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que no tenemos una plena evidencia de que esta casa viniera del gran Eudon por Alarico, los indicios apuntados, el haberse él titulado alguna vez rey, aunque solo lo fuera honorario de Aragon, y el haber tenido un hijo dicho Scimino y hallar luego por rey indubitable en el Pirineo á García, hijo de Scimino ó Ximeno, persuaden que este príncipe venia de la sangre ilustre del duque de Aquitania y de un rival implacable de los reyes francos, y sumamente benemérito de los vascos españoles. Si García Ximenez tuvo, como es verosímil, la principal parte en la sorpresa de Eblo y Aznar, tuviéron razon el anónimo Lemosino, de donde se formó el Pinatense y la crónica de Carbonell, para fixar la eleccion de D. García en el mismo año de 824 que acabó de asegurar la Navarra contra las invasiones de los francos. El reynado de este príncipe consta con toda evidencia por la genealogía ya citada de Meyá, Leon y Monserrate: por el Albeldense y por tres diplomas suyos, existentes en S. Juan de la Peña, sin hablar de las crónicas de Puig Pardines, Carbonell, anónimo Lemosino, Pinatense, genealogía dedicada á D. Dalmao de Mur y otras. Por manera que sin temeridad no se puede ya sostener que el reyno pirenaico no empezó hasta el 905 en D. Sancho, con el fin de atrasar mas de siglo y medio los principios del reyno de Navarra, y sujetar esta provincia á asturianos ó francos desde la invasion de los árabes. Lo único á que se podrá aspirar sobre el débil y dudoso testimonio de Sebastian, hablando de D. Fruela, será á que los asturianos ántes de la entrada de Carlo Magno intentáron sujetar á Álava, y tal vez la frontera inmediata de Navarra, y para ello se deberá demostrar legítimamente que el silencio del Pacense y el testimonio positivo del Albeldense anterior al obispo Sebastian, que apoya y hace mas que negativo el argumento del obispo de Badajoz, deben posponerse á la crónica de Alonso III y al dicho de algun árabe del siglo X en órden á la época en que empezó D. Pelayo. Lo que no negarémos es que los reyes pirenaicos no poseyéron pacífi

camente toda la Navarra y la ciudad de Pamplona, como se entiende por lo que llevamos dicho en los reynados anteriores, y que el grueso, , por decirlo así, de sus estados consistia en la cadena de montes que corren desde Salazar y Roncal hasta Sobrarbe, y limitaban hacia e. y s. el Cinca, Gállego y Aragon hasta salir á tierras ménos asperas por Olbena, La-Peña y Sangüesa. Sea de esto lo que se quiera y volvamos á D. García. La genealogía de este príncipe dice: Item alia parte regum (genealogia). Garsias Scemenonis, et Enneco Scemenonis fratres fuerunt. Iste Garsias accepit uxorem dominam Onnecam de Sangosa et ex ea genuit Enneco Garsiez et dominam Sanciam. Postea accepit uxorem Domina Didaldi (Dadildi) de Paliares sororem Regimundi comitis et ex ea genuit Sancium Garsiez et Xemeno Gar iez. La crónica Albeldense, se. gun el fragmento que produce el P. M. Risco (Esp. sag. tom. 32. p. 427.) hablando de Sancho Garces dice: Sancio rex filius Garseanis regis regnavit annis xx. (In margine) aera DCC XLIIII inquoavit. Por donde se ve que D. García, padre de D. Sancho, fué rey ántes que su hijo. Y el blanco dexado en el códice, y de que habla el maestro Florez (Esp. sag. tom. 13. p. 463.), indica que el monge escritor tenia noticia de que hubo reyes anteriores en el Pirineo, pero ignorando el órden y tiempo de sus reynados, dexó aquel espacio para llenarlo quando tuviera memorias mas exâctas. Finalmente los documentos que produce D. Juan Briz Martinez en la Historia de S. Juan de la Peña, l. 1. c. 26. acaban de demostrar su reynado y su título de Pamplona, lo qual es un nuevo indicio de que por su valor é industria se libró aquella ciudad del dominio de los francos. A estas pocas se reducen las noticias auténticas de este príncipe, que contamos por cabeza de los reyes de la segunda dinastía, aunque su padre y abuelo tal vez llevaran el título de reyes. Estos pocos datos, unidos á lo que dicen las crónicas, nos ofrecen materia para escribir su vida. Libres los navarros del temor de los francos por la pérdida de su exército y pri

