Leçons espagnoles de littérature et de morale: précédées d'une notice sur la littérature castillane ...Baudry, 1840 - 487 páginas |
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Página 31
... pecho de ardores fervorosos ! ¿ Pero quál será aquel dia sin noche , en que tu luz indeficiente brille á nuestros ojos , é inunde nuestros corazones con el torrente de sus delicias ine- fables ? Dios de bondad ! ¡ mis entrañas se ...
... pecho de ardores fervorosos ! ¿ Pero quál será aquel dia sin noche , en que tu luz indeficiente brille á nuestros ojos , é inunde nuestros corazones con el torrente de sus delicias ine- fables ? Dios de bondad ! ¡ mis entrañas se ...
Página 85
... Pechos , que era el punto de su direccion , y aun el sol que iba ya á tocar al termino de su carrera . De allí á poco rato se extraviaron , sin ad- vertirlo , de la senda trillada que hasta entónces ha- bian seguido , y se encontraron ...
... Pechos , que era el punto de su direccion , y aun el sol que iba ya á tocar al termino de su carrera . De allí á poco rato se extraviaron , sin ad- vertirlo , de la senda trillada que hasta entónces ha- bian seguido , y se encontraron ...
Página 113
... pechos el corazon , y en la frente , una capilla de mejor fábrica y materia , cubierta por lo alto con su techumbre de maderas preciosas , donde tenian el ídolo sobre un altar muy 8 LECONS ESPAGNOLES . 413 sacerdotes y dependientes de ...
... pechos el corazon , y en la frente , una capilla de mejor fábrica y materia , cubierta por lo alto con su techumbre de maderas preciosas , donde tenian el ídolo sobre un altar muy 8 LECONS ESPAGNOLES . 413 sacerdotes y dependientes de ...
Página 166
... pecho se le ofrece : no me desfallezca en este primero trance vuestro favor y amparo . Y diciendo estas y otras semejantes razones , soltando la adarga , alzó la lanza á dos manos y dió con ella tan gran golpe al arriero en la cabeza ...
... pecho se le ofrece : no me desfallezca en este primero trance vuestro favor y amparo . Y diciendo estas y otras semejantes razones , soltando la adarga , alzó la lanza á dos manos y dió con ella tan gran golpe al arriero en la cabeza ...
Página 173
... pecho de la playa , á las tierras apartadas mas de media legua de ella . Al ver sus blancos é inumerables copos , arrojados orizontalmente hasta la falda de los montes , qualquiera diria , que era una nevada que salia del mar . El ...
... pecho de la playa , á las tierras apartadas mas de media legua de ella . Al ver sus blancos é inumerables copos , arrojados orizontalmente hasta la falda de los montes , qualquiera diria , que era una nevada que salia del mar . El ...
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Términos y frases comunes
acabó agua alegría ALONSO DE ERCILLA amor árboles Argel armas ayre BARTOLO Basilio batalla baxel baxo Bernardo BERNARDO DEL CARPIO brazo buen c'est caballero caballo Camacho canto cautivos cielo conquista de México contento Corchuelo cura daba decia decir delinqüente demas despues dexar dice digo dió dixo Don Quixote dulce Dulcinea del Toboso enemigos eran espada esperanza estaba exército fiera flores fuese gente Gil-Blas GINES guerra habia hablar halló hermosa Hernan Cortes hijo jamas l'Espagne libertad llegó llevaba llorar Lope de Vega luego mando mano MELENDEZ mira Moros muerte muger mundo noche ojos padre PADRE ISLA parece paso pecho poco podia puesto qu'il qual quales quan quando quatro quedó queria quiero quiso quitar Quiteria renegado rescate respondió Sancho reyno Romances antiguos Españoles salir Sancho Panza siècle soldados SOLIS tambien tenia traia triste venian ventura viento vino Virgínia volver zagal Zoraida
Pasajes populares
Página 50 - En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.
Página 336 - De mí arrancada, en otro muro asida. Y mi parra en otro olmo entretejida, Que no se esté con llanto deshaciendo Hasta acabar la vida, Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
Página 131 - Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío.
Página 336 - Materia diste al mundo de esperanza de alcanzar lo imposible y no pensado, y de hacer juntar lo diferente, dando a quien diste el corazón malvado; quitándolo de mí con tal mudanza que siempre sonará de gente en gente.
Página 304 - Un soneto me manda hacer Violante, que en mi vida me he visto en tal [aprieto : catorce versos dicen que es soneto ; burla burlando van los tres delante. Yo pensé que no hallara consonante, y estoy a la mitad de otro cuarteto; mas si me veo en el primer terceto, no hay cosa en los cuartetos que me es[pante. Por...
Página 468 - ¡Ay! que ya presurosos suben las largas naves: ¡ay! que tienden los brazos vigorosos a los remos, y encienden las mares espumosas por do hienden. El Eolo derecho hinche la vela en popa, y larga entrada por el hercúleo estrecho con la punta acerada el gran padre Neptuno da a la armada : ¡Ay triste!
Página 342 - Divina Elisa, pues agora el cielo con inmortales pies pisas y mides, y su mudanza ves, estando queda, ¿por qué de mí te olvidas y no pides que se apresure el tiempo en que este velo rompa del cuerpo, y verme libre pueda...
Página 338 - Con mi llorar las piedras enternecen su natural dureza y la quebrantan, los árboles parece que se inclinan; las aves que me escuchan, cuando cantan con diferente voz se condolecen, y mi morir cantando me adivinan. Las fieras que reclinan su cuerpo fatigado, dejan el sosegado sueño por escuchar mi llanto triste.
Página 417 - Tantas idas Y venidas, Tantas vueltas Y revueltas, Quiero, amiga, Que me diga, ¿ Son de alguna utilidad ? Yo me afano; Mas no en vano. Sé mi oficio; Y en servicio De mi Dueño Tengo empeño De lucir mi habilidad.
Página 334 - El sol tiende los rayos de su lumbre por montes y por valles, despertando las aves y animales y la gente...