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cantidad de alcohol; del grado de torrefaccion | bricas de azúcar, y en fin, las sustancias amidel grano germinado, que modifica el color y láceas, que por una série de operaciones se el sabor del líquido, y de las proporciones del convierten en materias azucaradas y fermenlúpulo y del proceder que se siga en su prepa- tescibles, como la cebada, el centeño, el triracion. La cerveza floja se aceda con facilidad, go, la avena, el maiz, el arroz, (que da orígen la fuerte se conserva mas tiempo. al rack) las patatas, las castañas, etc.

La sidra, la perada, etc., son el resultado de Diversos son los principios particulares que la fermentacion del zumo de las manzanas ó de distinguen á estas varias clases de aguardienlas peras, etc. Contienen agua, azúcar, mucí- tes; al de la sidra, el ácido málico; al de gralago, alcohol y ciertos ácidos propios del fruto nos, el ácido acético; al de patatas, un aceite que se emplea. La sidra se conserva mejor em- particular que le comunica un gusto especial; botellada que en cubas; cuando permanece por al rack, á la ginebra otros aceites especiales; mucho tiempo en el lagar, se altera, adquiere al kirschwasser el sabor de almendrasamargas; un color verdoso y pierde el ácido carbónico y debido sin duda á algunos restos de ácido prúel alcohol. La máxima cantidad de este que sico, etc. contiene la sidra fuerte es de un 9,87 por cien- Las diferentes especies de bebidas que to. Con el tiempo la sidra se modifica: poco acabamos de enumerar ejercen en el organisdespues de su fabricacion abunda en principios mo una accion comun, que resulta de la promucoso-sacarinos; mas adelante, cuando se ha porcion de alcohol que contienen, y de una completado la fermentacion alcohólica, cam-accion especial, aunque menos pronunciada, bia de sabor y estimula mas que nutre; al cabo de algunos años es repugnante é inservible.

Los alcoholes se preparan estrayéndolos por la destilacion de los licores fermentados que acabamos de ver. Por medio de la destilación, el alcohol, que es mas volátil que los demas principios, se separa y se obtiene casi puro, mezclado únicamente con un poco de agua. El primer aguardiente, ó primer producto de la destilacion, contiene de 50 á 60 por ciento de alcohol á 450 centigrados que marcan en el areómetro de 48 á 22o: retiene todavía una pequeña cantidad de ácido acético que se destruye con el tiempo: tambien arrastra consigo aceite volátil, del cual se le priva destilándole con carbon calcinade, ó bien agitándole con un aceite graso: con el tiempo adquiere un color amarillo que roba al maderaje de los toneles en que se conserva.

debida á las demas sustancias que entran en su composicion; pero como el alcohol es de todas la mas principal, nos ocuparemos tan solo de este.