sion de sus generales, tratáron de elegir rey de acuerdo con los aragoneses; y atendiendo á los convenios anteriores y al reciente merito de García Ximenez, lo proclamáron rey á lo que parece de la crónica de Puig Pardines, anónimo Lemosino y Carbonell, en la cueva de S. Juan de la Peña, asistiendo á este acto comun los principales caballeros, que algunas crónicas hacen subir á seiscientos. Pardines dice que influyéron en esta eleccion los dos santos Voto y Felix por estas palabras. E ab consell de aquels dos cavallers (Voté Felicio) los crestians faceren lur capitá, é "senyor un cavaller de linatge real dels "gots apellat García Ximenez, é fonch "axi bon cavaller é virtuos, que ab los pochs crestians, que habia se subiuga et "somet totes les muntaynes de Subarbre, né de Ribagorza é de aquelles se intitula

rey." Pero como este autor empieza su catálogo por este rey, no se le puede dar crédito en todas las particularidades que insinúa en este punto, y solo es verosímil que la eleccion se hizo en aquel sitio muertos ya S. Voto y Felix, por no haber en ello repugnancia, leerse así en otras crónicas, y haber distinguido á aquella casa el nuevo rey, como demuestran los diplomas y convence la razon de los tiempos. Eran ya muertos S. Juan de Atares, y S. Voto y S. Felix. Sus discípulos Benito y Marcelo habian por este tiempo aumentado la fama del sitio con sus virtudes. Es de creer que D. García trató de elevar aquel santuario á monasterio formal y señalar á uso de su siglo el principio de su reynado con este monumento de religion. Por lo menos es constante por el instrumento de la consagracion de Alaon, hecha seis años adelante en el de 830 (Aguirre, Concil, t. 4. p. 129.) que asistió á ella Transirico, abad de S. Juan de Oroel ú Uruel, que así se llamó antiguamente S. Juan de la Peña, y es muy verosímil que debiera este engrandecimiento á su insigne y primer bienhechor conocido D. García. En los años siguientes S. Eulogio visitó las montañas del Pirineo, y aunque no nombra á este rey, dice hablando con Wilesindo: » Yo, pues»to en Córdoba, gimo debaxo del impío yu

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"go de los árabes, quando vos en Pam"plona gozais la dicha de ser amparado de"baxo del señorío del príncipe que reve"rencia á Cristo;" en las quales no puede entenderse otro que D. García que reynaba á la sazon, no pudiendo aludir al rey Cárlos, que como dice al principio de su carta tenia harto que hacer con el conde Sancho Sanchez dentro de la Galia Comata. Poco despues muriéron en Huesca por la fe de Jesucrisro las santas Nunila y Álodia á 24 de octubre de 851, cuyos cuerpos fuéron trasladados á Leyre 29 años despues reynando su hijo. De sus hechos guerreros no tenemos noticias ciertas. Los que le hacen conquistar á Ainsa y aparecérsele allí la cruz sobre un árbol, no exhiben pruebas, y parece confundiéron esta victoria con la que se ganó allí cerca contra Abdelmelik; porque el monumento que he visto de la cruz cubierta de Ainsa, y la fiesta dotada que se hace en setiembre, como en memoria del suceso, son tan modernos, que la villa de Ainsa presentó memorial á las córtes de 1645 pidiendo alguna ayuda de costa para perpetuar el milagro de la cruz aparecida, edificando en el sitio templo, capilla ú otro monumento, sin traer en apoyo de su pretendida tradicion otras razones que el testimonio de Beuter, Tarafa, Illescas y otros escritores modernos. Por tanto no se puede admitir este suceso como cierto, aunque no dudamos que este príncipe fué guerrero y feliz en sus empresas militares. Lo que con mas fundamento podemos decir de D. García es, que fué buen político. Para grangearse mas el amor de los navarros, casó con una señora principal de Sangüesa, y para congraciarse con los aragoneses restituyó á D. Galindo el condado de Aragon. Lo primero consta de la genealogía: lo segundo de los diplomas de este rey, en que se nombra D. Galindo conde de Aragon (Briz p. 114.) Habiendo enviudado de Da Oneca, pasó á contraer segundo matrimonio con D.a Dadildis ó Didaldis, hermana de Raymundo conde de Pallás, y que en los instrumentos del rey de los años 858 y 860 se llama Toda. El fin de esta boda fué estrechar la alianza con los condes

