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El Inca Garcilaso

Entre los historiadores del Perú ninguno más conocido y popular que Garcilaso de la Vega, que lleva el renombre de Inca.

Débese esto, no sólo á lo fácil y ameno de su estilo, al candor de su relato y á su ingenua franqueza; sino á la antigüedad de su obra, que fué en su género la primera del país; al cariño con que trata su asunto; y al colorido con que pinta personajes, hechos y lugares, hasta parecer un escritor de Memorias.

Ensayemos trazar su boceto biográfico; aprovechando sobretodo, y á falta de documentos, de los datos esparcidos en sus mismos escritos.

Nació Garcilaso en el Cusco, metrópoli del Imperio In- z caico, el 12 de abril de 1539, ocho años después que los españoles ganaron su tierra" [1].

Su padre, Garcilaso de la Vega, del mismo nombre que él, descendía del famoso García Pérez y Vargas,que acompañó al Rey don Fernando, el Santo, en la conquista de Sevilla; y para quien, al decir de la Crónica, "eran pocos siete moros."

Garcilaso llegó al Perú en 1534, con la división de Pedro Alvarado, la mejor que había venido á América, por su personal y equipo; siendo él el único Capitán. Obligado tomó parte en favor de Gonzalo Pizarro, al que abandonó en Saquisahuana, el 9 de abril de 1548; llevando á su lado á su hijo, que entonces contaba nueve años, y que en correr y saltar competía, según cuenta, con Francisco Pizarro, el hijo del Marqués.

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Fué madre de Garcilaso doña Isabel Рalla Huailas Ñusta, hija de la Palla Mama Ocllo y de Huallpa Túpac Inca Yupanqui, 4o hijo del Inca Túpac Yupanqui, hermano de Huaina Cápac: siendo por lo mismo doña Isabel sobrina de este último monarca [2].

El español Juan de Alcobaza sirvió de ayo al joven Garcilaso; quien nos refiere, que tuvo á Francisco de Almendras por padrino de bautismo [3], y de confirmación á Diego de Silva [4]. También nos habla de una hermana [5]; y de don Juán de Vargas, su tío paterno, muerto de cuatro arcabuzazos que le dieron en la batalla de Huarina, el 20 de octubre de 1547, como capitán de infantería [6].

Su otro tío, don Alfonso de Vargas, que no vino al Perú, sirvió al Rey en la guerra treinta y ocho años, en Italia, Francia, Flandes, Alemania y Orán.

Garcilaso, aunque no lo diga, debió ser hijo natural; porque su padre fué casado con la hermana de la mujer de Antonio Quiñones [7]; y porque el mismo Inca menciona á su madrastra como asistente, el 13 de noviembre de 1553, á las bodas de Alfonso Loaiza y doña María de Castilla [8].

Pudiera ser sinembargo, lo que no encuentro probable, que se desposara Garcilaso, en 1538 ó antes, con la Palla doña Isabel; y que, muerta en breve, se casara en segundas nupcias.

El infortunado descendiente de los Incas y su familia vivieron tres años de limosna, por la misérrima situación á que los redujo la guerra civil, y por la tenaz persecución de Gonzalo Pizarro contra el padre, hasta que éste se afilió en sus banderas [9].

Muerto el rebelde Francisco Hernández Girón, en 1554, diósele su repartimiento al Conquistador Garcilaso, y se le nombró Corregidor del Cusco; empleo que sirvió tres años, de 1554 á 1556; siendo su Teniente el Licenciado Monjaraz. El Marqués de Cañete, don Andrés Hurtado de Mendoza, á su entrada al gobierno (junio 29 de 1556), reemplazó á Garcilaso, en el cargo de Corregidor, con el Licenciado Bautista Muñoz.

Dicho Virrey, en carta al Emperador, fechada en Los Reyes, á 15 de setiembre de 1556, le expone: que el capitán

Garcilaso de la Vega fué cómplice y uno de los más sospechosos en las alteraciones del Perú: "que tal por escrito consta por confisiones de algunos delincuentes, especial por la de Francisco Hernández, que dice que ha de dejar por maldición á sus hijos si obedeciesen á Don Cárlos, y con esto y con ser vecino allí en el Cusco le señalaron de salario el repartimiento del mismo Francisco Hernández, que estaba tasado en doce mill pesos; y para su Teniente otro salario de otro repartimiento que renta otros seis mill pesos. Y esto con lo que más tiene gastaba en ciento cincuenta soldados ó doscientos que tenía á su mesa y en su casa, todos los días, de los culpados en lo de Francisco Hernández ó en lo de las alteraciones de antes" [10].

Garcilaso, después de haber estado en la conquista del país, en las guerras civiles que la siguieron, y servir de capi. tán en nuevos descubrimientos, murió en 1559, dejando a hijo idólatra de su memoria.

El futuro historiador del Perú no pudo recibir instrucción sólida y completa, por falta de escuelas y colegios, y aún de maestros: apenas si logró aprender latín y algo de Retórica, con once niños mestizos hijos de españoles, enseñados por el bachiller Juan de Cuellar, natural de Medina del Campo, recibido de Canónigo de la Iglesia del Cusco el 4 de julio de 1552. Este, entusiasta amigo de la instrucción, se propuso cultivar el ingenio de los criollos, y repetía á sus discípulos, con lágrimas en los ojos: "joh hijos míos! cómo quisiera ver una docena de vosotros en la Universidad de Salamanca!".

El joven cusqueño estuvo de edad de once á trece años en Lima, según aparece de sus palabras: "Este año de mil quinientos y cincuenta oy yo contar, estando en la ciudad de los Reyes, que siendo el Ilustríssimo D. Antonio de Mendoza Visorrey &" [11]. El año debió ser posterior; toda vez que Mendoza ejerció el mando del 13 de setiembre de 1550 al 21 de julio de 1552, y que Garcilaso habla de su gobierno como de cosa pasada.

En el mismo año 50, 6 el 49, sufrió nuestro novelero Inca dos cariñosas docenas de látigos, una dada por el padre y otra por el maestro-como cuenta con su genial llaneza,—

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