El contacto del alcohol en la lengua produce un sabor caliente y picante que se continúa á la faringe, esófago y estómago, al cual siguen la sequedad y la pastosidad de la boca. El uso moderado de las bebidas alcohólicas, perfecciona el órgano del gusto y da á esté sentido una finura y seguridad que permite juzgar hasta de las mas delicadas diferencias en el sabor de los vinos: el abuso embota el gusto, que solo se puede escitar á beneficio de grandes dosis del alcohol. Al llegar éste al estómago, no se disuelve en el jugo gástrico, tan solo se mezcla con él; pero en cambio es absorbido con prontitud, lo cual esplica el por qué son tan raras las gastritis agudas en los El alcohol no solo se estrae de los licores bebedores. Si se toman las bebidas alcohólicas fermentados que hemos indicado ya, sino de con esceso, ó mezcladas con azúcar, su absorlos procedentes de las frambuesas, fresas, mo- cioa puede continuarse en todo el resto del caras blancas y negras, ciruelas, madroños, nal intestinal. Los licores se acidifican en el membrillos, grosella, albérchigos, higos, ser- estómago, y especialmente en el duodeno, y bas, arandanos, enebros, guindas silvestres, cual los ácidos, su contacto determina en la y guindas garrafales, etc, y tambien de otros mucosa digestiva, y en el orificio de los conlicores procedentes de los tallos ó raices de los ductos biliar y pancreático, una escitacion y vegetales que lo dan igualmente, porque la par- supersecrecion consiguiente de los fluidos de te azucarada de que constan es susceptible de la estas glándulas. En los perros, á quienes se ha fermentacion alcohólica, y por consiguiente de hecho tragar un liquido alcohólico, se presendar alcohol por la destilacion. Entre estos fi- tan las paredes del estómago é intestinos tapigura la caña de azúcar, que contiene del 12 al zadas de una gruesa capa de mucosidades: 16 por ciento de azúcar, y da, inmediatamente esta capa es la que sin duda contribuye á ateque ha pasado por las dos operaciones preli- nuar la accion del alcohol sobre los órganos minares de fermentar y ser destilado, un licor digestivos y da una parte del material necesa!!amado ron; la savia del arce, nogal, abedul y rio á la formacion del quilo que procuran las de algunas especies de palmeras; el zumo de bebidas espirituosas. De aqui la opinion de la remolacha, que contiene de 7 à 8 por cien- que son nutritivas, aun cuando de por si lo to de azúcar; el de chirivia, zanahoria, nabos sean muy poco. Si, segun Hipócrates, famem y otras plantas de raices perpendiculares fusi-vini potio solvit, es á causa del estimulo del formes. Tambien debe mencionarse aqui el agua muy azucarada que se hace fermentar; las melazas procedentes de la refinacion del azúcar, la cachaza, las aguas madres de las fá

alcohol; y si los bebedores comen poco, es por que su estómago, por una aberracion de la sensibilidad, solicita de preferencia la estimulacion especial de las bebidas alcohólicas.

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La falta de costumbre, una idiosincrasia, ó, una irritacion preexistente, son en muchas ocasiones causa de que el alcohol provoque contracciones súbitas del diafragma y vómitos, primero de mucosidades mezcladas con las sustancias que han sido ingeridas, y luego con materias ácidas y bilis verde: otros esperimentan al siguiente dia de cometer el esceso, una diarrea biliosa con escozor en el ano. Esta sucesion de fenómenos no depende tanto de la accion directa del alcohol sobre el hígado y el duodeno, como de un aumento de secrecion biliar consiguiente á la acidificacion del mismo. Cuando el estómago está vacío, se impresiona mas fuertemente por la accion del alcohol como por la de cualquier otro veneno: asi los que tienen la costumbre de beberlo por la mañana en ayunas, están predispuestos, y les son casi inevitables las irritaciones crónicas del estómago y las alteraciones orgánicas que las subsiguen. La costumbre obliga á los órganos digestivos á exigir cantidades siempre mayores de alcohol para el desempeño de sus funciones, las cuales no tardan en perturbarse; el apetito se pierde, y sobrevienen por último dolores de estómago, acideces, pirosis ó eructos, y vómitos nerviosos. No puede permanecer alterada por tanto tiempo la mucosa del estómago sin que se altere tambien la nutricion intersticial de esta víscera: al propio tiempo el prolongado uso de los alcohólicos, obrando quimicamente sobre sus paredes, curte sus túnicas, las encoge, y de aqui los engrosamientos é induraciones que se fijan de preferencia en el piloro, y que con el concurso de una predisposicion especial, se convierten en escirros y en cánceres.

Introdujo el alcohol en el estómago, en el tejido celular, en el peritóneo, en las venas, ó inspirado en forma de vapor, es absorbido, penetra por imbibicion en la trama de los tejidos, atraviesa por endósmosis las paredes de los vasos capilares, se disuelve en los fluidos que por ellos circulan, y se esparce con rapidez por toda la economía. La absorcion de las bebidas alcohólicas se efectúa por medio de las venas; los vasos quiliferos no toman en ella parte alguna. Si estas bebidas se toman mezcladas con alimentos grasos, se forma quilo en abundancia, el cual, si se examina, no contiene vestigio apreciable de alcohol.

