S.

Ntra. Sra. de la Cabeza otra tanta habitación como hoy tenemos (donde estaFacilidade. mos) se habían pedido tres mil ducados, que llegará á la mitad de lo gastado, y se ha ofrecido de parte del señor Obispo, dos mil y no más, haciendose el Convento por nuestra parte: y se ha resuelto por servir á V. S. y al señor Obispo, conten. tarnos con ellos, fiados en que su Señoría por la caridad que nos desea hacer, (pues le será de muy poco provecho, antes bien de gasto el haber de arrancar la piedra de los fundamentos donde hoy estamos) hacernos caridad de ella para la fábrica de la nueva obra, con lo que se acelerará el rematar con ella; y para esto damos al señor Obispo y á V. S. no por razones de justicia, sino de gratitud lo que queda dicho en el primer punto de este memorial.

Ofreci m 1 en tos.

Lo sexto, la casa de San Jerónimo queda á los señores Obispos, y á su disposición, como antes; pero, porque algunos bienes y rentas de la dicha capellanía se han gastado, y el señor Cardenal quiere que se la dejen con lo mismo que tenía, cosa que el Convento no puede hacer, es fuerza que esto se satisfaga por V. S. por cuanto el señor Cardenal no quiere quedar obligado á satisfacerlo de sus bienes, como es fuerza que suceda,

Sentado lo sobre dicho, ofrecemos los religiosos mudarnos á la Cabeza, luego que tengamos, donde poder habitar y que pondremos luego en ejecución ante todas cosas el hacer habitación, sin alzar mano de ello, lo cual será antes que haya

Termina la

monjas en el Convento. Todo lo cual el Comisario General de los Capuchinos suplica á V. S. considere; y pues sabe el cui- exposición. dado y diligencia que hemos puesto en persuadir al Sr. Cardenal á estos medios por servicio y gusto de V. S. no se toque en cosas menudas, sino en lo sustancial del caso en que ha empleado su cuidado; que en todo lo dicho recibirá él y su Religión particular merced, reconociéndose de nuevo obligado á V. S. y confesándole por singular bien hechor. Fray Agustín de Granada, Comisario General.

La Ciudad en conformidad de esta proposición hecha por el Rvmo. P. Comisario General, habiéndole rendido gracias por el santo celo que ha mostrado en la resolución de la mutación del Convento de los PP. Capuchinos, con agradable consentimiento y licencia del Ilustrísimo Sr. Cardenal, por las conveniencias de la fundación del Convento de Monjas, como esta Ciudad lo tiene suplicadó á Su Illma. por lo que rinde gracias á la acción de tal Príncipe y santo Prelado; aceptando como acepta la desistencia del sitio que hoy tienen en San Jerónimo, y prestando agradable consentimiento para que funden en el sitio de Ntra. Sra. de la Cabeza, donde se les señale desde luego y amojone bastante sitio; y desde luego con él ofrece una haza que allí tiene de sus propios para La ciudad la darles la propiedad, ó que la subroguen acepta agraá otra que alinda, para la fundación; y también desde luego se les dá y concede,

decida.

Da el nuevo sitio.

un caño de agua limpia de la de Santa María, con los remanientes del pilar de la fuente de la Alameda. Y así mismo acuerda que por la Ciudad se suplique á Su Majestad en el Real Consejo, aproba-" ción y licencia de la fundación y sitio en nuestra Señora de la Cabeza, á costa de la dicha Ciudad, hasta obtenerla; y estén ciertos que de parte del Sr. Obispo de Troya se les hará á los Religiosos la recompensa, como la Ciudad en su nombre la ofreció; y otorga lo que en su justa relación su Rvma. por vía de limosna pide del material de la cerca del egido; ofreciendo la Ciudad en general y en particular sus voluntades y acudir á tan santa religión con particular reconocimiento; y para señalar el dicho sitio y todo lo contenido en este acuerdo y á él anejo y dependiente, con plena comisión lo cometemos á los Sres. D. Jorge de Contreras Torres, D. Luis Palomino, D. Juan de Mendoza, D. Pedro Megías Ponce de León, D. Luis de Villalobos Niquesa, D. Lorenzo López de Mendoza y D. Fernando de Molina y Mendoza, veinte y cuatros, Insolidum. Y luego se pida al Rvmo. P. Comisario la aceptación de parte de la Religión para que la obra se haga luego. Yo Pedro de Vera. Escribano del Rey nuestro Señor, y mayor Comisión del del Cabildo de esta Ciudad de Jaén, fuí darnos pose presente á lo que aquí se hace mención, y al dicho acuerdo, y en fé de ello hice mi signo. Sin derechos; en testimonio de verdad. Pedro de Vera.