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de las marcas de Cataluña, que iban sacudiendo la dependencia de los francos. Casó tambien su hijo Iñigo con una nieta de Fortuño , y D.a Sancha con un hijo de aquel rey con la mira de cumplir los tratados ó de asegurar la paz interior del reyno. Estos dos hijos Iñigo y Sancha fuéron del primer matrimonio. Del segundo naciéron, segun la genealogía, D. Šancho y D. Ximeno. Los instrumentos de Leyre le dan otro hijo mayor llamado Fortuño, pero sin dar indicio de su madre. Tuvo un hermano llamado Iñigo, que no debe confundirse con el Arista, cabeza de la primera dinastía, el qual nunca fué rey en propiedad, aunque no hay inconveniente en hacerlo honorario, segun era freqüente en aquellos tiempos comunicar á otros este nombre. Nada se puede afirmar en este punto, porque la genealogía ni le da este título, ni muger. Pero haIlando en las actas de la translacion de las santas Nunila y Alodia, nombrada una virtuosa reyna viuda dicha Oneca, se puede sospechar que estuvo casada con D. Iñigo, no siendo verosímil que si fué muger de D. Sancho, le sobreviviera aún en 880. De esta noticia confusa provino que los escritores modernos confundieran al hermano de García con el Arista, dieran á éste el patronímico de Ximenez que no tuvo, y á su muger el nombre de Iñiga. Solo resta decir algo de sus donaciones á S. Juan de la Peña, que son tres. La 1.a y la 2.a las hace el rey juntamente con D. Galindo á favor de aquella casa y de su abad Atilio, donando el monasterio de S. Martin de Cilla y el monte Búbalo con sus pertenencias en la era 896. La 3.a es una anexion del monasterio de S. Estéban de Huértolo, que habia fundado D. Gonzalo, capellan que fué del rey Cárlos de Francia, y convino en esta agregacion. La fecha de este documento, copiada sobre el original del libro gótico de S. Juan fol. 81. discrepa algo de la de Briz, y. dice así: Facto testamento era DCCCLXVIIJ, regnante rege Garcia Scemenons in Pampilona et comite domino Galindo in Aragon et Abbas D. Gonsaldo ( es el capellan que fué de Cárlos) in Cella, et ego Atilio in

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que

Ortulo. Pertenece al año 860, y es la última memoria que hallo de este rey, cuya muerte se puede fixar hácia el 862, porque una enunciativa de su reynado que se dice hallarse en la carta puebla del lugar de Baylie en la Gascuña de D. Sancho el mayor año de 1030, merecería muy particular atencion si no fuera sospechosa. Este monumento se halló entre los manuscritos de Lupian de Zapata, conducto en extremo desacreditado para dar fe á su testimonio si carece de otro fundamento. El presente no lo tiene hasta ahora por mas diligencias que se han hecho para saber del original. En la copia de Zapata D. Sancho aforó á los de Baylie al fuero de Aragon, y se refieren seis leyes, cuyo autor se dice haber sido D. García el año 723. Pero quando no sea falso el instrumento (lo que es muy de temer , por no hallarse mencion de tales fueros en ninguna carta puebla del reyno, aunque muchos lugares fuéron poblados á fuero de Sobrarbe, como Tudela y otros) creeríamos habia error en los números, y se omitió una C, no habiendo reynado D. García ántes del 823. Pero no nos cansemos, el diploma está hecho á mano, y el lector lo advertirá leyendo su contexto damos aquí con " que algunas reflexiones. En la real biblioteca de esta corte se halla un manuscrito notado G. 143 con el título de reyes de Sobrarbe defendidos, sin nombre de autor. Algun poseedor del códice lo atribuyó al analista Pellicer, que impugna su contexto en el lib. 3. de sus anales. Es de Antonio de Nobis, alias Lupian de Zapata y Aragon. En el art. 2. pag. 12. trae el privilegio de D. Sancho el mayor, y dice: » In no"mine patris et filii simulque ex ambo»bus procedentis spiritus sancti. Ego hu» milis ac omnium servorum Dei ultimus, >> tamen gratia Dei Sancius rex una cum "conjuge mea Munia dona regina vobis po"pulatoribus de Baleto dono foros Super"arbi quorum verba supter anotamus ut "sequuntur: In justitia atque requie reg"num regito: meliores foros irrogato. "Spolia á superatis mauris inter infancio,,nes et ricos homines dividantur non mo» do sed etiam inter peditones: extraneus

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» vero homo nihil inde capito. Jura di"cere regi nefas est nisi adhibito vasallo» rum consilio. Bellum aggredi, pacem » inire, inducias agere, rem aut aliam magnae ocasionis pertractare caveto rex prae»terquam seniorum annuente voluntate.