sorcion; la sangre arterial conserva en este caso la coloracion propia de la sangre venosa. El alcohol coagula la albúmina, la fibrina, la hematosina y las materias crasas de la sangre. Si se mezclan partes iguales de alcohol y de sangre recien estraida de la vena, esta se coagula casi inmediatamente, y los glóbulos pierden su color con prontitud. Si se inyecta alcohol en la vena yugular de un animal vivo, éste muere desde luego y la sangre aparece coagulada. Mr. Devergie ha observado en dos autopsias de individuos muertos en una borrachera, que la sangre se hallaba coagulada en las cavidades derechas del corazon. La mezcla del alcohol con la sangre aumenta la energía del corazon; los sugetos poro acostumbrados á bebidas fermentadas y destiladas, si llegan á abusar un poco de ellas se quejan de palpitaciones, de incomodidades en la region precordial, y de latidos incómodos de las arterias. En los individuos que hacen un uso habitual de las bebidas alcohólicas, se observa que la circulacion se acelera á cada nueva porcion que beben, pero en los intervalos el pulso es pequeño y comprimido á causa de la ligera hiperemia del cerebro y de la menor actividad de la inervacion. Es indudable que la escitacion que determina al alcohol en el sistema vascular, y sobre todo en el corazon, contribuye al desarrollo hipertrófico de éste órgano y á la agravacion de las lesiones de que pueda ser asiento. Es un hecho notable que en los bebedores la hipertrofia de los vasos capilares que se distribuyen por la piel de la nariz, de las megillas, del alrededor de los labios y de las orejas; la congestion sanguinea del rostro llega hasta el punto de determinar la erupcion denominada ya herpes de los borrachos.

Como efecto de las bebidas espirituosas, las inspiraciones se hacen mas frecuentes y mas cortas, y aun cuando cada espiracion conteuga menor ácido carbónico, el total de todas da una mayor cantidad de gas espelido. Ningun aparato secretor elimina el alcohol: tan solo los pulmones evaporan una pequeña porcion que puede recogerse con el gas y con los vapores que se desprenden de las vias respiratorias. Bajo la influencia del oxígeno inspirado, puede ser convertido desde luego en agua y en ácido carbónico, pero Bouchardat, en sus esperimentos, ha recogido tambien ácido acético. No es conocida la accion directa del alcohol sobre el tejido pulmonar, pues aun cuando son frecuentes en los borrachos las bronquitis y las pulmonías, tambien es cierto que desafian las inclemencias atmosféricas y sienten mas que los otros los efectos del frio.

Segun los esperimentos de Bouchardat, introducido el alcohol en el torrente circulatorio aprovecha para sí la accion comburente del oxígeno absorbido por la respiracion: privados los glóbulos sanguíneos de la influencia de este principio vivificador, no adquieren el color encarnado, quedan asfixiados, y si la can- Se ha considerado al alcohol como diurétitidad de alcohol es considerable, el animal co, no porque se le encuentre en las orinas, sino muere como si se le hubiera sumergido en una porque á fuer de estimulante general, aumenatmósfera destituida de oxígeno. Los perros y a el influjo nérveo, y acelerando la circulacion, los conejos mueren inmediatamente, aun cuan-hace pasar á los riñones mayor cantidad de do sea moderada la dosis de líquido que se sangre en igualdad de tiempo. Con todo, bajo inyecte, lo cual prueba cuán rápída es la ab- | el influjo de los alcohólicos en esta dosis, es

chispa eléctrica desarrollada por el frote; pero tal vez la mas eficaz sea el desarrollo del hidrógeno perfosforado, al cual le basta el contacto del oxígeno de la atmósfera para inflamarse. Disipándose casi enteramente por la respiracion el alcohol ingerido, la hipótesis de la impregnacion de los tejidos tiene poco valor, porque la porcion que la sangre retiene se descompone por la accion vital y contribuye á la formacion de otros compuestos; empero el hidrógeno escedente no puede menos de aumentar el caudal del que abunda en la economía, provocando de esta suerte su espansion y probable combustion.

