son: 12 el tambor, que nombran cul

6. Por lo que á esta convocatoria llamamos correr la flecha.

7. El P. Olivares, ubi supra, con quien consuena el P. Andrés Febrés en su Arte de la Lengua Chilena.

8. D. Francisco Bascuñán, disc. 4, cap. 19.

9. El P. Olivares, ibidem.

10. El P. Olivares.

11. El P. Olivares. Molina en su lib. 2, cap. 3, p. 67, dice que sus regimientos son de mil hombres en diez compañias de á cien. Lo mismo la caballeria aunque sn número es variable.

12. El P. Miguel de Olivares.

thun, la corneta ó caracol, que dicen cullcull, la trompeta (y canilla de la pierna de sus enemigos de que la hacen) que denominan tutuca, y la flauta que llaman pivillca. 13 Usan de las armas defensivas de cuero, un sombrero que nombran mañahue, y un coleto que denominan thucuthucu. También usan de la adarga con nombre thanana. Sus armas ofensivas son: largas picas, 14 la lanza que llaman huayqui, la flecha que nombran pulqui, la honda que dicen huythulue, 15 la porra 16 de madera claveteada 17 que denominan lonquillquill, y las bolas enromadas, que llaman laque. 18 La guerra no le cuesta nada al toqui que la convoca, pues cada concurrente se debe presentar armado y con su caballo, llevando à la gurupa los viveres para la campaña, cuya provisión nombran roquin, los que se reducen à un saquillo de harina tostada, la que deslien en un vaso de asta en agua, y la beben; que si es clara llaman ullpu, y si espesa, rubul. Su principal modo de hacer la guerra son correrias que nombran malocas; 19 pero saben formar su ejército 20 para defenderse y ofender, como á nuestra costa lo hemos experimentado, y denominan al formar ejército en batalla elchen. Son tan pundonorosos que cada uno disputa ser el huechuthun, que es el primero de la fila.21

13. Garcilaso Inca, Historia del Perú, p. 2, lib. 5, cap. 41.

14. De treinta palmos según dice el P. Olivares, lib. 3, cap. 1.

15. Que bien podía darles nombre como á los mallorquines se le dió, porque los imitan en lo bien que usan de la honda.

16. Instrumentos que trae dibujados M. Frezier en su Viaje, pág. 58, p. 2. 17. Semejante á la clava de Hércules.

18. El P. Olivares.

19. No llevan en su ejército estandarte, ni usan levantar bandera blanca en señal de paz; pero en lugar de esta bandera, enarbolan un ramo de canelo, que es señal de paz, como lo era en los españoles el ramo de oliva. Peralta, lib. 2, cap 5,

P. 409.

20. El P. Alonso de Ovalle, lib. 3, cap. 3.

21. El P. Olivares, lib. I, cap. 17.

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