Nequid autem damni foros aut libertates "nostrae patiantur, judex quidam interme "dius adesto ad quem á rege provocare, si ,,aliquam indignationem lacesserit, injurias » coërcere, si quas in directum reipublicae » intulerit, jus fasque esto. Ad expedi» tionem belli maurorum nisi aegroti vel » decrepiti eant cum armis sagitis ense et » lorica si rex interfuerit. Facta carta die "quod erit quinto idus Obris era DCCLXJ "sub rege Garsea. Garseas rex: Sancius jadex medius. Semenus Ataldus episcopus. Felis presbiter. Si quis autem posterorum "regum aut principum, comitum vel ali» quorum hominum hanc nostram cartam de foris Superarbi vobis concessam tolle» re retemptare vel minuere in aliquo voluerit sit ab omnipotenti Deo maledictus, "et á coetu totius christianitatis separatus et cum Juda Domini traditore in inferno "baratro per cuncta secula dimersus amen. Insuper ad partem regalem persolvat cen» tum auri talenta, et quod retentum du"platum. Facta carta confirmationis in era notum die 11 idus julii. Ego " MLXVIIJ, » Sancius rex qui hoc fieri jussi manu mea "signum hoc scripsi. Sancius episcopus "Pampilonensis confirmat. Julianus episco"pus Auchensis confirmat. Munio Ala»bensis episcopus confirmat. Mancius Os»censis episcopus confirmat. Munio Gundi"salvi comite confirm. Senior Fortunio San» chiz confirmat. Senior Acenari Sanchiz » conf. Senior Acenari Fortuniones conf. "Senior Fortun Uggoiz conf. Senior Si"meon Enneconis conf. Senior Simeon "Sanchiz conf. Senior Obon Patri conf. » Senior Galindo Enneconis confirm. Se

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nior Garcia Fortunionis confirmat." Así acaba el privilegio. El autor de esta memoria dice, que tuvo noticia de ella por monsieur de Passiars, caballero bien noticioso, estando en Francia, y añade que comprobó la coexistencia de los confirmadores del privilegio de D. Sancho, por

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instrumentos del tiempo, existentes en S. Millan de la Cogulla, en especial en el tumbo de aquella casa, escritura 3, fol. 17, y 18, perteneciente al año 1030. Y tambien por la bula que allí llaman de los once sellos, en que se exîme el monasterio de la jurisdiccion de los obispos de Calahorra, &c. Añade que de estos fueros (bien que con el nombre de Jaca) hace mencion D. Alonso el noble de Castilla, en el que dió á Fuenterrabía el año 1200, como advierte Garibay libro XII, cap. 31 y siguientes. Dice que en el monasterio de Alaon en un pergamino largo y estrecho estaban los misinos fueros; pero tan borrados en lo último, que falta, ó no se puede leer todo lo que sigue á la ley quinta. Mas estas pretendidas pruebas solo son buenas para descubrir el artificio del diploma, y que su autor tomó precauciones para no incurrir en groseros anacronismos, poniendo á bulto los nombres de los confirmadores. Nadie sino él ha descubierto en Alaon el pergamino que cita. Ni Garibay en el lugar citado habla, ó insinúa alguno de los fueros de Sobrarbe, sino simplemente el de Jaca, que es muy diverso. Por otra parte no se entiende á qué propósito se daban á un lugar particular las leyes generales de un reyno, que no tenian lugar en el gobierno municipal, y esto tan á secas, que no se les concede privilegio ó reglamento particular para la administracion de su justicia civil y criminal. Fuera ménos inverosímil la pretension si D. Sancho agregara simplemente al fuero de Aragon el lugar de Baylie, sin insertar á la letra - el diploma de García Ximenez. Bastaba agregarlos con palabras generales como se hizo con otros pueblos de Navarra y Valencia, sin expresar las leyes generales, 6 apuntando ligeramente su substancia. Por último, ni la época del 723 conviene á D. García, que segun los instrumentos de S. Juan de la Peña vivia despues del 850, ni el estilo de los fueros es de aquel siglo. El autor no hizo mas que barbarizar, por decirlo así, y desaliñar un poco las palabras con que los expresó elegantemente Gerónimo Blancas en sus comentarios, y añadir la ley sexta para no parecer un