menor la cantidad de orinas escretadas en | lado al contacto con una sustancia comburente; veinte y cuatro horas; la propia disminucion en defecto de esta se hace entrar en juego á la esperimenta la urea; pero del ácido úrico, por el contrario, se aumenta considerablemente la proporcion. Con el tiempo, los mismos riñones se alteran consecutivamente á la modificacion morbosa de la sangre; de suerte que el mismo agente, segun que se tome alguna que otra vez y en corta dosis, ó á dosis frecuentes y de consideracion, aumenta o disminuye la secrecion renal. Segun Magendie, las arenillas son el resultado ordinario de la disminucion de la parte acuosa de las orinas, refiriéndose con frecuencia esta enfermedad al uso de los alcohólicos; empero la diatesis calculosa y la gotosa tienen su causa real en el conjunto del régimen, puesto que ni la una ni la otra son El alcohol escita los deseos venéreos de los frecuentes en las clases inferiores, en las cua- que se embriagan rara vez, especialmente si enles con tanta frecuencia hace estragos la in- tran tambien en accion otras causas estimulantoxicacion alcohólica. Participa la piel, como tes; pero los que beben mucho vino, dice Plutarlos riñones, de la escitacion general que deter- co, son flojos para el acto de la generacion; su mina la absorcion del alcohol; pero si el uso esperma es infecundo, ó por lo menos da vida á de éste es habitual, la accion cutánea dismi- seres raquíticos y mezquinos; la embriaguez nuye, aun cuando se reproduzca la diaforesis á puede decirse que inutiliza las dos terceras cada nueva dosis. El alcohol á dosis escesivas partes de los gérmenes de la reproduccion. concentra la estimulacion en el interior, y por | Frank conceptúa que la borrachez de las muconsiguiente queda la piel mas sensible al frio. geres es una de las principales causas del aborLa superficie cutánea no elimina porcion al- to y de los accidentes funestos que acompañan guna de alcohol. No es dable al presente adu- al parto. Segun la estadística de varios paises, cir con precision el género de la alteracion que los hijos de padres dados á la embriaguez son esperimentan la secrecion biliar y el hígado los que con mas frecuencia presentan afecciobajo la influencia del abuso de los licores al- nes graves, y los mas dispuestos á enfermedacohólicos; pero sus trastornos son evidentes y des del encéfalo. La afición á los licores parece se revelan con el tiempo por la amarillez de- ser hereditaria; Gall refiere un espantoso ejemnominada de los borrachos, por la epatitis sub-plo de esta trasmision: en una familia rusa, cuaguda, por la cirrosis del hígado, que en yo padre y abuelo sucumbieron en edad temellos es comun, por las hidropesías, ascitis li- prana á consecuencia de la borrachera, el hijo gadas con la existencia de una lesion hepá-à la edad de cinco años manifestó ya una patica, etc., etc. sion estraordinaria por los licores fuertes.

El alcohol es un alimento respiratorio im- Segun Brodie, el alcohol no obra mas que propio por si solo para la nutricion, aunque sobre las estremidades del sistema nervioso, puede ayudar á los órganos á completarla por pero es mas verosímil que obra á la vez por su cualidad de escitante general; mas para es- contacto y por absorcion. El influjo del alcohol to es preciso que se tome en dosis pequeñas, sobre el sistema nervioso, y particularmente y que no cause ningun trastorno en las funcio- sobre el encéfalo, se manifiesta por una serie nes digestivas, pues cuando hay abuso ó esce-progresiva, pero constante, de síntomas que se so no tardan estas en trastornarse. Una prue- reproducen en todos los individuos con la sola ba de ello es que los bebedores acaban por de- diferencia de su intensidad: determina un vermacrarse, ya por efecto de la insuficiente ali- dadero envenenamiento, presentando tres famentacion à que les reduce su anorexia habi- ses distintas el estado morboso que desarrolla, tual, ya por la alteracion de los órganos y de á saber: sobreescitacion, perturbacion y deslas funciones de la digestion, ya por el desar- truccion de las funciones del centro cerebro-esrollo de una ó de varias lesiones de las que pinal, siendo tan solo una consecuencia de esson consecuencia de la borrachez. Es digna de las lesiones los trastornos que sobrevienen en especial mencion una modificacion particular los demas aparatos. El primer efecto se revela en la nutricion de los tejidos, producida por el por la turgencia y el calor de la piel; rostro inalcohol, modificacion que las predispone á in-yectado y mas espansivo; ojos brillantes; ideas flamarse y á carbonizarse como cualquiera de mas libres, mas fáciles; alternativas de volubilos cuerpos combustibles. Acerca de la reali-lidad y de torpeza en la lengua; disposicion á la dad de este fenómeno, no cabe la menor duda, pues lo atestiguan concienzudos y respetables escritores y lo esplica la ciencia. Para esplicar la combustion espontánea del hombre, cuyos tejidos están saturados de alcohol, se ha ape

