Vida de Jovellanos

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Impr. y Estereotipia de M. Rivadeneyra, 1865 - 265 páginas
 

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Pasajes populares

Página 101 - Porque, señor general, no os dejéis alucinar: estos sentimientos que tengo el honor de expresaros son los de la nación entera, sin que haya en ella un solo hombre bueno, aun entre los que vuestras armas oprimen, que no sienta en su pecho la noble llama que arde en el de sus defensores. Hablar de nuestros aliados fuera impertinente, si vuestra carta no me obligase a decir en honor suyo...
Página 117 - ... saludables de preservar unos y otros? ¿Y quién duda que España tiene estas leyes y las conoce? ¿Hay algunas que el despotismo haya atacado y destruido? Restablézcanse. ¿Falta alguna medida saludable para asegurar la observancia de todas? Establézcase. Nuestra...
Página 100 - ... mano el augusto encargo de defenderla y regirla, y que todos habernos jurado seguir y sostener a costa de nuestras vidas. No lidiamos, como pretendéis, por la Inquisición ni por soñadas preocupaciones, ni por el interés de los grandes de España; lidiamos por los preciosos derechos de nuestro rey, nuestra religión, nuestra constitución y nuestra independencia.
Página 100 - Señor general: Yo no sigo un partido; sigo la santa y justa causa que sostiene mi patria, que unánimemente adoptamos los que recibimos de su mano el augusto encargo de defenderla y regirla, y que todos habernos jurado seguir y sostener a costa de nuestras vidas.
Página 117 - ¿Por ventura no tiene España su constitucion? Tiénela sin duda; porque, ¿qué otra cosa es una constitucion que el conjunto de leyes fundamentales que fijan los derechos del soberano y de los súbditos, y los medios saludables de preservar unos y otros? ¿Y quién duda que España tiene estas leyes y las conoce?
Página 157 - Jesús y de cualquiera otra orden religiosa «jamás pueden competir con los maestros y preceptores seglares que por oficio é instituto se dedican á la enseñanza, y procuran acreditarse para atraer los discípulos , y mantener con el producto de su trabajo su familia.
Página 99 - Europa, vuestras ideas liberales, vuestro amor por la patria, el deseo que manifestáis por verla feliz, deben haceros abandonar un partido que sólo combate por la Inquisición, por mantener las preocupaciones, por el interés de algunos grandes de España y por los de la Inglaterra. Prolongar esta lucha es querer aumentar las desgracias de la España.
Página 102 - En fin, señor general, yo estaré muy dispuesto a respetar los humanos y filosóficos principios que según nos decís, profesa vuestro rey José cuando vea que ausentándose de nuestro territorio reconozca que una nación, cuya desolación se hace actualmente a su nombre por vuestros soldados, no es el teatro más propio para desplegarlos.
Página 101 - ... suerte que le preparaban. No hay alma sensible que no llore los atroces males que esta agresión ha derramado sobre unos pueblos inocentes...
Página 200 - ... de la piedad y generosidad del clero. Sea lo que fuere de las antiguas instituciones , el clero goza ciertamente de su propiedad con títulos justos y legítimos : la goza bajo la protección de las leyes, y no puede mirar sin aflicción los designios dirigidos á violar sus derechos.

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