ANDALUCES DESDE LA ERECCIÓN DE CUSTODIA EN 1625 HASTA QUE SE CONSTITUYÓ EN PROVINCIA EN 1638 V. H. Fr. Martín de Sevilla, en Sevilla. 1629 1629 V. H. Fr. Blás de Granada, en Granada 3 de Junio 30 Octubre. 1632 V. H. Fr. Francisco de Fiñana, en Sevilla. 1633 V. H. Fr. Agustín de Antequera, en Ecija 1633 1633 V. P. Fr. Pedro de Ecija, en Ecija. 1633 V. P. Agustín de Granada, en Granada 29 de Agosto. 1634 V. P. Francisco de Baeza, en Granada. 1634 1634 V. P. Juan de Ardales, en Ecija. NOTAS ACLARATORIAS En la colección de los cuadros de nuestros VV. diseminados hoy por los conventos de la Provincia y fuera de ellos, hay unos que son retratos verdaderos, auténticos y genuinos de los religiosos que representan, y otros que carecen de esas cualidades. Entre los primeros están los del Beato Diego de Cádiz, el del V. P. Verita, el del P. Francisco de Jerez, obra de Murillo, el que hay del V. P. Isidoro de Sevilla en la Iglesia de Santa Marina, el del V. P. Antonio de Ardales, que se conserva en la sacristía de aquel convento, el del V. Francisco de Lorca, el del P. Domingo de Benaocáz que existe en el convento de Cádiz, los que conservamos del P. Vélez, Arzobispo de Santiago, del P. Fe. lix, Obispo de Cádiz, y otros muchos que sería largo enumerar. Entre los segundos, están la mayor parte de dichos cuadros, los cuales se hicieron después de muertos los sujetos á quienes representan, para perpetuar la memoria de sus virtudes entre nosotros. La colección que había en el convento de Sevilla, pertenece á este segundo orden: los cuadros ó lienzos de la misma están separados del marco, y este tiene debajo, formando parte del mismo, una tablilla donde está escrito el nom. bre y elogio del V.. Son todos de igual tamaño, y con el tiempo (bien sea por deterioro de pinturas y de marcos, habido en tiempo de revolución, ó por otra causa) colocaron algunos retratos en el marco que no le pertenecía, y así hay cuadros en que la tablilla dice algo que no está conforme con lo que representa la figura, apareciendo en edad decrépita religiosos que murieron en la juventud, y viceversa. Y como de los cuadros de Sevilla se han copiado otros, escribiéndose en el lienzo de estos lo que tienen aquellos en la tablilla, resulta que en varios conventos hay cuadros que no representan lo real, ni siquiera aproximadamente. Esto nos ha movido á poner aquí por vía de apéndice las figuras de los VV. que murieron en la época historiada en el presente libro, acercándolos los más posible á la verdad histórica, para que por ellas corrijan los PP. Guardianes, los que vieren en sus conventos distantes de la realidad. |