alegría, á la benevolencia, á las espansiones afectuosas, gestos multiplicados, vivos y bruscos, etc. Si los individuos que presentan estos sintomas siguen bebiendo, esperimentan vértigos; la vista se les enturbia; anublan el ojo los

vapores, ó ven dobles los objetos; la mirada | inteligencia y de la voluntad; ella constituye carece de espresion; pasa luego á ser fija y es- al hombre non compos sui, alienus á se; asi túpida; la pupila está contraida; la cara se po- es que se la ha considerado como una alienane vultuosa; zumbanle los oidos y se le embotan cion mental pasagera, por cuanto asi en la una los sentidos; el gusto no puede saborear las co-como en la otra, en su principio hay exaltacion midas y bebidas; la voz es ronca y mas grave; de las facultades intelectuales y afectivas, luela palabra es tarda; á las inspiraciones de una go delirio, y á consecuencia de los progresos imaginacion estimulada sucede una palabreria de la congestion cerebral, demencia y paraliinsipida; carecen de coherencia los discursos; sis. La mania y la borrachez van igualmente el valor degenera en temeridad, y la alegría acompañadas de furor y de desesperacion que es estravagante. El carácter vuelve de nuevo á | compelen á veces al suicidio: la una y la otra ser susceptible, desconfiado é irascible. Son in- dejan por consecuencia ese estado de tristeza ciertos los juicios, incompletos, aventurados, y abatimiento de las facultades que sucede á duros, incoherentes; la imaginacion es mordaz, las exaltaciones morales, como sobreviene la sin fondo, es tan solo un aflujo desordenado fatiga despues de un ejercicio escesivo. La inde ideas que acaba por constituir un verdadero vasion y la duracion de la embriaguez accidelirio. Este delirio no guarda siempre relacion dental dependen de las condiciones de edad, con el estado moral habitual de los individuos; sexo y escitabilidad cerebral. El primer graeste pierde su reserva ordinaria; aquel otro, tí- | do de embriaguez se disipa en cinco ú ocho mido y afable, pasa á ser provocador y ruin: horas; el segundo se prolonga á todo un dia y el axioma in vino veritas es muy cuestiona- no termina hasta tanto que se han pasado en ble, porque el borracho ha perdido la concien- un sueño profundo de doce á cuarenta y ocho cia de sus relaciones con el mundo esterior; horas, acompañado de copiosos sudores. Pero habla y obra en virtud de las delirantes imáge- lo que mas influye en la forma y en el modo nes que han sustituido á la realidad; asi que de sucederse los fenómenos de la embriaguez comete en este estado actos que luego la razon es la naturaleza de la bebida alcohólica. La condena y que no recuerda despues de la bor- embriaguez debida á los licores destilados es rachera. La contraccion muscular no guarda la mas pronta, mas fuerte, y se disipa con mas debida regularidad y mesura; la inteligencia lentitud, provoca á menudo la esplosion súcesa de rectificar los errores de los sentidos, y bita de los mas terribles fenómenos, y á veces de combinar, con la debida precision, los mo- una muerte inmediata. Orfila cita el ejemplo vimientos que mantienen el cuerpo en equi- de dos soldados que murieron, el nno instanlibrio. De aqui los movimientos bruscos é in- táneamente, y el otro en el tránsito de su trasciertos de los brazos y de las manos, el ba-lacion al hospital, por haber bebido cada uno lanceo del cuerpo, imperfectamente soste- ocho cuartillos de aguardiente. Mr. Motard, en. nido por los miembros inferiores, fenóme- cargado de administrar á una jóven una dracnos todos cuya causa reside en el cerebelo. ma de éter, la vió caer, como herida del rayo, El tercer grado, debido á un aflujo considera-ébria hasta el punto de tener que llevarla á ble de sangre al cerebro, se caracteriza por la su casa. Los bebedores de vino son mas aleabolicion mas o menos completa de la inteli-gres, mas amigos de la algazara, menos peligencia, del sentido y del movimiento: el enfer- grosos: la ginebra da una embriaguez furiosa; mo (porque la borrachera es una enfermedad) yace sumido en el estupor, en el coma, y á menudo en un carus profundo; su pupila está dilatada; es insensible á la accion de los estimulantes esteriores y no contesta cuando se le llama; sus miembros están relajados, los músculos de los esfineteres, sustraidos al imperio de la voluntad, dejan escapar las materias escrementicias contra la voluntad del enfermo; la boca se ve a veces agitada por movimientos convulsivos, y se llenan los labios de espuma; las megillas se hinchan á cada espiracion, la respiracion es estertorosa y apergaminada como en el apoplético; la sangre no circula con libertad por los vasos pulmonares; el infarto Por el olor del aire espirado se puede dispulmonar aumenta tambien por efecto de la tinguir la borrachera alcohólica de los demas fuerte congestion del cerebro y de sus nem-estados morbosos que presentan alguna anabranas; este infarto puede llegar hasta el punto de suspender las funciones de inervacion, en cuyo caso no tarda en presentarse la astixia, con especialidad si el enfermo está espnesto á la accion del frio.