Cabildo para

sión.

Acta de la misma.

Aceptada por parte de la Religión la oferta de la Ciudad, á los tres días de se toma esta. firmado el auto precedente tomaron los religiosos posesión del nuevo sitio, según reza el acta que ponemos á continuación «En el sitio de la Alameda, término de la ciudad de Jaén, Sabado por la mañana veinte y cinco días del mes de Octu bre de mil seiscientos y veinticinco años; en presencia de mí Pedro de Vera, Escribano del Rey nuestro Señor, y mayor del Cabildo de esta dicha Ciudad, y testigo suso escriptos, para señalar sitio en que la Religión de los PP. Capuchinos edifi quen Convento en esta Ciudad y tengan huerta, trasladándose de la parte y lugar donde ahora están á lo que se les señalare, según se ha tratado y concertado con su Ilma. el Sr. Cardenal de Sandoval por la dicha Ciudad de Jaén y la dicha religión; parecieron por parte de la Ciudad, y en virtud de la comisión que para ello se les dió en Cabildo pleno, los señores don Jorge de Contreras Torres, Teniente de Alferez mayor; D. Luis Palomino y don Julio de Berrio y Mendoza, Caballeros del hábito de Santiago, D. Pedro Mejías Ponce de León, Caballero del hábito de Calatrava, D. Luis de Villalobos Niquera, D. Alonso Perez de Mendoza y Valenzuela, Caballeros del hábito de Calatrava, D. Fernando de Molina y Mendoza, veinte y cuatro todos; y en nombre y con poder de Su Illma. el Sr. Cardenal, los Sres. D. Rodrigo Antonio, Canónigo asisten. de la Iglesia de Jaén, y D. Julio Palomi

Testigos que

cian.

no Hurtado de Mendoza, del hábito de Religiosos Calatrava; y por la dicha religión de los que la presen- Padres Capuchinos el Rvmo. P. Fray Agustín de Granada, Comisario General de Andalucía, y el R. P. Fray Gregorio de Baeza, Guardián del Convento de Jaén, el P. Fr. Felix de Granada, el Padre Fr. Lorenzo de Alicante, Guardián del Convento de Antequera; el P. Fray Silvestre de Alicante, el P. Fr. Francisco de Granada, y el Hermano Fr. Diego de Madrid; y entre todos los susodichos, tratadas todas las cosas que para ello parecieron convenientes, tomaron resolución de señalar para huerta de dicho Convento la tierra que hay del egido baldío, comenzando desde tres pies de álamo que hay junto á la orilla de donde baja el agua para el riego de la Raposilla, y de allí derecho al camino que baja del postigo de valhondo, por bajo de las peñas de la Señora de la Cabeza, y quedando el camino libre que por él puedan ir dos carros, y disposición para el acequia por donde va el agua á la Raposilla, la cual ha de ir arrimada por la parte de fuera á la cerca, que se hiciere de la dicha huerta, y desde la dicha señal que se hizo á la orilla de dicho camino, en derecho á los dichos tres pies de álamo, se señaló el camino abajo hasta dar á las peñas de la Señora, poco más arriba de donde entra por las dichas peñas la dicha acequia de la Raposilla; y luego desde las dichas señas cerca de los álamos, dejando

Demarcación del sitio.