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puro copiante. Mas no supo desfigurar el plagio, y se conoce groseramente el artificio. Si Blancas hubiera visto las leyes en los términos que las da el impostor, prefiriera como en otros mil casos, la exâctitud y la antigüedad á la elegancia del estilo. Si no los vió (como ciertamente no los vió escritos baxo determinada y constante forma), es menester mucha credulidad para persuadirse que un autor del siglo XVI acertó por un feliz acaso á dar el mismo órden y casi las mismas palabras que se diéron en el siglo VIII á las leyes fundamentales del reyno: Credat judaeus Apella. La misma marca de impostura lleva una bula de Gregorio II, que publicó en su historia apologética de Navarra D. García de Góngora y Torreblanca, la qual impugnó ya D. Juan Briz Martinez en carta dirigida á D. Leonardo Argensola, y despreció Moret en sus anales con otra del papa Zacarías (t. 1. 1. 4. c. I. §. 3. n. 19.) Aquella se refiere al 30 de agosto de 717, y ésta al año 745, y no hay razon para detenernos en hacer ver

sus errores.

IÑIGO GARCES, REY VI.

Heredó á D. García Ximenez su hijo primogénito D. Iñigo Garces. Este príncipe se ha confundido con Iñigo Arista, y con su tio Iñigo Ximenez. En dos instrumentos de Leyre, notados con la era 880, y que suponen ya trasladadas á aquella casa las reliquias de santa Nunila y Alodia, se le dan dos diversos patronímicos. En el 1.° se le nombra Iñigo Iñiguez, y en el 2. Iñigo Ximenez. En las actas de la translacion de las santas se dice simplemente Enneco rex (lect. 12.) y así debió escribirse en los diplomas, hasta que en las copias se añadiéron los padres segun la opinion del que hizo el trasunto. El autor del catálogo de los reyes sepultados en Leyre, que he visto, no erró el patronímico y le llama Enneco Garsianes. De él nos dice el autor de la genealogía de los reyes pirenaicos muy poco, y lo mas pertenece á su hijo García Iñiguez habido en D.a

Ximena. No fué éste el único hijo de su matrimonio. Naciéron de él D. Ximeno, D. Fortuño, D. Sancho y D.a Toda. Las palabras las darémos en el reynado siguiente. El P. Moret nombra á su muger D.a Munina, alegando el libro de la regla de Leyre. Pero fué equivocacion, pues se lee allí: uxor istius (Enneconis) fuit vocata Eximina. D.a Munia se hace muger del rey que sigue en aquel catálogo, y se llama Ximeno Iñiguez. De los hechos de Iñigo Garces no hay memoria, sin duda por haber sido su reynado pacífico, ya porque los disturbios de la casa real de Francia impedian que sus reyes intentaran cosa alguna contra la libertad de Navarra, ya porque los reyes del Pirineo mantenian buena inteligencia con la corte de Córdoba. Así no tenemos otra noticia, que la asistencia de este príncipe á la translacion de las santas mártires de Huesca, que segun S. Eulogio padeciéron por Cristo el año 851. Años despues la viuda reyna D.a Oneca, que solo se ocupaba en visitar los lugares de devocion, estando en el de Leyre leyó las actas del martirio de las santas, y entró en deseos de tener sus reliquias. Valióse para esto de un cierto Auriato el qual pasando á Huesca con otro pretexto, ayudado de los cristianos de la ciudad sacó los santos cuerpos secretamente y los trasladó á Leyre 29 años despues de su martirio el dia 18 de abril, segun el breviario antiguo de aquella casa. Asistieron á esta funcion el rey D. Iñigo, el obispo Wilesindo, que debía ser muy anciano, la reyna viuda y otras personas de distincion, á mas del gentío que atraxo la fama de la novedad. En el mismo dia el rey donó al monasterio sus lugares de Jesa y Benasa, y el obispo la mitad de la tercia episcopal de los diezmos y frutos de la Val de Önsella, Pintano y Artieda. La segunda escritura no expresa el dia, y es una confirmacion y ampliacion de las donaciones de la primera. En ámbas se lee era octigentésima octogésima. Pero en una y otra debe tomarse era por año , porque habiendo muerto las santas en 851 no podian haberse trasladado sus cuerpos á Leyre el 842, que es la era 880. Ademas que habiendo pasado 29 años entre la pasion"

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