La borrachez suspende el ejercicio de la

la de cerveza embrutece y deja estúpido. La embriaguez de los vinos espumosos es la que desaparece mas pronto; á esta sigue la de los otros vinos; la del aguardiente y cervezas fuertes dura mas. La embriaguez habitual no llega á disiparse por completo: cada orgia deja un res bio ó ciertos síntomas que se refuerzan y aumentan de cada dia; tales son malestar, pesadez de cabeza, fatiga en los ojos, rubicundez & inyeccion de las conjuntivas; boca pastosa, anorexia, ardor interior, vómitos, cólicos. diarrea, v sin que haya verdadera fiebre, aceleracion del pulso con latidos violentos en las arterias

logía con sus diversos gados, como el delizio en la invasion de la fiebre tifóidea, la paralisis incipiente de los exagenados, la meningitis, etc., asi como tambien de la embriaguez debida al opio, al bleño, á la belladona, al estramonio, á la cicuta, al tabaco, etc. Los fe

nómenos que determina el uso de estas sustancias, asi como sus efectos consecutivos, tienen algo de particular. El opio, del que tanto consumo hacen los asiáticos, les procura al parecer una especie de éstasis, acompañado de delirios agradables y de sensaciones voluptuosas; los pistilos y la semilla del cáñamo que mezclada ó no con la de adormideras, sirve en la India, en la Persia y en el Egipto para componer el brebage conocido con el nombre de bueng, hastchich, poust, produce una embriaguez muy alegre que lleua el espiritu de imágenes fantásticas y relaja la contraccion muscular.

miedo, la vergüenza, el disgusto, sobresalen en sus ideas: algunas veces los trastornos indican un daño profundo en las ideas y sentimientos de pudor y de moral: de veinte casos en los siete ha presentado el delirio caractéres obscenos. La pérdida de la conciencia de localidad es otro de los caractéres notables de los locos por borrachera: no están tan lisiadas como pudiera creerse, la atencion y la memoria; la incoherencia, es decir, la falta de fuerza en la asociacion de las ideas, solo dos veces la ha notado Marcel. Las pasiones que les dominan son tambien depresivas; los celos y la desconfianza son las que descuellan. Segun Schlegel, la borrachez es la principal causa del suicidio en Inglaterra, en Alemania, en Rusia; del libertinage y del juego en Francia. La manía furiosa se observa con especialidad en los borrachos de las clases inferiores dotados de una gran fuerza muscular: empieza por la brutalidad ébria, á veces se despliega sin transicion, se irrita por la resistencia, prodiga los insultos y se exaspera hasta el asesinato. Ciertos borrachos se ven irresistiblemente arrastrados por la monomanía homicida. Otros, que en general pertenecen á clases mas ilustradas, se ven dominados por la melancolía ébria: al propio tiempo que les arrastra su funesta pasion, tienen conciencia de sus escesos, aprecian la profundidad del abismo en que se hunden, y en estas luchas de la razon agonizante sobrevienen la desesperacion y la tendencia al suicidio.

La accion lenta y á menudo repetida del alcohol sobre el sistema nervioso produce tres series de desórdenes que se refieren á la inteligencia, á las sensaciones y al movimiento, pero que se mezclan y se complican en un gran número de casos con el triste cortejo de la embriaguez, ora sea esta habitual, ora el uso de los alcohólicos, relativamente inmoderado, no llegue á producir los fenómenos de la borrachera. Es imposible fijar las dosis cuya ingestion habitual sea equivalente à una especie de intoxicacion alcohólica crónica: el límite entre el uso y el abuso oscila á merced de una porcion de circunstancias individuales; una mediana cantidad de alcohol que forme parte del régimen diario de un hombre, puede con el tiempo modificar patológicamente los centros nerviosos, al igual de lo que producirá el aumento progresivo de las dósis. Varias de las lesiones que se van à enumerar, pueden La dipsomania es una locura parcial, capresentarse de un modo agudo por solo la in-racterizada por cierta tendencia irresistible á gestion única de una dósis inmoderada de licor alcohólico, ó por escesos cometidos con largos intervalos: en este caso se desarrollan durante el paroxismo de la embriaguez.

las bebidas fermentadas: con justa razon se la compara á la bulimia y á la ninfomania; la sed que la acompaña no se apaga con la ingestion de licores espirituosos; si de carácMas agudas las lesiones de los sentidos, ter intermitente, los intervalos de los accesos mas escitados al principio de la borrachera, constituyen una especie de convalecencia en acaban por embotarse ópervertirse en los bor- que se tiene una marcada repugnancia á los rachos; a menudo son el asiento de alucina- alcohólicos. Cuando continúa, va acompañada eiones estraordinarias; oyen voces que les pro- de temblores que cesan tomando algun sorbo vocan, que les imponen actos estravagantes; de vino ó de aguardiente; citase el caso de un ven llamas, figuras estrañas, etc. Un militar capitan, que afecto de dipsomania, apenas teque habia hecho la guerra en Africa, se veia nia fuerzas suficientes al despertar para llede noche molestado por visiones de guerra, garse casi arrastrando y tambaleándose hasta rodeado de árabes, y escapándose de la cama la botella del aguardiente, en la que encontracogia su espada y pasaba la noche dando tajos ba la fuerza necesaria para desempeñar el sery cuchilladas á las mesas, á las sillas y á to-vicio militar de cada dia. Los escesos repetidos dos los muebles del aposento: una de las alucinaciones mas frecuentes de los borrachos es la de verse perseguidos, como que constituye el carácter especial de la locura debida á esta causa, con la particularidad que los locos á consecuencia de borracheras no se quejan jamás de alucinaciones alegres.

Consisten las lesiones de la inteligencia en conce, ciones delirantes, resultado de alucinaciones actuales ó anteriores, y que rara vez son independientes de ellas. El efecto que casi siempre determinan es colocar al individuo bajo el imperio de una accion depresiva: el

dan por resultado la demencia, la estupidez y el idiotismo. Asi la repeticion de la alienacion aguda y pasagera que constituye la embriaguez acaba por degenerar en un verdadero delirio crónico de esta ó la otra forma, es decir, en una verdadera alienacion mental definitiva. Entre los dementes de la clase media, esta causa figura por un décimo de todas las demas; el doctor Bayle pretende que á ella son debidas la tercera parte de las enagenaciones mentales. En los establecimientos de Francia destinados á los locos indigentes, la proporcion de la embriaguez sobre las demas causas

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